Bimbo ha ignorado la petición hecha por Greenpeace para impulsar la agricultura ecológica en México, luego de que una reciente investigación científica revelara la presencia de altos niveles de fertilizantes sintéticos que ponen en riesgo la supervivencia de flora y fauna en ríos, lagunas costeras cercanos a zonas de cultivo de maíz en Sinaloa, estado donde la panificadora se abastece de materia prima para sus productos.
Ciudad de México, 7 de Junio (SinEmbargo).– Greenpeace México denunció que la empresa transnacional mexicana Bimbo incumplió su compromiso de responder a su petición de transitar hacia una agricultura ecológica –respuesta que debió darse a más tardar el 6 de junio–, ignorando así a casi 40 mil consumidores que le han enviado cartas para pedirle la presentación de un plan para eliminar en este proceso el uso de fertilizantes sintéticos y plaguicidas que han sido prohibidos en otros países.
La organización asegura que “la empresa mexicana con presencia en el 99 por ciento de los hogares del país se ha limitado a presentar -en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente- un comunicado de prensa con un listado de las medidas que ha tomado para hacer más sostenibles sus operaciones en sus instalaciones y transporte”. Sin embargo, dichas acciones están lejos de hacer frente a los impactos del modelo de agricultura industrial de la que Bimbo se abastece y que es responsable del 12 por ciento de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), a nivel nacional.
En un comunicado, Grupo Bimbo reconoce “que la sustentabilidad forma parte importante de su función como empresa, los efectos negativos (o potencialmente negativos) en el medio ambiente deben reducirse lo más posible en la operación, al mismo tiempo resguardando la seguridad y la salud de la población” .
De acuerdo con los ambientalistas, es incongruente que a lo largo de su comunicado, emitido ayer, la empresa se limite a hablar de transporte y energía eficiente en sus plantas cuando su mayor actividad e impactos se concentran en la elaboración de alimentos procesados, cuya materia prima se obtiene del campo, basandose en un modelo de agricultura industrial que contamina los recursos naturales.
El pasado 18 de abril Greenpeace México lanzó una petición en su sitio web para que Bimbo impulse la agricultura ecológica en México, luego de que una reciente investigación científica revelara la presencia de altos niveles de fertilizantes sintéticos que ponen en riesgo la supervivencia de flora y fauna en ríos, lagunas costeras y drenes –dispositivos que facilitan la salida de líquidos– cercanos a zonas de cultivo de maíz en Sinaloa, estado donde la panificadora se abastece de materia prima para sus productos.
Además, la petición incluía la eliminación de 30 plaguicidas prohibidos en otros países por su alta toxicidad en las personas y en el medio ambiente y que la empresa sigue empleando en México, e impulsar proyectos de agroecológicos en el país.
Tras no recibir una respuesta a la petición lanzada, Integrantes de Greenpeace México se presentaron en las oficinas corporativas de Grupo Bimbo, por primera vez, el 24 de Mayo para presentar a los trabajadores información sobre el modelo de dicha empresa, el cual consideran, “está dañando la salud de las personas y el medio ambiente”.
En dicho lugar los manifestantes desplegaron una manta en la que se leía: “Por la salud de tus consumidores y el planeta #BimboTeEstamosEsperando”. Sin Embargo no han recibido una respuesta concreta hasta el momento.
“Grupo Bimbo ha señalado en distintas ocasiones que la sustentabilidad es parte importante de su función como empresa. No obstante, parece escudarse en la deficiente y desactualizada legislación nacional para evadir su responsabilidad en el cuidado del planeta”, señaló Sandra Laso, vocera de la campaña Comida Sana, Tierra Sana de Greenpeace México.
“Es urgente que la industria de alimentos y gobiernos dejen de aferrarse al sistema actual de producción de alimentos que ha demostrado no funcionar y que pretende perpetuar la extracción del máximo valor posible de la tierra y el agua, a través de un modelo que oferta alimentos riesgosos para los consumidores y que pone en riesgo otros ecosistemas, no solo el agrícola”, asegura la ONG .
Por esa razón enfatizó en que las grandes marcas de alimentos en México pueden hacer la diferencia para lograr el cambio de la agricultura industrial –que tiene un fuerte impacto en la salud ambiental y humana– hacia la ecológica; tienen una responsabilidad frente a sus consumidores.De lo que comemos y de cómo es producido depende nuestra salud, y la de los recursos hídricos que garantizan nuestra supervivencia en el planeta azul. Debemos empezar a cambiar el sistema alimentario hoy, hay mucho que depende de ello.
Asimismo invita a la ciudadanía a continuar exigiendo a la empresa cambios en su forma de producción en: www.greenpeace.mx/sembremosjuntos
