Gabriela Peyron

¿Los objetos tienen alma? Gabriela Peyron da vida a las cosas que habitan el mundo

Gabriela Peyron

¿Los objetos tienen alma? Gabriela Peyron da vida a las cosas que habitan el mundo

Gabriela Peyron

¿Los objetos tienen alma? Gabriela Peyron da vida a las cosas que habitan el mundo

08/10/2022 - 12:00 am

La escritora Gabriela Peyron habló con SinEmbargo sobre su libro de relatos, en los cuales el lector encontrará historias de objetos que cobran vida entre la fantasía y ensoñación de sus letras.

Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).– Una aldaba olvidada, una jaula en medio de un parque, una escoba rebelde, una manzana que se cree hermosa, unos zapatos famosos. Son objetos que habitan el mundo y que suelen ser vistos como personajes secundarios. No así en la más reciente obra de la escritora Gabriela Peyron, El alma de las cosas (FCE), en donde cada uno de estos objetos protagoniza una historia.

“De alguna manera son personajes secundarios si hablamos de personajes, la historia y el cuento gira alrededor de las personas, entonces en este caso yo quise poner el foco de atención en los objetos y de esa manera meterme en el alma del objeto y darle voz, por eso en muchos de los relatos de El alma de las cosas, el protagonista y el que narra la historia es un objeto, no en todos porque tampoco quise seguir el mismo patrón porque hubiera sido un poco aburrido en términos de narrativa y un poco peligroso porque la personificación a veces puede caer un poco en lo caricaturesco, entonces quise alternar entre darle voz a los objetos o darle voz a alguna persona pero relacionada con los objetos”, comentó la autora en entrevista con SinEmbargo.

El alma de las cosas es un libro de 17 relatos cortos acompañados por ilustraciones de Raquel Labrador, quien en palabras de Gabriela Peyron, “captó muy bien el espíritu de los relatos” ya que sus dibujos “le aportan mucho al libro porque el lector puede hacer precisamente una lectura paralela a través de las imágenes, que hay muchas cosas en las imágenes que no aparecen en los cuentos, entonces eso también enriquece mucho las historias”.

La autora, quien tiene más de una veintena de libros infantiles publicados así como galardones como el Premio Nacional de Cuento Infantil Juan de la Cabada o el Premio de Cuento Infantil otorgado por la Filij, compartió que uno de los objetivo de sus relatos es plasmar cómo un objeto puede incidir en la vida de una persona.

“Hay un relato de los zapatos que es sobre un cuadro de Van Gogh sobre sus zapatos, el tomo como tema para uno de sus cuatro. Entonces también era como poner en relieve el hecho de poner un simple objeto, un objeto como unos zapatos usados y abandonados que probablemente usó el pintor o no, no eran sus zapatos y probablemente eran de otra persona, pueden llegar a ser el tema de una obra de arte, no solamente de un escrito sino de un cuadro o de una escultura, de una coreografía, entonces los objetos siempre están relacionados con el uso que les damos o el desuso que tienen, siempre de alguna manera reflejan a la persona que los posee o que los desea”, comentó Gabriela Peyron.

Portada del libro El alma de las cosas de la escritora Gabriela Peyron. Foto: FCE

Explicó que aunque muchos de los objetos que retrata ya están olvidados —como es el caso de la aldaba o la tarjeta postal— tienen un interés que la llevó a darles vida mediante la relación que tienen con los personajes que ahí aparecen, “así que de alguna manera siempre fue ese el caminito que seguí para armar el relato: el objeto y la persona en relación con el objeto”.

“De pronto dije quiero hacer un cuento sobre la aldaba y dije ‘uy, pero los niños no saben que es una aldaba’, entonces cómo voy a introducir ese tema en el cuento para que ellos tengan la curiosidad de ver una aldaba, para que vayan y busquen una aldaba en una puerta y digan ‘a ver enséñame un puerta donde hay una aldaba’. Para todo esto fue muy útil en el libro y muy ilustrativo pues precisamente las ilustraciones porque sino sabe qué es una aldaba ahí está la ilustración y la ilustración les están diciendo y hablando de ese objeto, que quizá más adelante si se pasean por ahí tienen la oportunidad de ver alguno en la realidad y digan ‘ah, mira, este es el objeto del que está hablando el cuento’”, ahondó.

En algunas de sus historias también está latente el elemento fantástico que predomina sobre algunos de los objetos cotidianos. Es el caso de una misteriosa jaula que un grupo de niños encuentra en un parque, y a la que le dan un giro inesperado.

“A los niños les interesa mucho la parte fantástica o la parte de suspenso o de misterio en un relato, entonces ahí sí fue uno de mis propósitos, envolver a los objetos en un halo de misterio y fantasía”, comentó.

Gabriela Peyron coincidió en que las personas hemos perdido nuestra capacidad de encontrar la magia en los objetos más cotidianos a través de todo el bombardeo que existe en redes sociales, ligado al consumismo, que nos han cortado esa capacidad de discernir la magia en las cosas más comunes.

“Yo pienso que sí, sobre todo en el aspecto del consumismo pues los objetos ya son muy desechables. A ver quién colecciona tarjetas postales, nadie colecciona tarjetas postales; quién colecciona timbres, quién colecciones carteritas de cerillos, y bueno no sé si eso es triste, malo o qué, pero digamos que les hemos quitado algo de una categoría que tenían los objetos, precisamente las colecciones”.