Menos chesco: más salud

19/07/2016 - 12:00 am
NATALIAMarroquín
Natalia Marroquín autora e interprete de la canción “Perdí”, parte del disco “Dulce Veneno”. Foto: Natalia Marroquín

Con la colaboración de Fiorella Espinosa

El Secretario de Salud, el Dr. José Ramón Narro, declaró recientemente que en 2015 habían muerto más de 90 mil personas a causa de la diabetes. Para quienes venimos trabajando con estas cifras se está volviendo costumbre modificarlas, al alza, continuamente, en un país que está en los primeros lugres de diabetes y muertes por diabetes en el mundo. En 2012 hablábamos de 80 mil muertes al año a causa de la diabetes, ahora de 90 mil, ¿hasta dónde llegaremos?. No han aparecido más datos sobre las amputaciones a causa de la diabetes que ocurren cada año, nos quedamos con un total de 75 mil en 2014. Tampoco sabemos cuántas personas pierden la vista a causa de la diabetes, nunca se ha proporcionado esta cifra. Sólo sabemos que la diabetes es la principal causa de ceguera en edad económicamente activa. Sobre las personas que requieren diálisis, los datos no son claros, sólo sabemos que el Seguro Popular no la cubre y que las personas están muriendo por falta de recursos para pagarla. Los mayores daños están en las familias más pobres que no reciben la atención preventiva y cuando acuden al médico es porque ya ha evolucionado el pie diabético, la insuficiencia renal o la retinopatía diabética. Los costos para las familias más pobres de la diabetes y sus complicaciones absorben gran parte de su presupuesto.

La situación de emergencia que vivimos y lo que se viene es aún peor. El doctor Rafael Meza del departamento de epidemiología de la Universidad de Michigan proyectó el impacto de la diabetes en el futuro de los niños mexicanos. El Dr. Meza desarrolló dos modelos para estimar la incidencia de diabetes en los niños mexicanos, uno tomando en cuenta la incidencia en 2005 y otro la incidencia en 2010. Los resultados obtenidos muestran que del total de los niños nacidos a partir de 2010 en México el 37% va a desarrollar diabetes a lo largo de su vida. En el segundo modelo, tomando la incidencia de diabetes de 2010, se estima que el 53%, más de la mitad de los niños, nacidos a partir de ese año, desarrollarán diabetes a lo largo de su vida (World Nutrition March 2015, 6, 3, 131-145).

La lista de estudios científicos que demuestran la relación entre el consumo de bebidas azucaradas y la diabetes es abrumadora. Para nuestro caso, que somos unos los países con el mayor consumo de bebidas azucaradas en el mundo, ante la situación de emergencia de salud pública que vivimos, se vuelve necesario impulsar todas las políticas posibles para reducir el consumo de estas bebidas. Cuando el Dr. Narro dio el dato de las 90 mil muertes por diabetes en 2015, señaló: “la mejor inversión que un ser humano puede hacer es en su cuerpo, para tener una mejor calidad de vida y prevenir  la diabetes”. Esta recomendación no pueden seguirla los mexicanos sin bajar drásticamente su alto consumo de bebidas azucaradas, es decir, retiomando las palabras del secretario de salud: la mejor inversión que un ser humano puede hacer en su cuerpo, para tener una mejor calidad de vida y prevenir la diabetes”, debe incluir una reducción drástica del consumo de bebidas azucaradas.

El impuesto es una medida recomendada internacionalmente para reducir este consumo de bebidas azucaradas, junto con etiquetados realmente entendibles en los productos, con una estricta regulación de alimentos y bebidas en las escuelas, con la disposición de agua potable en las escuelas (bebederos), con una prohibición de la publicidad de estos productos dirigida a la infancia y con campañas de orientación.

A pesar de que las bebidas azucaradas aportan alrededor del 70% de los azúcares añadidos a la dieta de los mexicanos y de que es urgente bajar el consumo de estas bebidas por todos los medios posibles, la industria realiza una campaña intensa para negar los efectos del impuesto que bajó en 6% y 8% su consumo, en 2014 y 2015, respectivamente.

La industria refresquera declara que el impuesto sólo bajó solamente 6 calorías la ingesta la cifra mencionada como ingesta calórica total media en México de 3,072 kcal. Esta cifra que refiere la industria parte de la estimación realizada a partir de la cantidad de alimentos disponibles para consumo humano, dividiendo las calorías totales que contienen, por la población total  (FAOSTAT. Glossary. Disponible en: http://faostat3.fao.org/mes/glossary/E). Sin embargo, esta cifra suele estar sobreestimada dependiendo de la magnitud del desperdicio, que suele ser alto en nuestro país. Por lo tanto, los porcentajes respecto a la contribución de refrescos (que deja fuera otras bebidas azucaradas) de 5 a 7%, podría tener una variación importante considerando una cifra ajustada. El problema de las bebidas azucaradas no puede ser abordado considerando únicamente su aporte calórico ya que esto pretende poner en el mismo lugar a las calorías provenientes de alimentos naturales con las calorías vacías de las bebidas que no aportan nutrientes, que no generan saciedad y que tienen un comportamiento metabólico.

Con base en datos de consumo real, el Instituto Nacional de Salud Pública encuentra que la mayoría de la población (ver cuadro 1), excede la cantidad de azúcar que se considera dentro del rango límite para no generar daños a la salud. El consumo de 500 ml de refresco al día representa alrededor de 50 gramos, la cantidad límite de azúcar al día establecida por la OMS, en un solo producto.

Cuadro 1. % de la población mexicana que consume >10% del total de energía de azúcares añadidos

Edad (años)

Hombres

Mujeres
1-4 60.2%
5-11 57.8%

65.9%

12-19 70.8% 84.6%
≥ 20 63.8% 64.1%

La mayoría de los azúcares añadidos provienen de bebidas: El 69% de este azúcar proviene de las bebidas azucaradas, en su mayoría bebidas procesadas como refrescos, jugos y la gran gama de bebidas azucaradas que se ofertan en el mercado hoy en día (Sánchez-Pimienta TG, Batis C, Lutter C, Rivera JA. Sugar-sweetened beverages are main sources of added sugars intake in the Mexican population. J Nutr 2016. Accepted).

El azúcar contenido en estas bebidas tiene particularidades que no se reportan en los estudios patrocinados por la industria y que van mucho más allá de las calorías:

  1. a)Las bebidas en las que se diluyen altas cantidades de azúcar, no generan la misma sensación de saciedad que los alimentos sólidos, es decir no generan un efecto compensatorio en el consumo total de calorías al día, fomentando un exceso de calorías adicionales a las 210 kcal que contienen 500 ml de refresco.
  2. b)Además, las bebidas azucaradas contribuyen en otros aspectos que no se reducen solamente a calorías. Estas bebidas contienen azúcares muy fácilmente absorbibles y cuyo impacto en la salud no tiene antecedentes. Hoy en día se sabe que estas bebidas se asocian con mayor ganancia de peso, con diabetes, hígado enfermo, caries e incluso enfermedades del corazón, y ello sin necesidad de pasar por el sobrepeso o la obesidad. Dado el nivel de consumo que se tiene en nuestro país, los impactos en salud que se pueden evitar con la disminución en el consumo de estos productos son importantes.
  3. c)Respecto a la protección de los grupos más vulnerables, el efecto del impuesto mostró que los hogares de menor nivel socioeconómico tuvieron una mayor reducción en el consumo de bebidas azucaradas con una caída promedio de 9% a lo largo del 2014, que se incrementó a final del año hasta 17%. Esta reducción se traduce en beneficios a la salud, evitando o disminuyendo los gastos de las complicaciones de enfermedades tan costosas como la diabetes (ya que el Seguro Popular no las cubre).
  4. d)En el caso de los niños, el consumo de bebidas azucaradas debe recibir particular atención puesto que habitúa a los niños a los sabores extremadamente dulces, además de que en ellos puede representar una mayor cantidad de calorías y lo más importante, puede llegar a desplazar el consumo de otros alimentos de mayor valor nutricional, y de agua simple.

La recomendación original del impuesto a las bebidas azucaradas para que tuviera un efecto aún mayor en la reducción de consumo, era de 2 pesos por litro (20%). Así lo recomendó la Organización Panamericana de la Salud, el Instituto Nacional de Salud Pública y otros organismos e instituciones internacionales y nacionales. El impuesto fue menor, de 1 peso por litro. Los resultados en reducción de consumo muestran que es una política efectiva que debe reforzarse, ir acompañada de otras regulaciones recomendadas y que debe potenciarse al destinar los recursos a la prevención y atención de la salud, especialmente, a las enfermedades relacionadas con el consumo de este producto. La propuesta de aumentar el impuesto a 2 pesos por litro, que bajaría aún más el consumo, exige la creación de un fondo auditable que garantice que los recursos recaudados se dirijan a la prevención y la atención en salud, en medio de un sistema de salud pública en colapso. Las tendencias son claras: el país no es viable en términos de salud y financieros, queda al legislativo tomar las medidas conducentes a revertir esta situación.

Dejo la liga a una de las canciones del CD “Dulce Veneno” que puede bajarse en: www.destapalaverdad.mx , “Perdí” con Natalia Marroquín: http://destapalaverdad.mx/project/natalia-marroquin/

 

 

 

Alejandro Calvillo
Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.
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