Uso de sostén no incrementa el riesgo de cáncer de mama: señala estudio

15/09/2014 - 12:00 am
Foto: Shutterstock
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Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).- El uso de brassier, con varillas o sin ellas, no tiene ninguna conexión con un mayor riesgo de padecer cáncer de mama, de acuerdo con un estudio realizado por el centro de investigación Hutchinson, de Seattle, Estados Unidos.

Este análisis se encarga de desmontar la creencia de que el uso constante de sostenes sobre todo apretados y con varillas, impedía el libre drenaje de residuos al obstruir la circulación de la sangre y la linfa, un líquido encargado de drenar las toxinas muertas por lo que no se regenera el tejido y se acumulan daños.

En parte, esta idea estaba sustentada en los estudios que señalaban que los casos de este tipo de cáncer son más comunes en los países desarrollados en comparación con aquellos más pobres, en los que se acostumbra menos utilizar esta prenda, pero no existía ninguna evidencia científica que lo comprobara.

Sin embargo, la investigación publicada en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention analizó a 454 mujeres que padecían los dos subtipos más comunes del cáncer de mama, el carcinoma ductal invasivo y otras 590 mujeres con carcinoma lobular invasivo, además de 469 féminas sanas.

A las poco más de mil 500 mujeres de entre 55 y 74 años que ya habían pasado la menopausia se les preguntó sobre la edad a la que empezaron a utilizar brassier, el número de días y horas que lo usaban a la semana, además de su talla y si tenían varillas, y determinaron que ninguno de estos factores intervenía en el riesgo de desarrollar la enfermedad.

VINCULAN SOYA CON DESARROLLO DEL CÁNCER

Por otro lado, médicos de Centro Oncológico Conmemorativo Sloan Kettering de Nueva York, publicaron recientemente un estudio en el que se determinó que comer soya puede acelerar la propagación de células cancerosas en mujeres ya diagnosticadas.

Los investigadores revisaron los casos de 140 mujeres con cáncer invasivo, a una mitad del grupo se les agregó proteína de soya en polvo a su dieta y la otra tomó un placebo durante dos semanas a siete y hasta 30 días antes de su operación para extirpar los tumores, lo que equivalía a cuatro tazas de leche de soya diarias.

Al terminar, los científicos compararon los tejidos tumorales de antes y después de la operación quirúrgica y hallaron que un 20 por ciento de las personas que ingirieron el suplemento de soya habían cambiado las expresiones de ciertos genes que promueven el crecimiento celular y tenían una concentración alta de genisteína en la sangre, es decir un compuesto químico presente en este alimento muy similar a los estrógenos humanos.

No obstante, los médicos no se atrevieron a señalar que el consumo de soya provoque proliferación tumoral, sólo que tales suplementos fueron suficientes para aumentar la expresión de los genes culpables de ésta, por lo que recomendó a las mujeres ya diagnosticadas elegir consumir los alimentos que contengan esta leguminosa con moderación.

 

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