Gustavo de Hoyos Walther
22/04/2025 - 12:04 am
La lección de los tigres asiáticos
Quizás la lección de todo esto sea que el desarrollo económico de una nación debe fundarse en promover lo que el economista Paul Krugman denomina "la productividad total de los factores".
El formidable desarrollo económico de los así llamados tigres del Este Asiático, entre los que se encontraban Hong Kong, Singapur, Taiwán y Corea del Sur estuvo basado en ciertas premisas fundamentales que podrían ponerse en práctica en México.
Estos países lograron salir de la pobreza en cuestión de años, consiguiendo en un breve lapso lo que a Europa y Estados Unidos les llevó muchísimas décadas. Aunque esto ocurrió en la década de los 80s y 90s del siglo pasado, sus sociedades aún hoy disfrutan de lo cultivado en esos años. Quizás si los países de América Latina se hubieran embarcado en un proyecto similar, ahora estaríamos mejor que nunca.
Estos países alcanzaron niveles de crecimiento notables durante largos periodos. De acuerdo con algunos cálculos, siete por ciento fue el promedio en que crecieron sus economías, a fines del siglo pasado.
Este extraordinario crecimiento se debió a algunos factores esenciales.
En primer lugar, cuidaron la buena marcha de sus variables macroeconómicas. El gasto de Gobierno se mantuvo bajo y las tasas de inflación bajo control, sobre todo si las comparamos con la hiperinflación de algunos países latinoamericanos en esos años. Otra variable determinante fue el bajo rango de la deuda exterior acumulada que, durante los 90s difícilmente rebasó el 40 por ciento del Producto Interno Bruto. El rápido crecimiento económico hizo que sus economías no tuvieran problemas en pagar la deuda.
La inversión privada doméstica fue uno de los fundamentos en que se basó su crecimiento. Pero esta inversión no sólo fue para satisfacer el mercado interno, sino también para hacerlo con el externo. Pero esto no se podría haber llevado a cabo de la forma exitosa en que ocurrió en estos países sin el desarrollo del capital humano y, por lo tanto, de la modernización de los modelos educativos, tanto a nivel de educación primaria como superior. Pronto muchos estudiantes del Este Asiático superaron a sus contrapartes europeas y estadounidenses en exámenes estandarizados a nivel global. Un logro excepcional a todas luces. Hay que decir que la gran inversión doméstica sólo pudo ocurrir porque hubo un aumento significativo de las tasas de ahorro financiero. Tanto las tasas de ahorro e inversión fueron mucho mayores en esos países que en los de América Latina.
Otra variable a tener en cuenta es la apertura que - muy probablemente siguiendo la lección aprendida por Japón desde la reforma Meiji - estos países tuvieron hacia ideas y tecnologías de otras latitudes.
Estos fundamentos requirieron de políticas industriales por parte de los gobiernos que los incentivaran, pero sin nunca ser ellos mismos quienes se involucraran realmente en la producción de bienes y servicios.
El retrato no sería completo si no mencionáramos la crisis financiera asiática ocurrida en 1997-1998 que fue causada, al menos en parte, por la llegada de capitales especulativos a la región hacia fines de los 90s del siglo pasado.
Quizás la lección de todo esto sea que el desarrollo económico de una nación debe fundarse en promover lo que el economista Paul Krugman denomina "la productividad total de los factores". Es la industria misma y no los mercados financieros per se los que deben ser fomentados a través de políticas no muy diferentes a las seguidas por los tigres asiáticos.
Quizás debamos estudiar de nuevo la gran lección que nos dieron.
Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.
más leídas
más leídas
opinión
opinión
destacadas
destacadas
Galileo
Galileo