Alejandro Gutiérrez Torres es un hombre que se prestaba para amedrentar a periodistas, políticos y otras figuras públicas. En 2015, timbró a las puertas de esta casa editorial. Se identificó como mensajero de un abogado litigante en la Ciudad de México. Luego usó un tono de amenaza. Si no se retiraba una serie de fotos del ex Delegado de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava Suárez –según él su patrón era el dueño absoluto de esas imágenes- se interpondría una demanda.
El supuesto abogado no existía y las acciones de Gutiérrez Torres obedecían más bien a una red montada para atacar a periodistas, políticos y figuras públicas. Él mismo, se presume, usaba cuentas falsas de Twitter y hacía blogs, según descubrió la Policía Federal después de una denuncia de hechos presentada en la Fiscalía Especializada de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) por periodistas de SinEmbargo.
La Policía Cibernética ha localizado a Alejandro Gutiérrez Torres en un domicilio de esta capital y el juez 9 de lo civil de la Ciudad de México lo ha emplazado a juicio sin que hasta ahora haya acudido. A continuación, la historia.
Ciudad de México, 18 de marzo (SinEmbargo).- El 22 de octubre de 2014, una persona de nombre Alejandro Rojo y profesión abogado, envió una cadena de correos electrónicos a la cuenta de la Redacción de este medio digital. Decía que él era el dueño intelectual de una serie de fotografías del entonces Delegado de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava Suárez.
Dos días después, un mensajero del supuesto litigante se presentó en las oficinas de este medio con un documento del Registro Público del Instituto Nacional de Derechos de Autor y exigió que las fotos fueran “bajadas” del sitio. De lo contrario, habría una demanda.
La petición en realidad era parte de una estrategia para amedrentar. En forma paralela, en las redes sociales, ocurría una campaña difamatoria en contra de directivos y reporteros de esta empresa editorial. El acoso fue de menos a más hasta llegar a la amenaza de muerte con mensajes escritos desde la cuenta de la cantante mexicana Belinda, la cual fue enajenada.
Por esos hechos, periodistas de SinEmbargo presentaron una denuncia en la mesa 01 investigadora de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), por la que se inició el expediente 074/2015. Después de una denuncia anónima en la Comisión Nacional de Seguridad, turnada a la Unidad Científica de la Policía Federal, un juez autorizó intervención de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
Así, se logró dar con una red cuya base era un empleado de Televisa de nombre Juan Carlos Zaragoza Ríos. Uno de los “trabajadores” principales de este grupo creado para amenazar periodistas, políticos y figuras públicas era Alejandro Gutiérrez Torres cuyo rostro es el mismo que el del mensajero que tocó en las puertas de SinEmbargo para exigir el retiro de las fotos de Adrián Rubalcava Suárez.
Han pasado tres años desde que periodistas de SinEmbargo presentaron la denuncia de hechos y desde que un juez autorizó la intervención de llamadas que dio con la red para atacar. Hasta ahora, no hay detenidos, pero se ha dado un paso. La Policía Cibernética localizó en esta capital a Alejandro Gutiérrez Rojo y el juez 9 de lo civil lo emplazó a juicio. Hasta el cierre de esta edición, no se había presentado.
ULRICH RICHTER CONTRA EL GIGANTE
El consejo editorial de SinEmbargo decidió publicar el contenido de la investigación realizada por la PF. Del 24 al 30 de agosto de 2015, este diario reveló cómo estaba montada la red, que el ex Delegado de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava Suárez era el cliente principal y que los agredidos eran medios periodísticos y enemigos políticos.
Fue a través de las notas periodísticas que el abogado Ulrich Richter reconoció que él también había sido víctima de ataques a través de la red con el mismo modus operandi. Al litigante también lo habían difamado en Internet.
La investigación de la Policía Federal dio con varios nombres. Uno era el de Juan Carlos Zaragoza Ríos, el orquestador de las campañas. Otro era el de Alejandro Gutiérrez Torres, empleado de Zaragoza que se presentaba en las oficinas de los medios periodísticos como supuesto mensajero, pero incurría en amenazas, y además, participaba en la creación de blogs y usaba cuentas falsas en las redes.
A Ulrich Richter –ha descubierto la Policía Cibernética-, Alejandro Gutiérrez Torres le fabricó un blog con contenido difamatorio sobre lavado de dinero con imágenes en las que aparece con algunos de los libros que ha publicado. Hasta la fecha, cuando el nombre de Ulrich Richter se busca en Google, el motor de búsqueda más utilizado en México, aparece pronto ese contenido deformado de su persona.
El litigante que ha defendido a TV Azteca, la revista Proceso, Humberto Moreira y lleva un caso a favor del uso lúdico de la mariguana, envió una carta en 2015 a Google en México. En pocas palabras, solicitó a su entonces Director, Lino Carraruzzi, la eliminación del blog. Suscribió: “(El blog contiene) una serie de comentarios y expresiones insultantes e insinuaciones insidiosas en mi contra, correspondientes a los meses de mayo y junio de 2014, que atentan en contra de mis derechos al honor, reputación e integridad profesional, haciéndose un uso indebido de mi imagen”.
No obtuvo respuesta y entonces, demandó por daño moral a Cattaruzzi, Google Inc. y Google México por omisión “dolosa y culposa” en la que incurrieron por haber “permitido y tolerado” el contenido de ese blog.
En ese juicio, Google Inc. expuso que los señalamientos del abogado mexicano eran improcedentes por un hecho básico: a la compañía no se le podía juzgar en México porque no tenía sucursales en este país. Así que su defensa alegó que cualquier imputación al motor de búsqueda y a la plataforma blogpost debía hacerse en Santa Clara, Estados Unidos, donde se encuentran sus oficinas corporativas.
Pero Google Inc, está representada en México a través de Google México S. de R.L. de C.V. y de Google Operaciones de México S.deR.L. de C.V. Además, Google México modificó su objeto social para retirar la mención de “prestación de todo tipo de servicios a través de medios electrónicos, incluyendo sin limitar, servicios de motor de búsqueda”.
En diciembre del año pasado, en un fallo sin precedentes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que la compañía multinacional sí puede ser juzgada por tribunales de México pues aquí también tiene oficinas. Ha quedado asentado un precedente. El camino está abierto para que cualquier ciudadano acuda a jun juez nacional y presente su reclamo si sus derechos fundamentales, consagrados en la Constitución mexicana, resultan vulnerados.
Así, el abogado mexicano le ganó al gigante.
Después de tres años de batalla legal, no hay detenidos en el caso de Sin Embargo. Pero se han dado dos pasos. Por lo pronto, hay una sentencia para que Google (donde se montaban blogs difamatorios) sea juzgado en México. La Policía Cibernética ha localizado a Gutiérrez Torres y un juez lo ha emplazado a juicio sin que hasta ahora se haya presentado.
