Mil 500 trabajadores de fábricas en Indiana enfrentan despidos pese a “esperanzas” que dio Trump

18/03/2017 - 10:48 am

A pesar de las esperanzas que dio el Presidente 45 de los Estados Unidos, Donald Trump, a los estadounidenses sobre cancelar el plan de despedir a varios trabajadores de algunas fábricas de Indiana, las empresas no darán marcha atrás con su objetivo; la semana pasada despidieron en una primera tanda a 50 personas.

El Presidente Donald Trump. Foto: AP

Ciudad de México, 18 de marzo (AP).- Unos mil 500 trabajadores de tres fábricas de Indiana enfrentan despidos a pesar de las esperanzas de que el Presidente Donald Trump convencería a esas empresas para que cancelaran sus planes de trasladar la producción a México.

United Technologies confirmó que la semana pasada efectuó la primera tanda de 50 despidos en su planta de productos electrónicos que tenía unos 700 trabajadores en Huntington. La empresa ha programado el cierre definitivo de la instalación en esa ciudad del noreste de Indiana.

Se han adoptado también medidas para la eliminación de 550 puestos de trabajo en una fábrica de Carrier Corp. en Indianápolis, donde la intervención de Trump en otoño pasado frenó la pérdida de empleos pero no la contuvo por completo.

Los despidos pueden comenzar dentro de un mes en la fábrica de rodamientos industriales de Rexnord en Indianápolis, que tiene 350 trabajadores, según Chuck Jones, presidente de la oficina local 1999 del sindicato United Steelworkers, que representa a los obreros en las plantas de Carrier y Rexnord.

Trump visitó la fábrica de Carrier el 1 de diciembre y exaltó su papel en la decisión de la compañía matriz United Technologies de cancelar unos 800 de mil 400 despidos programados en una planta de altos hornos y trasladar sólo parte de las operaciones a México.

Trump dijo ante una multitud de obreros y directivos: “Las compañías ya no van a irse de Estados Unidos sin consecuencias. No va a suceder”.

Al día siguiente, Trump afirmó en un tuit: “Rexnord de Indiana ha decidido trasladarse a México y despedir de manera más bien despiadada a todos sus 300 trabajadores. Esto está ocurriendo en todo nuestro país. ¡Ya no más!”

Desde entonces, United Technologies, con sede en Connecticut, y Rexnord, con sede en Milwaukee, prosiguen sus preparativos para una reducción de empleos, como el retiro de equipo de sus fábricas en Indiana sin indicio alguno de una nueva intervención de Trump.

“No hemos escuchado nada. Dicho eso, tengo que asumir que las situaciones en Rexnord y Carrier son hechos consumados”, declaró Jones, a quien Trump censuró a principios de diciembre en un tuit después de que se quejara de que el magnate había dado falsas esperanzas a los trabajadores al inflar el número de empleos que Carrier mantendría en Indianápolis.

Cincuenta y tres personas trabajaron por última vez el 10 de marzo en la fábrica de Controles Electrónicos de United Technologies en Huntington, y 100 más podrían ser despedidas la próxima semana, dijo Julie Marsh, que fue vicepresidenta del local sindical en la planta antes de aceptar su despido voluntario la semana pasada después de laborar 17 años allí.

“No aguanté más”, declaró Marsh el viernes en una entrevista telefónica. “Era duro ver el retiro del equipo. Es difícil ver la cara de las personas porque todo el mundo sabe que ha llegado la hora”.

Los directivos de la empresa han dicho que la fábrica de Huntington puede ser cerrada a principios de 2018.

Jones señaló que unos 300 trabajadores de Carrier han solicitado sus despidos voluntarios, lo que podría empezar en septiembre. Esos empleados recibirán un paquete de liquidación que incluirá la paga de una semana por cada año trabajado y seis meses de seguro médico pagado.

Una portavoz de Carrier confirmó los planes de despidos voluntarios, pero no respondió a las preguntas sobre si se habían tomado en cuenta reducciones adicionales en los turnos de producción.

Las autoridades de Rexnord no respondieron a las solicitudes para que dieran sus comentarios al respecto.

Todd Adams, director general de Rexnord, dijo en una conferencia telefónica con analistas en febrero que no veía nada en lo que Trump había dicho sobre los aranceles y las posibles restricciones al comercio exterior como para modificar la decisión de la compañía de operar en México.

“Ciertamente somos un fabricante estadounidense, pero tenemos clientes globales y damos servicio a mercados globales, por lo que tenemos que fabricar en muchos lugares distintos para poder ser un participante eficaz en el mercado”, señaló Adams.

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