Hombres de más de dos metros visitan al zapatero Georg Wessels para que les diseñe zapatos a su medida.
Vreden (Alemania), 3 oct (dpa) – Georg Wessels tiene las visitas más grandes del mundo: los tres hombres que tienen que agacharse bastante para pasar por debajo del marco de la puerta miden mucho más de dos metros y están entre los más altos del planeta.
Vienen a Alemania -más exactamente a Vreden, muy cerca de la frontera con Holanda- a recoger el calzado que el zapatero alemán les ha fabricado a medida.
Uno de ellos es el hombre más alto del mundo: Sultan Kösen, un turco de 33 años de edad y 2,51 metros de altura, que pudo superar sus complejos por ser tan alto gracias a la entrada en el Libro Guinness de los Récords. “Soy un hombre normal, sólo que un poco más alto”, asegura.
Los dos acompañantes son Brahim Takioullah, marroquí de 2,46 metros de altura y segundo hombre más alto del mundo en el Libro Guinness, y Abdramane Dembele, originario de Costa de Marfil, quien mide 2,32 metros y es aun así el más pequeño de los tres.
Los tres sufren de gigantismo, enfermedad provocada por un tumor en la hipófisis que causa un crecimiento desmesurado si no se trata.
“Es la primera vez que tengo zapatos que no me producen dolor”, se alegra Dembele. Y es que Georg Wessels entiende de su oficio: con su empresa familiar, el zapatero de 63 años se propuso ya hace más de 30 años ayudar a gente con esta enfermedad. De forma incluso gratuita si carecen de medios.
“Georg es como un padre para mí”, afirma Kösen mientras con sus enormes manos da palmadas a Wessels en los hombros. El gigante turco aprecia el calzado del zapatero alemán desde hace años y siempre viene a visitarlo.
Los zapateros de Vreden han regalado más de 500 pares de zapatos en las últimas décadas a personas altas que sufren de gigantismo y cuentan con pocos recursos, haciéndose así con su generosidad todo un nombre a escala internacional.
