Madero debe empezar por combatir la corrupción dentro del PAN y lograr la unidad, dicen analistas y panistas

20/05/2014 - 12:04 am

Por Marco Antonio Martínez y David Martínez

Foto: Cuartoscuro
Madero tiene muchos pendientes en el PAN tras su victoria. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 20 de mayo (SinEmbargo).– Los retos del recién reelecto presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero Muñoz, son recuperar la unidad, combatir la corrupción dentro del partido, hacer una revisión ética e ideológica del mismo, preparar su participación en las elecciones federales del próximo año y avanzar en la legislaciones secundarias que fueron aprobadas el año pasado en el Congreso de la Unión, coincidieron especialistas y blanquiazules.

“Hacer la reconstrucción del partido anímica, moral, del alma”, afirmó el dirigente del PAN en Durango, Víctor Hugo Castañeda Soto, quien reconoció que la operación cicatriz para sanar las heridas urge en víspera de los comicios del próximo año.

Por su parte, el Senador Juan Carlos Romero Hicks planteó un regreso a la ética panista, en un contexto donde personajes del PAN, como el coordinador  de los diputados federales, Luis Alberto Villarreal García, uno de los panistas más cercanos a Madero Muñoz, fue acusado de encabezar una red de cobros a alcaldes a cambio de presupuesto.

“Un reto es la revisión de la recuperación ética y doctrinaria del partido, porque hemos tenido alejamientos por diversas conductas, señalamientos y descalificaciones que deben atenderse”.

En el Congreso, ambos coordinadores de las bancadas fueron criticados y acusados de actos de corrupción, sin embargo, los especialistas no prevén cambios rotundos en las dirigencia debido a que falta la aprobación de las leyes secundarias de las reformas aprobadas el año pasado.

Respecto a esto,  Ivonne Acuña, de la Universidad Iberoamericana, se mostró escéptica sobre posibles resultados.

“Yo creo que si no lo hizo antes [Gustavo Madero], que le pudo haber sido más útil en función de su imagen, y justamente porque venía la elección interna, yo veo más difícil que lo haga ahora. Si no lo hizo entonces para ganarse a la militancia y para lavar un poco su imagen o presentar una imagen menos corrupta, no creo que lo haga ahora”, dijo.

La académica refirió que hay cuestiones más de fondo que la sola dirigencia, por ejemplo la reestructuración del partido, el repensar qué tipo de oposición será en el futuro, resolver acusaciones dentro del PAN respecto a si ha sido una oposición muy cómoda para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), las acusaciones de corrupción en el Legislativo, si se acercará más a la ciudadanía o se mantendrá como un partido del élite para los empresarios.

Otro reto, de carácter histórico para Acción Nacional, será abrirse a la diversificación, y dejar atrás su cercanía con los grupos más conservadores de México, dijo por su parte el egresado de la carrera de Filosofía de la Universidad Autónoma Metropolitana e investigador de la ultraderecha, Edgar González Ruiz.

“El reto histórico de Madero es promover la creación de una verdadera diversidad dentro del PAN, incorporando personajes y corrientes no comprometidas con el activismo católico y cuya presencia no sea formal, sino que tengan la posibilidad de llegar a las más altas esferas del poder en ese partido. Mientras tanto, difícilmente podrá contribuir a la diversidad ideológica y política en la sociedad mexicana un partido que, empezando por su historia y su vida interna, encarna el totalitarismo católico. Un partido como ha sido y sigue siendo el PAN está condenado a la extinción”, comentó el autor del libro Los otros cristeros.

PENDIENTES EN EL CONGRESO

Tras la reelección de Gustavo Madero como líder nacional del PAN, Luis Alberto Villarreal y Jorge Luis Preciado mantendrán sus posiciones como coordinadores legislativos en la Cámara de Diputados y del Senado, respectivamente, pese a los señalamientos en su contra, advirtieron especialistas.

Sin embargo, señalaron que habrá cambios al interior de las bancadas, principalmente porque Ernesto Cordero perderá fuerza al interior del Grupo Parlamentario del PAN, ya que varios legisladores vinculados buscarán posiciones más cercanas al líder partidista.

“Una vez que Madero ha ganado la dirigencia de su partido, los senadores panistas que eran más cercanos a Ernesto Cordero van a tener que replantearse las cosas y cooperar más con la dirigencia nacional de su partido. Es decir, yo sí esperaría un poco de movimiento respecto a las posiciones a favor de la postura de Madero, aunque eso no implica remover liderazgos ni nada que se le parezca”, dijo Nicolás Loza, doctor en Ciencias Sociales por el Colegio de México (Colmex) y profesor e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Con él coincidió la académica Ivonne Acuña, quien expuso que Cordero sale debilitado frente a la militancia tras el resultado de la contienda interna, aunque todavía estaría por verse qué tanto apoyo perderá al interior del grupo parlamentario del PAN.

“Vamos a ver cómo se comporta la mayoría de los senadores del PAN que eran quienes lo apoyaban, y otros personajes fuertes como Margarita Zavala, Luisa María Calderón, Luis H. Álvarez, etcétera, vamos a ver qué tanto lo siguen apoyando. A mí me parece que ese apoyo no va a desaparecer por el resultado electoral, pero Cordero sí sale debilitado frente a la militancia: uno, porque no pudo ser el candidato presidencial de calderón y dos, porque ahora no pudo ser el presidente del partido”, planteó.

Sobre la aprobación de las leyes secundarias, Castañeda planteó que la contienda entre Madero y Cordero retrasó la definición del PAN en este aspecto, por lo que Madero debe retomar urgentemente dicha agenda en el Congreso de la Unión.

Por su parte, la Senadora Marcela Torres Peimbert festejó el triunfo de Gustavo Madero como un paso para avanzar en la unidad panista, la cual tendrá un efecto positivo en la postura que asumirá la bancada del PAN, respecto a la legislación secundaria de las reformas estructurales en telecomunicaciones y en materia energética.

“En el tema donde voy a estar directamente involucrada que es telecomunicaciones [Madero] va a poner una nota muy importante. Y está convencido de que el documento que presenta el Presidente Peña no cumple a cabalidad con la voluntad que estaba plasmada en la Constitución. [Madero] está convencido, por ejemplo, de la importancia de fortalecer los medios públicos”.

La maestra Ivonne Acuña confió en que las bancadas del PAN no tendrán mucho movimiento interno respecto a los liderazgos. Tampoco habrá sorpresas respecto al comportamiento del partido frente a la legislación secundaria de la reformas en telecomunicaciones y en materia energética.

Afines a Madero deben enfrentar casos de corrupción. Foto: Cuartoscuro
Los panistas afines a Madero deben enfrentar casos y acusaciones de corrupción, plantean analistas. Foto: Cuartoscuro

RECUPERAR EL SISTEMA

Para el ex Gobernador de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, uno de los retos de la nueva dirigencia que encabezará Madero a partir de la próxima semana es recuperar el llamado Sistema PAN, que busca que los funcionarios públicos, así como los representantes populares electos bajo las siglas de Acción Nacional, actúen bajo los principios y doctrina partidistas, en coordinación con los órganos directivos de la institución política.

“No trabajamos como sistema PAN, no existe una coordinación del sistema. Tiene que haber una mejor comunicación con personas en cargos gubernamentales, necesitamos una mejor relación entre las autoridades colegiadas, con los gobernadores, los presidentes municipales, los diputados locales como con los federales, mejor integración de la agenda entre estos y los senadores; falta diseñar mejorarlo y organizarse”.

Asimismo, pidió impulsar en los tres poderes, políticas públicas de características panistas.

“Políticas públicas innovadoras, frescas, sensibles y proactivas, qué le dice el PAN a los jóvenes, a los adultos mayores, a las amas de casa. El PAN ha hecho una mirada a su interior, pero falta una externa, una Presidencia que no esté dedicada solo a la ciudad de México, sino que sepa cuáles son todos los rincones de la patria”, propuso.

En cuanto a recuperar la unidad a través de una operación cicatriz, dijo que está le corresponde a todos, y que debe hacerse con generosidad por quienes obtuvieron la mayoría.

“Se debe dar la vuelta a la página, construir nuevos capítulos a partir de que estamos en una vitrina, somos el único partido con un aparador público y que en 2012 desplegó competencias internas [para las candidaturas], siendo que otros partidos lo hicieron por la vía indirecta, por el gran Tlatoani o por el dedazo. En el partido somos primero ciudadanos libres y eso nos obliga a todos”, dijo.

MADERO, MÁS FUERTE

Castañeda consideró que Madero llega más fuerte para su segundo periodo, que cuando asumió su primera Presidencia, en diciembre de 2010. “Por ser una elección inédita, por el voto libre de los panistas, los más de 20 mil votos que sacó de ventaja, por la no judicialización del proceso electoral y el reconocimiento de todo el panismo del país, es un presidente nacional muy fortalecido y me parece un hombre fuerte y legítimo después del 18 de mayo”, dijo el dirigente del comité del PAN duranguense.

A pesar de dicha legitimidad, consideró que sí debe haber una operación cicatriz porque como en toda batalla, hubo heridos, por  las acusaciones se lesionaron vidas privadas, así como valores éticos y morales.

Cuestionado sobre si considera que la derrota de Cordero es también la de la corriente llamada “calderonismo”, por tratarse de quienes simpatizan con el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, no lo ve así, porque el calderonismo se dividió desde 2010, cuando algunos apoyaron en la contienda interna a Madero y otros al ex secretario particular de Calderón, Roberto Gil Zuarth.

“Yo te diría que conocí al equipo original de Calderón, y hay división desde 2010, unos decidieron trabajar con Gil Zuarth, otros con Madero, ahí quedó dividido, ya había ahí segregación, y luego, hubo una primera ruptura. Los calderonistas fuertes son Javier Lozano y Mariana Gómez del Campo. Pero ya había habido una segregación de los llamados calderonistas. Algunos quedaron en el camino como la ex vocera presidencial, Alejandra Sota, quién después de unas acusaciones [de favorecer a amigos suyos mediante contratos], quedó desdibujada”, recordó.

Para González Ruiz, aunque sí se puede desprender una lectura de que el calderonismo quedó debilitado por la derrota de Cordero, el verdadero problema del PAN es su subsistencia.

“El PAN ha sido un partido de sacristía, y no puede seguir así indefinidamente, aunque la ultraderecha panista se empeñe en ese ideal. A la fecha es el único de los principales partidos que tiene raíces clericales, y donde anidan grupos extremistas como El Yunque, y muchos otros. Es un partido anacrónico, cuyas prioridades son oponerse al aborto, a los derechos sexuales y al Estado laico, y apoyar incondicionalmente a la jerarquía católica. Hay que ver casos como los del propio Calderón, Emilio González Márquez, Juan Manuel Oliva Ramírez y otros. Es un partido con ideas del siglo XIX, en un mundo que cambia aceleradamente y en medio de una sociedad cada vez más secularizada, menos apegada al catolicismo”, expresó.

“El predominio de la ultraderecha católica en el PAN llegó a su apogeo en las últimas décadas, con dirigencias como las de Luis Felipe Bravo Mena, Manuel Espino Barrientos, César Nava Vázquez y Germán Martínez Cázares, estos dos últimos meros comparsas de Calderón”, agregó.

El autor del libro La última cruzada. De los cristeros a Fox, dijo que una diferencia entre los equipos de Cordero y Madero, era su grado de militancia dentro del conservadurismo, destacando el primero por serlo más.

“En la contienda pasada, y esto es muy significativo, en el bando de Madero militaron lo mismo miembros de la ultraderecha que los poquísimos panistas ajenos al activismo católico, como es el caso excepcional de Santiago Creel Miranda; desde luego, entre los maderistas hubo asimismo extremistas como Marco Antonio Adame Castillo, ex Gobernador de Morelos y dirigente histórico del grupo católico Testimonio y Esperanza, y como Federico Döring Casar. Sin embargo, en el campo calderonista era notable la uniformidad ideológica: desde Ana Teresa Aranda hasta José Luis Luege Tamargo y desde luego, Juan Manuel Oliva, todos ultraderechistas, así como la parentela de Calderón”, concluyó.

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