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Asiáticos ricos comen la sopa de aleta. Mexicanos la arrancan al tiburón martillo, en extinción

25/02/2018 - 2:52 pm

El martillo es la especie más codiciada y perseguida por los pescadores, tanto legales como furtivos, de todas las especies de tiburón que habitan el planeta. No tienen mucha actividad y nacen 20 crías en algunos casos, pero además se reproducen un año y al siguiente no, algo que dificulta aún más un nuevo amanecer para la especie.

México, al tener una pesca dirigida específicamente a los tiburones– los permisos que da la Semarnat no definen un límite de especímenes– se convierte en el principal exportador de tiburón martillo a nivel mundial.

Por Zoilo Carrillo

México, 25 feb (EFE).- El tiburón martillo es una especie que en las últimas décadas ha visto drásticamente mermada su población en océanos de todo el mundo. La razón principal es la sopa de aleta de tiburón, considerada un símbolo de estatus social en Asia y al que México contribuye siendo el principal exportador a nivel mundial.

En entrevista con Efe, el biólogo Juan Carlos Cantú explicó que si bien es una problemática que se extiende por todo el mundo, México es responsable del 60 por ciento de las exportaciones de aleta de tiburón martillo, con China como principal país demandante.

“Las estimaciones de cómo está la población se hacen a través de los volúmenes de captura anuales; entonces, se ha visto que estos volúmenes de captura han disminuido de forma constante”, detalló.

Las disminuciones a nivel mundial son de entre el 60 y el 90 por ciento, cifra que incluye la zona del Pacífico mexicano.

El martillo es la especie más codiciada y perseguida por los pescadores, tanto legales como furtivos, de todas las especies de tiburón que habitan el planeta.

Pescadores de tiburón martillo realizan sus actividades desde muy temprana hora en las Playas de Campeche. Foto: Adriana Álvarez, Cuartoscuro
Según reportes de Organismos Internacionales de preservación de la vida marina, esta especie de escualo se encuentra en vías de extinción. Foto: Adriana Álvarez, Cuartoscuro.
Los permisos que da la Semarnat para la pesca del tiburón martillo no definen un límite de especímenes. Foto: Adriana Álvarez, Cuartoscuro.

Lo que ocurre en México es que existe una pesca dirigida específicamente a los tiburones, algo que no se da en la mayoría de países, donde son atrapados de manera accidental, interfiriendo en otras pescas.

El experto aseguró que “es muy difícil controlar la pesquería de los tiburones. Siempre hay una posibilidad de que haya una sobrepesca, por lo menos en México los permisos que se dan para la pesca de tiburón no hay un límite de especímenes”.

Con respecto a la sopa, obedece a una cuestión cultural, ya que científicamente no se le atribuyen propiedades especiales o curativas y su sabor es insípido.

El estatus que históricamente ha conferido a la aleta la sociedad asiática la han convertido en el principal motivo de aniquilación del escualo.

“Era algo que se daba mucho en las grandes esferas de la sociedad, consumir sopa de aleta en ciertas ceremonias o eventos de gobierno es una cuestión de estatus”, dijo el director del programa Defenders of Wild Life en México.

El problema se agravó en las últimas décadas, cuando se dio un crecimiento económico en Asia y “la gente que podía tener acceso a este tipo de comida aumentó”, y con ella la caza despiadada de la especie.

“Se dijo en algún momento que hasta 73 millones de tiburones eran capturados anualmente con destino a Asia”, apuntó.

El tiburón martillo (Sphyrna) engloba algunas subespecies con características similares, compartiendo la cabeza prolongada hacia los lados, emulando un poderoso martillo.

Una característica especial de este tipo de tiburón y que explica la sobrepesca es que le gusta congregarse, por lo que una red kilométrica puede apresar a muchos de ellos de una sola vez.

“No solo se están capturando hoy día a los adultos, sino a los juveniles, a los adultos jóvenes e incluso las hembras preñadas son capturadas”, abundó.

Acabar con ese vergonzoso primer lugar de México es muy difícil, ya que “hay muchísimos pescadores que no cumplen con las reglas, las autoridades mismas no hacen cumplir las reglas y hay una cantidad de pescadores ilegales que representan entre el 50 y 60 por ciento”, indicó.

Si este sistema continúa llevaría a una especie que tiene cientos de millones de años habitando los océanos a la extinción total.

Además, “este tipo de tiburón tiene un sistema de reproducción que lo hace muy vulnerable”.

No tienen mucha actividad y nacen 20 crías en algunos casos, pero además se reproducen un año y al siguiente no, algo que dificulta aún más un nuevo amanecer para la especie.

Las disminuciones a nivel mundial son de entre el 60 y el 90 por ciento, cifra que incluye la zona del Pacífico mexicano. Foto: Adriana Álvarez, Cuartoscuro.
Lo que ocurre en México es que existe una pesca dirigida específicamente a los tiburones. Foto: Adriana Álvarez, Cuartoscuro.

 

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