Bullrich, del bloque conservador Unión Pro, declaró a medios locales que el fiscal, quien fue hallado muerto de un tiro en la cabeza hace una semana, se sentía dolido porque había encontrado una escucha en la que un agente “pasaba información sobre él y su familia a uno de los imputados en la causa AMIA”.”Ése día nos contó que había estado amenazado”, apuntó Bullrich sobre un encuentro que mantuvo con el fiscal junto a la también Diputada opositora Laura Alonso.

“Eso fue una flecha en el corazón porque él no podía creer que un fiscal argentino fuera traicionado así”, aseveró hoy antes de ingresar a la fiscalía de Viviana Fein, que investiga la muerte de su colega.

Bullrich aseguró desconocer la identidad del supuesto espía, ya que el fiscal le dijo que sólo la revelaría en la reunión reservada en el Congreso que iba a tener lugar horas después de que lo encontraron muerto en su apartamento.

En esa reunión ante la Comisión de Legislación Penal de Diputados, presidida por Bullrich, Nisman tenía previsto detallar la denuncia contra la Presidenta argentina, Cristina Fernández, y algunos de sus colaboradores por supuesto encubrimiento de presuntos terroristas iraníes que atentaron contra la mutual judía AMIA y causaron 85 muertos en 1994.

“Hay una relación directa de la causa y su muerte, pero no voy a hablar de hipótesis”, señaló antes de añadir que Nisman se mostró convencido de que estaba “condenado a muerte” en Irán.

La Diputada conservadora se presentó hoy ante Fein pese a que no había sido citada para aportar detalles sobre sus últimas conversaciones con el fiscal.

DENUNCIA, A LA BASURA

El Gobierno argentino volvió a descalificar hoy la denuncia presentada por el fiscal fallecido Alberto Nisman contra la Presidenta, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de los autores del atentado contra la mutual judía AMIA y vaticinó que terminará “en el tacho (cubo) de basura”.

“Él no puede haber escrito semejante cosa. Leyendo el sms que le manda a sus amigos, él habla de la denuncia de su vida. Nadie puede llamar a esa denuncia bochornosa la denuncia de su vida”, dijo el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, a periodistas en la sede del Gobierno argentino.

Fernández volvió a poner en duda la autoría de la denuncia y se mostró convencido de que “va a terminar como tiene que terminar: en el tacho (cubo) de basura”.

El funcionario defendió también la publicación de los datos de viaje del periodista Damián Pachter, el primer periodista en haber publicado la muerte de Nisman, después de que este abandonase el país porque temía por su vida.

“El artículo 10 de la Ley de Datos Personales dice con claridad que los datos personales los puede hacer conocer por decisión judicial y cuando medien razones fundadas de preocupación pública. Este caso es una de ellas. Se ve un miedo infundado y se la hace conocer de la mejor manera que se puede”, justificó Fernández.

Nisman fue hallado muerto de un tiro en la sien en la noche del pasado 18 de enero, la víspera a su comparecencia en el Congreso para detallar la denuncia contra la mandataria argentina y algunos de sus colaboradores por presuntamente encubrir a los autores del atentado contra la mutual judía AMIA que causó 85 muertos en 1994.