Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).- El Presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, renunció este jueves por la noche bajo graves acusaciones de corrupción, luego de cinco meses de protestas que ahora se han convertido en festejos por todo el país centroamericano.
Pérez Molina renunció luego de ser desaforado por el Congreso de la República y de que un juzgado ordenara su captura por delitos de corrupción.
Uno de los medios más importantes de Guatemala, Prensa Libre, informó que tras la renuncia, en su casa particular sólo quedó la mascota, un perro de raza french poodle.
“Ni vehículos. Ni personas. En la casa de Pérez Molina, ubicada en la 19 avenida 3-90 de la zona 15, llamó la atención los constantes ladridos del can que entraba y salía de las puertas que quedaron abiertas en la residencia, como si defendiera su territorio”, dice la nota firmada por Irene de León.
A la casa habitación se aproximaron sus vecinos para celebrar la decisión del exmandatario de renunciar, “en honor de la gente que no puede entrar por las garitas”, aseguran que han estado en todas las manifestaciones contra la corrupción que se han convocado durante el año.
Los residentes de la colonia donde vive el exPresidente le indicaron al diario local que desde hace unos cinco meses disminuyeron las actividades en la casa de Otto Pérez Molina, incluso se observó menos seguridad de lo usual, por lo que no descartaron que la casa haya estado vacía desde tiempo atrás.
Alrededor de la vivienda se encuentran un par de patrullas de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS), dice Prensa Libre.
