Foto: Chiapas Paralelo
Ciudad de México, 24 de mayo (SinEmbargo).– Miles de habitantes de comunidades del municipio de Simojovel, Chiapas, realizaron una marcha-peregrinación para reclamar justicia por la muerte de dos bebés y por las afectaciones que sufrieron otros 29, quienes el pasado 8 de mayo fueron vacunados contra rotavirus, hepatitis B y tuberculosis.
Encabezados por el sacerdote Marcelo Pérez Pérez y del “Pueblo creyente” perteneciente a la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, los manifestantes recorrieron la cabecera municipal entonando cantos y rezos, informa el diario Chiapas Paralelo.
Aseguraron, mediante la lectura de un escrito, que no creen que la causa de las reacciones de los menores fue una bacteria porque la versión oficial no es transparente. Exigieron que se aclaren los hechos, que se dé castigo a los directivos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y del Gobierno de Chiapas. También pidieron el mejoramiento del sistema de salud.
Recordaron las deficiencias y omisiones del sistema de salud pública que ha ocasionado la muerte de habitantes de las comunidades por enfermedades prevenibles y curables.
Asimismo, familiares de los bebés que habían permanecido hospitalizados expresaron su preocupación de que en un futuro los pequeños presenten secuelas.
Previamente, en una asamblea realizada el 12 de mayo, los indígenas tzotziles aseguraron que el personal del IMSS pidió a las mujeres beneficiarias del programa PROSPERA que asistieran con sus hijos menores de 5 años a la campaña de vacunación o de lo contrario se les suspendería la asistencia social.
La comunidad de la Pimienta, en donde los niños fueron vacunados, es una de las 124 comunidades del municipio de Simojovel, catalogado como una zona de alta marginación y en el que los poco más de 24 mil pobladores que cuentan con algún tipo de asistencia médica del sector público –estatal o federal- tienen designados para su atención tan sólo a 32 médicos.
