“Esperamos que los países implicados hagan más cosas que contribuyan a mejorar la confianza mutua y a promover la paz y la estabilidad en la región”, dijo hoy en rueda de prensa un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei.

Hong hacía estas declaraciones al ser preguntado por los ejercicios conjuntos de Filipinas y EU, en los que participan unos 7.000 soldados estadounidenses y otros 5 mil filipinos durante 10 días.

Llamados Balikatan (“Hombro con hombro”), estos ejercicios responden a una iniciativa que las dos naciones realizan cada año desde 1951, pero que esta vez ha doblado el número de efectivos.

Las maniobras coinciden con la denuncia de Filipinas sobre la construcción por parte de China de una pista de aterrizaje capaz de apoyar operaciones militares en el arrecife de Fiery Cross, en las islas Spratly (Mar de la China Meridional), cuya soberanía se disputan ambos países.

Pekín ha aumentado en los últimos años su presencia en las Spratly, un archipiélago rico en recursos marinos y energéticos y que reclaman total o parcialmente el gigante asiático, Brunei, Filipinas, Malasia, Vietnam y Taiwán.

Por otro lado, las dos principales economías mundiales, EU y China, mantienen un pulso por el control del Pacífico, y mientras Pekín pide a Washington que no se inmiscuya en sus disputas con los países vecinos, el país norteamericano considera que la potencia asiática promueve una política marítima “abusiva” en la zona.