Lejos quedaron los tiempos en que la gente se tomaba la molestia de hojear un manual de urbanidad o de informarse de las reglas de etiqueta de todo aquel lugar que visitara, ya sea dentro del país o en el extranjero, por decir lo menos. En algunas ocasiones ni siquiera parece necesario checar los reglamentos de tránsito o de cultura cívica para evitar un lío con las autoridades.
La referencia más recordada es el mítico Manual de urbanidad y buenas maneras para uso de la juventud de ambos sexos en el cual se encuentran las principales reglas de civilidad y etiqueta que deben observarse en las diversas situaciones sociales, precedido de un breve tratado sobre los deberes morales, título completo del Manual escrito por el venezolano Manuel Antonio Carreño en 1953, el cual -como su enorme nombre lo dice- comprendía todo lo que un joven o señorita de aquellos tiempos debía hacer, decir y vestir para no causar disgusto a los demás y mantener una reputación impecable.
“La virtud es la base de todos los bienes y el origen más puro de los goces y conveniencias que encontramos en el comercio de la vida; así que la urbanidad, que reúne cuantos medios puede el hombre emplear para hacer su trato fácil y agradable, sacrificando a cada paso sus gustos e inclinaciones, a los gustos e inclinaciones de los demás”, decía el Manual de Carreño al que mucha de la aristocracia mexicana se apegó.
Se podría considerar una referencia obsoleta, pero es un hecho que si se quiere vivir en sociedad, los ciudadanos deben apegarse a las mínimas reglas de buen comportamiento que se tienen en común como parte de una urbe, de tal modo que se propicie una convivencia sana.
Lamentablemente en nuestro país ante la falta de una cultura del civismo se recurre a la exclusión y prohibiciones, tales como designar vagones exclusivos para mujeres en el Metro, camiones rosas, hoteles y restaurantes donde la entrada se limita a adultos sin niños o por ley mandar a todos los fumadores a las afueras de los bares (más por salud que por etiqueta).
Quienes tuvieron la fortuna de contar con una educación -hogareña y escolar- que les reprimió de lamer el plato al terminar la comida o tirar la basura en la calle sufrirán al ver que no todos corrieron con la misma suerte, pero las reglas de urbanidad van más allá de comer con la boca abierta o contestar el teléfono en la mesa, ¿qué normas de otros países provocarían que hasta los mexicanos más educados se lleven un “jalón de orejas”?
PEATONES SANCIONADOS
En el país es muy común que la gente aproveche cruzar una calle si no se acercan automóviles aun cuando el semáforo peatonal está en rojo, sin ninguna consecuencia.
En China los automovilistas no suelen acatar las reglas de circulación y pocas ocasiones respetan los semáforos, por lo que las autoridades de la capital, Pekín, han decidido implementar multas, pero no para los conductores si no para aquellos que se trasladen en medios no motorizados.
Las sanciones van desde los diez yuanes (1.63 dólares) a peatones y 20 (3.27 dólares) a los ciclistas que crucen cuando tengan su señal en rojo.
De acuerdo con el más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 270 mil personas mueren atropelladas anualmente en el mundo, por lo que se exhortó a los gobiernos de los distintos países para que tomen acción al respecto.
En julio pasado el Consejo de Ministros de España, aprobó un proyecto de reforma de la ley de Tráfico y Seguridad Vial que permite que las autoridades hagan pruebas de drogas y alcohol a aquellos peatones que infrinjan las normas de circulación. Anteriormente estos análisis sólo se les hacían a las personas que habían sido víctimas o provocadores de un accidente, pero ahora sólo basta con una infracción.
En México, la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP-DF) difundió que durante los primeros cinco meses del 2013 se registraron 11 mil 551 accidentes que involucraron automóviles, entre atropellamientos, choques y volcaduras.
La misma dependencia dijo en 2012 que durante el año anterior se registraron 14 mil 483 percances, de los cuales 724 fueron causados por los peatones y 30% del total de incidentes fueron atropellamientos.
Dentro de las disposiciones viales, en Colombia, específicamente en Medellín, desde el 2004 se ha hecho obligatorio que los motociclistas utilicen casco y chaleco reflejante mientras transitan por la ciudad y quienes rompan el estatuto tendrán que pagar 180 mil pesos colombianos (alrededor de mil 300 monedas mexicanas).
BASURA
No es por generalizar la falta de civismo de los mexicanos, pero el tirar basura en las calles es uno de los grandes problemas que existen en la mayor parte del país.
Simplemente en el Distrito Federal, cada día se extrae de la red de drenaje 60 toneladas de basura que antes fue tirada en la vía pública, lo que convierte en esta suciedad en la principal causa de los encharcamientos y posteriores inundaciones, informó en julio de este año el Sistema de Aguas de la Ciudad de México.
En Chicago, Illinois el alcalde Rahm Emanuel respaldó a principios de año la propuesta de un concejal de implementar multas de hasta mil 500 dólares para aquellos que arrojen cualquier tipo de desperdicio desde sus automóviles, además de que el vehículo les sería confiscado.
En el Distrito Federal, las sanciones por arrojar residuos en las calles existen desde hace casi 10 años, y pueden ser de hasta 140 mil pesos o arresto de 13 a 24 horas, de acuerdo con la Ley de Cultura Cívica del DF. Pese a ello el conflicto por los tapones de drenaje causado por la época de lluvias continúa presente.
Así mismo, desde junio del 2011 en la capital del país es “obligatorio” separar la basura al menos en inorgánica y orgánica, pese a que el reglamento de la Ley de Residuos Sólidos ya establecía desde el 2008 las amonestaciones por no hacerlo, y las posteriores sanciones por reincidencia que van de los 10 a los mil días de salario mínimo. Y aún así, hay ciudadanos que siguen sin separarla y sin ser multados.
PUNTUALIDAD
Francisco es un periodista que vivió dos años en Barcelona mientras estudiaba un master, él confesó a SD que tuvo pocos roces con los locales, sin embargo, notó que entre las cosas que pueden sacar de quicio a un español es el ruido nocturno y que establezcas una relación sentimental con una española. “También señalan a los latinos que acostumbran saltarse en el Metro para no gastar tanto”, dice el reportero.
Sin embargo, una de las peores ofensas que pueden recibir, y que es una falla constante entre los mexicanos, está la impuntualidad e informalidad, pues hay quienes incluso suelen hacer itinerarios para que una sencilla noche de fiesta salga al pie de la letra.
Ésta es una constante entre los europeos (recordemos la puntualidad inglesa) y en los estadounidenses cuyos horarios de comida, transporte público y diversión están bien establecidos.
Otra de las situaciones que en México nos resultará extraña, es que a las mujeres barcelonesas no gustan de gestos que aquí se calificarían como “caballerosos”, como ceder el paso o dar un lugar en el transporte público, pues lo asumen como típico “machismo mexicano”.
El único altercado policial que el entrevistado tuvo durante su estancia fue una multa por conducir ebrio una bicicleta.
SE COMEN A BESOS
Desde el 2009 el Ayuntamiento del estado de Guanajuato dio el visto bueno para que se formara un grupo de policías facultado para castigar con multas de más de mil 500 pesos o 36 horas de cárcel a quienes se besen en la vía pública. En ese entonces, el militante panista Marco Antonio Figueroa dio como principal razón para esta prohibición el evitar embarazos en adolescentes.
El escándalo renació en 2012 cuando el maestro Manuel Berumen besó a su esposa en la Plaza Expiatorio de León y pasó 12 horas encerrado en la cárcel tras ser acusado por una señora que vio el acto. Para ese año la expansión de las redes sociales permitió darle viralidad al caso.
Pero Guanajuato no es el único lugar en donde se da este tipo de impedimento, en 2010 una pareja de británicos fueron encarcelados y deportados de la lujosa capital de los Emiratos Árabes Unidos por besarse en un restaurante y encima por haber ingerido alcohol previamente; la acusación se dio igualmente por una mujer que denunció la “indecencia”.
En 2011, un centro comercial en Valdivia, Chile se llenó de letreros que llamaban a no “perder la compostura y las buenas costumbres” pues hay niños mirando, mientras cruza con una línea roja la silueta de un par de personas besándose en la boca.
Leyes parecidas hay en algunos sitios de los Estados Unidos como el estado de Iowa o Halethorpe en Maryland, donde los ósculos no pueden durar más de un minuto.
PERMITA AL PASO
Desde hace algunos años, el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México ha emprendido una fuerte campaña para fomentar la mejor convivencia entre usuarios, así como optimizar el servicio y mantenimiento de las instalaciones.
Además de las clásicas recomendaciones de no rebasar la línea amarilla o ceder el asiento designado a quien lo necesite, se recomienda no adquirir productos de los “vagoneros”, denunciar en caso de abuso sexual o moverse por el lado derecho de escaleras, pasillos y accesos, para que el izquierdo quede libre para aquellos que llevan prisa y así fomentar la movilidad.
En una medida que en México apenas comienza a adoptarse – aún cuando el STC calcula que a diario lo usan 5 millones de personas- en Inglaterra es ya más que un hábito, y más vale estar enterado de ello porque si estorbas el lado izquierdo de las escaleras eléctricas te podrías llevar empujones e insultos.
Entre otras situaciones que al igual que en el metro londinense se recomiendan en todo tipo de transporte público, está el permitir la salida de los pasajeros antes de abordar, no subirse con bultos estorbosos, no fumar dentro de las instalaciones y en general no perturbar el camino de los demás.
ETIQUETA ALEMANA
En este país europeo existe una gran cantidad de reglas no escritas para facilitar la conviviencia con los otros, no es que se refuerce el estereotipo de los alemanes serios y hasta rudos, si no que la civilidad es algo presente entre la sociedad.
El sitio Mktglobal de la Universidad Jesuita de Guadalajara menciona que la cultura del ahorro y ecología está muy marcada entre los teutones, pues siempre separan la basura entre vidrio (de color y transparente), envases plásticos y metálicos, papel y cartón. Además de que se acostumbra apagar las luces y cerrar las puertas de una habitación que no se esté usando.
También es común compartir la mesa con extraños, y negarse se ve como una descortesía, al igual que hacer mucho ruido los domingos.
El portal nos dice que en los supermercados los mismos usuarios son quienes guardan y transportan sus cosas, pues no hay ningún empleado para ese propósito.
Otra situación de cortesía es avisar previamente cuando se hará una visita a casa de un amigo o familiar, y si se es invitado, llevar un presente para el anfitrión.
