Opinión en video
Opinión en video
01/06/2019 - 12:43 am
Es lo mismo de siempre, es decir, no entender que las participaciones federales no son de acuerdo a lo que las entidades aportan al PIB, sino a sus necesidades de desarrollo.
Tuvo que ser un desvarío de Vicente Fox el que me enteró de que había dos libros sobre Xóchitl Gálvez y uno que había escrito Samuel García, el exgobernador de Nuevo León. Resulta que Fox había llamado “dama de compañía” a la esposa del Gobernador emecista por medio de uno de esos obtusos mensajes en la red “X”. Además de que su cuenta quedó suspendida y que el partido del Movimiento Ciudadano le puso una demanda en el INE, a Samuel lo entrevistaron en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y se quejó de que Fox fuera trending topic y no la presentación de su libro. Así fue que me enteré que Samuel había escrito un libro. Y lo he hojeado para ustedes. Se llama Federalismo mexicano. Apuntes para una nueva Constitución de Nuevo León y trata del viejo tema que surgió desde la Conago cuando los gobernadores priistas querían acotar a Vicente Fox y él terminó aliándose al PRI, es decir, de las quejas de que la Federación les quita demasiados impuestos a los estados y no les resuelve todo lo que ellos no resuelven. Hay que decir que Samuel García ha reeditado el estereotipo del “norte trabajador, el centro administrador, y el sur haragán”, que comparte con Xóchitl Gálvez. Cabe recordar que, para el año entrante, Nuevo León recibirá 150 mil millones de pesos de aportaciones y participaciones federales, mientras que sólo recauda 12 mil millones propios. Es lo mismo de siempre, es decir, no entender que las participaciones federales no son de acuerdo a lo que las entidades aportan al PIB, sino a sus necesidades de desarrollo. Si no fuera así, los estados más desarrollados obtendrían siempre más recursos, alimentando y acentuando así la desigualdad geográfica. Pero Samuel lo escribe sin rubores: “Nuevo León es de los estados que más aportan en el ámbito económico a la federación. Lo esperado sería, entonces, que recibiera números equivalentes con los que contribuye. No obstante, en una revisión comparada de las participaciones que la entidad ha ido percibiendo a lo largo de los años, este ideal no se ve cumplido. Por el contrario, recibe un muy disminuido porcentaje de lo que aporta, mientras que otros estados reciben una cantidad considerablemente mayor a pesar de que no tienen una participación económica destacada”.
Samuel se asombra de que los pueblos más pobres del país no puedan cobrar impuestos y que, entonces, se hagan dependientes del Gobierno central. Pero él vuelve sobre su nacionalismo de terruño y regresa a hablar de Nuevo León como una entidad que puede ligarse por sí misma al mercado global y hacerse un “Silicon Valley”. Una especie de “sálvese quien pueda” y que Chiapas, Oaxaca y Guerrero no sean considerados como parte del país, como diría el Diputado por Coyoacán, Gabriel Quadri. Es el mismo Samuel colonizado de siempre: el que, en medio de la pandemia y la escasez de vacunas, organizó unas supuestas caravanas de menores de edad para inmunizarlos en McAllen, Texas. Hasta aquí, el resumen del libro que está lleno de referencias, incluso a las ideas de James Madison en los Estados Unidos, un “padre fundador” que Samuel confundió, en su presentación Ted Talk en Guadalajara, con dos personas distintas: James y Madison, casi como en el clásico chiste sobre Ortega y Gasset.
Pero lo interesante, me parece que es el contexto: presentar en la Feria del otro estado que gobierna el partido del Movimiento Ciudadano, es decir, Jalisco, un texto sobre la autonomía de los estados que elogia el federalismo de los Estados Unidos. El modelo estadunidense de federalismo consiste en unir a varias las colonias separadas que confluyen en el objetivo de ser independientes de Inglaterra. El modelo mexicano inventa los estados desde lo opuesto: un poder central del virreinato que va organizando las entidades. Es curioso que, aunque Samuel lo menciona en boca de Fray Servando, no parece importarle al tomar como modelo el de las trece colonias. Pero, más allá de esto, pareceriera que Nuevo León sigue siendo su única preocupación, cosa que no sería reprobable, si no estuviera compitiendo por la Presidencia de un país completo que, además del norte industrial, tiene otros 31 estados, incluyendo Coahuila, al que en julio del año pasado quiso despojar del agua de un río que abastecía al municipio de Arteaga, él que escribe mucho de la “autonomía” de los municipios. Últimamente su esposa, Mariana Rodríguez, le atribuyó el adjetivo “ojete” a Saltillo. Así que pareciera que mentalmente Samuel no logra salir de su terruño y sigue en las disputas con los estados vecinos.
A pesar de haber ganado la gubernatura en 2021, Samuel García no es un político que oculte su regionalismo pero tampoco su clasismo. Todavía se recuerda su historia de juventud que quiso disfrazar de “esfuerzo”, cuando dijo: “Era bien duro porque me decía (mi papá): si quieres que te pague la semana, te tienes que ir conmigo al golf el sábado y terminando los 18 hoyos te pago la semana”. También, el candidato del PRI aseguró que su tío, hermano de su papá, es “El June” del Cártel del Golfo, hoy preso. Como prueba exhibió un video donde Samuel tiene nueve años de edad. Pero todo eso no afectó la idea neolonesa de llevar a cabo alternancias entre el PRI, PAN y MC, y nunca por la izquierda. Samuel García fue el que catalizó dos discursos de la anti-política neoliberal: el regionalismo —utilizado por Bolsonaro en Brasil, entre norte y sur, y que recuerda el experimento regio de la República del Río Bravo de 1840— y lo que él llama “la vieja política”, es decir, el PRIAN, no obstante que su dirigente, Dante Delgado, es un producto del priismo del policía político, Fernando Gutiérrez Barrios, tanto como Jaime Rodríguez “El Bronco”, el anterior Gobernador, era un producto del represor Alfonso Martínez Domínguez. Pero el énfasis de García Sepúlveda fue asociar su juventud y la de su esposa a la idea de una renovación de la política, cuyo contenido es apolítico.
Fue menos la habilidad de su campaña digital en redes sociales que los errores de la competencia lo que hizo ganar al Movimiento Ciudadano en Nuevo León. La candidata de Morena, usted lo recordará, mandó censurar a un comediante que hacía videos en YouTube burlándose de los contendientes. Además, fue asociada a la secta sexual de Keith Raniere en Albany, Nueva York. Eso no fue lo importante, sino que lo negara públicamente y, luego, tuviera que aceptarlo porque existía un video. Así, la candidata de Morena se desplomó porque traicionaba dos puntos cruciales del obradorismo: no censurar y no mentir. El que recolectó la caída de la candidata de Morena, fue Samuel, entre otros factores, porque la pandemia de COVID-19 habilitó a las redes digitales como sustitutos de herramientas como las concentraciones masivas o las entrevistas a modo en los canales de radio y televisión. Digo que fue Samuel, porque, como partido, el MC no logró ni el 20 por ciento para el Congreso local, y sólo ganó Monterrey con Luis Colosio. El PRI se conservó como segunda fuerza y Morena cayó al cuarto lugar, como el ningún otro estado del país. Así que creo que el triunfo de Samuel García fue más bien circunstancial.
Pero vayamos un poco más a fondo en el tipo de anti-política que maneja Samuel García. El uso de las historias que tratan de establecer una identidad entre el votante y el candidato apelando a su edad, informalidad, acento, región del país y todo esto llevado al nivel de pretensión de parecerse al personaje creado por el marketing. No hay un mensaje propiamente político, de comunidad o de proyecto hacia el futuro, sino simplemente de cercanía, sin intermediarios, inmediato y amable. Así, la popularidad deja atrás la representatividad y el candidato se legitima, no por sus luchas y propuestas, su moral o dignidad, sino por sus confesiones autobiográficas, como la del campo de golf y el papá. Como en los casos de Carla Bruni o La Gaviota Rivera, la esposa sirve para completar la identificación de la mitad femenina. En este caso, es Mariana Rodríguez Cantú. Es ahí que la campaña electoral funciona como un reality, como una historia efímera en Instagram, como la posibilidad de recurrir al referente de la información de la farándula, para hacer de un candidato una celebridad; valiosa en sí misma porque ya es celebridad.
Samuel y Mariana utilizan un modelo al que se le llama “infoentretenimiento” que consiste en magnificar a los personajes por sobre sus ideas; en apuntar al evento mismo de señalar unos tenis y decir: “fosfo-fosfo”, a una biografía política que sustente un proyecto. Las ideas que ambos quisieron asociar a su pareja eran el trabajo esforzado y el conservadurismo de la religión católica, la de las iglesias y los matrimonios religiosos. Así, le dieron al centro de una sociedad regia que aspira a ser como ellos. La identificación con la élite se concentró en el “fosfo-fosfo”, que es una alegría por consumir a la que no le importan los rollos de la política. En el caso del personaje Samuel García, se le ubicó por el electorado joven como “motivado”. Es decir, el “que le echa ganas”. “Joven trabajador” respondió el 74 por ciento de una encuesta en redes sociales. Esa es la imagen que engancha con el “echeleganismo”. Así, por un lado, Mariana Rodríguez es la que se asocia a la élite consumidora, rubia, acompañante, apoyo de su marido. Y Samuel es el jefe de familia trabajador, que emprende, que está motivado.
Como vemos, aunque su planteamiento de que Nuevo León reciba más impuestos de la federación, ya era una propuesta en la elección de 2021, nadie había escuchado algo sobre ella. En cambio, de su vida privada como pareja, todos nos enteramos: la vez que le prohibió enseñar las piernas o, ya en la gubernatura, las acusaciones de que utilizaba albergues para hacer marketing político con los niños. La despolitización lleva a magnificar la vida personal por encima de la propiamente comunitaria. Y es una navaja de doble filo: como sólo está sustentada en gustar, no gustar, o neutral, un mensaje mal tomado, termina con una carrera electoral, porque no hay demandas, ni propuestas, ni visiones de futuro o identidad colectiva.
Y este es quizás el punto de la columna esta semana. Cómo, por un lado, Claudia Sheinbaum va formando estructuras de Gobierno por todo el país, ensaya posibles gabinetes, incorpora versiones de la izquierda en su entorno inmediato y, cómo, por el otro lado, lejos abajo en las encuestas, Xóchitl y Samuel luchan por parecer más cercanos, menos políticos tradicionales, más alejados de sus partidos postulantes. Vemos a Xóchitl brincar entre alternativas de enchiladas o cantantes de ranchero. Vemos a Samuel opinando en la entrada de la presentación editorial en Guadalajara. Nada de esto tiene trascendencia histórica, ni viabilidad de la Nación, como en el caso de Sheinbaum, sino que se consume a la velocidad del escrol de Instagram.
Lo que me queda claro es que han optado por ese método porque ninguno de los dos, ni Xóchitl ni Samuel, creen que podrían ganar algo más que un poco de celebridad.
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
"Esta semana Samuel García Sepúlveda, encarnó a la dividida oposición del 2018, provocando el Déjà vu del patético segundo lugar".
Esta semana, en la primera de las precampañas por la candidatura a la presidencia de la República en las elecciones del 24, se escuchó el eco de la pelea por la derrota de 2018. Fue una sensación de Déjà vu, de un pronóstico ya anunciado.
En las últimas elecciones presidenciales, México, como ahora, tuvo tres candidatos a la presidencia de la República. Iniciaron cinco pues, pero una se retiró en plena contienda proselitista y otro le bajó el ritmo hasta casi desaparecer. Así quedaron Andrés Manuel López Obrador por Morena, Ricardo Anaya por el PAN y José Antonio Meade por el PRI.
En las últimas semanas de la campaña, cuando ya se pronosticaba un triunfo contundente para el entonces candidato López Obrador, Anaya y Meade lo dejaron de lado y entraron en una lucha mediática… por el segundo lugar.
Sin una alianza, que entonces unieron a los dos partidos, PRI, PAN, entonces adversarios, los albiazules hacían correr el rumor de que Meade se bajaría de la contienda o cambiarían de candidato luego que no había levantado electoralmente, y los priístas acusaban que Anaya iba en un lejano tercer lugar.
La pelea, en el fondo, se debía a que algunos en los respectivos equipos pensaban que, si solo fuesen dos candidatos, tendrían posibilidad de ganarle a López Obrador. Erraron en todo. Ni reuniendo los 12 millones 610 mil votos que logró Anaya, con los 9 millones 289 mil de Meade y los 2 millones 961 mil del Bronco, le llegaban a los poco más de 30 millones captados por López Obrador.
Pero ver pelear a Anaya y a Meade por el segundo lugar fue una tétrica escena electoral de la política mexicana. En la lona de la derrota se comprobaría que el segundo lugar, efectivamente, lo tenía Anaya. Esa fue su pírrica victoria, ser el perdedor con más votos.
Después de esa elección, los partidos de oposición a Morena y aliados hicieron lo que antes parecía imposible: se unieron en una sola causa. Así la derecha del PAN, con el centro del PRI y la izquierda del PRD, dejaron de lado ideologías, afrentas pasadas, señalamientos de corrupción y -con la consigna de que juntos pueden ganarle a uno- establecieron la coalición Va por México.
Y ahí siguen, sumando derrotas más que victorias. No han logrado mantener las gubernaturas. Al PRI ya solo le queda una, la de Coahuila en dicha alianza, y al PAN cinco, Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Querétaro y Yucatán, y con calzador mantienen un bloque en la Cámara Baja.
La idea de la coalición de oposición registrada para la elección del 2024 como Fuerza y Corazón por México, es de nueva cuenta unir fuerzas, como en 2019 y 2021, en un tercer intento por ganarle posiciones políticas a Morena, particularmente en la integración del Poder Legislativo, con énfasis en la presidencia de la República. Por supuesto, es creíble que pocos se registren para perder, aun cuando en un acto de sensatez, muy en el fondo, reconozcan que los momios no están de su lado.
En esa dinámica, durante los últimos años, la alianza opositora intentó establecer acuerdos con un cuarto partido, Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado Ranauro, un ex aliado del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien, en la presidencial del 2012, hicieron su candidato. Pero a pesar de las consignas públicas, más de Delgado hacia López que viceversa, no pocos no creen el distanciamiento entre Dante y Andrés.
Movimiento Ciudadano coqueteó primero, extraoficialmente, con la posibilidad de darle a Marcelo Ebrard su ansiada candidatura presidencial, pero ante una metida en cintura al ex canciller para mantenerlo en Morena y sin nominación presidencial, Delgado se decantó por uno de los jóvenes que le han hecho crecer su Movimiento Ciudadano: Samuel García Sepúlveda, el enfant terrible de Nuevo León. Ganador de la elección a gobernador en 2021 y esposo de la influencer Mariana Rodríguez, en quienes, muchos dicen, descansa el triunfo del joven de 35 años.
Para varios analistas las posibilidades de triunfo de García son pocas; él, sin embargo, cree que México es Nuevo León, y que, así como repuntó del tercer lugar en la elección para gobernador de Nuevo León, donde el PRI tuvo candidato -Adrián de la Garza- y el PAN también -Fernando Larrazábal- puede hacerlo en el País.
García ha instaurado una vistosa campaña bautizada por su esposa como, “fosfo fosfo”, por el iridiscente color naranja que la significa y la amplísima ventaja en las redes sociales, particularmente en Instagram y en TikTok, donde la joven pareja tiene a la mayoría de sus seguidores, lo cual es evidente entre el contraste de los cientos de personas que los acompañan personalmente en sus actos, contra los millones de vistas o me gustas que tienen sus videos en las redes sociales.
Aun así, haciendo un gran esfuerzo por legitimar su candidatura como independiente y alejarla de la impresión de ser un satélite de Morena para dividir el voto de la oposición a favor de su candidata, Claudia Sheinbaum Pardo, esta semana Samuel García Sepúlveda, encarnó a la dividida oposición del 2018, provocando el Déjà vu del patético segundo lugar.
Empezando la semana, el joven neolonés le dedicó tiempo, producción de videos, y actos en redes sociales para presumir, como lo hicieron Anaya o Meade, que él va en segundo lugar, que ya superó -por lo menos en las encuestas- a la virtual candidata del frente opositor Fuerza y Corazón por México, la hidalguense Xóchitl Gálvez Ruiz.
En sus redes sociales se publicó una encuesta que, según sus números, lo posiciona como la segunda opción en la intención del voto. En primer lugar, la morenista Sheinbaum con un 43.2%, en segundo lugar, él con 23.7%, y en una tercera posición Xóchitl con 19.1%. En la oposición califican tal presunción como un acto normal para el que fue designado Samuel García, dividir y abonarle al partido oficial. En el partido oficial, convenientemente ni lo topan, no lo consideran.
Ciertamente la campaña de Samuel García está enfocada en un discurso contra la oposición representada por PRI, PAN, PRD, y no contra el oficialismo de Morena, PT y PVEM. Así tal cual Anaya y Meade en 2018, peleando entre ellos, para al final luchar por el segundo lugar, mientras el oficialismo los rebasa con el divide y vencerás y desde los gobiernos en los estados y el central todos los días, cada mañana, desde Palacio Nacional.
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
La distancia y la cercanía qué nos dicen, de los propósitos asumidos, qué significan.
Rendija. En su carrera por allegarse el futuro, por hacer del hoy lo más renovado y reciente, novedoso e innovador, el mundo ha acelerado su envejecimiento y así lo atestiguamos día a día en la llamada madre tierra, en sus paisajes, y en la abrumada y cada vez más densa mente colectiva que pierde el oxígeno de sus orígenes. Podemos vivir 100 años, pero en realidad es como si viviéramos 40, la suma también es una resta.
I
Los pergaminos
de la humedad
descienden de la montaña.
El paciente valle
reserva sus anhelos.
El río es quien lleva la promesa:
rocas y precipicios,
cuevas y estanques.
No cede,
ni aún ante la sequía;
su cauce invita
al águila real
a mariposas amarillas
aves peces jaurías,
que persiguen el eco
de ese agitado corazón
del agua.
No distante,
buscando terminar de reemplazarlo;
el asfalto engañoso de la superficie,
la velocidad que aventura su suerte,
la trampa de los desaciertos
revestidos de buenas intenciones;
actos fallidos de heroísmo,
enredados en las emociones
de la embriaguez.
Más sabio el río
que presiente su destino,
en esos parpadeos de plata
de las estaciones del tiempo;
los rumbos velados
de la cenicienta neblina;
ese atajo de hermosura
que desequilibra,
en la densidad oculta
que perdura.
II
Aquella cinta arrojada
es ya un mito,
arenga ante la realidad su lugar,
alza la voz de su garganta:
es cascada….
el río,
es el río;
la infancia lo reclama,
para el hoy
que ya es mañana.
Lleva los mensajes de los ancestros,
las vocales del más allá:
déjenlo pasar
Déjenlo pasar
DEJENLO PASAR.
El Valle tuvo razón de esperar,
conservó sus ansias de rebeldía;
el peso de su lugar
en la definición del día:
una serenidad
que guarda la costumbre.
Montañas arrodilladas
siembran el augurio;
montículos convertidos
en altar de las señales.
III
La plegaria del Río,
en los pliegues del atardecer
se escucha.
Las nubes ajustan
la puntuación y el ritmo.
Hay tonalidades,
blancos grises azules
y una circular orientación,
como si en la espiral
de la tierra y el cielo
lograran tocar sus extremos.
El viento calla
para escuchar aquella alabanza:
el coro,
ese tejido de voces
entre las pulidas piedras
de líquidas luces.
Magnificencia:
es el nombre del pergamino
que se despliega;
cuyo vocabulario
es el excelso aliento
de este torrente de nube
en su asombrosa fijeza:
siervas devotas
que esperan la noche;
tal vez, ciertamente,
sean las comparsas terrenas
de las estrellas.
IV
La alegría de las bugambilias,
el regalo de su reposo
a orillas de la carretera.
La cordillera, su cordón,
su invocación,
el primer ejercicio de la naturaleza:
esculpir en la nada
el ondular de los elementos;
su música enterrada.
Este círculo de promontorios
es el anillo de compromiso
del cielo con la tierra.
El testigo invitado
que todavía no llega, es el océano;
las ráfagas que anuncian tormenta,
las altas olas que golpean
los muros de piedra
donde se incrusta
la sal profunda
de la memoria que despierta.
Hay que venir a este lugar
únicamente para alzar la mirada
y poder así
leer nuestros destinos.
La distancia y la cercanía
qué nos dicen,
de los propósitos asumidos,
qué significan.
La encrucijada
del tiempo y el movimiento,
el abanico de la luz y el viento.
El puente por donde caminamos
cada amanecer.
V
Los bosques se impregnan
de la voluntad del mar.
Entre las rugosas cortezas,
los firmes troncos,
las diestras ramas,
emerge la proa
de una aventura sin igual:
cruzar el océano.
Las velas son inmensas
enredan al sol y la luna
para poder navegar
de día y de noche.
Los tripulantes saben
que los espectros desaparecen,
cuando te conviertes
en su espejo;
de otra manera,
carcomen tu corazón
y remplazan la vitalidad
por el temor
y su carga de impotencia.
Pd. Es tan breve nuestro pasaje que apenas podemos compartir y tratar de descifrar nuestro misterio. Y el amor, el acompañamiento, el más excelso bálsamo que tenemos, se extravía entre los fantasmas de la guerra, deambula en la dolorosa soledad de muerte, su suspiro es un sordo grito; el fracaso rotundo de la política, la mueca de la encarnada imbecilidad; la grotesca imagen de una violencia más.
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
"El gobernador yucateco ha obstaculizado cualquier alianza con el Frente Amplio por México, integrado por PAN-PRI-PRD, para así allanarle el camino a Morena".
+ Arrodillado ante AMLO
+ Se iría con Sheinbaum
Cuando hay partido hegemónico o se avista cualquier elección presidencial, los traidores se ponen de moda.
Lo vimos con Quirino Ordaz, quien traicionó a su partido, el PRI, y le entregó Sinaloa a López Obrador (y a sus narco-socios electorales), abriendo la puerta para que ganara Morena. Como recompensa, fue nombrado por AMLO Embajador en España.
Lo vimos con Claudia Pavlovich, que también desconoció a su partido, el PRI, y entregó electoralmente Sonora a Morena. Como recompensa, fue designada por AMLO Cónsul en Barcelona.
Lo vimos con Omar Fayad, otro traidor al PRI, quien facilitó Hidalgo a AMLO-Morena. Su recompensa: fue nombrado por AMLO Embajador en Noruega.
Lo vimos con Alfredo del Mazo, quien se empinó ante López Obrador y entregó el Estado de México a la morenista Delfina Gómez. Hoy espera, en el banquillo de los traidores, que le den algún huesito en gobiernos obradoristas.
Y, hoy por hoy, el nuevo traidor tiene otro nombre: Mauricio Vila, quien pretende apuñalar al partido, al cual le debe toda su carrera política: Acción Nacional, y qué en amasiato con López Obrador, facilitaría que Morena gane la gubernatura de Yucatán el próximo año.
Traidores por todas partes.
*****
Mauricio Vila quiere entregarle Yucatán a Morena por tres razones personales: primera, porque ha hecho un arreglo político con López Obrador; segunda, porque el candidato que eligió el PAN para la gubernatura, Renán Barrera, Alcalde de Mérida con licencia, no es de su equipo ni de su agrado y han tenido marcadas diferencias; y tercera razón, por asegurar Vila su futuro político como aliado de Sheinbaum.
Aún más:
Quien será el candidato de Morena a la gubernatura, Joaquín Díaz Mena, alias “Huacho”, ha confiado en reuniones privadas que el actual Gobernador panista (Vila), llegó a un acuerdo político con AMLO para que Morena gane la gubernatura en 2024. Así de claro lo proclama.
Incluso, el Huacho asegura que Vila no apoyará a Renán Barrera, quien será el candidato panista a la gubernatura.
Y más pruebas de la traición de Vila:
El Gobernador yucateco ha obstaculizado cualquier alianza con el Frente Amplio por México, integrado por PAN-PRI-PRD, para así allanarle el camino a Morena. Vila está haciendo juego sucio para que el FAM no se una rumbo a la gubernatura yucateca. El propio Alito Moreno ha confiado que Vila impide la integración de la alianza opositora en Yucatán, signo inequívoco de que pretende entregar el estado a Morena en 2024.
¿Y cuáles serían los acuerdos entre Vila y el Huacho Díaz Mena?
Primer acuerdo: qué en caso de ganar la gubernatura por Morena, el Huacho mantendría la estrategia de seguridad actual, conservando en el cargo al hoy Secretario de Seguridad Pública, comandante Luis Felipe Saidén Ojeda.
Segundo acuerdo: continuar con todos los proyectos económicos y de inversión iniciados con Vila, incluidos el Tren Maya y el gasoducto hasta Yucatán.
Así anda negociando el Gobernador panista la traición al PAN en Yucatán.
*****
La traición de Vila al PAN en Yucatán, en amasiato con AMLO, también tiene otro vector: Morena y el Huacho contarían igualmente con el apoyo de las familias de origen libanés Abraham Mafud y Chapur Zahoul, de fuerte influencia financiera en Yucatán. La esposa de Vila, María Eugenia Ortiz Abraham, forma parte de la primera familia.
Vila, AMLO y Yucatán: otra historia de traiciones políticas.
Es la lucha por el poder a quemarropa.
¿Lo permitirán los yucatecos?
X: @_martinmoreno
FB / Martín Moreno-Durán
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
"El equipo de campaña de Xóchitl Gálvez hace acopio de un arsenal de información cierta o francamente falsa, nueva y reciclada".
El estancamiento y el caos de Xóchitl Gálvez, cuyas ocurrencias y desatinos ya exasperaron a sus impulsores y propagandistas, han forzado a un giro político que nada bueno anticipa: Una nueva e intensa campaña de guerra sucia contra Claudia Sheinbaum, sustentada en mentiras y sobre todo mucho dinero, como la que se ejecutó, en 2006, contra Andrés Manuel López Obrador, tildado de “un peligro para México”.
El nombramiento de Maximiliano Cortázar Lara, coordinador de Comunicación Social del gobierno de Felipe Calderón y de su campaña presidencial, es parte del diseño de una nueva fase de guerra sucia electoral, cuyo objetivo estratégico es no sólo socavar a Sheinbaum, sino al candidato que disputa a Gálvez el segundo lugar, Samuel García, desacreditándolo de muchas maneras, entre ellas la de ser un “esquirol”.
Y tiene sentido el ataque a García, del partido político Movimiento Ciudadano, porque ante el fiasco de Xóchitl Gálvez, que carga con todo el desprestigio de PRI, PAN y PRD, amenaza con mandarla al tercer lugar. No sólo eso: El ascenso del gobernador de Nuevo León les quitara también a esos partidos muchas diputaciones y hasta senadurías.
Por eso ha sido el propio Claudio X. González el que encabece el embate contra Sheinbaum y García, no porque no haya habido hasta ahora guerra sucia, sino porque se ha decidido intensificarla hasta con inteligencia artificial en la que ya trabajan consultores políticos para su fabricación y uso en la precampaña y sobre todo en la campaña.
Este cambio de estrategia de la derecha que coordina formalmente Santiago Creel, y que quiere sacar del hoyo a Gálvez, examina la contratación del consultor estadounidense Dick Morris, el autor de la frase “Un peligro para México” que, en 2006, instrumentaron Cortázar Lara y el español Antonio Solá Reche, con la complicidad de Luis Carlos Ugalde, una campaña de miedo articulada con el Consejo Coordinador Empresarial y organismos de organización secreta El Yunque.
Morris fue asesor de Vicente Fox en la campaña de 2000, invitado por Francisco Ortiz, y en 2006 lo trajo Josefina Vázquez Mota, coordinadora de la campaña de Calderón, y ésta misma lo contrató en 2012, con el apoyo de Rafael Giménez. Todas las reuniones del estadounidense en las tres campañas se hicieron en el domicilio del empresario Fredo Arias King y el pago de los millonarios honorarios la hicieron miembros del Consejo Mexicano de Negocios (CMN).
Con independencia de que se materialice la contratación de Morris, quien ahora asesora a Donald Trump por la presidencia de Estados Unidos, el equipo de campaña de Xóchitl Gálvez hace acopio de un arsenal de información cierta o francamente falsa, nueva y reciclada, para difundirla no sólo mediante los tiempos en radio y televisión que la ley otorga a la coalición, sino a través de medios, periodistas y opinadores a los que Calderón y Cortázar beneficiaron con los más de 58 mil millones de pesos de publicidad gubernamental en el sexenio.
Obviamente Cortázar es un mero operador de la estrategia sucia de la derecha, papel que cumplió también con Rafael Moreno Valle en Puebla y Francisco Javier García Cabeza de Vaca en Tamaulipas, pero el responsable del acopio del dinero para consolidarla es Creel, en coordinación con Claudio X. González Guajardo, autores ambos de la coalición del PRIAN.
En realidad, no hay muchas novedades en el elenco de personajes que, hace casi dos décadas, confrontaron a López Obrador para descarrilarlo y ahora se enfocan a Sheimbaum con el mismo propósito: A excepción de Calderón, que está escondido en España, son prácticamente los mismos panistas y priistas.
Y detrás de esta nueva fase de la estrategia de la derecha están los mismos oligarcas agrupados en el CMN, particularmente Claudio X. González Laporte, Germán Larrea Mota Velasco y Valentín Díez Morodo, el discreto pero radical dueño del equipo de futbol “Diablos del Toluca, del Grupo Modelo que fabrica la cerveza “Corona” y presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE).
Ya comienzan a asomar la cabeza otros personajes que habían estado agazapados desde que comenzó el gobierno de López Obrador, como el exgobernador Manlio Fabio Beltrones, expresidente del PRI, clave en el desafuero de 2005 y en el cogobierno que hizo el PRI con Calderón.
Es positivo que Beltrones, como los exgobernadores priistas Miguel Riquelme (Coahuila) y Héctor Astudillo (Guerrero), así como el panista de Miguel Márquez (Guanajuato), entren a la contienda, sometiéndose a la voluntad de la población que gobernaron.
Ya se verá si son estos personajes son respaldados en una elección que tiene circunstancias radicalmente distintas a 2000, 2006, 2012 y hasta el 2018, sobre todo porque la estrategia de guerra sucia que se perfila ya no tiene el mismo efecto que hace años.
Por lo pronto, Sheinbaum ya incorporó a su equipo de campaña a Tatiana Clouthier, quien en 2018 desactivó la estrategia de guerra sucia que quieren reeditar los mismos que fracasaron entonces.
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
"Con esto, al menos por ahora, los recursos del poder Judicial no se utilizaran más que para promover sus propias labores".
Una de las más gratas sorpresas que nos ha revelado este sexenio es el de haber comprobado que las instituciones republicanas del país son todavía robustas.
Ciertamente, el populismo obradorista ha intentado socavar, con todas sus fuerzas, el arreglo liberal y constitucional de nuestra República. Este intento de asalto no se realizó desde la debilidad, sino desde ciertas fortalezas. No sólo el régimen ha gozado de la legitimidad de un voto mayoritario en 2018, sino que ha controlado importantes mayorías en el Congreso.
Es desde este dominio de los poderes Ejecutivo y Legislativo que el Gobierno actual ha pretendido supeditar al poder Judicial.
No era evidente que esta rama del poder federal – aparentemente la más débil de las tres – iba a resistir los embates del régimen autoritario que nos gobierna. Al fin y al cabo, el régimen tenía elementos a su favor: una campaña de desprestigio orquestada desde hace tiempo, un Presidente de la SCJN – Arturo Zaldívar – postrado ante la voluntad del Ejecutivo y un proyecto de supeditación del poder Judicial a los designios de una parte de la opinión pública.
No era sencillo pronosticar que se podría defender exitosamente al poder Judicial.
Luego vino el escándalo de la tesis plagiada de la Ministra Yasmín Esquivel, quien hasta ese momento era una fuerte candidata para ocupar la Presidencia de la SCJN. Este hecho debilitó al gobierno y, poco después, en algo que parecía imposible sólo unas semanas antes, sus pares decidieron nombrar a la Ministra, Norma Lucía Piña, en ese alto puesto.
Es claro que dentro de la SCJN operó un cambio de opinión sobre el peligro que representaba el régimen. Esa amenaza, sin embargo, no ha sido eliminada del todo. Sabemos de los intentos por parte del régimen para quitarle recursos a la máxima Corte de la nación. De hecho, el Congreso aprobó, no hace mucho, la extinción de 13 fideicomisos del Poder Judicial, en una maniobra para debilitarlo e imponerle condiciones.
Con la convicción de acabar con la autonomía del poder Judicial, el régimen intentó endosar al poder Judicial la responsabilidad de ayudar a los damnificados del huracán Otis en Guerrero. La respuesta del poder Judicial no se hizo esperar. En una misiva suscrita por la Ministra Piña, se dice que el poder Judicial estaría abierto a considerar participar en los esfuerzos del Gobierno federal en el rescate de Acapulco y zonas aledañas. Hay que hacer notar que la carta en ningún momento sugería que únicamente los recursos del poder Judicial se utilizarían para esa labor humanitaria. Más bien, se establecía que se trabajaría en un proyecto que implicaría la utilización de recursos de otros fideicomisos del Gobierno, como los del Ejército.
Las buenas nuevas es que una juzgadora federal acaba de conceder la suspensión definitiva en un juicio de amparo contra el decreto legislativo de extinción de los fideicomisos del poder judicial de la Federación.
Con esto, al menos por ahora, los recursos del poder Judicial no se utilizaran más que para promover sus propias labores. Como debe ser.
Por ahora la República permanece a salvo. Pero no bajemos la guardia.
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
"Este sistema político es valorado como el mejor para vivir".
Desde la original noción de la polis y las ciudades como centros de activación cívico política son las capitales origen y motor, en general, de los avances concretos en el ejercicio del poder y de la mejora de percepciones democráticas.
En la Ciudad de México eso se registra en una mejor valoración de la ciudadanía con relación a los parámetros de hace cinco años.
De acuerdo con un estudio del Instituto Electoral de la CDMX sobre cultura cívica, el porcentaje de quienes consideran democrática a la capital nacional pasó de 32 en 2017 a 84 por ciento el año pasado. Casi se triplicó la percepción positiva al respecto.
Hablamos de una valoración sustentada en una serie de cambios centrales específicamente dirigidos hacia una sociedad más justa y equitativa. Como sistema político, más allá de la elección de representantes, la democracia implica la participación activa de las y los ciudadanos, el respeto por el Estado de derecho, protección a los derechos individuales e instituciones sólidas capaces de garantizar la estabilidad y equilibrio en el ejercicio del poder. Y enunciar es distinto de vivir, activar, lograr.
En Teoría de la Democracia, el politólogo italiano Giovanni Sartori expone aspectos esenciales, como la protección de los derechos de las poblaciones consideradas minorías o un entorno de expresión libre de las opiniones.
Desde la Ciudad de México se ha impulsado y fortalecido un modelo de bienestar social encaminado a quienes más lo necesitan, así como el fomento de la igualdad en todos los ámbitos.
Alan Touraine plantea en ¿Podremos vivir juntos? que la aspiración es una democracia de garantías, protectora de derechos basada en la dignidad del ser humano, con individuos que defienden su derecho a ser sujetos. Es decir, centro y referencia del proceso político.
Este sistema político es valorado como el mejor para vivir. En el mundo, el 62 por ciento lo considera la mejor forma de gobierno posible, coincidente con los resultados en la CDMX, donde tres de cada cinco lo prefieren sobre cualquier otro.
Los resultados están relacionados con el nivel de confianza hacia las autoridades, en especial al trabajo desarrollado durante la gestión de Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno y continuado por Martí Batres: disminución en la incidencia delictiva, mayor percepción de seguridad o mejor movilidad.
Este indicador tuvo un incremento de 26 por ciento con relación a 2017, cuando la administración de la capital nacional estaba a cargo de Miguel Ángel Mancera.
Los países con altos índices de democracia —Noruega, Suecia, Islandia, Dinamarca o Canadá, coinciden Open Society Foundations, Freedom House o The Economist Intelligence Unit— suelen incluir factores como una cultura política arraigada en valores democráticos, instituciones sólidas, educación cívica, sistemas legales efectivos, bajos niveles de corrupción, economías estables y rendición de cuentas.
Desde la CDMX se construye democracia. Datos duros y suaves.
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
Alrededor del 87 por ciento de las personas que padecieron COVD-19 continuan con síntomas, es decir, padecen COVID-Largo. De las personas padeciendo COVID-Largo 9 de cada 10 han tenido al menos un episodio de dolor en el pecho.
En medicina los avances tecnológicos para diagnóstico y tratamiento de enfermedades marcan diferencias en el pronostico y tratamiento. Cuando se hizo popular el acceso al baumanómetro, eso aparato portátil que nos ayuda a determinar la presión arterial esto invitaría a pensar que las personas con presión sanguínea elevada vigilarían el control de esta enfermedad o se diagnosticarían nuevos casos de manera temprana.
No ha sido así, la hipertensión arterial sigue siendo al principal causa de enfermedad cardiovascular y esta, la enfermedad cardiovascular, sigue siendo la principal causa de muerte en México y en el mundo.
Durante la pandemia COVID-19 identificamos un riesgo mayor de enfermedad grave y muerte en pacientes con historia de Hipertensión arterial. Ahora hemos identificado que las personas que padecieron COVID-19 y continuan con síntomas, padecen algo llamado “COVID-Largo”, y presentan un riesgo elevado para padecer no sólo hipertensión arterial si no algunas otras enfermedades cardiovasculares. Muchas de ellas presentan dolor de pecho conocido como angina o angor pectoris asociado a inflamación del músculo cardiaco conocido como miocarditis.
Alrededor del 87 por ciento de las personas que padecieron COVD-19 continuan con síntomas, es decir, padecen COVID-Largo. De las personas padeciendo COVID-Largo 9 de cada 10 han tenido al menos un episodio de dolor en el pecho.
En personas con síntomas cardíacos después de COVID19 encontramos:
Taquicardia o palpitaciones aceleradas sin relación con actividad física o incluso en reposo y presentándose de manera aleatoria
Hipertensión arterial. Presión arterial elevada por arriba de 130 mmHg para la presión sistólica después de haberla tomado 10 veces en un lapso de tres semanas, sumar las presiones sistólicas y dividirlas entre 10 obteniendo una cifra por encima de 130 mmHg
Miocarditis. Inflamación del músculo cardiaco frecuentemente en reposo y asociado a taquicardia
Taquicardia paroxística con hipotensión, conocido como POTS por sus siglas en inglés
Las personas presentando uno o mas de estos síntomas cardiovasculares han visitado las salas de emergencia y han recibido tratamientos que incluyen analgésicos/antiinflamatorios, medicamentos para gastritis o reflujo, corticosteroides, anticoagulantes, antidepresivos, ansiolíticos, e incluso, se han enviado a consulta psiquiátrica.
El mecanismo por el cual la infección por SARS-CoV2 afecta de este modo el aparato cardiovascular no se entiende del todo aun. Sabemos que SARS-CoV2 entra a las células utilizando el sitio de unión de los receptores de Enzima Convertidora de Angiotensina-2 (ECA2).
Al principio, por ser una enfermedad que presentaba la mayoría de los síntomas en el aparato respiratorio se pensaba que sólo se unía a estos receptores en los pulmones, sin embargo aprendimos que por encontrar receptores de ECA2 en las células adiposas, en la grasa, las personas con sobrepeso y obesidad presentaban cuadros mas severos, se identificaron como de alto riesgo, no solo para que una vez con la infección esta fuera de gravedad y la tasa de mortalidad mostrara cifras mas elevadas sino también es este grupo de personas en el que se han identificado la mayoría de los casos de enfermedad cardiovascular asociada a COVID-Largo.
Los otros grupos asociados a mayor riesgo son personas adultas de 35 a 49 años de edad y predominantemente en mujeres.
Hasta hoy se asocia la presentación de estos síntomas cardiovasculares con un deterioro de la calidad de vida el cual va desde casos leves que disminuyen la intensidad con el paso del tiempo hasta casos de pacientes con síntomas que causan discapacidad laboral y deterioro sustantivo de la calidad de vida.
Hasta hoy no hay protocolos de tratamiento mas allá de manejar los síntomas en aquellas personas que buscan tratamiento. Se debe continuar investigando los mecanismos por los cuales el COVID-Largo se presenta en algunas personas y así podremos elaborar protocolos de prevención y tratamiento.
Si usted tiene síntomas como los mencionados busque atención médica.
Si le interesa leer respecto a este tema al final de este texto encontrarán referencias que les proporcionarán información y si tiene dudas acudan con un profesional de la salud. Muchas gracias.
Referencias
CIDRAP 2023. Survey: 18 million Americans say they have long COVID.
https://www.cidrap.umn.edu/covid-19/survey-18-million-americans-say-they-have long-covid#
Matsumoto, C., Shibata, S., Kishi, T. et al. Long COVID and hypertension-related disorders: a report from the Japanese Society of Hypertension Project Team on COVID-19. Hypertens Res 46, 601–619 (2023).
https://doi.org/10.1038/s41440-022-01145-2
Reme, BA., Gjesvik, J. & Magnusson, K. Predictors of the post-COVID condition following mild SARS-CoV-2 infection. Nat Commun 14, 5839 (2023).
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
Entiendo que Sheinbaum trae dos equipos trabajando: uno para la elección, es decir, el de corto plazo; y otro para una vez que sea Gobierno, de mediano plazo, que trabaja en un Plan Nacional de Desarrollo o proyecto de Nación para seis años e incluso más. Yo creo que necesitará un tercer equipo que es tan importante como los otros dos.
Muchos se preguntan, estén o no de acuerdo con él, hacia dónde irá el país cuando se vaya Andrés Manuel López Obrador. De entrada, como nada está escrito y seguimos en el terreno de lo inédito, algunos buscarán degollarlo en ausencia, como Felipe Calderón, los Claudios X. González (padre e hijo) y otros como ellos que simplemente lo aborrecen. Pensarán que es el momento. Son odios personales y muy puntuales.
Pero otros querrán que el mandato de AMLO se extienda sin él, algo que no ha funcionado en el pasado y quien mejor lo sabe es justamente el Presidente.
Una vertiente de esa pregunta (hacia dónde irá el país) es si Claudia Sheinbaum podrá llenar el espacio que abre la ausencia de AMLO y yo desde ahora advierto que no, porque uno es uno y la otra es distinta y sueno obvio porque lo es. Cuando no esté López Obrador, algunos querrán encontrar en ella una sustituta y en una parte sí será así, pero Claudia no será un traslape del líder porque es distinta y porque se espera de ella que traiga su propia agenda y trabaje en las áreas donde, por las razones que sean, el Presidente anterior no pudo trabajar.
Es posible crear escenarios aunque los retos para Sheinbaum son muchos. Podemos partir de la idea de que la izquierda gana la elección presidencial para reducir las variables y el primer reto es el movimiento mismo: ¿cómo darle viabilidad cuando no esté su fundador?
Primero, Sheinbaum deberá afinar el partido y el movimiento. Estará obligada a perfeccionar y socializar la idea de que se trata de un “movimiento donde convergen distintos movimientos” y luego dar solidez al partido para que genere cuadros para el mediano y el largo plazos. Ahora mismo, antes de asumir Gobierno, debe aprender del pasado y seleccionar episodios que le convengan. Para dar certeza, por ejemplo, Plutarco Elías Calles –dicho en sus propias palabras– impulsó la idea de transitar de “un país de caudillos a uno de instituciones”. Es una manera de sustituir al líder por un movimiento robusto.
Las instituciones de una nación no se dirigen solas: requieren mujeres y hombres capaces, incorruptibles y moralmente intachables. Estos cuadros no se compran en paquetes; se crean, se cultivan. Algunos son generados desde el Estado mismo (el servicio de carrera), pero otros tienen que crearse afuera. Y quizás cuando Morena ganó la Presidencia tuvo que recurrir a cuadros externos para ocupar posiciones clave. Eso, sin embargo, no puede repetirse al infinito porque es una apuesta demasiado alta. De allí vienen los Germán Martínez o las Lilly Téllez, individuos sin escrúpulos que traicionan la confianza y arrebatan porciones de poder para trasladarlo a quien les ofrezca más.
Justo allí es donde se crecieron los Marcelo Ebrard y los Ricardo Monreal, que están adentro pero tienen y usan parcelas de poder para sus propios fines. En un momento han reclamado espacios con la amenaza, implícita o no, del “me llevo mi gente para otro lado”. Cuando tienes cuadros leales a una causa, sin embargo, no hay “mi gente” y tampoco puedes “llevarla para otro lado”, como si fueran una bicicleta o una cajetilla de cigarros. Instituciones y cuadros para esas instituciones son clave, o un Adrián Rubalcava, cacique de quinto nivel, puede volverse un “cuadro interesante” o “indispensable” por las peores causas: para sumar votos (votos sucios) a una campaña.
No puedes, cada seis años, estar organizando “acuerdos” con grupos externos para garantizar triunfos electorales. No puedes ceder a los Manuel Espino o los Rommel Pacheco sólo para garantizar el triunfo. Necesitas cuadros ideológicamente solventes que abracen causas y puedas sumar para gobernar. Para resistir la ausencia de López Obrador no necesitas otro López Obrador, pues, porque no crecen en matas. Necesitas mujeres y hombres que den forma a una estructura que resista al tiempo. Instituciones que sustituyen a caudillos, básicamente.
El problema de Calles es que creó dos estructuras para responder al vacío de los caudillos: el Estado y el partido de Estado. Eso no puede suceder en un país moderno. Por eso el imperativo es formar cuadros sólidos por fuera, además de los cuadros que el Estado mismo genera en el servicio de carrera. Los cuadros sólidos de afuera son los que inyectan una filosofía, una ética que rige la actuación de las estructuras dentro del Gobierno. Es convertir el “no mentir, no robar, no traicionar” en una filosofía que modere, rija y vigile la actuación de los miembros del movimiento para que, cuando lleguen a ser Gobierno, no se desvíen.
Esto lleva, necesariamente, a crear desde ahora mecanismos para garantizar dos cosas: una, que nadie que no respete los principios básicos de izquierda sea postulado a un cargo de elección popular; y la segunda, que una vez que lleguen a una posición pública rindan cuentas ante el partido y sus militantes. Porque resulta que un Gobernador o un Alcalde pueden llegar a una posición por el movimiento y luego darle la espalda a todos sin que existan los procesos para pedirle que rinda cuentas y jalarle las riendas si no cumple con lo que se ha prometido al ciudadano.
Ahora que Claudia Sheinbaum tiene el “bastón de mando” –que es, básicamente, las riendas del movimiento–; mientras construye una candidatura presidencial ganadora y acuerdos para garantizar un triunfo que le dé margen para gobernar, debe aprovechar para construir el partido del futuro. Una vez que asuma la Presidencia (partimos de la idea de que la izquierda gana la elección), sus prioridades son otras y absorberán todo su esfuerzo. Por eso es ahora cuando debe crear la escuela de cuadros de mediano y largo plazos, que den, después de 2030, gente capaz y moralmente intachable para hacer gobiernos. A la vez, debe crear los mecanismos para que sólo los mejores cuadros compitan en las elecciones y que las internas sean un ejemplo democrático y no concursos de popularidad. Luego, debe armar los mecanismos para que esos que ganarán, sean parlamentarios, gobernadores, alcaldes o secretarios de Estado, rindan cuentas ante los ciudadanos de lo que hacen (cumplir promesas) y ética y moralmente cumplan con los principios que le demanda el movimiento que le abrió una oportunidad electoral.
Entiendo que Sheinbaum trae dos equipos trabajando: uno para la elección, es decir, el de corto plazo; y otro para una vez que sea Gobierno, de mediano plazo, que trabaja en un Plan Nacional de Desarrollo o proyecto de Nación para seis años e incluso más. Yo creo que necesitará un tercer equipo que es tan importante como los otros dos.
Claudia, creo, requiere formar un tercer grupo de personas con autoridad moral; los intachables; los que necesariamente están ideologizados. Lo pienso como un consejo se ancianos que debe construir las reglas inquebrantables que aplican sobre ella y aplican sobre cualquiera otro que sea parte del movimiento. Los que creen barreras para detectar a tiempo a las Lilly Téllez y los Germán Martínez; los que se atrevan a citar a un Cuauhtémoc Blanco a una reunión para pedirle explicaciones sobre su Gobierno; los que se entrevistan con una terna de aspirantes a Alcalde o Alcaldesa al menos, en capitales clave, y les digan qué sí y qué no, mucho antes de que pasen a una encuesta; los que vigilen que todo lo que se heredó de Andrés Manuel López Obrador –sus ideas éticas y morales– esté allí cuando él se haya ido, y puedan sumar, con el paso de los años, aquello que aporten las mujeres y hombres que tuvieron el privilegio de portar ese mentado bastón.
Pero todo lo que he escrito pasa, como digo, por el supuesto de que se gana la elección presidencial. Y pasa, también, por el supuesto de que sí hay mujeres y hombres de izquierda que quieren construir un movimiento duradero que se mantenga en la izquierda y que evolucione para bien de las mayorías, como es la obligación de todo aquel que piense que por encima de uno están todos los demás.
LEER
VER MENOS
01/06/2019 - 12:43 am
Después de una fuerte presión por parte de la opinión pública porque se esclarecieran los datos con respecto a una obra fantasmagórica que parecía avanzar a pasos acelerados, los ejecutivos estatal y federal se vieron obligados a explicar parte de lo que será un megaproyecto ferroviario—claro que obviando algunos datos fundamentales.
El 18 de noviembre pasado, la Prensa Asociada (Associated Press o AP) publicó una nota interesante e inquietante, firmada por Daniel Shailer, que narra cómo algunos residentes del municipio de Ímuris en el estado de Sonora y zonas aledañas—quienes se resisten a la construcción de un tren que afectaría sus propiedades y recursos naturales—“enfrentan un muro de secrecía gubernamental”. En dicho reportaje se narran las potenciales afectaciones ambientales de una obra sobre la que no se conocía nada de forma oficial hasta hace unos días. Gracias a esta nota de AP, las autoridades federales y estatales se vieron obligadas a informar sobre una megaobra de infraestructura que ha venido avanzando en total secrecía y, según lo han reportado distintos medios, sin los estudios de impacto ambiental, ni los cambios pertinentes de uso de suelo que avalarían su desarrollo y pertinencia.
Dicha obra magna se construye en un ambiente de misterioso sigilo, y hoy por hoy quedan enormes dudas del porqué de este actuar por parte del Gobierno federal—que parece apoyado plenamente por el Gobierno sonorense, encabezado por Alfonso Durazo. De no haber sido por la nota de la Prensa Asociada, cuya información fue retomada y ampliada por diversos medios de comunicación a nivel federal y estatal—destacando el excelente espacio de información sonorense, Proyecto Puente—continuaríamos sin conocer sobre el tema. Después de una fuerte presión por parte de la opinión pública porque se esclarecieran los datos con respecto a una obra fantasmagórica que parecía avanzar a pasos acelerados, los ejecutivos estatal y federal se vieron obligados a explicar parte de lo que será un megaproyecto ferroviario—claro que obviando algunos datos fundamentales.
En medio de fuertes reclamos por transparencia con respecto a esta obra, Alfonso Durazo primero admite el desarrollo de la línea ferroviaria entre el puerto de Guaymas y la ciudad fronteriza de Nogales. Nos cuenta que “aún están en tiempo” para entregar los estudios de impacto ambiental, aunque los trabajos de la infraestructura ferroviaria avanzan de forma acelerada. Por su parte, el Ejecutivo federal informa parcialmente sobre la obra y publica un decreto que “establece que a las vías férreas concesionadas del territorio nacional se integrará el servicio de pasajeros, al tiempo en que se respetarán las actividades de carga”.
En ese contexto, y derivado de la fuerte presión ciudadana a partir de una cobertura extraordinaria sobre el tema, Presidencia nos informa por fin que esta es una extensión del Tren Maya, el cual ampliará su recorrido para llegar a distintos estados del país. Así se da a conocer que se construirá el “Tren del Norte, el cual llegará a Guadalajara, Sinaloa, Sonora y Nogales, y la otra vía a Querétaro, San Luis Potosí, Monterrey y Nuevo Laredo”. Serán “siete rutas de trenes de pasajeros, adicionales al Tren Maya y al Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, las que se ‘reactivarán’ haciendo uso de las vías férreas concesionadas entre 1995 y 1999”. (Fuente: Radio Fórmula; https://www.radioformula.com.mx/nacional/2023/11/21/fotos-asi-sera-el-tren-maya-del-norte-estara-en-sonora-790867.html).
Según la información proporcionada por el Gobierno federal, Sonora “se prepara para ser [una] de las primeras siete rutas donde se implementarán los proyectos de trenes para pasajeros, por lo que ya inició la construcción de 63 kilómetros nuevos de vías, mismos que se conectarán con los 36 ya existentes”. La obra, al igual que el Tren Maya, está a cargo de la Sedena y, para este tramo sonorense, el Gobierno federal destinará una inversión inicial de siete mil millones de pesos (Fuente: Radio Fórmula).
Llama mucho la atención que esta información haya sido proporcionada por las autoridades federales y estatales sólo hasta que fue inevitable hacerlo —dado el revuelo que provocó la nota publicada por una agencia de medios reconocidísima a nivel internacional. La nota de AP destaca la secrecía en lo que se relaciona a la construcción de la obra, así como los potenciales daños ambientales de la misma, entre los que resaltan las afectaciones al Río Cocóspera y a un Área Natural Protegida (el rancho Aribabi). Algunas comunidades y pobladores en lo individual también resultarían afectados. Según el Centro para la Diversidad Biológica, la obra, “además de perturbar la vida silvestre que depende del río, . . . también cortará un importante corredor de migración . . . para ocelotes, osos negros y jaguares” (Fuente: AP; https://apnews.com/world-news/general-news-0c6311d8b34a465c81e9e787d7d4f4d3).
Por otro lado, se afectaría el patrimonio de algunas familias. En el caso de Ímuris y los alrededores, “los lugareños dicen que la ruta pasa por encima de los canales de riego de sus granjas y amenaza el embalse que abastece de agua a los 12 mil 500 habitantes del municipio”. Al momento de publicarse la nota de AP, quienes se oponen al proyecto no habían podido obtener “ni siquiera la información más básica sobre el plan y ninguna autoridad federal, local o estatal [parecía estar] dispuesta a asumir la responsabilidad del proyecto de 350 millones de dólares para construir 63 kilómetros de líneas” (Fuente: AP).
En este contexto, y no obstante la información proporcionada a la fecha gracias a la presión de la prensa internacional y nacional, quedan aún muchas preguntas que inquietan y desconciertan. Nadie podría oponerse a un proyecto ferroviario de grandes magnitudes que implique desarrollo para México y oportunidades para los mexicanos. Lo que provoca enorme desconfianza es la secrecía y el aparente daño potencial al medio ambiente y a las comunidades. Más aún, desconcierta la falta de información sobre los beneficiarios principales del proyecto.
A raíz de lo que se ha comunicado a la fecha por parte de los gobiernos federal y sonorense, y en especial de lo que no se ha dicho, decidí entrevistar a Luis Ernesto Castillo, periodista mexicano que contribuyó al excelente reportaje de AP y que acudió personalmente al lugar donde se desarrollan las obras. Castillo recopiló testimonios de los vecinos afectados y cubrió para la agencia foto y video de la obra en cuestión. Luis es un gran periodista, un gran conocedor de la región y de su historia, y una persona con una gran conciencia social. Admiro su trabajo y agradezco siempre su apoyo para entender lo que sucede en el estado de Sonora.
En mi conversación con Luis—que sucedió antes de que las autoridades federales compartieran la información pertinente—me expresó su sorpresa ante la total secrecía de una obra que se vislumbra como magna y me compartió el sentir de muchos pobladores de Ímuris, quienes le relataban sus miedos a perder sus propiedades y su temor por la presencia del Ejército en su región. El periodista me comentó también que incluso el Presidente Municipal de Ímuris no tenía conocimiento hasta ese momento de ninguno de los detalles de la obra, incluso de dónde pasarían las vías del tren. A continuación, reproduzco algunos extractos de nuestra conversación que considero muy importantes:
Guadalupe Correa-Cabrera (GCC)— Luis, ¿qué fue lo que más te sorprendió sobre el trabajo que realizaste para la Prensa Asociada, más allá de la nota en sí? Me gustaría me compartieras los aspectos que más te llamaron la atención sobre los viajes que hiciste a Ímuris y sus alrededores.
Luis Castillo (LC)— Lo que más llamó mi atención es que aparentemente la obra se estaba construyendo en total secrecía. Van muy rápido, y ya se vislumbra una gran estructura. Por otro lado, noté a la gente—en particular a los opositores a la obra—muy presionados y asustados por la presencia de los militares. En las entrevistas que realicé se mencionó frecuentemente un nombre que causaba cierta inquietud entre los pobladores: un tal Mayor Casanova. Pronto conocí quién era supuestamente ese personaje.
LC— En una segunda visita que hice al lugar donde se realizaban la mayor parte de los trabajos (para sacar fotos y videos) me sucedió un evento fuera de lo común. Al terminar las tomas decidí salir del lugar, y en ese momento se me acercó en una “camioneta del año”, el Ingeniero Narciso Aguilar, quien se presentó como el “encargado de la construcción del proyecto”. Se baja del carro muy mal encarado y me dice lo siguiente: “¿Sabes que está prohibido grabar o hacer fotografías aquí verdad?”. Yo le dije que no creía que eso estaba prohibido pues aquella era un área pública. Él me dice que ahí eso “estaba prohibido, porque la obra la trae la Sedena” y repite que él es el responsable del proyecto. Luego me pide una identificación y yo se la doy y le doy mi licencia de conducir también. Le digo que estoy haciendo un trabajo para AP y él toma foto de mis identificaciones.
LC— Después, él me advierte: “Tú ya estás reportado con el Mayor Casanova [¡el famoso Mayor Casanova!]. Casanova, según Narciso Aguilar, “es el único que le da información directa al Presidente de México, al Presidente López Obrador, de la obra que se está haciendo”. Y continúa diciendo que yo necesito “sacar un permiso con la Sedena” y me explica los múltiples pasos que ello conlleva [lo cual implicaría invertir mucho tiempo y hasta viajes a la Ciudad de México]. Entonces, yo le contesto que ya tenía las fotografías y el material. Aguilar responde del siguiente modo: “¿Ya tomaste las fotos verdad? Pues si sale al público, esto va a haber consecuencias”.
GCC— ¿Y no tuviste miedo?
LC— Pues no sé qué pensar, pero aquí viene lo más interesante. Ante su amenaza, yo le contesto: “Aquí no hay un letrero que diga que tomar fotos está prohibido; no sé por qué tendría que haber consecuencias, pero la agencia para la que trabajo sabrá cómo responder si deciden ellos publicar esto”. Y Narciso Aguilar prosigue con una revelación enfática: “Si sale esto a la luz ahora, puede afectar mucho la reputación del Presidente, puede afectar a Claudia Sheinbaum y puede afectar a todo el proyecto de la 4T. Esta obra, después del Tren Maya, será la segunda obra más grande que va a tener el Presidente Lopez Obrador”.
GCC— Pues me alegra que estuvieras haciendo un trabajo para AP, pues si trabajaras por tu cuenta o colaboraras para un medio local, quizás hubieras tenido problemas. En México, luego a los que trabajan para los grandes medios de comunicación internacionales los tratan de manera diferenciada, con mayor respeto. ¿Y qué más viste?
LC— Que la obra sí se ve que va a ser grandiosa. Construir esa obra en la sierra, por donde parece que va, es muy atrevido. Y no tenemos absolutamente nada de información sobre una obra tan importante. Me llama la atención lo del cambio de uso de suelo. Son treinta metros de derecho de vía a todo lo largo del proyecto, por un lado y por otro; 30 metros a la izquierda y 30 metros a la derecha, es decir, 60 metros de terreno federal a lo largo de toda la nueva vía del tren (derecho de vía federal del tren). Aguilar me comentó que ya tenían todo el derecho de vía en la zona cuando le pregunté. Yo no sé si sea cierto, pero sí sé que aún están negociando con los rancheros de ahí; aunque también puedo pensar que enfrentan algunos problemas por el tema del área natural protegida y el agua.
GCC— ¿Qué es lo que más te preocupa de la obra?
LC— La gran pregunta es quién es el beneficiario de la construcción de este tren. Es un tren de carga en principio y quien tiene la concesión es Grupo México de Germán Larrea (empresa anteriormente conocida como Ferromex). No entiendo yo por qué estamos construyendo, con dinero público, una obra que beneficiará a un particular. Hay una concesión para un particular, pero las nuevas vías del tren las estamos pagando todos, es decir, el Pueblo de México. Yo veo que la obra de construcción la está llevando a cabo la Sedena, es decir, el Ejército mexicano, exactamente igual como lo hicieron con el Tren Maya. Ahora bien, si es una obra pública, porque no tenemos los datos los mexicanos: ¿Quién la está construyendo? ¿Quién se va a beneficiar? ¿Cuánto va a costar? ¿En cuánto tiempo va a estar lista? [NOTA: hasta este momento las autoridades mexicanas, misteriosamente, no habían informado nada sobre el tren].
LC— No tenemos estudios de impacto ambiental, no tenemos absolutamente nada de información sobre una obra tan importante aparentemente. Están construyendo una obra ferroviaria que va en dirección de norte a sur (desde la frontera hacia el sur) que está dejando abierta una zona de conflicto cuyo desenlace es incierto. Hablo de Ímuris, donde hay una carretera internacional, y si se ponen beligerantes los vecinos y desean bloquear la carretera, ¡imagínate!
GCC— Pero están los militares, Luis. Ese es un problema pues cualquier conato de resistencia social se desinflaría. Tú mismo me dijiste que los pobladores estaban nerviosos por la presencia del Ejército en la región. Pero, ¿qué es lo que más preocupa? ¿Qué percibes que en la región sean las principales inquietudes de la sociedad en general?
LC— Que no sabemos nada a ciencia cierta. Nadie sabe nada, ni el Presidente Municipal, ni los propietarios de las tierras. Hay una total secrecía. Las autoridades no quieren decir nada; ya ves a mí lo que me dijeron (recuerda mi encuentro con Narciso Aguilar). Antes de AP llegaron un par de medios, pero no pasó nada; no hubo respuesta con información precisa de las autoridades sobre la obra. Con este reportaje de AP se armó tal revuelo entre la opinión pública, que el Gobierno se vio obligado a darnos una respuesta al Pueblo de México.
LC— Tengo entendido, como dije antes, que no existen los estudios de impacto ambiental. Con cualquier obra de este tipo que quieras hacer, primero haces los estudios de impacto ambiental y después vienen los permisos. Se tiene que presentar primero el proyecto, luego se hacen los estudios, y una vez que están los permisos ambientales, entonces es cuando tienes que empezar a construir. Eso es lo que tengo entendido. Y aquí no está sucediendo así. A menos que esté ocurriendo algo que no nos están diciendo. Ya empezaron a construir y después van a presentar los estudios de impacto ambiental. Eso lo hicieron con el Tren Maya. En estos casos, parece que los proyectos los realizan por su santa voluntad, aunque se afecte al ecosistema.
LC— La gente en Sonora dice: “No nos oponemos al desarrollo”; por supuesto que no. Pero debe haber una combinación entre desarrollo y sustentabilidad; y en este caso, parece no haberla.
GCC— ¿Qué puede pensarse del papel de Grupo México? Algunos creen que la obra se está realizando para beneficiar a Grupo México. ¿Qué piensas de esto?
LC— Es claro que Grupo México se beneficiará de este proyecto, es decir, de los cambios en lo destinos de las vías del tren, pero yo no sé si ellos están poniendo dinero, punto número uno. Punto número dos, ¿por qué no lo han hecho público, si el dinero es público, si es de los mexicanos? Es un proyecto que lleva a cabo la Sedena; y en la región ya operan los militares, quienes andan en carros de civiles; andan en carros del año y andan vestidos de civiles. Ellos están a cargo de un proyecto para extender una ruta ferroviaria que está beneficiando a Grupo México. Hay algo que no me queda claro. Además, ¿no te parece extraño que en las últimas cinco semanas se ha hablado sobre el derrame del Río Sonora? Es sintomático y un poco extraño que se haya retomado el tema en la “mañanera”. Parece que se está dando un acercamiento entre Gobierno federal y Grupo México.
LC— En la región hay dos minas que bien podrían conectarse mejor con el nuevo proyecto ferroviario: una relativamente nueva, la mina El Pilar y la mina Buenavista del Cobre en Cananea, ambas de Grupo México. Tenemos las nuevas vías del tren y las dos minas. Entonces vemos muchas conexiones con Grupo México. Hay gato encerrado ahí. No necesitas mucha inteligencia para entender que los principales beneficiarios parecen ser de Grupo México y lo que duele es que la inversión la parecen estar haciendo con el dinero de todos los mexicanos para que mueva sus mercancías Germán Larrea. Pueden ser suposiciones sí, pero el Gobierno no ha hecho nada, absolutamente nada para comunicar sobre el proyecto.
GCC— ¿Y qué dicen del otro lado de la frontera?
LC— Esto ya creció. En Estados Unidos va a haber oposición. Esto ya agarró vuelo. Hay un área reservada. Es el mismo desierto, pero también son las mismas áreas verdes. En el otro lado, la gente se va a oponer, pues perciben se van a afectar sus ríos. El agua es un factor clave aquí. Grupo México no se caracteriza por ser muy cuidadoso aquí en arrojar sus desechos, sobre todo en el agua. Esta vez sí les afectaría a ellos. Entonces creo yo que va a haber oposición del lado gringo por parte de los activistas ambientales, y no sé si de políticos o de quien más, pero de que va a haber oposición del lado gringo la va a haber. Esto es muy importante porque allá les hacen un poquito más de caso.
LC— Yo sabía que cuando la nota de AP se publicara, se haría una revolución porque es una empresa muy seria, de mucho prestigio. El problema es la gran cantidad de huecos, de vacíos informativos y quizás legales que involucran, por supuesto, al Gobierno federal (a la Sedena), al Gobierno del estado y quizás a Grupo México. Y no entiendo bien los procesos de negociación. ¿Cómo negocia con las comunidades [cómo lo hacen ahora, según testimonios] la gente del Gobierno del estado algo que es federal? ¿Puede estar negociando sobre este tema con las comunidades la gente del Gobierno de Alfonso Durazo?
LC— El Gobernador acaba justamente de decir que van muy avanzados los estudios de impacto ambiental, pero creo que no los tienen o no les importa y va a pasar como siempre: estudios amañados, falsos, que van a meter en serios problemas a la gente que vive ahí, que son los usuarios de ese hábitat y que sí les interesa que se esté haciendo algo por el medio ambiente. La parte ambiental no parece entenderla el Presidente de México. Pero a diferencia de lo que pasó en el sureste mexicano con lo del Tren Maya, creo que en Sonora la gente no se va a dejar. Creo que va a haber una confrontación muy fuerte entre sonorenses y el Gobierno federal. El sonorense, a diferencia de otros lugares, no se deja.
Sobre este último punto de Luis Castillo en la entrevista, tengo algo importante qué decir. Aunque el “sonorense no se deje”, cuando hablamos de la Sedena y de la capacidad que tienen los militares para reprnimir movimientos sociales, la ecuación cambia radicalmente. Los que nos oponemos, en un país subdesarrollado (o un país del Sur Global como lo llaman ahora) a la ampliación del poder militar, entendemos su papel en la represión potencial a movilizaciones sociales o movimientos de resistencia a proyectos operados por el Estado o que beneficia al gran capital. La militarización o la extensión de las capacidades de las Fuerzas Armadas funciona, aquí y en China, antes y ahora, como un instrumento de control social cuando resulte necesario.
No obstante que la entrevista con Luis Castillo ocurrió antes que el Ejecutivo federal informara algunos detalles sobre el Tren del Norte como extensión del Tren Maya, en la modalidad de tren de pasajeros, aún se mantienen algunas de las preguntas clave del entrevistado. Es cierto que el proyecto ferroviario, con la nueva información—que ahora sí nos proporcionan como resultado de la nota de AP—podría recaer en el esquema de proyectos de importancia para la “seguridad nacional”. Para dichos proyectos no es necesario presentar un estudio de impacto ambiental hasta un año después de iniciada la construcción pertinente.
Por lo anterior, la construcción de las nuevas vías para operar el Tren del Norte, en el tema del estudio de impacto ambiental, recaería dentro del marco legal (que decidió así, la actual administración). Entonces, ¿por qué la secrecía? ¿Por qué nadie sabía nada hasta que se publicó el reportaje de AP, y hasta que se generó un gran revuelo en medios y la opinión pública comenzó a presionar? ¿Por qué Narciso Aguilar dijo lo que dijo a nuestro amigo Luis Castillo? ¿Qué quiere o quería ocultar el Gobierno federal, apoyado por el Gobierno del estado de Sonora? ¿Quién se va a beneficiar, además del pueblo de México que es quien paga por el proyecto operado por la Sedena? ¿Cuál será el papel aquí de Grupo México y cuáles serán sus beneficios? ¿Habrá otros beneficiarios de origen extranjero?
Demasiadas preguntas aún sin respuesta. El tema de los megaproyectos en Sonora, incluido el también fantasmagórico Plan Sonora—cacareado en distintos foros internacionales o con presencia de actores internacionales, que parece ser hasta ahora únicamente una presentación de PowerPoint sin detalles operativos o financieros de relevancia, y carente de transparencia en sus aspectos más básicos—deja mucho que pensar y cuestionar. La falta de transparencia del Gobierno de Sonora y del Gobierno federal en lo que respecta a proyectos estratégicos en ese mismo estado parece ser preocupante.
La secrecía parece ser la marca del Gobierno actual en esa entidad, aunque también hay que considerar otros intereses extranjeros en el tema de la minería (incluyendo el litio en particular), las energías renovables, el agua y la seguridad. Es interesante analizar actores que llegaron a cubrir el tema del tren con agendas aparentemente ambientalistas, pero que podrían representar también otros intereses igualmente capitalistas que se quedarían fuera de la ecuación calculada por el actual Gobierno federal mexicano [que quizás no se guían únicamente por un tema de protección ambiental o beneficio social]. No todo es blanco o negro y hay bastantes intereses operando aparentemente al mismo tiempo. Se valoraría entonces una mayor transparencia por parte del Gobierno de México. O quizás ello no es posible dada la protección a intereses específicos bajo el esquema que desean operar.
En este complicado contexto de secrecía e intereses de grandes capitales en el estado de Sonora, México, el “gorila de las 800 libras” es, sin lugar a dudas, la potencial construcción de la megadesalinizadora en Puerto Peñasco para proveer de agua al estado estadounidense de Arizona. Ahora resulta que, según Ariel Monge Martínez, vocal ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua—y después de presentarse el Plan Hídrico de Sonora, “el Gobierno de México y el Gobierno de Sonora “estarían abiertos al proyecto de desalinizar agua en el estado y llevarla a Arizona”. Monge asegura también que “con la tecnología existente, no se dañaría el medio ambiente” (entrevista con Luis Alberto Medina de Proyecto Puente: https://x.com/elalbertomedina/status/1727707017438011601?s=20).
Después de tantos estudios serios que plantean lo contrario . . . “ahora resulta” que la desalinizadora no afectaría al ecosistema marino del Alto Golfo de California. Esperemos no nos den un “madruguete” como fue en el caso de los trenes y la nueva Ley Minera. Ya basta de secrecía, acuerdos en lo obscurito y beneficios cuantiosísimos a grandes intereses capitalistas. Los sonorenses y el Pueblo de México merecen conocer hacia dónde van sus impuestos y quién se beneficia de sus vías de transporte y sus recursos naturales estratégicos.
LEER
VER MENOS
Opinión en video
Opinión en video