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De la lágrima a la tragedia, y de la ironía a la risa: los secretos de Gloria Rodríguez, estandupera

15/08/2018 - 12:02 am

La carrera de la estandupera mexicana Gloria Rodríguez nació a partir de una tragedia, y aclara: “La risa me salvó de cometer una estupidez”.

Con la creciente ola del stand-up en nuestro país, Gloria cruza las fronteras para llevar alegría desde el centro penitenciario de Santa Martha Acatitla hasta América Latina.

Por Laura Alanis Villafuerte

Ciudad de México, 15 agosto (SinEmbargo).- Gloria Rodríguez no fue. Y desde entonces esta estandopera vive de hacer reír para no morir de tristeza.

Pero es que ¿quién diablos podría imaginarse que aquél simple viaje a la boda de un primo a Guadalajara, terminaría por fragmentar para siempre a su familia? Una tragedia que aunque no presenció –porque ese fin de semana presentaba su show de stand-up, en El Vicio, de Coyoacán– sí la ha obligado a enfrentar una serie de secuelas que más allá de superarlas la han convertido en lo que hoy es: una mujer resiliente.

Gloría vive de hacer reír para no morir de tristeza. Foto: Instagram vía @gloriadepie

–Mis papás, mis dos hermanas, mi cuñado y mi sobrino, viajaron toda la noche del 27 de abril de 2012, para llegar el sábado 28 a la boda de mi primo. Sin embargo, ya en Yurécuaro, Michoacán, se detuvieron a desayunar. Después de un rato, comer algo, estirar las piernas tal vez, decidieron cambiar de conductor. Es decir, dejó de manejar mi cuñado, y entonces le tocó a mi papá seguir al volante. Pero cuando retomaron la carretera para después ingresar a la autopista, alguien -que hasta la fecha no sabemos quién fue- les bloqueó súbitamente el paso, y en el afán por evadir el choque, se volcó la camioneta en donde iban todos.

–Mi mamá quedó muy lastimada por los golpes… Mi cuñado tuvo que ser intervenido de un golpe en la cabeza, y otro en el brazo. Mis hermanas, agraciadamente, no tuvieron lesiones físicas importantes… Mi papá, que era quien iba manejando quedó muy afectado emocionalmente… Pero mi sobrino -respira y traga hondo- un niño de apenas 10 años, murió en el hospital minutos después de haberlo ingresado, revela mientras sus lágrimas se asoman.

Contrario al retrato que su vida privada ofrece, sobre el escenario es una tarabilla. Foto: Instagram vía @gloriadepie

“La muerte de un niño de forma trágica siempre es algo horrible; pero él en especial, él era como mi ancla en la vida”. Era el hijo de mi hermana mayor, “pero era mi ahijado, mi sobrino, y mi mejor amigo”… Yo no tengo hijos y tampoco quiero tenerlos. De hecho desde los 15 años me di cuenta que yo no servía para ser mamá y nunca me ha pesado esta decisión. Sin embargo él era prácticamente como mi hijo. Cuando él nació mi hermana trabajaba y estudiaba a la vez, entonces yo lo crié en muchas cosas.

Y lo que te digo no es una exageración. Cualquier persona que nos haya conocido cuando él estaba aquí, puede decirte que no estoy exagerando. “Él era el amor de mi vida”. Entonces cuando él se muere fue el sin sentido más grande que he tenido. La soledad más gigantesca que pude haber vivido.

UNA MUJER PREPARADA QUE SE INCLINÓ POR LOS ESCENARIOS

Gloria Rodríguez: Mujer inteligente, de voz gruesa y mente ágil. Fuera del escenario se conduce con tranquilidad, sus ademanes son suaves, sutiles y su lenguaje es el de una chica con perfil intelectual.

Contrario al retrato que su vida privada ofrece, sobre el escenario es una tarabilla. No deja de hablar un solo instante. Sus comentarios o anécdotas, en la mayoría de los casos, están relacionados a la obesidad que la ha acompañado durante varios años.

En la última década, la vida laboral de esta cómica ha crecido. Foto: Gloria Rodríguez Oficial, Facebook

Ágil de mente, estatura media, y lo sobrado de su cuerpo contrasta con la fineza de su rostro y lo expresivo de sus ojos verdes. Cuenta que un día después de estudiar tres licenciaturas (Sí, tres. Dos en letras y una más en psicología) decidió que lo suyo no era la academia, sino más bien subirse a los escenarios, sentir nervios insoportables, y hacer reír a la gente.

Pero ojo. Dice que una cosa es hacer reír a la gente a través de los chistes comunes como los de Pepito, los de sexo, o los de suegras; y otra, bien distinta, es hacer reír al público a través de lo que se ofrece en el Stand-up.

“En el Stand-up la gente se ríe específicamente de la verdad y del dolor”. Entonces, cuando me subo a un escenario no es para ser chistosa, más bien, “me subo para ser una hija de puta que les dice la verdad como es, y eso es lo que genera risa en el público”.

-Lo que hacemos los estandoperos es un arte escénico. Un subgénero de la comedia. Algo que no tiene nada que ver con contar chistes. Se trata más bien de una crítica a la cotidianeidad en donde una se para frente a un público para defender nuestra postura frente a la vida.

“Los buenos estandoperos normalmente parecen demasiado transgresores, demasiado vulgares, demasiado violentos, demasiado oscuros con sus temas porque esa es la raíz del Stand-up. No puede ser de otra forma. Hablamos de ateísmo, de abortos, de Los 43, de tragedias, de muerte”.

En la última década, la vida laboral de esta cómica ha crecido a tal grado que hoy el nombre de Gloria Rodríguez, es referencia no sólo en el Stand-up en México, sino que también su nombre pesa en el resto de América Latina… Aunque este reconocimiento por su trabajo no la ciega, sí le impide tener el mínimo tiempo o espacio para sí misma.

Gloria en Valparaiso, Chile. Foto: Instagram vía @gloriadepie

Bien puede estar abordando un avión para que la lleve de gira artística por Chile, Perú o Argentina; estar ofreciendo un show privado para una despedida de soltera en la exclusiva colonia de Bosques de las Lomas (CdMx); o simplemente encontrarse sentada frente a un grupo de reclusas quienes aprenden de las técnicas escénicas que ella ofrece, en la cárcel de Santa Martha Acatitla.

Recuerda que uno de los viajes que la dejó marcada fue su primera visita a Estados Unidos, específicamente a Little Village, en Chicago, donde ofreció un taller en 2014.

-Fui con la comunidad mexicana que radica allá. Di un taller a chicos que son actores, pero que son inmigrantes y fue una experiencia que me marcó muchísimo. El taller era para un grupo de jóvenes que hacen cosas artísticas de noche y que de día tienen trabajos bien complicados porque finalmente son personas que no tienen papeles en regla.

-Entonces, uno de ellos, por ejemplo, limpia ventanas durante el día, pero de noche es director de teatro. O una chica que dirige un almacén de tráileres de día, y de noche es cantante de ópera.

He vivido cosas muy hermosas en otros países pero particularmente ese viaje fue el que me cambió la vida.

LA BRECHA ENTRE UNA TRAICIÓN Y EL ÉXITO

Alegría y dolor. Pareciera que ambas emociones van siempre entretejidas al trabajo de Gloria. Entre los ejemplos podría ser que desde el primer momento en el que se inició en el mundo de la comedia, ambos sentimientos se hicieron presentes con exacta sincronía.

Fue hace poco más de 10 años. Ella no sabía absolutamente nada relacionado al tema del stand-up. Sus intereses personales giraban entonces en torno a la academia, la poesía, y las letras, aunque trabajaba también como asistente de producción en un programa de televisión para mantenerse.

Alegría y dolor, ambas emociones van siempre entretejidas al trabajo de Gloria. Foto: Instagram vía @gloriadepie

Recuerda que un día sus jefes le pidieron que improvisara algo de inmediato para salvar el segmento que se había quedado sin invitado. Es decir, ella tenía que entretener al público con cualquier tema, pues la persona programada para el siguiente número simplemente no se había presentado.

Entró de inmediato al escenario y al decidir si recitaba un poema -de su autoría- o les contaba una anécdota personal, optó por lo segundo… Y fue así como comenzó la historia de cuando fue traicionada por su ahora ex marido.

-Había una vez una chica proveniente de una familia tradicional que fue educada para ser el ama de casa perfecta. En serio, yo fui de esas mujeres a las que criaron como una princesa, para que, de grande, buscara a su príncipe y vivieran felices por siempre.

-Recuerdo que me esforzaba un chorro… Hasta me apliqué en esas cosas de los juegos de consola como el play-station, incluso hasta sabía decir “sí mi amor”, en 16 idiomas…

-Todo seguía su curso hasta que un día, esa princesa, o séase yo, encontró a su anhelado príncipe, o bueno, quien pensó que era su amado príncipe… Fue una relación que duró nueve años. Siete de novios, y dos años más, viviendo juntos. El problema fue que esta hermosa novela rosa, de pronto se convirtió en una película de terror…

-Ese güey un día me puso el cuerno con una vieja en mi propia casa y en mi propia cama. Pero el rollo no quedó ahí… Después de haberlos descubierto entre mis sábanas, el tipo osó en decirme algo así como “ahora ésta es su casa, y no la tuya, así que dame tus llaves”…

Gloria imaginaba que el compartir con el público esta historia tan íntima y dolorosa provocaría de inmediato la solidaridad y la empatía de los presentes. -Imagínate, remarca, yo en plena crisis existencial contando la historia de mi separación…

Y acota: “Hubiera jurado que la gente iba a llorar conmigo. Todavía me dije a mí misma: éste es mi momento y ahora seré la nueva Libertad Lamarque… De aquí va a salir la gran tragedia”. Y además la estaba contando desde una crudeza muy yo, sin adornos.

Pero contrario a lo que ella esperaba, la reacción de los presentes fue diametralmente distinta a lo esperado. La gente comenzó a reírse. “Sí, a reírse de lo que yo les estaba contando y eso fue súper doloroso porque yo lo que sentía es que se estaban burlando de mí…” Claro, ahorita que te estoy contando esto, puedo observar en dónde está la parte cómica del hecho, pero en ese momento no. Fue en realidad doloroso, reconoce.

Al proseguir con su relato, recuerda que en una de esas, hasta comenzó a sentir nauseas frente al público; la risa a costa de su dolor la había impactado sobremanera. Sin embargo después de los primeros minutos de risas algo cambió. Como la sutileza del sol cuando nace cada mañana, Gloria comenzó a sentir una extraña sensación placentera.

Hace diez años, Gloria no sabía absolutamente nada relacionado al tema del stand-up. Foto: Instagram vía @gloriadepie

Casi imperceptible en ese momento, pero la sentía. Una emoción pequeñita, diminuta, pero que segundo a segundo iba creciendo hasta florecer y convertirse en alegría. Fue así como aquella víctima de las circunstancias, de pronto mutó en artista, en la artista que florecía al ritmo de las carcajadas y los aplausos.

UNA ADICCIÓN QUE CALMA EL DOLOR

“Ser workaholic es exactamente lo mismo que tener una adicción al alcohol o a las drogas”, expresa mientras fuma el enésimo cigarro de la entrevista. Ser adicta al trabajo es un tema recurrente en mis citas con el psicólogo, con todo y que es una adicción socialmente aceptada…

-Uyyy qué trabajadora, uyyy qué exitosa, bravo, te dice medio mundo… -Pero ¿sabes qué?, prosigue. -En el fondo lo que estás haciendo es lastimarte. “Te estás auto-dañando porque trabajas hasta niveles que obviamente afectan tu vida, tu salud; y no hay descanso”. Y es entonces cuando te das cuenta que entre las consecuencias de esta adicción está la soledad en muchas formas.

Yo por ejemplo “tengo pocos amigos. No tengo relaciones amorosas. No tengo tiempo”. Hace una pausa, observa reflexiva la lata de refresco que tiene enfrente, y reconoce: Hay que luchar diario contra el workoholismo

Aunque es consciente de su adicción ha decidido mantenerla porque que no quiere parar. Y finalmente admite que no quiere parar porque con exceso de chamba no siente dolor. El workoholismo entonces adopta una nueva versión. Deja de ser una adicción para convertirse automáticamente en una especie de anestesia que calma el dolor emocional.

“Me puse a trabajar, a trabajar y a trabajar, para no sentir tanto dolor”. Y francamente es algo que hasta la fecha no puedo parar el ritmo. No me puedo detener. Entonces, pienso, esto sigue siendo una especie de consecuencia negativa de la tragedia vivida.

Gloria en Duelo de Comediantes de Comedy Central. Foto: Instagram vía @gloriadepie

Pero ojo, como en la vida de cualquiera no todo puede ser permanentemente tristeza, o alegría en su totalidad, pese a la melancolía que causa la ausencia de su sobrinito -o la de su mamá, quien falleciera por complicaciones derivadas del accidente justo un año después del mismo- hoy Gloria le sonríe a la vida, y la vida hace lo propio con ella.

EL STAND-UP NO ES SÓLO PARA HOMBRES

Ya se la sabe… Cada vez que Gloria Rodríguez inicia una presentación casi siempre es lo mismo. Al público le parece una sutil imposición que le pongan a una mujer en el escenario. De hecho es probable que no estén muy acostumbrados a la libertad y destreza que tienen algunas mujeres –sobre todo las que se dedican al Stand-up– para expresarse con extraordinaria soltura y claridad.

-En realidad creo que sufre más el público que yo, explica. Porque yo como mujer comediante ya sé hasta dónde voy a romper patrones; y estoy ahí porque quiero. Entonces es el público, más bien, el que tiene que hacer su chamba, es decir, “abrir sus prejuicios, suavizar sus patrones, sus creencias para escuchar a una mujer”.

Colectivo Manzanas de Eva. Foto: Instagram vía @gloriadepie

Considera que es un fenómeno bien complejo éste, porque además y contrario a lo que el sentido común indicaría, son las mujeres las que tienden a ser más prejuiciosas que los hombres. Considera que a una mujer no le agrada ver a su par haciendo todo lo que ella no hace. No les gusta. Se les hace impropio. Y lo curioso del caso es que a los hombres sí les gusta ver a mujeres exhibirse.

-De hecho, mis públicos más machistas han sido los de mujeres, porque ellas mismas no se permiten aceptar que otra mujer pueda hacer Stand-Up y por ende, haga reír a la gente.

Reconoce que la comedia es un género machista, aquí o en cualquier país de América Latina, por eso es muy notorio que en foros o en espectáculos de cabaret donde se hacen presentaciones de esta arte escénica, casi no existan los shows de mujeres.

-Para que te des una idea de lo que te estoy diciendo, refiere. Hace dos años, en el censo de Comedy Central (canal de TV de paga por suscripción de origen estadounidense) eligieron a 55 comediantes para la temporada de televisión a grabarse ese año. De esos 55 standuperos, 50 eran hombres, y sólo cinco fuimos mujeres.

Al observar la disparidad entre hombres y mujeres en los escenarios del stand-up expone que puso manos a la obra. -La primera es que generé un taller en el que estuve intentando apoyar y orientar a las que estuvieran interesadas en hacer Stand-up. Y segundo, esto ya de manera conjunta con las también standuperas Mónica Escobedo, Paty Bacelis, y yo, armamos el colectivo denominado Dos X Comedy.

Relata que este colectivo no sólo se convirtió en el más importante de mujeres en México, sino que trascendió a escala internacional en varios puntos de América Latina. Somos el único colectivo que hemos firmado temporadas de hasta un año. Y el único colectivo que nos pagan los viáticos a todas con tal de que vayamos todas juntas, acción que dicho sea de paso nunca se ve porque “normalmente en el stand-up, el comediante es solitario”.

Congreso Internacional de Humor de la Universidad Diego Portales. Foto: Instagram vía @gloriadepie

-Tiempo después conocí a una standupera colombiana, Catalina Guzmán, en un proyecto que hicimos para el Mundial de Brasil, y al final del día decidimos hacer algo juntas. Viajé a Colombia, luego ella vino a México, y de ahí conformamos Dos X Comedy Internacional.

-Aunque ella hizo la versión colombiana, y yo la versión mexicana, nos dimos cuenta que esto no era aún suficiente porque no cabían todas las mujeres que queríamos incluir. Y fue así como decidimos hacer un nuevo colectivo: Las Manzanas de Eva. Éste, de hecho nació en Perú, durante un Festival del Humor.

-En principio éramos nueve mujeres. Pero ahora somos 16 y provenimos de siete países distintos. Y entre nuestros principales objetivos está el conseguir trabajo para todas. De forma conjunta darnos voz porque sí hay mujeres chistosas, y porque sí podemos ser muy graciosas.

“QUE LA RISA NOS SALVE A TODOS DE TODO”

La estandupera Gloria Rodríguez. Foto: Instagram vía @gloriadepie

Un día inventó una frase y luego de darle vueltas al asunto decidió tatuársela en el brazo. De hecho hoy es su lema de trabajo pero también de vida: “Que la risa nos salve a todos de todo”.

Y explica: Cuando estás en una situación muy dolorosa es muy difícil reírte, reconoce. -Sin embargo descubrí que subiéndome en el escenario todo estaba mejor. Siempre he dicho que me volví mejor comediante cuando mi sobrino, murió. ¿Por qué? porque me dejó de importar ser comediante, me dejó de importar la fama, me dejó de importar quién tenía más trabajo que yo…

-Desde entonces comencé a subirme al escenario por dos razones: uno, para tener dinero y así apoyar a mi familia. Y dos, porque sobre el escenario son los únicos minutos en los que se va dolor.

Cuando no te importan ya las formas: te entregas. Un día desperté y claro, me había caído el veinte… Claro, la risa me había salvado de cometer una estupidez.

Pero no sólo el escenario ha sido su red de salvación. Admite que también encontró en el público la calidez que a su alma le urgía recibir. -A veces, después de acabar mi show, se me acerca la gente y me dice: “Gloria, hoy tuve el peor día de mi vida, y me salvaste con la risa”.

Al percatarse sobre lo reiterado de ese tipo mensajes fue entonces cuando comenzó a hacerle sentido que en el fondo (más allá del escenario, o de los talleres que ofrece a jóvenes sobre stand-up) lo que ella ofrece al mundo es eso: una red de salvación.

Lo que Gloria ofrece al mundo es eso: una red de salvación. Foto: Instagram vía @gloriadepie

-Así comprendí que mientras yo pudiera reírme de mí misma, y por ende, hacer reír a los demás, todos estaríamos seguros en una red de salvación segura. Y a eso me dedico. Les ofrezco una red de salvación.

-Es como si les dijera “vente a reír un rato. Yo no voy a resolver tu problema, pero te prometo que vas a respirar”, sonríe mientras sus ojos verdes brillan alegres por primera vez en toda la conversación.

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