Los líderes de la UE preparan nuevas sanciones contra Rusia por tensión en el este de Ucrania

30/08/2014 - 4:39 pm

Bruselas, 30 ago (EFE).- Bruselas, 31 ago (EFE).- Los líderes de la Unión Europea (UE) decidieron hoy preparar nuevas sanciones contra Rusia ante la escalada “dramática” de tensiones en el este de Ucrania, pero se toman una semana para consensuarlas y con ello dan margen a Moscú para sentarse a negociar con Kiev una solución política a la crisis.

El presidente saliente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, explicó que los jefes de Estado y de Gobierno están “determinados a poner toda la presión posible sobre Rusia para que se siente a la mesa de negociación y se encuentre una solución política a la crisis, porque “no hay ninguna solución militar”.

La UE reconoció que no tiene muchos medios a su disposición para conseguir este objetivo, pero las sanciones económicas adoptadas antes del verano están teniendo “un impacto visible en la economía de Rusia” y tras la “dramática escalada de las tensiones en los últimos tres días” en el este de Ucrania, “todos los esfuerzos deben dirigirse a detener el derramamiento de sangre y evitar lo peor”.

Van Rompuy dijo que no hay ningún “criterio preciso” para activar las nuevas sanciones, pero “todo el mundo es plenamente consciente de que tenemos que actuar rápidamente dada la evolución sobre el terreno y la trágica pérdida de vidas”.

Los líderes europeos han encargado a la Comisión Europea (CE) que prepare de manera “urgente” propuestas para las nuevas sanciones, pero tanto Van Rompuy como el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, señalaron que ya están listas todas las opciones.

Las consultas con los países comenzarán a partir de la próxima semana para estar preparados dentro de siete días.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), que se reunieron el sábado con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, condenaron “el cada vez mayor flujo de combatientes y armas desde territorio ruso hacia el este de Ucrania”, así como “las agresiones por parte de fuerzas armadas rusas en suelo ucraniano”.

Los Veintiocho instaron a Moscú a retirar “inmediatamente todos sus activos y fuerzas militares de Ucrania”, después de que Poroshenko afirmara hoy mismo que hay “miles” de soldados y tanques en suelo ucraniano, un extremo confirmado esta semana por la OTAN.

“Creo que estamos muy cerca del punto de no retorno. El punto de no retorno es una guerra a gran escala”, señaló Poroshenko tras reunirse con los líderes comunitarios, expresándose en términos similares que el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, quien, sin embargo, dijo que “todavía no es demasiado tarde para encontrar una solución política”.

La UE subrayó la importancia de que se implemente el plan de paz de Poroshenko, para lo que el primer paso debería ser “un alto el fuego mutuamente acordado y verificable”, el restablecimiento del control ucraniano sobre la frontera con Rusia y un “cese inmediato al flujo de armas, material y personal militar” desde la Federación rusa a Ucrania, así como la liberación urgente de todos los secuestrados y presos.

Tanto la UE como Poroshenko tienen sus esperanzas puestas en las negociaciones que se reanudarán el lunes en Minsk (Bielorrusia) entre Ucrania y Rusia bajo la mediación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

Confían en que el resultado de las negociaciones del Grupo de Contacto sea el alto el fuego.

Van Rompuy reconoció que las sanciones tendrán también consecuencias en las economías comunitarias, pero recalcó que ello “es el precio que hay que pagar”.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, rechazó hablar de “ultimátum” a Rusia y dijo que “no está en juego solamente una discusión sobre las sanciones, está en juego la idea de Europa y su relación con el vecino más grande, Rusia”, sostuvo.

El presidente francés, François Hollande, destacó que en la cumbre de hoy “Europa ha afirmado qué situaciones que no pueden ser toleradas en sus fronteras”, mientras que el primer ministro británico, David Cameron, advirtió de que las relaciones entre la UE y Estados Unidos con Rusia serán “radicalmente diferentes” si Moscú no corrige su actuación.

La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que “todos los esfuerzos deben ir dirigidos a mantener los canales de comunicación abiertos”.

“GUERRA A GRAN ESCALA”

El Presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, aseguró hoy que la crisis con Rusia por su apoyo a los separatistas del este del país está muy cerca de alcanzar el “punto de no retorno” y convertirse en una “guerra a gran escala”.

“Creo que estamos muy cerca del punto de no retorno. El punto de no retorno es una guerra a gran escala”, dijo Poroshenko durante una rueda de prensa tras reunirse hoy en Bruselas con los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

Poroshenko afirmó que ya considera como guerra el movimiento de tropas rusas en el este de Ucrania y recalcó que si llega a producirse cualquier acción ofensiva entonces se habría alcanzado el punto de no retorno.

El Presidente ucraniano destacó que se están haciendo grandes esfuerzos para que estas acciones no lleguen a producirse y se pueda solucionar la crisis por la vía diplomática, y se mostró confiado en que el resultado de las negociaciones trilaterales de la próxima semana entre la OSCE, Rusia y Ucrania sea el alto al fuego.

Poroshenko hizo estas declaraciones tras mantener un encuentro con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, y sendas reuniones bilaterales con el presidente saliente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy; el Primer Pinistro británico, David Cameron, y el jefe del Gobierno italiano, Matteo Renzi.

“Estoy seguro de que hoy tendremos una decisión unida de todos los Estados miembros en apoyo a las propuestas que he presentado”, aseguró y se mostró confiado en que la UE dé un nuevo paso para ampliar las sanciones sectoriales de tercer nivel que ya ha aplicado a Rusia y las vincule al éxito del plan de paz para Ucrania, que los Veintiocho han respaldado expresamente.

El Presidente ucraniano sostuvo por otro lado que espera que antes de finales de año se adopte una tercera vía de apoyo financiero a Ucrania, que supondría mil millones de euros adicionales, de los que 510 millones corresponderían a un préstamo y otros 250 millones serían una donación que Kiev no tendrá que devolver.

Ucrania también espera recibir ayuda humanitaria y apoyo militar técnico, así como respaldo político de cara a las elecciones.

Sobre el apoyo técnico militar, Poroshenko explicó que hacen falta nuevas consultas con los Estados miembros y señaló que estas conversaciones se desarrollarán en el marco de la cumbre de la OTAN que se celebrará la próxima semana en Gales.

Poroshenko también se refirió a la situación que vive su país tras el corte de gas decretado por Rusia, y aseguró que de momento la situación está bajo control porque están recibiendo gas de la UE mediante flujo inverso.

“Si hubiera paz en Ucrania habría gas y si nos quedásemos sin gas sería porque no habría paz y entonces el gas no sería lo más importante”, comentó.

PRORRUSOS BUSCAN TERCER FRENTE

Los separatistas prorrusos prosiguieron hoy su contraofensiva para abrir un tercer frente en el este de Ucrania, mientras siguen cercando a miles de soldados ucranianos en la región de Donetsk.

Con ayuda de fuerzas rusas, según las autoridades ucranianas, los milicianos han logrado avanzar hacia la ciudad de Mariúpol, la sede del gobierno local leal a Kiev y el principal puerto en el mar de Azov.

Los rebeldes informaron de que habían logrado cercar la ciudad, pero tanto el mando militar ucraniano como los observadores de la OSCE que llegaron esta semana a la zona lo han negado rotundamente.

Aún así, las fuerzas militares ucranianas se han afanado durante los últimos dos días en reforzar la defensa de la ciudad, donde miles de personas se manifestaron en contra de los insurgentes, según la prensa local.

A su vez, los separatistas aseguran que algunos de sus destacamentos ha llegado al mar de Azov, por lo que se han hecho con el control de gran parte del territorio costero limítrofe con la Federación Rusa.

Por otra parte, los milicianos se han mostrado dispuestos a atender la petición del presidente ruso, Vladímir Putin, que les llamó en la madrugada del viernes a abrir el cerco en torno a los soldados ucranianos en Donetsk.

Según ciertas fuentes, varios miles de soldados ucranianos estarían rodeados en la localidad de Ilovaisk por los milicianos, que estarían dispuestos a abrir un corredor humanitario, pero siempre que sus enemigos entreguen las armas.

Por el momento, continúan las negociaciones entre ambos bandos, ya que Kiev no parece dispuesto a entregar el armamento a los rebeldes, algo que Putin calificó el viernes de “error colosal” que causará “un gran número de víctimas”.

Por el momento, sólo una treintena de voluntarios aceptaron el ofrecimiento y abandonaron sus posiciones no sin antes deponer sus armas, según algunas fuentes.

“Por una parte hay una división de tanques (rusos), por otra un destacamento de paracaidistas. Aunque enemigos, son mejores que los separatistas de Donetsk. Ofrecieron asistencia médica a los heridos”, dijo Semen Semenchenko, comandante del batallón ucraniano Donbass.

Según el mando militar ucraniano, los rusos han bombardeado el aeródromo de Lugansk desde lanzaderas de bocas múltiples de misiles Grad (Granizo) y también han arrasado la localidad de Novosvetlovsk.

A su vez, fuentes de la autoproclamada república popular de Donetsk afirmaron que han cercado a otro grupo de soldados ucranianos en Volnovaya, localidad situada entre Donetsk y Mariúpol, aunque esto no ha sido confirmado aún por Kiev.

“El mando ucraniano ha perdido definitivamente el control sobre esta parte del frente”, aseguró un portavoz separatista a la agencia rusa Interfax.

Por todo ello, el Presidente ucraniano, Petró Poroshenko, viajó hoy a Bruselas para pedir a los países miembros de la Unión Europea, además de sanciones contra el Kremlin, cooperación militar.

“No esperamos que soldados de otros países combatan en Ucrania para defender la soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de nuestras fronteras”, dijo.

Eso sí, agregó, Ucrania espera “cooperación técnico-militar de la comunidad internacional”, entre otras cosas en el ámbito de la inteligencia militar.

Al respecto, Dalia Gribauskaite, Presidente de Lituania, una de las principales aliadas de Kiev en la UE, pidió hoy suministrar material militar a Ucrania e imponer un embargo total de armas a Rusia por su intervención militar en favor de los rebeldes.

Mientras, la opositora Yulia Timoshenko abogó hoy por convocar un referéndum de ingreso en la OTAN para el 26 de octubre, coincidiendo con las elecciones parlamentarias anticipadas.

El Gobierno ucraniano anunció esta semana su intención de renunciar a su política de no alineamiento introducida por el derrocado presidente, Víktor Yanukóvich, pero Alemania ya ha dicho que la Alianza no tiene intención de aceptar por el momento en su seno a Ucrania.

En el plano positivo, los jefes de los servicios fronterizos de Ucrania y Rusia mantuvieron hoy consultas para garantizar la impermeabilidad de la frontera, punto de entrada de tropas y armamento ruso, según Kiev.

Además, el Grupo de Contacto, en el que están representadas Ucrania, Rusia y la OSCE, reanudará sus consultas en Minsk, en virtud de lo acordado en la reciente cumbre celebrada en la capital bielorrusa.

El mando militar ucraniano, que decidió restablecer esta semana la llamada a filas obligatoria debido a la falta de efectivos, reconoció hoy 765 bajas en sus filas desde el estallido del conflicto en abril pasado.

PUTIN JUSTIFICA CONFLICTO

El Presidente ruso, Vladímir Putin, justificó la contraofensiva “militar-humanitaria” lanzada por los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania, ya que busca defender a la población civil.

“Puedo entender perfectamente a los rebeldes del sureste de Ucrania, del Donbass y de Lugansk, y por qué han llamado a la operación militar-humanitaria”, aseguró ayer viernes Putin durante el foro juvenil de Seliguer.

Putin subrayó que el objetivo de las acciones rebeldes es “hacer retroceder a la artillería de las grandes ciudades para que no puedan matar a la gente”, según informan las agencias locales.

“¿Y cuál es la respuesta de nuestros socios occidentales?. ¿Que (los milicianos) serán buenos sólo si se dejan despedazar y matar?. En eso se puede resumir su postura. Yo ya lo tengo asumido: sí, hay que sentarse a la mesa de negociaciones, pero por ahora hay que dejar a las autoridades de Kiev que disparen un poco”, dijo.

El líder ruso instó a Ucrania a renunciar a la política de “ultimátum” en relación con los separatistas prorrusos y a declarar un alto al fuego sin condiciones.

“Quien no deponga las armas será liquidado. ¿Acaso esa es una vía de negociación?. Eso es un ultimátum. Naturalmente, la gente que se echó a las armas para defender su vida y su dignidad no aceptó esas condiciones”, dijo.

Y comparó las acciones de las fuerzas militares ucranianas en el este prorruso con el bombardeo de Leningrado y otras ciudades soviéticas por parte del Ejército alemán durante la II Guerra Mundial.

“Por triste que sea, esto me recuerda incluso a la II Guerra Mundial, cuando los ocupantes fascistas-alemanes, sus tropas, rodearon nuestras ciudades, como Leningrado, y dispararon contra esas poblaciones y sus habitantes”, dijo.

Putin tachó también de “error colosal” que acarreará “grandes pérdidas humanas” la negativa de Kiev de replegar las tropas ucranianas que han sido cercadas por los milicianos rebeldes a través del corredor que el jefe del Kremlin propuso anoche.

Al respecto, explicó que decidió dirigirse a los insurgentes para que abran corredores humanitarios con el fin de permitir la salida de los soldados ucranianos “al ver la reacción de las madres y esposas de los militares” del país vecino.

“Esta es una tragedia también para nosotros. Por eso, me dirigí a los rebeldes para que abran corredores humanitarios”, dijo, a lo que los separatistas respondieron que sólo lo harán si las tropas dejan atrás su armamento.

También llamó a la comunidad internacional “a obligar a las autoridades ucranianas a abrir negociaciones concretas”, no sólo sobre cuestiones humanitarias, como el canje de prisioneros, sino “sobre los derechos” del sureste de Ucrania.

“Considero que lo que ocurre en Ucrania es nuestra gran tragedia común y hay que hacer todo lo posible para que termine lo antes posible”, señaló.

A lo que no aludió Putin fue a las acusaciones vertidas por el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y la OTAN sobre la presencia de tropas rusas en territorio ucraniano.

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, tachó hoy esas acusaciones occidentales de “conjeturas” y les desafió a presentar pruebas. EFE

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