La Selección Mexicana enfrenta a Brasil, en el que podría ser el último partido de “Chepo” de la Torre

18/06/2013 - 1:00 am
Foto: Efe
Foto: Efe

Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).- La Selección Mexicana de futbol salió del ultramundo y se midió ante un rival de altura futbolística que no encuentra en las eliminatorias. El equipo de José Manuel “Chepo” de la Torre no tiene las ideas mínimas de funcionamiento colectivo que cualquier representación nacional debiera tener. En uno de los peores momentos de los últimos años, México enfrentó a una Italia a medio gas que le pasó por encima con el talento de inconmensurable Andrea Pirlo. Después de la pesadilla europea toca Brasil. El anfitrión tiene todo para seguir con su fiesta pre-mundialista.

“Tuvimos miedo y corrimos como locos”, declaró Carlos Salcido en zona de prensa del estadio Maracaná tras finalizar el partido ante los italianos. El equipo mexicano tan mezquino, sigue arrastrando la estela de las eliminatorias con un paupérrimo juego que han dejado más quejas y frustraciones que puntos en la tabla. El equipo del “Chepo” carece de forma. Lo que a principios de año se vislumbraba como una fiesta, hoy es la peor pesadilla para el cuerpo técnico nacional.

La Copa Confederaciones es un torneo que no acaba de arrancar. La FIFA pretende crear un competencia digna a un año de la máxima justa del futbol. Sin embargo, con los calendarios tan apretados, la justa tiene tintes de estorbar la próxima temporada en puerta. Ahí, en Brasil, en medio de tanta protesta social por parte de gente que no entiende los presupuestos destinados a la pelota, en comparación con los de su salario mínimo, se escuchan gritos de quejas y frustraciones deportivas por parte de la afición mexicana.

Mañana es muy probable que México pierda. Eso significaría quedar fuera la Confederaciones pero sobre todo tener un cambio significativo en el banquillo. Chepo puede estar dirigiendo sus últimos noventa minutos como entrenador nacional. A la afición y prensa mexicana, le queda el misticismo como argumento. Los buenos resultados ante Brasil, siguen manteniendo la leve esperanza de conseguir un triunfo que le de aire a la triste actualidad del Tri. Bajo la fórmula de esta idea futbolística de ganar como sea, los mexicanos enfrentarán a Brasil con más ganas de no perder que de sacar un triunfo.

En Brasil las cosas van con su ritmo natural. Con un contundente 3-0, dejaron sin opciones a un Japón que decepcionó a propios y extraños que hablaban de una evolución marcada del futbol asiático. El anfitrión a medio gas, dominó con pegada punzante los nervios del debut convirtiendo en una fiesta el entorno que su gente armó en la grada. Con la deuda pendiente de no haber ganado nunca un torneo oficial como local (con el mal recuerdo del Maracanazo).

Un equipo sin creatividad, con la improvisación como bandera, pretende desafiar a los locales que quieren seguir el paso ascendente. Sin argumentos, endebles en la marca, débiles en creación y nulos en la ofensiva, los futbolistas mexicanos se aferran a la memoria perdida del año pasado donde se ganaba y gustaba. Mientras, el aficionado fiel comienza a increpar el estilo aburrido y precavido del Chepo. Con la melancolía de aquella Confederaciones del 2005 en la que se dio espectáculo, la realidad aplasta las ilusiones futbolísticas. Con la eliminatoria de reojo, Brasil puede ser el justiciero de una era que parece ser, no llegará hasta el mundial.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video