Opinión en video
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28-03-2024 - 12:04 am
"Si nada se tuerce y las tiendas demandadas no apelan la decisión del juez, México podrá avanzar pronto hacia el proceso de presentación de pruebas y evidencias".
El pasado lunes, al día siguiente de que la selección mexicana perdiera la final de la Nations League con Estados Unidos y de que comenzara por enésima vez a sonar el Fuera Jimmy en la voz de los aficionados que inútilmente abarrotaron el domingo el estadio de Dallas, México se apuntó una victoria histórica.
No fue en el campo de fútbol (donde hace mucho que ganar es una quimera), sino en una corte federal en Arizona. En realidad, se trata de una segunda victoria, un contundente 2-0 en la cancha de la justicia.
El 1-0 llegó en enero de este año, cuando una Corte de Apelaciones en Massachusetts resucitó una demanda de 2021 interpuesta por la Cancillería de México contra un grupo de productoras de armas estadounidenses.[1]
La acusación de México contra las armerías puede resumirse en las siguientes dos afirmaciones: las empresas demandadas son negligentes en la forma en la que diseñan, producen, distribuyen y comercializan sus armas. Esa negligencia facilita, argumenta la Cancillería, que miles de armas terminen en escenas del crimen en nuestro país.
El 24 de enero de 2024, dos años después de iniciado el proceso, la Corte de Apelaciones en Massachusetts decidió, contrario a la defensa esgrimida por la industria, que las empresas no tienen blindaje legal para este tipo de demandas y reconoció el derecho de México a presentar sus alegatos en un juicio que podría empezar en los siguientes meses. La pelota entró directo en el ángulo derecho de la portería.
El 2-0 alcanzado el lunes tiene parecidos con el primer gol, pero avanza por carriles distintos. Se trata de la luz verde dada por un juez federal a una segunda demanda interpuesta por el gobierno mexicano en octubre de 2022 contra cinco puntos de venta de armas localizados en Arizona. Así, mientras la Corte de Massachusetts apunta contra productores, la de Arizona se centra en cinco tiendas que, según acusa la Cancillería mexicana, “saben o deberían saber”, que gran parte de su dispensario termina en las calles de México.[2]
Si nada se tuerce y las tiendas demandadas no apelan la decisión del juez, México podrá avanzar pronto hacia el proceso de presentación de pruebas y evidencias (conocido como discovery) que permitirá a la Cancillería conocer directamente los documentos que probarían las prácticas negligentes de estas tiendas. Lo que suceda a partir de ahí es de pronóstico reservado.
Más allá del resultado de ambos juicios (que podrán tomar años), lo relevante es que ambas demandas han abierto un nuevo campo de lucha contra la venta legal de armas en Estados Unidos y sus vínculos con el tráfico ilegal de éstas. No es exagerado afirmar que han puesto a temblar a la industria armamentista que se creía completamente blindada de cualquier acusación legal. No sería raro que otros países latinoamericanos que sufren violencia endémica provocada por las armas provenientes de Estados Unidos comiencen litigios similares. Estaríamos ante el inicio de una ola de demandas que obligaría a cambiar radicalmente la forma de producir, comercializar y distribuir armas en ese país.
A lo sucedido en Arizona hay que agregar una buena noticia: el presidente López Obrador dedicó parte central de la entrevista a 60 Minutes difundida el domingo por CBS News al tema de las armas. En una frase sintetizó la hipocresía y doble rasero con el que se trata el asunto en ese país. Así lo dijo: “El 75% de las armas de contrabando que entran en México son de origen estadounidense y la mitad de Texas, donde el gobernador pone vallas de alambre de púas sobre el río”.
El buen camino de las demandas en Massachusetts y Arizona da pie a que el presidente continúe hablando al respecto y que las candidatas tomen el asunto como suyo. Desde mi punto de vista se trata del tema clave de la relación bilateral en materia de seguridad. No hay manera de que cambien sustancialmente las cifras de homicidios en México si no hay modificaciones significativas en la política de armas en Estados Unidos. Sí, el problema está en nuestras fronteras, pero la solución va más allá de éstas.
Bien harían Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez en sumarse a este esfuerzo y comprometerse a apoyar, de ganar la elección, la estrategia jurídica de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En este asunto, como en otros temas, necesitamos una política de Estado y no sólo de gobierno.
[1] Sobre aquella primera victoria. Véase: Carlos Pérez Ricart, ¡Victoria mexicana en Boston!, Sin Embargo, 25 de enero de 2024. Disponible en: https://www.sinembargo.mx/25-01-2024/4458595
[2] Estas son: Los acusados son Diamondback Shooting Sports, SnG Tactical, The Hub, Ammo A-Z y Sprague’s Sports.
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28-03-2024 - 12:03 am
"Tras la captura de Ovidio Guzmán, el cártel de Sinaloa no sufrió ninguna merma, pues mantiene un férreo control en veinticinco estados".
El secuestro de sesenta y seis personas, en unas cuantas horas del viernes 22, demuestra no sólo la división interna –o fractura –que enfrenta el cártel de Sinaloa sino su poder en esas entidad y en cien países. Pero en Sinaloa, su asiento, los cabecillas de “esa banda”, como dijo el presidente, imponen desde alcaldes hasta gobernadores.
El cártel de Sinaloa, cuya nueva etapa comenzó en el año 2000, durante el sexenio de Vicente Fox con la fuga de Joaquín Guzmán Loera –“El Chapo”, sobre quien pesa una cadena perpetua en Estados Unidos –se afianzó en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como el grupo criminal más poderoso del país.
Detrás de cada triunfo gubernamental de los candidatos de MORENA, de inmediato, arriba el cártel de Sinaloa para ocupar el territorio. Ha sido el caso de Sonora, Baja California, Veracruz, Guerrero, Michoacán y recientemente la Secretaría de la Defensa Nacional reconoció que las huestes de Ismael “El Mayo” Zambada –el más longevo de los capos en operación –se afincó en Tamaulipas tras el triunfo de Américo Villarreal. Ahora Zambada está asociado con el cártel del Golfo, en otro tiempo sus acérrimos enemigos.
En un amplio reportaje publicado por el periodista Tim Golden, del New York Times, se afirma que el cártel de Sinaloa financió la primera campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006. En ese tiempo, dice Goldem, el grupo criminal entregó dos millones de dólares a un equipo cercano al entonces candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Goldem –dos veces premio Pulitzer –se basó en los testimonios que ante la DEA, la agencia antidrogas norteamericana, rindió un testigo protegido que responde al nombre de Roberto López Nájera y que en el sistema de testigos tiene el nombre de “Jennifer”.
Este personaje aseguró, según lo que cuenta Tim Goldem, que uno de los enlaces entre López Obrador y el cártel de Sinaloa fue el empresario marmolero Francisco León García, conocido en La Comarca Lagunera como “Pancho León”.
Millonario, dueño de hoteles en Acapulco, “Pancho León” era amigo de Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, entonces miembro del cártel de Sinaloa. Pertencía a la célula de los hermanos Beltrán Leyva.
López Nájera arribó un día a la embajada de Estados Unidos en México y contó una historia que convenció a los agentes de la DEA. En ese tiempo, ese personaje era abogado de Édgar Valdez Villarreal, “la Barbie”.
Y ante los agentes de la DEA, López Nájera contó algunos pormenores respecto de cómo se hacía llegar el dinero del cártel de Sinaloa para la campaña de López Obrador en 2006.
Sin embargo, el famoso testigo Jennifer no goza de crédito al menos en México. Fue utilizado por la extinta Procuraduría General de la República como testigo de cargo en múltiples investigaciones. Todas terminaron derrumbadas porque los testimonios de Jennifer no pudieron probar ninguna de las acusaciones.
En 2008, el gobierno de Felipe Calderón realizó en la PGR la llamada Operación Limpieza. Se trataba de una limpia al interior de la institución donde funcionarios, incluidos militares, estaban presuntamente ligados al cártel de Sinaloa y en particular a los hermanos Beltrán Leyva.
El testigo Jennifer fue un instrumento de batalla: declaró en contra de Javier Herrera Valles, quien incriminó a Genaro García Luna por brindar protección al cártel de Sinaloa cuando era secretario de Seguridad Pública: también le pasó cuchillo al exsubprocurador Noé Ramírez Mandujano, quien entonces era titular de la Siedo y, de igual forma, acusó de ligas con el narco al general Tomás Ángeles Dauahare, en ese tiempo subsecretario de la Defensa Nacional. Sin embargo, los incriminados recobraron su libertad por falta de pruebas, pues el testigo nunca pudo probar sus dichos.
López Nájera gozó de impunidad tanto en México como en Estados Unidos, pues fungía como testigo protegido de la DEA y de la PGR. En México el testigo se volvió omnipresente. Aparecía como testigo de cargo en gran parte de los expedientes, como el hubiera militado en todos los cárteles, decía conocer las relaciones de altos funcionarios con el narcotráfico. Pero nada de lo que declaró se sostuvo en tribunales, pues los acusados por él tuvieron que ser liberados al no demostrarse sus vínculos criminales.
Ahora Tim Goldem revive un viejo expediente que data del año 2011, cuando la DEA investigó el supuesto financiamiento del cártel de Sinaloa a la campaña de López Obrador; ese expediente fue desechado, incluso, por inconsistente, pues nunca se pudo probar que el grupo criminal pagó la campaña presidencial de López Obrador en 2006.
En su habitual conferencia mañanera, López Obrador dijo que se trataba de una calumnia; pidió a Estados Unidos que si tiene pruebas que las exhiba o de lo contrario ofrezca una disculpa pública. Y añadió que este tipo de publicaciones siempre aparecen en etapa electoral. México y Estados Unidos actualmente atraviesan una etapa preelectoral donde surgen todo tipo de descalificaciones.
EL CÁRTEL OFICIAL
El año pasado, en el transcurso de un mes y medio, el cártel de Sinaloa sufrió dos fuertes embates: la captura de Ovidio Guzmán, “El Ratón”, y la de Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, hermano de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, quien encabezaba uno de los cuatro bloques que conforman a esa organización criminal que tiene dominios en más de cien países. Junto con “El Guano” fueron capturados por efectivos del Ejército Mexicano tres sicarios en un operativo conjunto con fuerzas estatales de Sinaloa al realizar recorridos aéreos en la zona serrana del municipio de Badiraguato, la tierra de los capos más emblemáticos de Sinaloa.
Autoridades federales informaron que durante un operativo aéreo elementos militares y policías observaron camionetas estacionadas en un lugar poco enmontado y, seguido de ello, personas armadas que, al notar a las autoridades, abordaron las unidades para huir.
Al aterrizar, los militares interceptaron a los hombres en posesión de siete armas largas –una de ellas tipo Barret calibre .50 –, aditamentos lanzagranadas , un arma corta, dos granadas decenas de cargadores y municiones , casos, chalecos tácticos y una cantidad de hierba que, según las autoridades, es parecida a la mariguana.
Tras la captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” –quien ya fue extraditado — el cártel de Sinaloa no sufrió ninguna merma, pues mantiene un férreo control en veinticinco estados.
Además, continúa exportando drogas a Estados Unidos, principalmente fentanilo, y, por si fuera poco, conserva la hegemonía de ser la organización criminal más poderosa del mundo, de acuerdo con la Agencia Antidrogas Norteamericana, la DEA.
Hasta enero pasado –y pese a la captura de Ovidio Guzmán –el cártel de Sinaloa mantenía sus cuatro bloques muy sólidos, pero la detención de Aureliano Guzmán hizo que cambiara el esquema.
Ahora sólo quedan dos alas que se disputan el poder porque no existen buenas relaciones al interior: un frente quedó bajo la tutela de Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, hijos de “El Chapo y medios hermanos de Ovidio Guzmán; el otro sigue bajo el mando de Ismael “El Mayo” Zambada, el capo más longevo del narcotráfico mexicano, sobreviviente de muchas batallas a lo largo de décadas que, de acuerdo con la DEA, es el verdadero jefe del cártel de Sinaloa.
Ambos bloques controlan más de la mitad del territorio nacional, siguen teniendo amplios controles en América Latina y otros continentes y una hegemonía muy poderosa en al menos cien países, de acuerdo con la DEA, pues han mantenido muy bien aceitadas sus redes internacionales.
El cártel de Sinaloa cobró notoriedad en el año 2001, luego de que su jefe máximo de entonces –Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” –se fugara del penal de Puente Grande, en Jalisco; en esa etapa inició la expansión del grupo criminal entonces conformado por Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”; “El Mayo” Zambada”, Ignacio “Nacho” Coronel, entre otros, que construyeron la más poderosa mafia de narcotráfico de los últimos veinte tres años.
Actualmente el cártel se mantiene intocado en su estructura operativa y financiera, pues hasta ahora el gobierno de la Cuarta Transformación no ha podido desmantelar el patrimonio criminal de esa agrupación del crimen organizado, por lo que se mantiene boyante y bien cimentada su base económica.
Como organización criminal, Sinaloa es el más poderoso de América Latina. Sólo rivaliza con el cártel de Jalisco Nueva Generación, otrora su brazo armado; ambos grupos mantienen el monopolio de las drogas sintéticas en el país y se disputan el mercado del fentanilo, una de las drogas más letales y adictivas que tan sólo en el año 2021 dejó cien mil muertos en Estados Unidos por sobredosis.
El cártel de Sinaloa se apresta a conquistar la Ciudad de México, uno de los principales mercados de alto consumo de drogas, y para ello ha incrementado su presencia a través de operadores y representantes, quienes realizan tareas de relaciones públicas, reciben cargamentos y distribuyen una alta gama de narcóticos entre los consumidores.
Lo anterior ya fue reconocido por las autoridades capitalinas, entre otros, por Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana en la capital del país, quien aceptó que el cártel de Sinaloa, encabezado por Ismael “El Mayo” Zambada ha decido apoderarse del mercado de la ciudad de México.
En la capital del país operan cuatro cárteles: Unión Tepito, cártel de Tlahuac, Grupo Anti-Unión y cártel de Neza, todos ellos rivales; ahora, las autoridades han detectado una fuerte presencia del cártel de Sinaloa y amplias redes de operadores que responden a los intereses de Rafael Caro Quintero, el capo que en 2013 fue liberado mediante argucias legales sin sustento.
Durante el gobierno de Felipe Calderón, el llamado “presidente de la guerra”, el cártel de Sinaloa mantuvo el control de la capital del país: tuvieron exclusividad en las operaciones de recepción de drogas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde el verdadero jefe de la mafia era Rey Zambada García, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada.
En aquellos años, el cártel de Sinaloa, entonces comandado por Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, recibían cargamentos de droga procedentes de Centroamérica y Sudamérica en aviones comerciales; la organización criminal también mantuvo un fuerte control entre el personal de las aduanas, pues muchos funcionarios eran, en realidad, operadores del crimen organizado.
El cártel de Sinaloa es el grupo criminal que más creció durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Por ello, la organización criminal tiene presencia en 22 de los 31 estados de la República, con centros importantes en la Ciudad de México, Tepic, Nayarit; Toluca, Estado de México; Zacatecas, Guadalajara y gran parte del estado de Sinaloa. El cártel está involucrado en el tráfico de cocaína, droga que le surten sus socios colombianos. También ha incursionado en el trasiego de drogas sintéticas –el fentanilo y otras –que introducen a Estados Unidos.
De acuerdo con informes de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana de la capital del país, el cártel de Sinaloa ha enviado a representantes a la ciudad de México para intentar expandir su presencia en el mercado de los narcóticos.
La confirmación de lo anterior se efectuó tras la ejecución de varias detenciones de personajes relacionados con “El Mayo” Zambada, jefe de la organización. García Harfuch también reconoció la presencia de Sinaloa en la capital del país cuando era jefe de la policía de la Ciudad de México:
“Se registraron dos detenciones en 2021, pero en diciembre tuvimos otras cuatro y en enero hicimos dos aseguramientos importantes de droga, donde tienen vínculos grupos criminales del norte del país.
“En Concreto sí creemos que hay una presencia y una intención de entrar al mercado de la ciudad de México, pero tengan la seguridad de que estamos alerta para continuar deteniendo a estas personas”, dijo el funcionario, quien es hijo de Javier García Paniagua, un político jalisciense que fue titular de la extinta Dirección Federal de Seguridad en el gobierno de José López Portillo.
–¿Desde cuándo detectaron que el cártel de Sinaloa tiene presencia en la Ciudad de México? –se le preguntó a García Harfuch.
“Nosotros creemos que estas organizaciones grandes siempre han tenido presencia en la ciudad de México y constantemente, al ser organizaciones delictivas con grandes recursos, siempre van a intentar tener mayores espacios en la ciudad de México.
Diversas detenciones de personajes ligados al cártel de Sinaloa permiten confirmar que ese grupo criminal ya opera abiertamente en la capital del país.
El pasado 5 de febrero de 2022, por ejemplo, se realizó la detención de un sujeto ligado al cártel de Sinaloa en la ciudad de México, Su nombre: Josué Ramón “M”, apodado “El Pollo”. Fue capturado por elementos de la Marina en el barrio de Tepito.
La detención se efectuó tras la implementación de un operativo de seguridad conjunto entre la Marina y elementos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. También fueron cateados ocho domicilios en zonas aledañas que eran refugios de “El Pollo”.
Durante el operativo se estableció un perímetro entre las calles Granada, Gorostiza, Tenochtitlán, Toltecas y Avenida del Trabajo, en la colonia Morelos. El resultado fue la detención de dos sujetos más y una mujer, quienes fueron acusados de almacenar y comerciar con drogas.
El 15 de mayo de 2021, personal de la SSC capturaron a Gilberto Pérez Camacho, “El Mex”, quien fungió como enlace del cártel de Sinaloa en la ciudad de México.
Según la ficha criminal, “El Mex” recibía cargamentos de droga en pistas clandestinas del estado de Puebla, las cuales provenían de diferentes partes de Sudamérica y eran transportados por pilotos mexicanos y extranjeros, quienes estaban bajo las órdenes del presunto criminal.
No es todo: El 13 de enero último, policías de la Ciudad de México arrestaron a Rodolfo Moreno y Marco Murguía mientras circulaban a bordo de un vehículo BMW blanco. Iban armados y llevaban consigo cinco paquetes de cocaína. La detención se efectuó en la avenida presidente Mazarik, en la colonia Polanco.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, los detenidos –de 21 y 27 años de edad –notaron la presencia policial, por lo que aceleraron la marcha del vehículo e intentaron cambiar de dirección. Por ello les fue marcado el alto. Cuando descendieron fueron inspeccionados y en el interior del automóvil fue hallada la droga, así como armas cortas, una de ellas, según las autoridades, estaba bañada en oro.
Las autoridades aseguraron que los detenidos son originarios de Sinaloa y Sonora, respectivamente; el mayor de ellos, dicen los reportes, está relacionado con una célula delictiva dedicada a la distribución de drogas.
EL AUGE CRIMINAL
Después del proceso electoral del 6 de junio de 2021, donde el Partido de Regeneración Nacional (MORENA) lo ganó casi todo, el cártel de Sinaloa se posicionó en territorios que anhelaba pero que no podía controlar debido a la presencia del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), su acérrimo rival en el mundo de las drogas.
Ahora, con los triunfos de MORENA en Sinaloa, Sonora y Baja California, el cártel que comanda Ismael “El Mayo” Zambada se colocó como la primera fuerza criminal en la zona norte del país y, a través de diversas alianzas, ahora domina todo ese corredor, uno de los más importantes en el tráfico de drogas –entre ellas la cocaína, heroína, drogas sintéticas y fentanilo –así como el tráfico humano, otro de los negocios boyantes de esa organización criminal.
Se asegura que los operadores del cártel de Sinaloa fueron una pieza clave para que el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador obtuviera el triunfo en trece de las quince gubernaturas que se disputaron en junio de 2021; con ello, el grupo sinaloense más poderoso del mundo se colocó como una fuerza criminal importante. Lo curioso de todo esto es que ninguno de sus miembros son perseguidos por la justicia, a pesar de que su líder –“El Mayo” Zambada –es reclamado por la justicia estadunidense por tráfico de estupefacientes y existe una recompensa de 15 millones de dólares por su cabeza.
Con el posicionamiento logrado en los estados de Sinaloa, Sonora y Baja California –además de los municipios aledaños a estas entidades –el cártel de Sinaloa ya cuenta con un amplio dominio territorial que lo convirtió en un cártel más que boyante en el mercado de las drogas.
Y es que su dominio territorial le permite diversas facilidades para traficar drogas hacia Estados Unidos. Una ciudad clave para este propósito es Tijuana, donde el cártel del mismo nombre encabezado por los Arellamo Félix han establecido alianzas con los sinaloenses, algo que habría sido impensable en la época de Benjamín y Ramón Arellano, fundadores del legendario y violento cártel de Tijuana, uno de los primeros que logró alianzas internacionales: se asoció con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un movimiento guerrillero que se ligó al tráfico de drogas en la década de los ochenta y noventa.
El cártel de Sinaloa lo ha tocado absolutamente todo desde que fue reactivado, en el año 2001, tras la fuga de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, quien se evadió del penal de Puente Grande dieciséis días después de que el entonces presidente Vicente Fox tomó posesión como presidente de la República.
Ese grupo criminal fue, en estricto sentido, un proyecto de la derecha: se rearticuló con Fox y se consolidó con Felipe Calderón –el llamado “presidente de la Guerra” –en cuyo gobierno esa organización criminal tuvo la capacidad para tener a su disposición una secretaría de Estado: la Secretaría de Seguridad Pública que encabezó en ese sexenio Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos por brindar protección a esa organización criminal.
Con Enrique Peña Nieto, los líderes de ese cártel –Juan José Esparragoza Moreno, El Azul”; Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán nunca fueron perseguidos puntualmente, todo lo contrario, se les brindó cobijo oficial. Debido a la presión internacional que ejerció el gobierno de Estados Unidos, en el segundo tramo de ese periodo gubernamental el entonces poderoso líder de ese clan empezó a ser buscado. Fue en 2014 cuando dieron con su paradero y lo encarcelaron en el penal de La Palma, de donde otra vez se fugó con apoyo gubernamental. Se dijo que mandó a cavar un túnel y por ahí se escapó. La realidad es que le abrieron la puerta.
Esparragoza Moreno, “El Azul”, optó por autodesaparacerse: lo dieron por muerto, según la versión de su familia, falleció después de sufrir un accidente automovilístico. Pero hasta la fecha ninguna autoridad extranjera ni mexicana ha confirmado que el capo esté muerto. Un dato que nos aproxima a considerar que esté vivo es que en el actual gobierno se consolida el proyecto que él siempre anheló: construir una Federación de organizaciones criminales que controlen el negocio del tráfico de drogas en el país, que se pongan de acuerdo en el manejo de los negocios y territorios y que no generen violencia. Todo indica que el gobierno de la Cuarta Transformación consideró viable ese proyecto. Por ello, les concedió los territorios al crimen a cambio de que MORENA obtuviera triunfos arrolladores, como ocurrió, e la elección del pasado 6 de junio.
Así, el proyecto criminal y político se consolida.
Todo esto viene a cuento precisamente porque el cártel de Sinaloa ha negociado con todos los gobiernos. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto ese grupo criminal lavó dinero a través de diversas empresas que son investigadas en Andorra, España, junto con el abogado Juan Collado Mocelo, defensor de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, respectivamente.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por las autoridades de Andorra, el abogado postulante –quien está preso desde julio de 2019 – cobró en ese paraíso fiscal 45.9 millones de dólares de una red empresarial usada por el cártel de Sinaloa para blanquear fondos, según una denuncia periodística del diario “El País”.
En total son catorce empresas con cuentas en la banca privada de Andorra a las que recurrió para lavar su dinero la organización de “El Chapo” Guzmán. Según el periódico español, entre 2009 y 2013, movieron sumas multimillonarias a esa institución financiera, cuyo objetivo fue lavar los fondos.
Dice “El País” que las sociedades supuestamente eran instrumentos, no tenían actividad real y fueron empleados también por otros grupos y organizaciones para el blanqueo de capitales.
Para indagar quien o quienes se esconden tras el patrimonio de Collado –presuntamente los expresidentes Salinas y Peña, entre otros políticos acaudalados –las autoridades de Andorra solicitaron en mayo de 2017 a los investigadores identificar a los ciudadanos mexicanos que enviaran dinero al letrado, por ser su eslabón imprescindible a fin de determinar el origen de los fondos.
También se pidió entonces información sobre 23 cuentas en la BPA –entre otras unas 14 que fueron usadas por el cártel de Sinaloa –para averiguar la identidad de sus auténticos representantes.
En todo este enjuague está implicado el abogado Collado Mocelo, quien sigue preso en una prisión de la ciudad de México acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero.
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28-03-2024 - 12:01 am
"Durante todas las décadas anteriores los intelectuales de la derecha en el poder, que hoy están muy preocupados, no encontraron ningún peligro en el ejercicio democrático".
He estado leyendo con atención, querido lector, algunos de los artículos que intelectuales de la oposición han publicado estos días. Digo, “intelectuales de la oposición”, porque abiertamente apoyan a la candidata opositora Xóchitl Gálvez y la coalición que la postula. Me interesan los argumentos de los más serenos, cuando parecen provenir de otro lugar que no es la abierta militancia. Sobre todo, me interesan los argumentos que afirman que solo si la oposición gana, o mejor dicho, que solo si Morena pierde, la democracia estará a salvo. Es un argumento muy extraño, querido lector, que contradice el sentido mismo de la democracia. La explicación es muy simple: aseveran que de ganar Morena, aplicaría reformas que son contrarias al sistema democrático mexicano, como la desaparición de algunos organismos autónomos y la reforma al poder judicial.
Claro, para ello, Morena no solo tendría que ganar la presidencia sino las mayorías legislativas, como quien dice, arrasar como incluso no lo hizo en 2018 o llegar a acuerdos democráticos con otras fuerzas políticas. Eso, la verdad, no se ve muy probable, querido lector. Digamos, es un escenario hipotético creado por ellos. El diseño institucional de la democracia mexicana permite que se hagan cambios por mayorías o llegando a acuerdos, como sabemos. Así, durante las últimas décadas la Constitución ha sufrido múltiples modificaciones. Algunas de ellas fueron contrarias a lo que una minoría, la izquierda opositora, sostenía. El argumento que la izquierda sostenía en ese entonces era en esencia el mismo que hoy los derechistas sostienen: las modificaciones atentaban contra el interés nacional, pero no comportaba el chantaje del fin de la democracia de la minoría opositora de hoy.
La oposición izquierdista no pudo hacer nada en ese entonces porque era una minoría, y las reformas se impusieron a pesar de ella, como sucede en los sistemas democráticos. Fueron batallas que una y otra vez perdieron en el Congreso, hasta 2018 cuando llegaron al poder con López Obrador y con una gran fuerza y legitimidad, concedida por la mayoría del pueblo de México. Hoy, es evidente que hay dos ideas de país distintas, encontradas si se quiere, pero ambas igualmente legítimas. Tratar de deslegitimar a la morenista como “antidemocrática” es el último episodio de la propaganda electoral opositora.
Y es que, durante todas las décadas anteriores los intelectuales de la derecha en el poder, que hoy están muy preocupados, no encontraron ningún peligro en el ejercicio democrático, en la imposición de las mayorías o en los acuerdos de grupos políticos para imponer una concepción del país, al contrario, lo celebraban con bombo y platillo. Descalificaban a la oposición izquierdista y a los movimientos sociales populares. No pocas veces justificaron al gobierno en episodios autoritarios y criminales, mientras se sumaban a los nuevos negocios promovidos por las reformas. Se convirtieron en publicistas y en intelectuales oficilistas sin ningún reparo. Esencialmente, estaban de acuerdo con el status quo que, además, terminó por beneficiarlos. La cercanía con el poder no era exclusivamente ideológica, sino que el poder supo recompensarlos. No es extraño, pues, que hoy, como parte de una minoría opositora, añoren, idealicen un pasado nacional que está muy lejos de ser idílico, al menos para la mayoría de los mexicanos. Y es que esto es lo extraño, querido lector, que esa clase intelectual, aún hoy, sea totalmente incapaz de ver críticamente el país, tal cual era. El estado de corrupción generalizada del gobierno, la inequidad monstruosa, la pobreza mayoritaria que hizo que la izquierda llegara al poder, a este selecto grupo de amantes de la democracia no les importaba o les parecía aceptable.
De otra manera no se entiende que todo el proyecto de la oposición, por la que ellos se inclinan, consista en regresar al país a donde estaba. Son, en efecto, conservadores de lo peor que teníamos o de lo mejor que ellos tenían. Su país maravilloso vivía en esa disparidad que el propio sistema creó y en el hecho de que el gobierno estaba al servicio de una minoría privilegiada. Ni modo, hay que decirlo: a su servicio. Piénsese nomás en las propuestas en el área cultural de la opositora Xóchitl Gálvez: una de ellas es… regresarles sus privilegios… ¡al mismo grupito intelectual que fue privilegiado durante décadas y de la misma manera! Su propuesta: darles puestos en la diplomacia cultural, para que el Estado les pague sus vacaciones y periodos creativos (sin competir por ninguna beca o estímulo con el resto de creadores mexicanos) y los promueva por todo el mundo, como en el sexenio foxista. De hecho, que la encargada de cultura del equipo de Gálvez, sea una exfuncionaria calderonista, dice mucho. No les importó que la exfuncionaria haya sido denunciada por desvío de recursos, ni las múltiples críticas del sector cultural en torno a la corrupción en su gestión ni las exigencias de democratización de esa área, en esos años.
Ver como algunos escritores e intelectuales hacen campaña por la oposición, a sabiendas de que perdieron prebendas este sexenio, no deja lugar a dudas sobre lo que desean y anhelan, lastimosamente. Y le va a parecer extraño, querido lector, pero a mí esa oposición me parece lamentable: es una oportunidad perdida para plantear un país mejor, diferente, no un país que ya conocemos, de sobra. Porque, en efecto, hay muchas cosas buenas que podrían rescatarse y otras muchas que el gobierno de Morena no llevó a cabo. La molestia del sector cultural no consistía en que las cosas cambiaran, sino en cómo no cambiaron o empeoraron: cómo no ampliaron el presupuesto, cómo centralizaron, cómo no democratizaron, cómo destruyeron las cosas que sí funcionaban y cómo no mejoraron las que no. Su enorme desdén por la cultura, ideológico y económico, y por la comunidad cultural fueron errores de la izquierda. Pero viendo las propuestas de la derecha, una no puede sino lamentarse. Lo que nos proponen es totalmente inaceptable.
Volver al pasado para “salvar la democracia”, en realidad significa volver al pasado para “salvarlos a ellos”. No, pues imposible, querido lector. Será por eso que Morena vuela por los aires, ya muy lejos.
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27-03-2024 - 12:05 am
"Lo que es de la política son las dos cosas que suceden en la historia de Jesucristo. Primero, su sacrificio público en la cruz y, después, las razones de su persecusión".
Pensé escribir esta columna para acompañar a quienes están trabajando y a quienes se tomaron un tiempo de vacaciones. Mi idea es reflexionar políticamente sobre la Semana Santa, la de Jesucristo. No me meteré con las creencias de los católicos, los protestantes, los cristianos, porque eso pertenece a otro género, la fe y la religión. Lo que es de la política son las dos cosas que suceden en la historia de Jesucristo. Primero, su sacrificio público en la cruz y, después, las razones de su persecusión.
La Pasión no es otra cosa que la narración del linchamiento de una víctima. “Perdónalos, Señor, no saben lo que hacen”, es justo la frase que toda víctima dirigirá a sus linchadores. Después de él, todos los perseguidos, desde las brujas quemadas hasta los seres humanos en los campos de exterminio, sacrificados por las leyes raciales, darán cauce al extrañamiento moral hacia quienes sienten que exterminar al otro, resuelve el dilema planteado por la diferencia. . En el linchamiento, en efecto, nadie sabe por qué lo que hace. Es un escándalo, en el sentido griego, es decir: tropezar o cojear. Chocamos con el escándalo como lo haríamos con una piedra pero no seguimos nuestro camino como si nada, sino que repetimos el movimiento de quien cojea, de quien va renqueando: vamos a venimos, nos alzamos y volvemos a caer. El escándalo es con lo que topamos pero que, al mismo tiempo que nos repugna, nos atrae. Pensemos en el martirio de Jesucristo en la cruz y la congregación de personas que lo mira agonizando. Hay de los dos escándalos: a quienes se han topado con eso, lo miran y les embelesa. La atracción del dolor ajeno. Pero hay quienes En esas dos actitudes están los dos significados que tanto el español como el inglés tienen para referirse a las concentraciones humanas. Por una parte hay una multitud, es decir en inglés una “crowd” y, por otro lado, está una turba, una “mob”, que disfruta del linchamiento y ha sido partícipe de él. Para la multitud hay una especie de espectáculo del mismo momento de congregarse. Para la turba es otra cosa. ¿Qué es lo que estimula a los linchadores a vitorear que se crucifique a alguien? Es la mentalidad de la guerra. Es pensar que yo estaré mejor si el otro desaparece. Que hay algo que compensa lo que sea que sufro en mi propia existencia si veo cómo torturan y eliminan a otro. Ni los espectadores ni los linchadores saben realmente “lo que hacen” porque la decisión de crucificar es de los gobernantes. Pero alientan la destrucción porque es lo único que los congrega. Es lo único en lo que están de acuerdo. Aquí estoy tentado a hablar del escritor Martín Moreno que propuso incinerar a los “morenistas” en el Zócalo o, incluso a quienes han propuesto volver al siglo XIX y que no voten los pobres o los que no enseñen un certificado escolar. Pero no lo haré porque estamos pensando en lo que ocurrió hace dos milenios, pero la mentalidad de guerra realmente no ha cambiado: yo estaría mejor si los demás desaparecieran. En nuestra era, la del neoliberalismo, es no ver a los otros, menos escucharlos.
Pero volvamos a Jesucristo. Por Lucas sabemos que Jesús nació durante un acto burocrático, el levantamiento de un censo, ordenado por el César Augusto y llevado a cabo en Siria por el gobernador, Quirino. Dice Lucas: “E iban todos a empadronarse, cada uno en su ciudad. José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, para empadronarse con María, su esposa que iba encinta. Estando ahí, se cumplieron los días de su parto, y dio a luz a su hijo, y le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón”. Están ahí, de paso, para cumplir con un requisito de los gobernantes de ser contados en un censo de población. El nacimiento de Jesús es un sometimiento a las leyes de los ocupantes romanos. Es pobre. Sus padres lo son y, también, son ancianos para la época. Viven en una zona, Galilea, convulsionada por rebeliones contra la ocupación.
Jesús representa un culto que no es institucional y que es aprobado antes por los sabios paganos —los reyes magos— que por los sacerdotes del Templo. En este punto es donde se da la novedad del liderazgo de Jesús. A los césares se les dotaba de un origen celestial, como el caso de Octavio, pero era la primera vez que se hacía con el hijo de un carpintero. Esto tiene una consecuencia política: Jesús, a diferencia de Juan El Bautista, no usa el agua para santificar el cuerpo de las almas ya purificadas, sino para borrar los pecados. Fuera del Templo, propone una alternativa de salvación radical: Jesús invoca las rebeliones campesinas de Moisés y Josué. En vez de la esperanza en una final apocalíptico que resuelva desde arriba —allá en el cielo— todos los sufrimientos, propone la acción en esta tierra. El historiador del siglo I, Josefo, lo escribe así en La Guerra de los judíos: “Hicieron que enloqueciese todo el vulgo y gente popular, porque se salían a los desiertos y soledades, haciéndoles creer que Dios les mostraba ahí indicios y señales de la libertad que habían de tener”. El viaje al desierto funciona como un experimiento de liberación. El mismo Josefo, en Antigüedades de los judíos, escrita en el año 94, relata así este ritual liberador: “Llegó por entonces a Jerusalén un sujeto proveniente de Egipto que decía ser profeta y aconsejaba al pueblo que lo acompañase al Monte de los Olivos pues, desde ahí, les mostraría cómo caerían las murallas de la ciudad y su entrada a ella”. Es, tal cual, la idea de Josué al tirar las paredes que circundaban Jericó. No hay que esperar el reino de los cielos, su advenimiento, sino forzar la entrada en su ciudad. En su intento, ese niño de Nazaret, queda aplastado por la represión del poder constituido: un Pilatos ambigüo que neutraliza su responsabilidad escudado en su puesto civil. Es el de la banalidad del mal, el empleado que cumple con las órdenes aunque éstas impliquen matar a otro.
No es difícil ver el mensaje radical de Jesús. Dice la Biblia: “¿Piensan que he venido a traer la paz en la tierra? Eso no, sino el disenso. Quien no odie a su padre y a su madre no podrá ser discípulo mío”. Estas palabras de los evangelios nos hacen pensar un movimiento político que se plantea como generacional. Luego, Jesús invoca a todos los marginales de la vida en Galilea: los mendigos, las prostitutas, los leprosos, y los niños. ¿Por qué los niños? Porque se opone a la potestad del padre de dejar vivir o asesinar a sus hijos. Esa potestad en la que se basa el Estado romano cuando la hace extensiva a todo el pueblo. Cuando Jesús habla de contra los padres lo hace contra el Estado romano que los somete. Cuando habla de los niños también habla de quienes son menores de edad, los colonizados. Invoca a la mostaza, una planta que crece sin control en los sembradíos y que, con su olor, atrae a los pájaros que arrasan las cosechas. Se ve a sí mismo sembrando esta planta que atrae la destrucción del Imperio romano.
Jesús es un carpintero con metáforas de una rebelión de campesinos pobres. Como en una película de Luis Buñuel, el Jesús de Lucas les ordena: “Salgan deprisa a las calles y plazas de la ciudad, y a los pobres, tullidos, ciegos, cojos, traélos aquí”. El resultado es un banquete para los marginales, para quienes no son bienvenidos en los templos. Se sientan a comer, esclavos y hombres libres, mujeres sin maridos —”prostitutas” para la misoginia en voga—, enfermos, niños. No hay ya deshonra en estar excluidos. Todos somos iguales en nuestra dignidad humana que no es otra que la vulnerabilidad. Es un mensaje y una acción muy radical. Es un ataque a las jerarquías dentro de la familia y los templos, en la sociedad misma.
Jesús venía de una tradición del dominio romano sobre los hebreos y de su contraparte, las rebeliones. Los zelotas —de los cuales, Judas era dirigente— descreían de las jerarquías dadas por el origen familiar o por la educación. Los zelotas rifaban el cargo de sacerdote. Josefo se escandaliza: “La suerte cayó en un hombre que no sólo no era del linaje de los pontífices, sino que no sabía lo que era un pontífice, de tan rústico y grosero que era”. Lo que Jesús hace es neutralizar las reglas de la exclusión a partir de abrazar a los que nadie quiere tener cerca. Es el caso de los leprosos. No me meto en si Jesús obró o no el milagro clínico de curarlos, sino que enfatizo algo que me parece políticamente más importante: los abrazaba, a pesar de que lo podían contagiar. El contacto físico con los leprosos les aminoraba su exclusión social, y Jesús mostraba con ello su capacidad para empatizar en el dolor con todos sus semejantes, con todos los seres humanos. Es el origen de los derechos humanos. Tocarlos, abrazarlos, invitarlos a la mesa, significaba violar los preceptos de la pureza sacerdotal.
En lo que en estos días conmemoramos, la Semana Santa, Jesús se convierte en Cristo —el martirizado— porque representa a los campesinos de Galilea contra los sacerdotes de Jerusalén que son cómplices de la ocupación romana. Lo que es del César y lo que es de Dios se convierte en motivo de disputa. Jesús se decanta, no por confrontar directamente al César, sino por la reforma de las mentalidades, por el cambio cultural, que es más profundo. Su libertad está exenta de deseos y de dolor. Sus creyentes se convierten por los caminos rurales en “curados”, en autosuficientes en un tipo de pobreza material que es consciente, no impuesta. En su caso, la muerte —la crucifixión era una medida usada contra rebeldes políticos castigados, además, con no permitir a los familiares sepultar el cadáver— no era un final de algo, sino una victoria cultural.
Una historia que se mimetiza con la de Jesús. La cuenta un contemporáneo de Josefo, Filón de Alejandría, en su crónica contra Aulio Avilio Flaco, un despiadado perseguidor de los judíos. Relata que existía en esa ciudad de Alejandría un hombre, llamado Carabas, que vivía desnudo en la calle y al que no le preocupaba ni el frío ni el calor ni las burlas de los transeúntes. Un poco como Diógenes, el creador de la escuela cínica de filosofía. Un día, los habitantes decidieron vestir a Carabas, el loco, como el rey Agripa, que Calígula les había impuesto a los judíos. Lo llamaron “Marín”, “señor” en sirio, porque de ahí era originario Agripa. A carabas, ahora llamado “Marín”, le pusieron un papiro a manera de cetro y una corona de espinas. “Salve, rey de los judíos”, se burlaron de él. Cuando la guardia pretoriana irrumpió en el gimnasio donde se aplaudía esta protesta teatral, los soldados se llevaron preso al loco Carabas. Por la noche, lo habían crucificado. Permaneció insepulto porque nadie reclamó su cuerpo. Unos días después, apareció un nuevo hombre desnudo sin hogar. Se preguntaron si Carabas había resucitado o, tan sólo, que los pobres eran todos iguales.
Y aquí quiero descansar este breve acompañamiento a su Semana Santa. En los pobres, en los excluídos. Desde un punto de vista exclusivamente político, Jesús es quien, desde su origen humilde, reivindica a los discriminados, descartados, sobrantes. Los abraza, los invita a partir el pan y a beber el vino en una mesa tan larga que no rechace a nadie. Por eso es perseguido. Porque su idea de la vida trastoca completamente las injusticias sociales. “Los últimos serán los primeros”. O, en nuestros días, “Primero los pobres”, son consignas que se exceden a sí mismas en los contenidos que podemos darles y, sobre todo, imaginarles. Y a eso los convoco, al menos, durante el tiempo que duró esta columna: a imaginar un mundo como el que abrió Jesús, el de Nazareth.
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27-03-2024 - 12:04 am
"La carretera asemeja una serpiente que se oculta tras la neblina".
I
El árbol de flores amarillas
en los bordes del sentimiento,
cubre la fachada de la casa
donde ya nadie se encuentra.
A pecho tierra
las nubes indagan
los restos de los sueños:
esos espejos rotos,
sus fijaciones de púas,
emociones henchidas de posesión;
el papel celofán rasgado
del abrupto mañana aparecido;
la extrañeza del reacomodo,
la velocidad capturada
en las alertas de la psique.
II
La carretera asemeja
una serpiente que se oculta
tras la neblina;
es el antifaz
de este amanecer,
cuyo sabio lenguaje
de humedad y luz
conversa con estas colinas,
acaricia sus laderas,
se recuesta en sus cuevas
y generosa se retira,
para que el sol
retorne,
con sus consistentes labores.
Ahí está
el disco luminoso,
su índice de fuego
sobre nuestros hombros;
se asemeja
a los viejos dibujos de los niños
en los pupitres de la geografía,
a la pequeña lupa,
al quemar las hojas secas
de precoces juegos.
III
Las palmeras del altiplano
están alertas
custodian por tramos el camino
y nos advierten…
La larga línea de kilómetros
también es un viaje
al pasado de cada quien:
inexistente y presente,
un sudor metafísico
que nos impregna
de incertidumbre.
Pareciera que todos
estamos en medio de una pausa;
actores secundarios o estelares
ignoramos el guion de esta obra,
a la espera de salir en escena.
IV
La risa del inmenso Buda
recostado en el Templo de Rangún;
el Nazareno Negro de Quiapo
cargado de heridas,
cargado por miles
por las calles de Manila.
Cuánta devoción, cuántos rezos,
mientras ascendemos y descendemos
por las cañadas de nuestra búsqueda,
con la imagen de La Guadalupana
en el retrovisor.
Los recuerdos desmenuzados
se arrojan a la hierba seca.
Ya son llamaradas,
pequeñas columnas de humo;
lo corpóreo se extingue.
El Ayer con mayúscula,
se desvanece en nuestras manos.
Las palomas negras
convertidas en flechas amarillas
señalan el rumbo a seguir
Aunque lo ignoremos,
desde el inicio somos peregrinos;
con dioses o con diosas,
sin ellos o sin ellas.
V
En esta encrucijada de tiempos,
habitamos lo imaginario y lo real.
Las fiestas son el guiño
de la libertad y sus anhelos;
danzamos
en espera de poder volar,
alzamos los brazos,
damos vueltas
en círculos,
imitamos
a los planetas
para no olvidar
nuestra extrañeza.
Los ángeles
que ostentan
una envidiable ingravidez:
guardianes de vocación,
de compasión incomparable,
se ocultan.
Los demonios,
encarnadas sombras,
revestidas de nombres y apellidos,
pretenden confundirnos
e incluso suplantarnos.
VI
Cuando se desvanece el nombre
en el tejido de la memoria,
las coordenadas se pierden.
Los bufones pululan por doquier
ante la ausencia del conocimiento
y su extravío; entre cascajos
aparentan figurar y nos reclutan.
Los cuerpos robotizados y hambrientos
de toda clase de deseos
sin el oasis del alma,
divagan y se violentan.
La neblina
y esa parvada de grises, blancos,
oro y cobre:
el punto y coma del amanecer.
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26-03-2024 - 12:04 am
"La idea liberal de la separación de esferas de acción entre el orden civil y el orden militar agregó un nuevo elemento para la acción policíaca".
El término policía tiene el mismo origen etimológico que la palabra política. Ambos provienen del concepto griego politeia, que más que ciudad significa régimen político basado en el orden público.
Sin embargo, como muchas cosas, las primeras acciones policíacas se remontan muy probablemente a China, donde los así llamados prefectos tenían el mandato de proteger el orden en las comunidades, mediante la coerción física.
En Occidente, fueron el filósofo inglés, Thomas Hobbes, y el académico alemán, Max Weber, quienes establecieron las bases teóricas para la acción policiaca moderna. Hobbes propuso que el imperativo de una sociedad civilizada era establecer condiciones de seguridad pública mínima. Por su parte, Weber señaló que la soberanía pertenecía a quien tuviera el monopolio legítimo de la violencia. El Estado debería tener este monopolio, que jamás habría que compartir con otra instancia, pues, si ese fuera el caso, lo que vendría sería el caos.
A su vez, la idea liberal de la separación de esferas de acción entre el orden civil y el orden militar agregó un nuevo elemento para la acción policíaca, que sólo debe desplegarse – en una sociedad bien ordenada – dentro de la esfera civil.
En México, estos tres aspectos: el hobbesiano, el weberiano y el que proclama la distinción entre lo militar y lo civil, han sido tergiversados. Esto es, quizás, la razón primordial de nuestros predicamentos.
La solución es regresar a las bases hobbesianas, weberianas y civilistas. Eso se puede hacer mediante la implementación de algunas medidas, al tiempo necesarias y urgentes.
En primer lugar, se deben regresar las labores policiacas a la estructura civil de gobierno. Si se quiere que el ejército auxilie en labores de seguridad pública, su radio de acción debería circunscribirse, de manera transitoria, a localidades donde hay altos índices delictivos. En segundo lugar, es necesario fortalecer el federalismo, mediante la transferencia de ayuda financiera significativa a los cuerpos policíacos en los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal. Hay muchas razones para pensar que el centralismo en esta materia no es recomendable en nuestro país. En tercer lugar, se debe dotar de recursos suficientes a nuestros cuerpos de seguridad civil. Por obvias razones, hay una conexión entre policías bien pagados y recompensados por su labor y el aumento de la seguridad ciudadana. De manera conexa, habría que pensar en la fundación de una escuela o academia de formación policíaca al nivel de las que existen en los países más desarrollados en la materia. En cuarto lugar, los ministerios públicos tienen que ser convertidos en verdaderos centros de investigación de hechos delictuosos. Esta reconstrucción de los ministerios públicos pasa no sólo por aumentar su presupuesto, sino por reorganizar su estructura administrativa, de tal forma que se cumpla con el objetivo principal de investigar y, en su caso, detener a posibles criminales y delincuentes.
Estas acciones, como mínimo, deben ser el fundamento de un nuevo paradigma de seguridad ciudadana.
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26-03-2024 - 12:03 am
"Se vendió ilusión e ilegalidad a quienes identifican ambas colonias con un estatus mejor o con una probabilidad de inversión rentable, aquello que después sería evidenciado, según las declaraciones de los propios responsables, como delitos de extorsión y fraude".
Las viejas casonas características de colonias como la Del Valle o Narvarte —tan solo por mencionar dos de la Benito Juárez afectadas por el esquema de fraude inmobiliario— cedieron su espacio a complejos habitacionales de siete, ocho o más pisos en violación a la norma vigente de uso de suelo.
Se vendió ilusión e ilegalidad a quienes identifican ambas colonias con un estatus mejor o con una probabilidad de inversión rentable, aquello que después sería evidenciado, según las declaraciones de los propios responsables, como delitos de extorsión y fraude.
Además de algunos reportajes, era un secreto local a voces hasta 2021, cuando la explosión por acumulación de gas en un edificio de la colonia Acacias detonó 1) la investigación de la Fiscalía de Justicia demostrativa de entramados de corrupción y riesgos al menos desde 2009, así como 2) reformas penales para tipificar esta conducta.
Como consecuencia del interés del legislativo ante una iniciativa enviada por el Jefe de Gobierno, Martí Batres, el Congreso de la Ciudad de México aprobó adicionar el artículo 276 Quater del Código Penal para definir “corrupción inmobiliaria” y establecer sanciones de 10 a 20 años de prisión.
Este delito es cometido por “el servidor público que por acción u omisión permita o tolere la construcción de inmuebles o la edificación de pisos adicionales a los autorizados”. Y si obtiene beneficio económico —lo cual en prácticamente todos los casos ocurre— la pena aumenta en una mitad, con lo cual puede alcanzar hasta 30 años de cárcel. Lo mismo aplica para familiares hasta en cuarto grado, socios u otras personas cómplices.
Las normas deben ser dinámicas y la sensibilidad del legislador también. No ocurrió ante las piezas periodísticas publicadas, una de ellas la de Reforma, exhibida por Clara Brugada durante el primer debate rumbo a las elecciones de junio para la Jefatura de Gobierno. Al fin la norma se modificó.
Frente a las evidencias de la red de corrupción de exfuncionarios de la Benito Juárez, la cual incluso tiene en prisión al exdelegado Christian Von Roehrich, resulta tanto fuera de lugar como irrelevante argumentar “motivaciones políticas”.
El mismo exalcalde Santiago Taboada, segundo en las preferencias por la jefatura de gobierno, ha intentado desmarcarse. “No meto las manos al fuego por nadie”, dijo la semana pasada ante estudiantes de la Ibero.
La Secretaría de Desarrollo Económico de CDMX ha contabilizado más de 260 pisos extra en al menos 130 edificios, los ingresos ilegales de exfuncionarios se calculan en más de 7 mil millones de pesos, y van cuatro exservidores públicos sentenciados, dos de ellos, incluso, han devuelto inmuebles por un valor superior a 80 millones de pesos como parte de la reparación del daño.
La corrupción no ha desaparecido en esta administración. El esfuerzo iniciado por Andrés Manuel López Obrador tendrá continuidad garantizada en la prácticamente segura próxima Presidenta, Claudia Sheinbaum. El segundo piso contra la impunidad está en sus manos.
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26-03-2024 - 12:02 am
Muchos pacientes con cáncer tienen la percepción de que navegan por un campo minado de términos y conocimiento cada vez que se presentan a la consulta.
La reciente noticia de que Catherine Elizabeth Middleton, figura pública y miembro de la llamada familia real del Reino Unido conocida como Kate Middleton fue diagnosticada con cáncer hallado de manera incidental y que actualmente se encuentra recibiendo quimioterapia “preventiva” ha motivado que algunas personas se acerquen a preguntar de manera puntual: ¿Por qué se oyen mas casos de gente joven con cáncer? ¿Cómo podemos prevenir que no nos suceda?
Cuando identificamos, diagnosticamos o tenemos sólidas sospechas de que un tumor en una persona puede ser maligno inicia un tono y una forma de conversación muy particular con las personas padeciendo esta enfermedad. Se inicia una conversación profesional muy delicada a la cual debemos prestarle particular atención.
Para quienes hemos recibido entrenamiento en oncología, rama de la medicina especializada en cáncer, es fundamental entender el impacto que tendrán nuestras palabras en las personas. Les introducimos en nuestra explicación en una espiral de términos, pronósticos, planes de diagnóstico, pruebas y tratamientos los cuales, no debemos olvidar, para la mayoría de las personas es la primera vez que de manera personal deben entender, elaborar y reconocer como parte de su vida.
Muchos pacientes con cáncer tienen la percepción de que navegan por un campo minado de términos y conocimiento cada vez que se presentan a la consulta. En culturas como la mexicana, el rol de los remedios tradicionales, mágicos, esotéricos encuentra aún terreno fértil para distraer la atención en el mejor de los casos y en los peores retrasar el diagnostico de certeza, el tratamiento y algunas veces causar también un daño patrimonial, ya que algunas terapias alternativas son muy costosas e ineficaces.
Aun cuando es cierto que las personas al final deciden qué desean hacer con su vida y que he tenido casos de personas que deciden no hacer nada, también es cierto que algunas pacientes deciden usar tratamientos alternativos y al ver la ineficacia, regresar a recibir el plan propuesto. Es muy probable que al no recibir tratamiento por un periodo de tiempo, la etapa clínica y el pronóstico se hayan modificado y no en pocas ocasiones la ventana de oportunidad para tratamiento curativo se haya cerrado.
Los casos de cáncer como un hallazgo incidental, no sospechado son pocos, más bien raros. Con los avances de la medicina moderna en métodos diagnósticos inmunológicos, histológicos, estudiando las células, sus receptores hormonales; estudios de diagnóstico o incluso procedimientos de invasión mínima para realizar una biopsia, la mayoría de las personas inician un plan de tratamiento después de un diagnóstico de certeza.
Recientemente se han reportado casos de personas muy jóvenes con cánceres que les causaron la muerte. Uno de los mas recientes es el del actor Chadwick Boseman, protagonista de la película Black Panther, quien murió a los 43 años por cáncer de colon.
En el ultimo año se han publicado varios artículos en los cuales se analiza este incremento de casos de cáncer avanzado y algunos muy agresivos en personas jóvenes, la conclusión es que no sabemos con certeza, pero factores como la alimentación, la vida sedentaria, el uso de plásticos, el sobrepeso y no tener la disciplina de la detección temprana son factores que se asocian de manera estadística sin una clarea relación causa-efecto.
En el caso particular de Kate Middleton y con la escasa información disponible, incluyendo su edad y las condiciones precipitadas en las que fue atendida quirúrgicamente hace menos de tres meses y actualmente en quimioterapia que ha sido mal llamada “preventiva”, lo cual es “adyuvante” después de un procedimiento quirúrgico, lo cual fue la etapa inicial del tratamiento. Sabemos de casos incidentales de apendicitis, aproximadamente uno en cada 200, en los cuales al analizar bajo el microscopio diagnosticamos adenocarcinoma. El tratamiento es la cirugía para remover el apéndice. Las paciente de su edad presentan con cáncer requiriendo quimioterapia adyuvante son del aparato reproductivo, más especifico, por cáncer de ovario.
La recomendación para la población en general es ser puntuales en sus programas de detección oportuna para cáncer cérvicouterino, cáncer de mama, cáncer de colon, cáncer de piel, cáncer de próstata y esquemas de vacunación.
El diagnóstico temprano sigue siendo el arma más robusta al alcance de todas las personas. La medicina preventiva con el cumplimiento puntual de los programas de detección temprana deberán ser una prioridad de los proyectos de salud pública. A las personas nos corresponde informarnos de los programas de prevención adecuados para nuestra edad y género al nacimiento desde la perspectiva personal. Como miembros de una sociedad debemos exigir que exista acceso suficiente a los programas de detección temprana.
Muchas gracias.
Referencias
Burke, W., Barkley, J., Barrows, E., Brooks, R., Gecsi, K., Huber-Keener, K., & Chelmow, D. (2023). Executive summary of the ovarian cancer evidence review conference. Obstetrics & Gynecology, 142(1), 179-195.
Dikaiou, P., Edqvist, J., Lagergren, J., Adiels, M., Björck, L., & Rosengren, A. (2024). Body mass index and risk of cancer in young women. Scientific Reports, 14(1), 6245.
Núñez-Rocha, R. E., Girón, F., Rodríguez, L., Camargo-Gómez, D., Restrepo-Bonilla, C., Panqueva, R. D. P. L., … & Hernández-Restrepo, J. D. (2023). Incidence of appendiceal neoplasms in appendectomy patients. BMC surgery, 23(1), 287.
Spaander, M. C., Zauber, A. G., Syngal, S., Blaser, M. J., Sung, J. J., You, Y. N., & Kuipers, E. J. (2023). Young-onset colorectal cancer. Nature Reviews Disease Primers, 9(1), 21.
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25-03-2024 - 12:08 am
En fin. No es que el equipo de Claudia se deba relajar por los números de las encuestas; todo lo contrario. Pero casi un mes después de iniciada la contienda y con una precampaña tan larga donde Jorge Álvarez se desinfló y Xóchitl Gálvez va de fracaso en fracaso, sí deben empezar a pensar en que el futuro es inminente y llenar los zapatos de AMLO será una tarea de titanes.
El martes pasado, la encuesta de Reforma reveló que Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador crecieron durante los últimos dos meses y medio. La candidata de la izquierda mantuvo su avance hasta alcanzar su mejor nivel en esa medición, mientras que el Presidente disparó sus índices de popularidad once puntos. Los mensajes son clarísimos para quien los quiera recibir. Y no todos querrán hacerlo.
El mensaje más directo es para Claudio X. González y Max Cortázar: los mexicanos no se compran ya la guerra sucia como en el pasado. Lástima por ellos porque eso, guerra sucia, era lo único que realmente sabían hacer. Lo demás que traen a su cargo, la campaña de Xóchitl Gálvez, es un fiasco. Sobredimensionaron el poder del discurso de odio que refinó Felipe Calderón. Los hashtags que impulsa Claudio todos los días, donde acusa al Presidente de narco, simplemente no resultaron y es posible que todo lo contrario, es decir, que hayan ayudado a mejorar la imagen tanto de Claudia como de López Obrador. Once puntos de crecimiento en AMLO es mucho y debería dejar lecciones.
Una buena parte del avance en la aprobación presidencial podría estar vinculado a los ataques porque no hay otro evento (en 75 días, aproximadamente) al que pueda atribuirse el despegue; y otra parte, creo, es en reacción al activismo de Ricardo Salinas Pliego, también de las últimas semanas. De ser así, su causa, no pagar impuestos, ha perdido dramáticamente. Sus televisoras, que día y noche atacan al Gobierno de México, se exhiben: campañas que toman, campañas que pierden; la anterior fue la de los libros de texto. No pasó nada. Lo mismo sucede con la toma de X, antes Twitter, el Disneylandia de las derechas. Esa red ya no tienen el poder que tenían sobre México; los bots han logrado todo lo contrario: yo, por ejemplo, rara vez me tomo en serio algo que se difunde allí. Pero se niegan a entenderlo así.
Y más. Lo mismo le ha pasado a The New York Times y a ProPublica. Le compraron la agenda a la DEA y publicaron reportajes contra López Obrador de eventos que supuestamente sucedieron 20 años antes. En dos décadas no pudieron conseguir un documento, una sola prueba. Dos décadas para sacar un reportaje que cita fuentes anónimas. ¿Cómo se explica eso? Se explica en el odio que le tienen al líder de izquierda, pero no justifica que lo hayan hecho. Las consecuencias para ambos medios (y para la DEA) son más profundas de lo que podrían aceptar. Es el descrédito. Las tres instituciones (The New York Times, ProPublica y DEA) viven de la credibilidad. Lo que sus reportajes generaron fue un fuerte cierre de filas en torno al Presidente de México. Once puntos de avance en la encuesta de ellos, a la que solían creerle, es mucho e ilustra todo. Al menos deberían preguntarse qué sucederá cuando publiquen el próximo ataque; el nivel de escepticismo que generarán, el descreimiento. Y yo estoy convencido que, como en el ataque de NYT al Embajador Ken Salazar (recomiendo releer ese reportaje vergonzoso), Claudio X. González tiene algo o mucho que ver.
Y el impacto que tiene la encuesta en Xóchitl Gálvez es brutal. Híjole. Queda al menos como mentirosa. Ha dicho que tiene encuestas donde está empatada con Claudia Sheinbaum, pero no las muestra; dice que muchos medios están recibiendo presión del Gobierno para no publicar las mediciones que le favorecen, y no ha podido dar un solo ejemplo. Desde el slogan mismo: apenas arrancó la campaña dijo que “todo México tiene miedo”. Ella misma brinca y baila cada vez que tiene oportunidad, y vive con sonrisa de boca abierta. ¿Eso es tener miedo? En todo caso, su lenguaje corporal refleja algo que la distingue: la falta de congruencia.
La encuesta de Reforma es importante porque, aunque otras confirman la dramática derrota del PRIAN, esa les habla al oido. Si escuchan o no es otro tema. Deberían aprender su lección, pero no lo harán.
***
El margen que le otorgan las encuestas debe servir a Claudia Sheinbaum para concentrarse en frentes de trabajo, obvio, sin descuidar su campaña. Uno urgente es Morena, el músculo electoral del movimiento: ¿qué tipo de partido quiere? ¿Qué va a dejar? Pronto deberá despedirse y concentrarse en gobernar para todos. Le queda poco tiempo para entrarle a ese gigante que ha crecido desordenado y puede convertirse en un riesgo. Pero el movimiento es, sin más, la base, su gente, los que saldrán a defenderla. Así que amerita tenerlo siempre bien aceitado y listo.
Un segundo frente es su proyecto de Nación, cuyas variables –me quedó claro cuando le escuché el proyecto para Pemex la semana pasada– también las trae en control. Digamos que el diagnóstico de lo macro está resuelto: seguridad, economía, medio ambiente, justicia, corrupción, impunidad, etcétera. En lo micro me gustaría ver más. Por ejemplo, verla a nivel piso frente a individuos con historias difíciles, crudas, sobre las que se puede aprender. Madres y padres que han perdido a una hija, un hijo, cuyas historias son tremendas, pero no es por la historia, necesariamente, sino porque ilustran en dónde falló el Estado –las fiscalías, los jueces, los policías, las áreas de atención ciudadana– y dónde se debe actuar con velocidad. Siempre he reclamado que, en el caso de Ciudad Juarez al menos, no se necesitaban las tanquetas y balazos de Calderón, sino un poco de cariño para la comunidad: focos y transporte para las obreras que cubren tres turnos; guarderías y escuelas y maestros para los que ellas tuvieron que dejar en casa cuando la maquila las contrató en masa. Etcétera.
Y el cuarto frente es todavía más de fondo. Es identificar en dónde, para López Obrador, fue picar piedra con pala de madera. Amerita razonar profundamente los sectores empresarial y mediático. A López Obrador le tocó confrontarlos, pero quizás ella esté en mejores condiciones para profesionalizar la relación. Obvio, el desaguisado no fue generalizado y hubo donde tocó en blandito. ¿Se puede mejorar? Cualquier empresario medianamente inteligente entenderá, si está anclado en México, que no puede mantenerse en guerra sólo porque odia a la izquierda, a menos de que tenga una doble agenda como Ricardo Salinas Pliego; su caso es excepcional; no es la regla. No quiere pagar impuestos y punto. Está en su derecho de recurrir al Poder Judicial pero no a comprar la justicia. Como digo, es cosa aparte. No representa al resto del empresariado como tampoco sus cómicos, comentaristas y periodistas representan –a Dios gracias– al gremio.
¿Qué relación puede buscar Claudia con ambos sectores? Una muy profesional. Nunca podrá lograrlo con Claudio X. González, padre e hijo, e incluso con parte de la élite empresarial que ellos dos comandan; esa es agua que pasó bajo el puente desde hace un cuarto de siglo. El junior lleva ya un mes y medio acusando a Claudia y a Andrés Manuel de narcotraficantes. La relación está marcada y me parece que con Coparmex pasa lo mismo: financia campañas, muchas y por distintas vías, contra el Presidente y contra ella. Pero, como digo, no es con todos los empresarios ni con todos los sindicatos patronales. Sheinbaum puede encontrar la manera de mantener un diálogo multidimensional y permanente con ellos, porque además López Obrador deja una economía poderosa y una ortodoxia en el manejo de las variables económicas que facilitan el acercamiento.
En el caso de la prensa, híjole. Aunque no hay fórmulas, puede empezar por dar claridad al manejo de los recursos públicos en publicidad oficial. Eso sería dar un paso en positivo. Y luego esperar a que los medios respondan con profesionalismo. Al mismo tiempo, creo, se debe pensar en un sistema informativo del Gobierno de la República que sea realmente efectivo. No sé si valga la pena pensar en un Notimex, pero sí en algo que lo sustituya; el fracaso de la agencia debe dejar lecciones. Y bueno, “La mañanera” –que creo que la debe conservar–; debería ser apenas una parte de la comunicación social y no todo, como sucedió en estos años. Y tener un formato diversificado, con Claudia a la cabeza, por supuesto, pero no solamente ella.
En fin. No es que el equipo de Claudia se deba relajar por los números de las encuestas; todo lo contrario. Pero casi un mes después de iniciada la contienda y con una precampaña tan larga donde Jorge Álvarez se desinfló y Xóchitl Gálvez va de fracaso en fracaso, sí deben empezar a pensar en que el futuro es inminente y llenar los zapatos de AMLO será una tarea de titanes.
Algo que he dicho en el pasado: al finalizar la Revolución de 1910, el país estaba básicamente en manos de caudillos. La tarea del Maximato y luego de Lázaro Cárdenas fue sustituir caudillos por instituciones; desde organizar dependencias públicas hasta a campesinos y obreros. AMLO fue un líder fuerte; Claudia, por los números, también arrancará con un alto bono democrático y político. Pero le convendría tener bien afinadas las instituciones clave para el periodo que viene, que es de consolidación y fortalecimiento del Estado de Derecho. Un sistema anticorrupción real, un Poder Judicial validado y moderno, una Fiscalía eficiente y poderosa agregarán márgenes de maniobra a su mandato. Son solo ejemplos.
Cuando Lázaro Cárdenas inició su mandato, sabía que tendría que enfrentarse a estructuras políticas y en particular la de Plutarco Elías Calles. Pronto aprendió que ese no era su verdadero reto, sino la oligarquía, que se había acomodado y no aceptaba soltar sectores estratégicos. Los núcleos empresariales son duros. Conviene medirlos y tenerlos a raya; jalarlos a trabajar en bien del país y enseñarlos a compartir los beneficios con las mayorías.
La encuesta de Reforma debería decirle a la oposición que está en la lona. Pero no lo aceptará. De inmediato empezó a descalificarla. Su único método para enfrentar su realidad ha sido por medio de la descalificación, la mentira y las campañas de odio. Y así seguirá. Al equipo que se prepara para el triunfo, el de Claudia, le dice menos cosas esa encuesta, porque otras, que también son descalificadas por Gálvez y su gente, confirman ese mismo dato desde hace semanas. Por eso digo que es tiempo de tener un ojo en la elección y otro fijo en el día después. Porque el tiempo vuela y las tareas que esperan son muchas.
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25-03-2024 - 12:03 am
"Cada quien es distinto, me refiero a lo diverso que es para cada uno de nosotros ese tiempo propio que necesitamos robar para dedicárnoslo exclusivamente a nosotros".
¿Qué hacer con la vida? Con la vida más allá de lo que podría denominarse el tiempo obligatorio: las horas invertidas en el trabajo (lo mismo el agradable que aquel frente al que no nos queda otro remedio); más las horas perdidas en los trámites y en esas largas filas en las que tenemos que formarnos antes de que nos toque nuestro turno; además de ese tiempo que se nos va en los lentos trayectos que nos permiten llegar de un lugar a otro y decenas de otros tiempos obligatorios que, sin duda, me falta agregar. ¿Qué hacer con lo que resta de nuestra vida a la que también, por supuesto, hay que descontarle el tiempo que —seguramente gozosos— dedicamos a nuestra familia, amigos y, en general, a nuestros seres queridos? ¿Qué hacer con nuestra vida cuando, la verdad, luego de lo mencionado no nos queda tiempo para nada y, a veces incluso, hasta nos falta?
¿Qué hacer, en suma, con el tiempo de nuestra vida estrictamente para nosotros? Es, por lo visto, un tiempo que no existe. Y si esta es la situación, hay que inventárnoslo, robarlo de aquí y de allá. Qué extraña paradoja que el tiempo de nuestra vida para nosotros tenga que ser robado, recuperado. Esta ha sido, al menos, mi experiencia: el tiempo para mí ha sido un hurto permanente: se lo he quitado hasta a mis seres queridos y no se diga a mis más irrecusables obligaciones laborales, en las que, lo confieso, he dejado mucho que desear. No me arrepiento y lo digo abiertamente: de lo contrario jamás habría leído ni escrito ni pensado: soy exactamente el resultado del hurto de un tiempo para mí. Muy oportunamente leí Sobre la brevedad de la vida, ese ensayo maravilloso de Séneca, y se me volvió un mandato lo que ahí se aconseja.
Cada quien es distinto, me refiero a lo diverso que es para cada uno de nosotros ese tiempo propio que necesitamos robar para dedicárnoslo exclusivamente a nosotros. A mí, como lo he dicho, ese tiempo lo empleo en leer lo que no necesito, lo que no me hace falta para actualizarme profesionalmente, lo que ni siquiera me da un mejor tema de conversación… sino leer sencillamente lo que mi curiosidad hace que brille para mí. Y también lo empleo en escribir no mis informes académicos, ni siquiera esta columna que tanto me deleita y agobia por su regularidad semanal, sino en escribir eso que nadie espera, eso que podría no escribir pues a nadie más que a mí le hace falta. Y, además, me gusta pensar, pero no en problemas prácticos, y tampoco en lo que podrían llamarse: “mis problemas” (esos asuntos me enferman, me obsesionan), sino pensar a secas o, si se prefiere, en la cuadratura del círculo o en la inmortalidad del cangrejo: el placer que me produce ir desenredando o enredando el hilo de una idea me divierte en verdad, y da lo mismo si me aclaro o me pierdo, si me confundo o confundido creo haber llegado a algo… Así es como uso el tiempo robado, así es como he logrado hacerme a mí mismo, no hacerme una vida, no hacerme de un nombre, no hacerme de un patrimonio, sino hacer ese que soy, ese yo tan indispensable para mí y a la vez tan prescindible para el resto del mundo.
Solo me resta invitar —a quien se sienta identificado conmigo en aquello de robarse tiempo para escribir lo que solo por su propio influjo ha de llegar al mundo— a mi Taller de narrativa por Zoom. Comenzaré el próximo lunes por la noche y las bases para participar están en mis redes sociales.
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@oscardelaborbol
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