Las discusiones te llevarán a la tumba: estudio encuentra mayor incidencia de muertes en personas conflictivas

10/06/2014 - 1:30 am
De acuerdo con el estudio, las discusiones son malas, pero son peores aquellas con los vecinos. Foto: Cuartoscuro
De acuerdo con el estudio, las discusiones son malas, pero son peores aquellas con los vecinos. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).- ¿Demasiados problemas en casa? Si usted es de las personas que cree que un cónyuge demasiado propenso a las discusiones y/o hijos demandantes van a terminar matándolo, puede que tenga razón, de acuerdo con un estudio realizado en Dinamarca.

Según un estudio publicado en Journal of Epidemiology and Community Health, los adultos de mediana edad que con frecuencia pelean con su esposo o esposa tienen más del doble de probabilidades de morir a una edad relativamente joven en comparación con las personas que rara vez se ven enfrascados en una disputa casera.

“La personalidad ha demostrado influir en las relaciones sociales y la mortalidad”, escribieron los autores de la investigación, y añadieron que es probable que las personas con personalidades “desagradables” tengan más estrés en sus vidas, lo que incita al cuerpo a fabricar moléculas como el cortisol y citocinas que favorecen la inflamación, las cuales pueden enfermar a las personas.

Sin embargo, si hay quien cree que las riñas hogareñas son malas, lo cierto es que pelear frecuentemente con los amigos resulta ser aún más peligroso. De esta manera, las personas que cayeron en esta categoría resultaron 2.6 veces con más probabilidades de morir prematuramente que las personas que decidieron seguirle la corriente a sus amistades cuando no estaban de acuerdo con ellas. No obstante, el estudio reveló que lo peor de todo son las peleas constantes con los vecinos. Así, el tipo de personas dadas a estas discusiones tuvieron más de tres veces la probabilidad de morir prematuramente que quienes no trataron de imponer su punto de vista.

Incluso cuando las peleas no salían a la luz pública, el simple hecho de preocuparse por los amigos o los seres queridos podría ser suficiente para acortar la vida de uno. Las personas que “siempre” o “frecuentemente” se preocupan por su cónyuge resultaron ser casi dos veces más propensos a morir durante el tiempo en que el estudio se llevó a cabo, en comparación con los que rara vez se preocuparon por su pareja. Además, aquellos que gastaron mucha energía mental negativa en sus hijos presentan un 55 por ciento más de probabilidades de morir antes de tiempo en comparación con los que no se preocupan por sus hijos muy a menudo, publicó el diario Los Angeles Times.

Aquellos que discuten más presentan mayor probabilidad de morir a una mediana edad, sobre todo si trabajan desde casa. Foto: Cuartoscuro
Aquellos que discuten más presentan mayor probabilidad de morir a una mediana edad, sobre todo si trabajan desde casa. Foto: Cuartoscuro

Por otra parte, los investigadores encontraron que todas estas asociaciones entre las relaciones sociales estresantes y el riesgo de muerte temprana fueron más fuertes para los hombres que para las mujeres. Asimismo, también son más fuertes para las personas que no trabajan fuera del hogar.

El estudio se basó en datos de casi 10 mil adultos daneses que en el 200 se encontraban entre los 36 y 52 años. Todas ellas respondieron a preguntas sobre sus conflictos con sus parejas y las preocupaciones acerca de ellos, además de sus hijos, otros familiares, amigos y vecinos. Alrededor del 6 por ciento dijo tener frecuentes conflictos con su cónyuge, 6 por ciento tenía conflictos frecuentes con sus hijos, 2 por ciento tenía conflictos frecuentes con otros miembros de la familia, y el 1 por ciento tenía conflictos frecuentes con los amigos. Por otra parte, las preocupaciones y reclamos que no dieron paso a un conflicto abierto fueron ligeramente más comunes.

Los investigadores utilizaron, además, los archivos de salud del gobierno para ver la manera en la que muchos de los participantes del estudio murieron al final de éste en 2011. Así, durante los 11 años del estudio, el 4 por ciento de las mujeres y el 6 por ciento de los hombres que murieron fue, en mayor medida, de cáncer; pero también debido a enfermedad cardiovascular, abuso de alcohol y accidentes, entre otras causas.

De igual manera, las muertes no se distribuyeron uniformemente entre las personas que experimentaron una gran cantidad de conflictos y aquellos que no lo hicieron. De esta manera, los investigadores encontraron que en la mayoría de las personas muertas se observó una mayor cantidad de conflictos experimentados en vida.

Por otra parte, los investigadores sugirieron que si las autoridades de salud pública están buscando nuevas formas de reducir las muertes prematuras en sus comunidades, ofrecer clases sobre el manejo de conflictos puede ser una alternativa viable.

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