Leopoldo Maldonado
“Es buena señal que no se esté reproduciendo el discurso virulento contra la prensa desde la tribuna presidencial. Pero hace falta más”.
“La discursividad de la CNDH ha sido virulenta contra periodistas, medios, organizaciones sociales y, en general, contra cualquier voz crítica”.
“Difícil adelantar vísperas para lo que viene en el gobierno de la presidenta Sheinbaum. Pero la tendencia a continuar con el proyecto de reducción de contrapesos no es buena señal”.
“En suma, diez años después de Ayotzinapa el fracaso del Estado mexicano en materia de derechos humanos es rotundo”.
“Lo que cada vez parece más evidente es que la posibilidad de recuperar la democracia no radica tanto en la buena voluntad del siguiente gobierno, como en la capacidad de organizarnos mejor como sociedad”.
A la parálisis a la que se sometió el INAI durante cinco meses, hay 71 magistraturas vacantes en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa o también que se omitieron dos importantes nombramientos en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en pleno proceso electoral.
“Tenemos muchas lecciones que aprender en una región que enfrenta serios riesgos para nuestras débiles democracias”.
“El informe del MEH y las iniciativas sociales de memoralización son una clara muestra de una herida abierta que no puede cerrar”.
“Este es otro capítulo más de la intervención política de la justicia. La evidencia estaba ahí y decidieron no verla”.
“En México hay en internet una disputa entre un modelo que busca garantizar derechos humanos y uno de control autoritario. Nada está dicho aún, pero la batalla continuará”.
“Pese a la negación del acoso a periodistas por las autoridades, los perpetradores de ataques contra la prensa y las coberturas periodísticas siguen siendo autoridades del Estado mexicano”.
“La garantía del derecho a la verdad, cuyo núcleo esencial es el derecho a la información, fue quizás la decepción más grande de este gobierno”.
“Mala señal para la incipiente democracia cuando hay esta animosidad e intolerancia desde el poder contra personas periodistas, académicas y defensoras de derechos humanos”.
Tras innumerables batallas legales, costosas y extenuantes, desde el 24 de junio de 2024 Julian Assange es libre, reclamando su vida después de cinco años en prisión y siete años más como asilado. Sin embargo, a Assange nunca se le regresarán los años perdidos.
“Las redes de macrociminalidad implicadas en esta trama han operado desde hace dos décadas para subvertir los avances excepcionales en materia de justicia”.
Esperemos que la reforma a la justicia no se limite a lo anunciado y se discuta la necesidad de cambiar de fondo a las fiscalías también. Esperemos, también, que no resulte contraproducente para avances importantes en materia de derechos humanos que se dieron por la vía judicial.