Damasco, 31 ago (dpa) – La milicia terrorista Estado Islámico (EI) quiere continuar destruyendo las ruinas de la ciudad histórica de Palmira, en pleno desierto en el centro del país.
La voladura de templos y otras antigüedades no ha terminado, cita la web de la opositora siria Masar Press a un miembro de los extremistas. La destrucción continuará hasta el último edificio, asegura.
Los activistas informaron en la noche del mundo de la destrucción parcial del templo romano de Bel, otro edificio de 2 mil años de antigüedad, aunque no está confirmada por el momento la dimensión de los daños.
El templo forma parte del mayor complejo de Palmira, una antigua ciudad testigo del paso de diversas civilizaciones, que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad en 1980. Desde 2013 está incluida en la lista de patrimonio en peligro.
Hace una semana se conoció la detonación de otro templo por el EI: en el de Baal Shamin. Antes, los extremistas ejecutaron públicamente al que fuera el arqueólogo jefe de la ciudad histórica durante unos 40 años, Jaled Asaad, de 81 años.
El Estado Islámico conquistó Palmira, un oasis y antiguo centro comercial en medio del desierto sirio, y expulsó a las fuerzas del gobierno el pasado mes de mayo.
Desde su asalto se temía que los extremistas destruyeran la ciudad considerada “testigo del politeísmo”, como ya hizo en varias ocasiones en el norte de Irak.
