Ciudad de México, 17 julio (SinEmbargo).- “Algo raro me estaba pasando en el hotel, estaba solo, tan solo como un hombre a veces debe estar. Sabía que mi casa estaba lejos, lejos, lejos de todo y faltaba poco para subir otra vez a tocar. Y tal vez no tuve ganas de verlos, de estar con ustedes y quedé sólo en mi cuarto leyendo de un ave que vuela y no muere”.
La letra de “Separata”, de Charly García, revela como pocas la soledad que vive el famoso en su transitar por los hoteles, siempre lejos de sus seres queridos –a veces, esos seres queridos ni siquiera existen-, un drama que muchas veces se convierte en tragedia.
La noticia de la muerte el sábado de Cory Monteith, protagonista de la exitosa serie de televisión Glee, cuyo cadáver fue encontrado en un hotel de Vancouver, se suma a la de muchos personajes famosos que mueren en la soledad más extrema, lejos de sus seres queridos, de su hogar, de su mundo íntimo.
Monteith, de 31 años, quien interpretó al personaje Finn Hudson en la serie de televisión que trata sobre el coro de una escuela secundaria, fue encontrado muerto en su habitación en el piso 21 del Hotel Fairmont Pacific Rim, ubicado en el paseo marítimo de Vancouver, cerca del mediodía el sábado.
El joven actor había entrado voluntariamente a rehabilitación por problemas de abuso de sustancias en abril y su muerte evocó el destino que otras estrellas famosas encontraron lejos de casa y en máxima soledad, cuando a raíz de su profesión se hallaban de gira o trabajando en una película o video.
Así murió también Bobby Farrell, vocalista de la clásica agrupación alemana de música disco Boney M., cuyo cadáver fue encontrado en una habitación de hotel en San Petersburgo.
Farrell, nacido en Aruba, tenía 61 años y residía en Holanda, país que le dio la nacionalidad. Estaba de gira en Rusia y a fines de 2010 iba a viajar a Italia para dar un concierto.
E l 4 de junio de 2009, en un hotel de Bangkok , apareció muerto el famoso actor estadounidense David Carradine, conocido mundialmente por la serie Kung Fu, de gran éxito en los ´70. Carradine, cuyo cadáver desnudo colgaba de una cuerda en un armario de la habitación, tenía 73 años y su fallecimiento se habría producido a causa de un rito erótico y autoinfligido.
Una muerte similar protagonizó el astro del rock australiano Michael Hutchence, líder de INXS, quien fue hallado muerto el 22 de noviembre de 1997. La versión oficial señala que se ahorcó con su cinturón colgándose de la puerta de la habitación 524 del Ritz Carlton Hotel en Sydney donde el cantante, junto con INXS, se alojó en días previos de una gira por los 20 años de la banda. El músico tenía 37 años.
Otro australiano, el joven actor Heath Ledger, encontró la muerte por una sobredosis accidental en Nueva York, muy lejos de la casa en Perth, donde había nacido el 4 de abril de 1979. Fue en 2008, cuando Ledger había alcanzado la fama mundial gracias a su rol protagónico en el filme Brokeback mountain. Por su papel en Batman, donde personificó al “Guasón”, el malogrado actor obtuvo un Oscar póstumo.
Hace ya más de una década que el músico estadounidense Mark Sandman, líder del grupo Morphine, cayó desmayado en un escenario en Roma, la capital italiana. Un golpe fulminante al corazón acabó con la vida del bajista y cantante, en 1999, cuando tenía 47 años.
EN HOLLYWOOD, JOHN BELUSHI
Aunque pasó mucho tiempo, Hollywood no olvida la prematura muerte del cómico John Belushi, cuyo cadáver fue encontrado el 5 de marzo de 1982, en su habitación de un bungalow en Los Ángeles. La causa de muerte fue por una sobredosis de drogas, cuando el famoso actor creador de los Blue Brothers, que contaba con 33 años de edad, consumió una mezcla explosiva de heroína y cocaína.
Muy triste fue también la muerte del joven bajista de la banda estadounidense de rock Slipknot, Paul Dedrick Gray, quien apareció muerto en una habitación de hotel en Iowa. A los 38 años, el músico había perecido a causa de una sobredosis de drogas.
Un impersonal cuarto de hotel en Rímini, muy lejos de Casena, la ciudad italiana donde había nacido el 13 de enero de 1970, fue también la última morada del campeón de ciclismo Marco Pantani.
El 14 de enero de 2004 el deportista, considerado por muchos el mejor escalador profesional de su generación, en buena parte debido a su triunfo en el Tour de Francia y el Giro de Italia en 1998, apareció muerto a causa de una sobredosis de cocaína, sustancia a la que era adicto desde 1999. Tenía 34 años.
El 11 de agosto de 2010, otro deportista, el velocista estadounidense Antonio Pettigrew, campeón olímpico en 4×400 metros en Sydney 2000, fue encontrado muerto en el interior de un automóvil. Tenía 42 años, falleció debido a una sobredosis del antihistamínico “difenhidramina” y su muerte fue oficialmente atribuida a un suicidio.
