Budapest, 28 ago (EFE).- El Gobierno húngaro presentó hoy al Parlamento un paquete de leyes relacionados con la inmigración en los que prevé penas de hasta tres años de cárcel por el cruce ilegal de la frontera y de diez años por el tráfico ilícito de personas.
El plan, presentado por el gobernante partido derechista Fidesz del primer ministro, Viktor Orbán, que cuenta con una amplia mayoría en el Parlamento, designaría una franja de 60 metros desde la frontera para crear allí unas zonas de tránsito donde los refugiados permanecerían hasta el final de los trámites de solicitud de asilo.
En relación con el cruce ilegal de frontera se propone unas penas de entre uno y tres años de cárcel, informó la agencia MTI.
Esta pena podría llegar a ascender hasta los cinco años en el caso de que el cruce fronterizo se realice armado o cuando “se daña el cierre de frontera”, o sea la alambrada o valla que el Gobierno húngaro construye en la frontera con Serbia para parar la inmigración.
En esos casos las autoridades también podrían expulsar a los refugiados.
Otro proyecto de ley permite a la policía entrar en inmuebles particulares “en situaciones de crisis causadas por la inmigración masiva”.
Respecto a la utilización del ejército en la defensa de frontera, los diputados del Fidesz proponen que realice actividades complementarias, sin interferir en las de la policía.
Aún así, los soldados podrían aplicar medidas “para limitar la libertad de las personas”.
Se espera que el Parlamento debata estos proyectos de ley en septiembre.
En lo que va de año, en Hungría se han interceptado más de 140 mil refugiados que cruzaron la frontera de forma ilegal.
