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#DatosCerrados | Presidencia se guarda el nombre de quien hizo del Zócalo un estacionamiento

11/07/2016 - 12:03 am

El 2 de septiembre de 2014, cuando el Presidente Enrique Peña Nieto dio su mensaje alusivo al Segundo Informe de Gobierno, se escribió una historia de contrastes. La Plaza de la Constitución –el termómetro social del país- quedó convertida en estacionamiento exclusivo para los invitados del acto presidencial. Funcionarios y empresarios estacionaron unos 250 vehículos cuyo costo promedio era de un millón de pesos. Dentro, en El Palacio Nacional, Peña Nieto hablaba de once reformas estructurales y le cambiaba el nombre al programa para abatir la pobreza, de Oportunidades a Prospera. ¿Quién dio la orden para que el Zócalo se convirtiera en en ese aparcamiento privado? Los Pinos declaró esa información como “clasificada durante 12 años”, a pesar de que el mismo día en un comunicado ofreció disculpas y reconoció que había sido “una decisión equivocada”.

La plancha del Zócalo fue ocupada como estacionamiento por las camionetas en la que llegaron los invitados al segundo informe de gobierno que se realizó en el Palacio Nacional. Foto: Cuartoscuro.
La plancha del Zócalo fue ocupada como estacionamiento por las camionetas en la que llegaron los invitados al segundo informe de gobierno que se realizó en el Palacio Nacional. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 11 de julio (SinEmbargo).– El 2 de septiembre de 2014, la plancha del Zócalo se convirtió en un enorme, amplio y cómodo estacionamiento. El Presidente Enrique Peña Nieto rendiría su Segundo Informe de Gobierno y los invitados –funcionarios públicos, empresarios y periodistas- llegaron a bordo de camionetas Suburban, autos blindados y vehículos custodiados con guaruras. La Plaza de la República, llamada muchas veces “el termómetro de México”, debido a las manifestaciones sociales que ha recibido en su historia, quedó colmada.

Desde las 9:00 horas, el epicentro del país fue cerrado a peatones y automovilistas. El Presidente tenía mil 500 invitados y sólo para ellos había permiso de tránsito. Sus coches debían traer un letrero en el parabrisas, con fondo blanco, de la Presidencia de la República.

Enrique Peña Nieto llevaba 21 meses en el poder. Un nivel histórico de reprobación para su gestión ya había sido detectado por las encuestadoras GEA-ISA y los periódicos nacionales El Universal y Reforma. Era de 49.2 por ciento (esta cifra bajaría en los meses siguientes y llegaría al 30 de ahora). De acuerdo con especialistas, el freno económico, la violencia y la falta de generación de empleos eran los factores.

Aquel día en que el Zócalo estaba convertido en estacionamiento, Peña Nieto ofreció un mensaje en El Palacio Nacional sobre el Informe que un día antes, había entregado al Congreso. Presumió la aprobación de 11 grandes reformas estructurales en menos de dos años de Gobierno. En su discurso, el hambre danzó como tema politico. Se deshizo de la palabra “Oportunidades” para renombrar al programa gubernamental de abatimiento a la pobreza como “Prospera”. Así, cumplió con el ritual de los últimos cuatro sexenios (modificar la nomenclatura) para dirigirse a los pobres que en esos momentos alcanzaban la cifra de 53 millones, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Afuera estaban estacionados 250 vehículos. Entre los modelos sobresalía la Suburban cuyo valor, cuando tiene asientos de piel, rebasa el millón de pesos.

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Si el 2 de septiembre de 2014 se escribió en el Zócalo una historia de contrastes y anomalías, ¿quién fue el funcionario que permitió el cierre de la plaza pública más grande del país para convertirla en un enorme estacionamiento? No se sabe. La Presidencia de la República declaró esa información como “clasificada por 12 años”, después de que un ciudadano le dirigió la pregunta al Estado Mayor Presidencial mediante el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

Para no brindar datos, las dependencias gubernamentales se apegan a tres criterios: la información está reservada, es confidencial o es inexistente. Y este asunto, que fue una afrenta según relataron ese mismo día las redes sociales, fue guardado bajo la reserva. Para ponerle lazo, Los Pinos se apegó ante el INAI al artículo 13, fracciones I y VI de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental que implica que la divulgación del nombre del funcionario permitiría identificar al personal a cargo de las labores de seguridad y logística relacionados con las actividades de carácter permanente que se llevan a cabo para garantizar la seguridad del Presidente de la República.

El mismo 2 de septiembre, la Oficina de la Presidencia de la República emitió un comunicado en el que admitió que  “quienes estaban a cargo del acceso vehicular a la Plaza de la Constitución decidieron abrir la plancha del Zócalo” para el estacionamiento de vehículos. También expuso: “Fue, desde luego, una decisión equivocada de quienes controlaban el acomodo vehicular. El Gobierno de la República asume la responsabilidad, ofrece una disculpa por el uso incorrecto del Zócalo, y asegura que adoptará las medidas al respecto para que esta situación no se vuelva a repetir”.

Un día después, por su parte, el entonces Secretario del Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano, informó que la Secretaría de Seguridad Pública capitalina revisaría una posible sanción a los propietarios de los automóviles que fueron estacionados en la plancha del Zócalo. “El Secretario de Seguridad Pública tiene las imágenes, está revisando, hay que ver qué vehículos son, y me parece que el Secretario de Seguridad Pública tendrá que explicar cuál es la sanción que corresponde”, explicó.

Así, el episodio quedó cerrado. De sanciones no se supo. De nombres, tampoco.

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La Plaza de la Constitución, así bautizada en la Constitución de Cádiz, es un sitio histórico. Las tropas revolucionarias la tomaron, dirigidas por el jefe del movimiento, Francisco I. Madero, y los generales del Ejército Libertador del Sur, Emiliano Zapata, y de la División del Norte, Francisco Villa. Durante los siglos XX y XXI, cientos de manifestaciones de todas las causas sociales y mítines de todos los partidos políticos han ocurrido ahí. El 2 de septiembre de 2014 fue un estacionamiento de lujo.

Consulta de Datos: Oficio 719/14 del Estado Mayor Presidencial y folio 0210000121014 en el INAI

#DatosCerrados publica cada semana un expediente clasificado del Gobierno federal.

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