Por Roberto Quintanar
Ciudad de México, 19 de agosto (SinEmbargo).– Transgresora en el mundo pop como ninguna otra figura, Madonna llegó a la popularidad entrados los años ochenta para convertir para siempre la forma en que se veía la industria de la música. Con una carga muy sexual, pocas veces vista antes en aquellos días, en pleno auge del consumismo estadounidense, Madonna Louise Veronica Ciccone guarda en su historia una fuerte relación con el deporte a lo largo de su carrera.
La Chica Material, nacida en 1958, saltó a la fama con su tercer sencillo, titulado “Holiday”, en 1983. A partir de ese punto, el mundo conoció su nombre y música. Pero no fue sino hasta 1984 que el impacto fue brutal, cuando la cantante se presentó en los MTV Music Awards ataviada en un vestido de novia para interpretar “Like a Virgin”. Los escandalizados moralistas no dieron crédito al asunto, pero la mayor parte de la juventud hizo de Madonna una figura a nivel mundial, con una popularidad sólo equiparable en ese momento a la de Michael Jackson; por este motivo, ganó el título de Reina del Pop.
A partir de ahí, todo se elevó como la espuma… “True Blue” y “Like a Prayer”, disco polémico porque el video del sencillo que le titula utilizaba elementos de la Iglesia Católica, algo que condenó el Vaticano. La polémica y Madonna eran aliados, crecían juntos… pero paralelamente, la cantante desarrolló una carrera como actriz.
Su primer papel en una película mainstream fue un rol menor en el drama “Vision Quest”, pero que le ayudó a ser tomada en serio por los directores de Hollywood. Por tal motivo, hacia 1990, protagonizó “Dick Tracy” con Warren Beatty. Esas incursiones en el Séptimo Arte demostraron que lo mismo podía actuar que cantar, y así se dio su primer guiño con el deporte.
1992 fue el año en que Madonna se acercó a la pelota caliente a través del cine, misma era en que los Toronto Blue Jays ganaron su primera Serie Mundial venciendo por 4-2 a los Atlanta Braves para llevarse por vez primera el trofeo más allá de las fronteras estadounidenses. El filme, basado en la formación de la All American-Grils Professional Baseball League, la vio enfundarse en un uniforme de béisbol para representar a la jardinera central Mae Mordabito. Junto a ella, Rosie O’Donnell y Tom Hanks… actores de peso. Naturalmente, como todo lo que tocaba Madonna, el filme fue un éxito rotundo, comercial y de crítica.
En la vida personal de la cantante, algunos deportistas dejaron huella… todos, como ella, muy controvertidos. El primero fue Dennis Rodman, el “Gusano”, quien a pesar de ser un gran jugador siempre dio más de qué hablar por sus excentricidades y problemas que por el nivel mostrado en los Detroit Pistons, los San Antonio Spurs y los Chicago Bulls, equipos donde mayor éxito alcanzó como basquetbolista.
El pelotero Alex Rodríguez, recientemente involucrado en problemas por el consumo de sustancias prohibidas y su relación con la clínica Biogenesis, además del pelotero cubano naturalizado José Canseco, fueron dos nombres que la prensa rosa y de venta rápida ligó con Madonna, causando las burlas del venezolano Ozzie Guillén, quien incluso bromeó en su Twitter: “Todos los atletas que salen con ella terminan arruinados: Canseco, Rodman y Rodríguez”.
Pero no únicamente en esos aspectos la vida de Ciccone ha estado ligada al deporte. Su mayor momento llegó en el medio tiempo del Super Bowl XLVI, celebrado en febrero de 2012, cuando 114 millones de personas presenciaron el show de la cantante… el espectáculo intermedio más visto de la historia. Además de ello, generó 10,245 tuits por segundo en la red social, rompiendo el récord de menciones para un tema específico. Se habló más de ella que del triunfo que los New York Giants obtuvieron sobre los New England Patriots.
La polémica carrera de Madonna, quien también posee su propia cadena de gimnasios, está inevitablemente ligada al deporte, ya sea por películas o récords batidos gracias a un Super Bowl.
