LOS ALIADOS Y LOS ENEMIGOS DE MANCERA EN LA NUEVA ALDF

11/06/2015 - 12:00 am

Las elecciones del pasado domingo reconfiguraron el mapa político en el Distrito Federal, desdibujando al que hasta ahora había sido el partido político preponderante: el de la Revolución Democrática (PRD). Además dieron fuerza a otra opción de izquierda, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y de paso abrieron espacios al Acción Nacional (PAN) y al Revolucionario Institucional (PRI).

Si en las jefaturas delegacionales esta recomposición quedó evidenciada con la pérdida de ocho bastiones perredistas a favor de sus opositores, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) también se dio el fin de la mayoría absoluta que había ejercido el partido en el gobierno. Esta vez, el PRD no sólo perdió su preponderancia en el órgano legislativo, sino que la cedió ante su principal oponente político: Morena.

Sin embargo, ese partido tampoco llegará a la ALDF con una mayoría absoluta, por lo que es previsible que uno y otro tendrán que negociar con el resto de los grupos parlamentarios para llevar avante sus proyectos políticos. Quien tendrá que dirimir con esas fuerzas encontradas es el Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, cuyas aspiraciones presidenciales podrían alejarse tras la derrota del PRD el 7 de junio, en opinión de analistas políticos consultados por SinEmbargo.

En los tres años que le restan como gobernante de la capital del país, Mancera Espinosa tendrá que lidiar con un órgano legislativo dividido, en el que podría encontrar alianzas con el PRI, partido al que se dice es cercano, y al mismo tiempo reticencias del mayoritario Morena y de Acción Nacional, un histórico opositor. En el PRD –partido que lo llevó al poder pero en el que no milita– podría encontrar aliados, pero el no estar afiliado también podría costarle que, ante el eventual reacomodo de fuerzas de cara a 2018, los perredistas le dieran la espalda.

Morena ganó 18 distritos, el PRD 14. Foto: Cuartoscuro
En las pasadas elecciones Morena le ganó distritos importantes al PRD. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 11 de junio (SinEmbargo).– Hace un mes y medio, cuando recién iniciaba el periodo de campañas electorales en la capital del país, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, aseguró que no le preocupaba como quedarían distribuidas las fuerzas políticas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) tras la elección del 7 de junio.

“No nos asusta o no nos preocupa cómo pudiera venir la próxima conformación de la Asamblea Legislativa, porque de lo que se trata es de proponer mejoras para la ciudad, de lo que se trata es de impulsar lo que requiere la Ciudad de México para encontrar desarrollo”, declaró durante un evento el pasado 21 de abril.

Hoy, pasadas las votaciones y con los conteos oficiales emitidos por el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) –que dan una mayoría de 18 de 40 diputaciones al principal opositor político del partido en el Gobierno capitalino–, quizá al mandatario local sí le debería preocupar cómo será el órgano legislativo local con el que tendrá que gobernar la segunda mitad de su sexenio, particularmente si su aspiración política es conseguir una candidatura presidencial para 2018.

Analistas consultados por SinEmbargo advirtieron que el escenario que el Jefe de Gobierno tendrá que enfrentar en la ALDF será adverso, pues a diferencia de como se integró durante la primera mitad de su mandato –en que el PRD mantuvo una mayoría absoluta– ahora el grupo previsiblemente mayoritario será el formado por Morena.

Sin embargo, ese partido no será predominante, sino que tendría una primera mayoría, al igual que el PRD. En este escenario, la alternativa para ambas fuerzas políticas será la negociación con los otros grupos políticos. Pero, ¿qué significará para el Jefe de Gobierno esa pérdida de control en el órgano legislativo?

El académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Iztapalapa, Telésforo Nava Vázquez, lo expuso así: “Las políticas arbitrarias que verticalmente imponía el PRD y el gobierno de Miguel Ángel Mancera no van a poder hacerse”.

Un hecho a considerar es que el PRD –partido que llevó al poder a Mancera Espinosa aunque él no sea militante– también perdió la mayoría de las delegaciones que controlaba, quedando sólo con la administración de seis: Álvaro Obregón, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa y Venustiano Carranza.

Esta inédita derrota del perredismo capitalino no es sólo atribuible al partido del Sol Azteca, sino también al Jefe de Gobierno, a pesar de sus intentos de desmarcarse, señaló Nava Vázquez. Una consecuencia de ello, evaluó, es la disminución de poder con la que el titular del GDF tendrá que lidiar durante los próximos tres años.

En ese inusitado escenario, el Jefe de Gobierno enfrentará la la oposición del principal contrincante del partido que lo llevó al poder, Morena, pero también de los otros opositores políticos del PRD.

LA NUEVA COMPOSICIÓN

RECUADRO_DIPUTADOS

Actualmente, la ALDF está integrada por una mayoría perredista de 34 Diputados, que representan al 52 por ciento de los legisladores. El segundo grupo parlamentario más nutrido es el panista, con 13 Diputados, seguido por el PRI, con nueve.

Mientras, los partidos del Trabajo y Movimiento Ciudadano tienen, cada uno, tres legisladores; el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), dos; Nueva Alianza (Panal), uno; y hay una Diputada independiente.

Pero de confirmarse los resultados de los conteos finales de la elección, de los 40 diputados elegidos por mayoría relativa, 18 provendrían de Morena, 14 de PRD y sus aliados Partido del Trabajo y Panal; cinco del PAN, y tres del PRI y su aliado el PVEM. A ellos tendrían que sumarse los 26 Diputados seleccionados por el principio de representación proporcional –que se define en función del número de votos conseguido por cada partido–, cuyos resultados serán dados a conocer el próximo sábado 13 por el IEDF.

No es la primera vez que el PRD –el único partido que ha gobernado la ciudad desde 1997– no consigue una mayoría absoluta en la ALDF, aunque a decir del analista político independiente Antonio de la Cuesta es la primera vez que hay una repartición tan disímil del poder: no hay una bancada mayoritaria, sino dos minoritarias –del PRD y Morena– al tiempo que PAN y PRI se recuperaron.

En la primera elección para constituir la ALDF, en 1997, el PRD obtuvo la mayoría de los votos (44 por ciento) que le permitió ocupar 38 distritos electorales. Entonces, el PRI fue la segunda fuerza política y el PAN la tercera.

En 2000, la alianza PAN-PVEM obtuvo una mayoría de 35 por ciento, mientras que el PRD obtuvo 31 por ciento. Fue la primera vez que la ciudad gobernó dividida, pues el partido en el poder no tenia mayoría absoluta.

Sin embargo, para la siguiente elección, en 2003, el PRD arrasó al obtener 43.3 por ciento de los votos y ganar 37 de 40 distritos por mayoría relativa. En 2006, el PRD se refrendó como ganador, pero los otros partidos también crecieron.

En 2009, el PRD mantuvo la mayoría en la ALDF, pero no absoluta. Ese año los partidos minoritarios obtuvieron un 27 por ciento de los espacios en la ALDF, lo que le restó peso a las otras fuerzas políticas. Pero para 2012, el partido del Sol Azteca recuperó el control con 52 por ciento de los diputados.

Lo que estos datos reflejan es que el Distrito Federal ha tenido casi siempre gobiernos unificados, en los que el Jefe de Gobierno ha contado con una mayoría absoluta (de 50 por ciento de los legisladores más uno) en la ALDF. Sin embargo, esta vez tendrá nuevamente un gobierno dividido.

Si por ahora Morena cuenta con 18 diputados por el principio de mayoría relativa, podría sumar cuatro más por representación proporcional. De modo que alcanzaría los 22 legisladores, lo que si bien lo posiciona por encima de los otros partidos no le da una mayoría absoluta como la que casi siempre obtuvo el PRD.

Por otro lado, de las 14 diputaciones que consiguió el PRD, dos no serían para su bancada, ya que corresponden a espacios por los que contendió en alianza con el PT y Panal, a los que correspondería su designación. De acuerdo con los resultados finales de las votaciones, se trataría de los candidatos Juan Gabriel Corchado Acevedo, del distrito 22, y de José Alberto Benavides, del distrito 25.

El primero es Secretario General de la Sección 11 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, mientras que Benavides es Diputado federal por el PT.

De modo que el grupo parlamentario del PRD quedaría con 12 integrantes, a los que podrían sumarse hasta siete por representación proporcional, con lo que alcanzaría 19, refrendándose como segunda fuerza legislativa.

Entre los 12 escaños que el PRD consiguió por mayoría relativa -sin considerar los que quedarían en manos de Panal y PT- hay varios personajes cercanos a la corriente Vanguardia Progresista, liderada por el Secretario de Gobierno, Héctor Serrano Cortés.

Una de ellos es la virtual Diputada por el distrito XIX, Janet Adriana Hernández Sotelo, quien fue Diputada suplente de la virtual jefa delegacional en Iztapalapa, Dione Anguiano Flores en la actual legislatura. Hernández Sotelo pertenece además a la corriente interna perredista de Anguiano, Movimiento de Equidad Social de Izquierda (MESI) y es secretaria de enlace de gobiernos locales del PRD. Anguiano Flores fue propuesta por Vanguardia Progresista y durante el proceso electoral Morena acusó la supuesta intromisión de Serrano Cortés en la campaña del PRD, particularmente en esa delegación.

Otro caso es Francis Irma Pirin Cigarrero, virtual Diputada por el distrito XXI y hasta ahora directora general de desarrollo social de Iztapalapa. Durante la designación de candidaturas apareció en la planilla de Movimiento Progresista VA, cercana a Serrano Cortés.

Por el distrito XXVII, también de Iztapalapa, va Penélope Campos González. Aunque ella es identificada con la corriente Nueva Izquierda, su suplente es Gabriela Quiroga Anguiano, sobrina de Anguiano Flores y subdirectora de desarrollo social y territorial en la delegación Iztapalapa.

En la Gustavo A. Madero, la virtual Diputada por el distrito I es Nora Arias, ex delegada de esa demarcación. Ella y su pareja, el virtual jefe delegacional Victor Hugo Lobo Román, son de la corriente Fuerza Democrática, cercana también a Serrano Cortés.

Por el distrito VIII, en Miguel Hidalgo, irá a la ALDF el ex jefe delegacional Víctor Hugo Romo Guerra, cuya corriente Foro Nuevo Sol se alió con Vanguardia Progresista durante la repartición de candidaturas el año pasado.

Por la corriente Nueva Izquierda está José Manuel Ballesteros López, ex jefe delegacional de Venustiano Carranza y quien ahora representaría al distrito XI de Venustiano Carranza. También Elena Edith Segura Trejo, delegada sustituta de Venustiano Carranza en 2012, cuando salió Alejandro Piña Medina, de Nueva Izquierda, y ex directora general de administración de la delegación con Piña Medina.

A esa misma corriente, conocida como “Los Chuchos” por los liderazgos de Jesús Zambrano y Jesús Ortega, pertenece Mauricio Toledo Gutiérrez, ex jefe delegacional de Coyoacán y quien ocupará la diputación por el distrito XXXII.

Por la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), liderada por René Bejarano, están Rebeca Peralta León, representando al distrito XXIV y  Aleida Alavez, del distrito XXIX, ambos en Iztapalapa.

También en representación de la Delegación Iztapalapa va Iván Texta Solís, dirigente de la corriente Alternativa Democrática Nacional.

El otro Diputado perredista es Leonel Luna Estrada, ex jefe delegacional de Álvaro Obregón y quien representará al distrito XVIII de esa demarcación. Él pertenecía a IDN, pero renunció a esa corriente, junto con los ex jefes delegacionales por Cuauhtémoc Alejandro Fernández y José Luis Muñoz Soria. Fernández Y Muñoz Soria se sumaron a Vanguardia Progresista, pero Luna Estrada aseguró que se mantendría como “independiente”.

MORENA, LA PIEDRA EN EL ZAPATO

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Si bien Antonio de la Cuesta valoró que hasta ahora la ALDF ha desempeñado un papel gris en la administración capitalina –situación que atribuyó al control sin contrapesos fuertes que había mantenido hasta ahora el PRD–, consideró que en la próxima legislatura podría convertirse en una “pesadilla” para el Jefe de Gobierno.

Nava Vázquez coincidió con esa previsión. “Le van a tratar de cobrar políticamente todos sus desastres”, consideró. “Van a ser muy drásticos contra Mancera”.

Ejemplo de ello, dijo, fue el llamado de López Obrador a Mancera para que dejara la jefatura de gobierno dada la supuesta intervención que estaba haciendo su gobierno en el proceso electoral. En esa tónica podría mantenerse el partido del dos veces candidato presidencial, que ahora aspiraría a posicionarse como la principal fuerza política en la capital del país de cara a las elecciones de 2018.

“Le urge a Andrés Manuel hacerlo porque él ya va al asalto de la jefatura del gobierno del DF”, expuso el académico, especialista en la izquierda mexicana. Para ese “asalto” estaría perfilando al virtual jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, quien ya ha manifestado su interés por convertirse en Jefe de Gobierno.

Pero la aspiración de López Obrador, señaló Nava Vázquez, no sería sólo la jefatura de gobierno sino una eventual candidatura presidencial. Bajo esa óptica, reducir políticamente a Mancera Espinosa –quien podría también buscar una candidatura presidencial– sería también un objetivo de Morena para los próximos tres años. La ventaja que le da el control de cinco delegaciones y una mayoría relativa en la ALDF podría funcionarle al partido para ese propósito.

“Son tres años muy difíciles para Miguel Ángel Mancera”, valoró el politólogo.

En opinión de Nava Vázquez, dado que el plan de Morena es una ofensiva por ganar la jefatura de gobierno y también la Presidencia, se mantendría al margen, sin aliarse con otros partidos políticos en la ALDF. “Para poder avanzar necesitan actuar como martillo: unidos y golpear para lograr más en las próximas elecciones de 2018”, ilustró.

El presidente nacional de Morena, Martí Batres Guadarrama, ha dicho que su partido no hará alianzas con nadie, mientras que López Obrador fue insistente durante la campaña electoral que con el PRD -partido al que pertenecía y que lo llevó a la Jefatura de Gobierno- Morena no iría “ni a la esquina”.

El académico de la UAM consideró que como asambleístas, el grupo de Morena actuará de forma sectaria, porque así se comporta el partido.

“Una característica de Morena, positiva o negativa, como se quiera ver, es que ahí hay mando único, hay ahí homogeneidad dictada desde arriba”, dijo. Bajo este principio, es previsible que sus asambleístas se conduzcan en una sola dirección. “Esa va a ser su misión en la Asamblea Legislativa: homogeneidad”.

Pero para el investigador Héctor Tejera Gaona, especialista en procesos electorales en el Distrito Federal, una postura de no negociación no es viable ni para Morena ni para el PRD, dada su condición de primeras mayorías.

Por ello consideró que la “pureza moral” que anunció López Obrador en las elecciones no es viable ya como gobierno, por lo que Morena tendrá que negociar con su principal oponente político para llegar a acuerdos.

En su opinión, el asunto en cuestión es con quiénes va a negociar dentro del PRD.

Tejera Gaona expuso que Morena no es factible una negociación de Morena ni con Nueva Izquierda, corriente de la que es López Obrador es “enemigo”, ni con Vanguardia Progresista, corriente que responde a Serrano Cortés, a quien Morena ha desconocido como interlocutor con el gobierno capitalino.

“Si Mancera quiere tener posibilidades de negociar con Morena va a tener que quitar al Secretario de Gobierno”, concluyó el investigador.

Dado que de los 12 Diputados que hasta ahora tiene el PRD para la próxima legislatura ocho están vinculados a esas dos corrientes, la posibilidad de interlocutar con los perredistas se reduciría significativamente.

ALIANZAS POR NECESIDAD

Morena ganó cinco delegaciones en el Distrito Federal, de acuerdo con el PREP. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Morena será la nueva piedra en el zapato para Miguel Ángel Mancera en la ALDF. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Morena no será el único grupo político que tendrá que negociar en la ALDF. También el PRD tendrá que hacerlo y el peso que logre tener estará en función de las alianzas que consiga.

Nava Vázquez no consideró improbable eventuales alianzas con PAN y PRI, pero sí costoso para el PRD, ya que esta vez ambos partidos están en posibilidades de negociar con el PRD y promover sus intereses.

“Van a tratar de sacar sus políticas, que beneficien a las delegaciones que controlan, pero van a pedir precios altos”, estimó.

En su valoración, ambos partidos podrían fungir como aliados del PRD antes que de Morena, dada la postura de ese partido “impermeable a acuerdos”.

Pero para de la Cuesta es más factible que Mancera se alíe con el PRI dada la cercanía que se ha señalado que el Jefe de Gobierno tiene con ese partido. Por otro lado, consideró factible que Morena lo haga con el PAN, por más paradójico que parezca. La razón, expuso, es que el PAN en la capital del país ha fungido como un opositor del PRD y del Jefe de Gobierno, por lo que alinearse a esa postura resultaría conveniente para Morena.

Para vislumbrar cómo sí seria posible una alianza de Morena con otros grupos políticos, de la Cuesta recordó el caso de la delegación Gustavo A. Madero. Este martes, los candidatos del PAN y Movimiento Ciudadano se sumaron a la posible impugnación de Morena del resultado electoral a la jefatura delegacional de esa demarcación, en la que resultó ganador, según el conteo oficial, el candidato perredista, Víctor Hugo Lobo Román.

“La pregunta es saber si este acercamiento entre PAN y Movimiento Ciudadano va a prevalecer como alianza, o lo podríamos ver prospectivamente como la manera en la que funcionará la Asamblea Legislativa”, apuntó. “El PAN por supuesto que le va a querer hacer la guerra a Mancera”.

Tejera Gaona consideró que si bien Morena será el opositor del PRD en la Asamblea, el fiel de la balanza lo tendrán el PAN y el PRI, partidos que podrían favorecer a uno u otro contrincantes para darles la mayoría que necesitan. En este escenario, valoró que el PRD se vislumbra más proclive a alianzas con esos partidos, dada la “beligerancia” que ha mostrado Morena.

De los otros partidos, es previsible que tanto PT como Panal se mantengan aliados con el PRD, como lo hicieron para las campañas electorales.

Con una eventual alianza de esos partidos minoritarios y de alguno de los partidos más fortalecidos, es decir PAN o PRI, el Jefe de Gobierno tendría más posibilidad de maniobra en la ALDF. Sin embargo, un factor que podría jugarle en contra, estimó de la Cuesta, es el papel que jugarán los Diputados perredistas.

Tanto él como Nava Vázquez recordaron que las candidaturas supuestamente fueron palomeadas por el Jefe de Gobierno, por lo que no sería previsible una división. Además, consideró Nava Vázquez, más allá del Jefe de Gobierno, a los perredistas les interesa mantenerse en el Distrito Federal, por lo que será más probable que, pese a sus diferencias, mantegna su unidad en la ALDF para sobrevivir.

Sin embargo, dos elementos podrían quebrar esa idea. Una, planteada por Nava Vázquez, es que el pragmatismo de la unidad se mantendrá sólo hasta la definición de candidaturas de cara a la elección de 2018.

La otra hipótesis fue sugerida por de la Cuesta: la conveniencia para el PRD de darle la espalda a Mancera dado su desdibujamiento político, especialmente tras la derrota del PRD en el Distrito Federal.

Aunque Mancera Espinosa no es militante del PRD e intentó deslindarse de la derrota del partido que lo llevó al poder, para el analista ese deslinde podría no ser efectivo para Mancera. Por el contrario, dijo, al PRD podría convenirle un alejamiento del Jefe de Gobierno en la ALDF dada su no militancia.

“Hay que ver si aprovecha el PRD el hecho de que Mancera no es un militante formal del PRD y empieza a haber un alejamiento”, planteó.

Lo que queda para Mancera es un escenario con una izquierda dividida con la que tendría que lidiar los próximos tres años y en donde sus aspiraciones presidenciales, a decir de los especialistas, se terminaron tras la derrota electoral del PRD.

Tejera Gaona propuso un resumen de lo que será la gestión para el Jefe de Gobierno en el próximo trienio: “Mancera se va a dar cuenta que en lo próximos tres años ya no va a poder hacer mucho de lo que él quería hacer, y que tampoco estaba haciendo mucho porque el PRD se movía solo”.

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