Cesia Hirshbein

Siempre hay que hablar del Holocausto y de otros genocidios: Cesia Hirshbein

Cesia Hirshbein

Siempre hay que hablar del Holocausto y de otros genocidios: Cesia Hirshbein

Cesia Hirshbein

Siempre hay que hablar del Holocausto y de otros genocidios: Cesia Hirshbein

29/10/2022 - 12:00 am

La escritora Cesia Hirshbein habló con SinEmbargo sobre su libro El hilo de Miriam, en el que relata aspectos de la vida de su tía, sobreviviente del Holocausto nazi.

Ciudad de México, 29 de octubre (SinEmbargo).– “Nunca hay suficiente escritos, siempre hay que hablar sobre todo tipo de genocidios, no solamente el Holocausto. A mí me duele el de mi familia, yo viví con una familia muy pequeña porque al 80 por ciento de mi familia la asesinaron en distintos guetos, campos de concentración”, compartió la escritora Cesia Hirshbein, quien acaba de publicar El hilo de Miriam (Ediciones del Lirio), la historia de una sobreviviente del Holocausto nazi con la cual le rinde homenaje a su familia.

“Yo soy hija de sobrevivientes de campos de concentración, o sea, de sobrevivientes del Holocausto entonces yo lo llevo en mi ADN y siempre tuve interés en esos temas, tengo una biblioteca bastante surtida de esos temas y entonces yo sabía que algún día yo tenía que escribir de eso”, comentó la autora en entrevista con SinEmbargo.

Inspirada en la historia de sobrevivencia de su tía, Cesia Hirshbein cuenta la historia de Miriam, quien vivió en Polonia justo en los años más álgidos de la Segunda Guerra Mundial. Ella y su familia fueron trasladados en trenes a diversos campos de concentración en donde trabajaron en diferentes oficios de manera forzada y experimentaron todo tipo de vejaciones.

En El hilo de Miriam, su autora narra los recuerdos de esta sobreviviente los cuales intercala con sus reflexiones en torno a la vida, la muerte, la felicidad y el dolor: sobre la humanidad y la deshumanización del ser. La historia se desarrolla lo largo de 28 capítulos en los que la escritora judía venezolana radicada en México, entrega el “fruto del relato de una sobreviviente del Holocausto nazi, en la que somos nuevamente testigos de la locura de la guerra, del advenimiento del mal contra el que poco se pudo hacer, donde el sometimiento del espíritu de los judíos trazó las rutas de una historia vergonzosa en la que la crueldad humana llegó a su límite más extremo” detalló, la poeta, Jenny Asse Chayo en el Prólogo.

“Mi tía pasó todo esa vicisitudes junto con mi mamá y con otras primas, cuatro-cinco mujeres juntas lo que hizo que se ayudaran y pudieran salvarse, eso les ocurrió justamente cuando arrancó la invasión a Polonia, ellas tenían 15 años, por eso se salvaron también. Ella (su tía) me contaba cosas y me fueron impresionando”, compartió.

Cesia Hirshbein acaba de publicar El hilo de Miriam. Foto: Especial

No obstante, explicó, hubo un hecho que le impresionó fuera de todas las historias que su tía le contaba. Ella le dijo que al terminar la guerra empezó a escribir un diario de todo lo que había pasado, “porque ella decía que eso se tenía que saber”, pero que al llegar a Israel “pasó algo muy extraño, que a los que habían estado en los campos de concentración, esa generación que quería crear un Estado no veían bien a los que tuvieron en campos de concentración”, entonces, comentó, “ella se sintió tan decepcionada que rompió el diario”.

“Eso me impactó. Yo le dije, ¿por qué pasó eso? Entonces me pareció que era interesante contar su historia como para una novela, porque yo no escribo crónicas y me parecía fastidioso escribir su historia así como que según lo que ella pasó ese es mi estilo”, abundó.

De esta manera, y ya que su tía Miriam habla en hebreo y Polaco, pero no en español, le pidió a su hermana que fuera a verla cada semana y anotara en hebreo lo que le dijera, se lo pasara por Internet. En ese entonces, Cesia vivía en Venezuela.

“Entonces me lo pasaba, me mandaba cinco, 10 páginas de hechos, escenas, y yo con eso fui armando la novela, es decir, yo usaba mi imaginación, usaba también investigación, me puse a investigar, por ejemplo, cómo eran esos trenes que ciertamente eran trenes de ganados y como era la ventanitas que no podían respirar y todo eso, porque hay una escena del tren que le pasó a ella que es impresionante”, indicó.

En ese sentido, expuso cómo la ficción es el elemento que le ayudó a darle continuidad a este hilo sobre la historia de Miriam. “Como le dije, eso estaba en mi ADN y me sentí en el compromiso moral de hablar de todo ese sufrimiento porque en todas las escenas que me iban narrando mi hermana yo lo hice en otra forma en tipo de novela, que claro, se hace crónica o historia se busca en una forma, eso está basado en hechos totalmente reales, los campos concentración eran así como lo puse, también los guetos, pero usted sabe cuando uno usa el lenguaje de la novela lo hace distinto, entonces para mí es una memoria”.

“Yo aparte de ser hija de sobrevivientes, soy una generación espontánea, yo no tuve abuelos, yo no tuve tíos precisamente es un homenaje a todos ellos, es como una obligación moral, que sentí al final me pareció que era eso y a todos los que fallecieron por supuesto. Es algo que me emociona bastante muchísimo y para decirle yo se la mandé a mi hermana a Israel porque yo le dedico la novela a Miriam, a los sobrevivientes, a mi mamá, mi papá sobreviviente que ya fallecieron a los ochenta y algo de años pero Miriam sigue viva, era más o menos de la misma edad, Dios le ha dado tanta vida, y a todas las cenizas que están esparcidas por los campos, dónde estaban los campos de la muerte pues que llaman así, entonces bueno y que hay que hablar de eso”, puntualizó.