“Creo que en cuestión de horas, máximo al final del día, habremos despejado completamente Debáltsevo”, aseguró Vladímir Kónonov, jefe del mando militar separatista, a la televisión rusa.

Aunque los combates en la zona nunca llegaron a cesar, los rebeldes lanzaron hoy un ataque masivo contra ese nudo de comunicaciones defendido por varios miles de efectivos gubernamentales.

Esas tropas “se encuentran casi totalmente desmoralizadas, ya que han sido privadas de suministros y pertrechos. Su única opción es deponer las armas y rendirse”, dijo.

Los rebeldes aseguran controlar ya parte de la ciudad, en particular la estación ferroviaria situada a las afueras de Debáltsevo, pero reconocen que los soldados ucranianos están ofreciendo una feroz resistencia.

Fuentes prorrusas informaron de que las tropas gubernamentales intentan romper el cerco desde fuera de la ciudad con intenso fuego de artillería, lo que ha complicado el intento de tomar la plaza.

Según los portavoces de la autoproclamada República Popular de Donetsk, las bajas mortales entre las fuerzas ucranianas se cuentan por decenas y “alrededor de 300 soldados ucranianos se han rendido”.

Como argumento para justificar la ruptura de la tregua, los prorrusos insisten en que Debáltsevo está al margen del acuerdo de alto el fuego, ya que está dentro de territorio rebelde.

El mando militar ucraniano negó que los rebeldes controlen parte de la ciudad y la rendición de efectivos gubernamentales desplegados en Debáltsevo, aunque reconoció que hay encarnizados combates en su periferia.

“Hay enfrentamientos junto a la estación de ferrocarril. Pero nuestros militares mantienen sus posiciones de combate y tienen todo el derecho a responder con fuego para hacerlo”, dijo Ígor Lisenko, portavoz castrense ucraniano, en rueda de prensa.

Además, acusó a Rusia de enviar en las últimas horas 12 carros de combate ligeros y 54 camiones cargados de munición a los separatistas.

“A pesar del régimen de alto el fuego, el enemigo (Rusia) se prepara para combatir”, agregó.

Desde un principio, Ucrania mantiene que Debáltsevo no está cercada y que, según los acuerdos de paz de Minsk, debe permanecer bajo control gubernamental.

Alemania, cuya canciller, Angela Merkel, respaldó el pasado 13 de febrero en Minsk un alto el fuego en una cumbre junto a los líderes de Ucrania, Rusia y Francia, advirtió hoy del peligro de que la situación en Debáltsevo eche por tierra los acuerdos de paz.

Los líderes de esos países abogaron por iniciar hoy, martes, la retirada del armamento pesado durante unas consultas telefónicas a cuatro bandas mantenidas anoche.

En cambio, el incumplimiento del alto el fuego, según Kiev, impide de momento la retirada de ese armamento para crear una zona de seguridad, el segundo de los trece puntos de los acuerdos de Minsk.

Según informes de prensa, los rebeldes nunca renunciaron a recuperar Debáltsevo, incluso después de firmar los acuerdos de Minsk, motivo por el que sus negociadores pidieron que el alto el fuego entrara en vigor el Domingo y no de inmediato. EFE