Tania Tagle

La historia sería otra si hubiéramos puesto la maternidad al centro: Tania Tagle

Tania Tagle

La historia sería otra si hubiéramos puesto la maternidad al centro: Tania Tagle

Tania Tagle

La historia sería otra si hubiéramos puesto la maternidad al centro: Tania Tagle

24/02/2023 - 12:00 am

Tania Tagle habló con SinEmbargo sobre su libro de ensayos Germinal, en donde comparte sus dudas y reflexiones en torno al embarazo, el parto y la crianza, entretejidas con la exploración de conceptos como lo “monstruoso”, el “milagro” y la “maravilla”.

Ciudad de México, 24 de febrero (SinEmbargo).– “Hubiera cambiado bastante la historia, no sólo de la Filosofía sino de la Cultura si hubiéramos puesto la maternidad en el centro desde otro lugar, no desde este lugar deificado sino preguntárnoslo como un proceso humano, cómo nos atraviesa el cuerpo, cómo nos atraviesa la psique”, planteó en entrevista la escritora Tania Tagle.

Tagle acaba de publicar Germinal (Lumen) su primer libro de ensayos, en los cuales se adentra en la maternidad, el embarazo, el parto y la crianza a través de conceptos como lo “monstruoso”, el “milagro” y la “maravilla”. Mediante un tono que va de lo íntimo al recorrido histórico, la autora escudriña en cada una de estas ideas.

“En realidad este ensayo eran dos proyectos de escritura paralelos, por un lado estaba llevando una especie de diario, bitácora, de embarazo, y por el otro estaba haciendo una especie de recopilación de notas de una investigación sobre el concepto de ‘monstruoso’ y ‘monstruosidad’ en la cultura y en la Literatura. Estaba teniendo estos dos procesos en paralelo y me di cuenta de que en realidad estaban muy contaminados, en un sentido positivo, las escrituras de ambos proyectos, y que eran uno solo”, comentó la autora a SinEmbargo.

En Germinal, Tania Tagle comparte sus dudas y sus reflexiones en torno al embarazo, el parto y la crianza, entretejidas con la exploración de conceptos como lo “monstruoso”, el “milagro” y la “maravilla”.

Tania Tagle aclaró que su idea de “monstruo” no es negativa, “no es alguien a quien tengamos que huirle, o que haya que vencer o que cazar, como todas estas ideas que son mucho más recientes”. Expuso que esta figura, en realidad, corresponde a la de un “mensajero” que nos hace pensar en algo en lo que no habíamos querido pensar antes, “en la existencia de algo que no tenía lugar, y en ese sentido, a mí se me hizo completamente obvio que eso es lo que pasa cuando estás embarazada, de repente tienes que abrirte a la existencia de algo para la que no tienes herramientas y algo que no estás pudiendo comprender”.

Con respecto al “milagro”, Tagle compartió que ella usó la referencia del “milagro secular” que “podía ser prácticamente cualquier cosa fuera de la norma, podía ser una flor que no se marchitaba nunca, un perrito que de repente flotaba, o un rayo que salía de la tierra hacia las nubes, es decir, cosas o fenómenos que eran como contranaturales o sobrenaturales, pero no necesariamente tenían una asociación religiosa”. Eso, precisó, cambió con la iglesia católica que determina que los milagros deben de tener una finalidad y no pueden ser actos sobrenaturales.

“Yo pensaba más bien en los milagros seculares, esos que no tienen un fin en sí mismo, que son sólo como acontecimientos prodigiosos que no nos podemos explicar pero que no están dando cuenta de ninguna divinidad, tampoco. Más bien, yo quería abordarlo por ahí, y ahí me fui haciendo un poquito como la genealogía de como se ha ido transformado el concepto hasta ahora”, señaló.

Tania Tagle indicó, por último, lo referente a la “maravilla”, una idea en la cual ahonda mediante el asombro que te hace preguntarte cosas. “Para mí ese asombro productivo, que los griegos le llamaban ‘tauma’, es una constante en los primeros meses y años de la vida de un ser humano, todo te hace preguntarte cosas, todo lo que te sorprende te genera otras preguntas y otras dudas, y necesidad de entender y de aprender el mundo al que estás llegando, yo encontraba esa similitud”.

—¿En ese proceso de asombro de acompañamiento de los adultos, también ves algo de temor con respecto a ese mundo al que los hijos transitan? —se le preguntó.

—Sí, claro, porque el asombro no sólo es luminoso, aunque sea productivo, no todo lo que produces es luminosidad sino que tiene partes bien luminosas, hay momentos en los que lo que te asombra, por ejemplo, a mí me pasaba mucho, tenía mucho momento de memento mori, de pensar en mi finitud, de pensar que no podía falta a mis hijos, estar reflexionando también al respecto de eso, no todo el asombro es así como lumínico y maravilloso sino que hay unos asombros que nos abisman a cosas bien oscuras, también, pero que igual son productivos.

Además del planteamiento de ideas que hace Tagle por medio de estos conceptos, también realiza un recorrido filosófico sobre la maternidad, sobre cuestiones que no se han abordado de manera tan directa.

“Yo sí pienso que hay una parte de la maternidad que abre muchas preguntas filosóficas que no se han trabajado lo suficiente, hay un montón de cuestionamientos sobre, por ejemplo, en bioética y mil cosas, a mí me surgieron un montón de preguntas filosóficas y yo buscaba, porque siempre que una tiene una pregunta, busca si alguien más ya se lo preguntó o que han pensado los demás, yo buscaba y no encontraba esa parte, sí creo que hay un hueco ahí en la filosofía al respecto de la maternidad, que es un proceso, tan humano y tan universal como les preguntarnos por la muerte, por el sentido de la existencia, de repente leía por ahí unos ensayos sobre Heidegger que decían: ¿por qué estamos todos aquí? Pues de entrada porque tu mamá decidió parirte, ahí hay algo”.