Activismo para morir de risa: La comunidad LGBTI se ríe de la discriminación en el stand-up

25/06/2017 - 12:05 am

El stand up comedy cuenta en México con representantes de la comunidad LGBTI que con humor se ríen de los prejuicios, los estereotipos y la discriminación, con una comedia políticamente incorrecta, como debe de ser.

Por Arturo J. Flores

Ciudad de México, 25 de junio (SinEmbargo).– Entre la fiebre que México experimenta por el stand up comedy sobresale una corriente. La que sin pretenderlo está haciendo conciencia acerca del respeto a la comunidad LGBTI (Lésbico Gay Bisexual Transexual e Intersexual) por medio de la comedia.

Desde hace poco menos de una década, varios standoperos han utilizado el micrófono para contar su experiencia como individuos que practican una preferencia sexual distinta a la heterosexual, con resultados tan divertidos como sorprendentes.

Martín León subió al escenario por primera vez hace siete años. Desencantado del trabajo de oficina, se inscribió al Festival de Stand Up Comedy que organizaba el desaparecido Café 22, en la Condesa. Como sucede con casi todos los representantes de este estilo de comedia, echó mano de su vida personal para crear los chistes que habrían de divertir a la audiencia.

“Mi caso es un poco atípico porque nunca cuestioné mi sexualidad. Desde chiquito me sentí atraído por otros hombres”, comenta. “Salí del clóset a los 16 años, a los 18 más o menos ante mi familia. Empecé a hacer comedia burlándome de mí. Pero con cosas reales. A mí de verdad me inscribieron en el futbol, en el basquetbol y en el rugby”.

En sus rutinas, hace chistes a partir de su desprecio a la homofobia y las paradojas relativas al matrimonio igualitario, la percepción social de las personas homosexuales. Uno de sus chistes más poderosos tienen que ver con que a los gays se les estereotipa como expertos en moda “y yo pues no”.

GAY DE CHOCOLATE

Desde el punto de vista de una comediante abiertamente lesbiana, Ana Julia Yeyé tuvo un descubrimiento distinto al de Martín León.

“Parece que todo mundo sabía que yo era lesbiana menos yo, es real. Me di cuenta hace dos años. Por eso digo que soy una gay de chocolate”, expone. “Pero definitivamente la manera en la que se percibe la homosexualidad masculina de la femenina sí es diferente. Sobre todo por culpa del porno. A todo mundo le parece sexy que dos chicas se besen, pero no piensan lo mismo de dos hombres”.

Añade: “Yo hablo con la verdad. Sí me pasó que unos güeyes me rompieron la madre creyendo que era hombre y mi mamá me dijo: hija, ponte un moño. Inicialmente yo no hablaría de eso en mi rutina, pero cuando lo hice, la gente se empezó a reír y dije, por ahí va”.

Tanto Martín León como Ana Julia Yeyé se han presentado en diversas ocasiones en Comedy Central, sin ningún tipo de censura.

Sin embargo, uno de los comediantes pertenecientes a la comunidad LGBTI que más impacto han logrado en la actualidad es Manu NNa. En mayo estrenó su especial de una hora en Netflix, “Simplemente”.

En su caso y el de sus colegas, la promoción que desde las instancias oficiales se hace por expresarse de manera “políticamente correcta”, representa un piedra en el zapato de la comedia. Para él, cuya formación está relacionada con el cabaret, la improvisación y la dramaturgia, más que corrección política se debería hablar del más elemental “respeto”.

“A través de la comedia uno puede decir lo que sea, denunciar, hacerse visible y sobretodo reírse de la vida. En la actualidad y por la situación en la que vivimos, nos hace falta reír. Ya no nos reímos, la gente está muy enojada, anda molesta por la vida y creo que el humor siempre va a representar una válvula de escape como sociedad”, indica.

Manu NNa es famoso por la explosividad de sus one liners (chistes de una sola línea de texto). En su especial se pueden escuchar algunos que por sarcásticos resultan muy efectivos.

“Bajé de peso. No sé si fue la dieta o el Sida”.

“Mientras siga bajando, sin retrovirales hasta llegar a mi peso”.

“En el gimnasio hay cosas muy homosexuales, empezando por el vestidor”.

HUMOR TRANS

Lo destacable es que este humor hace reír no sólo a quienes pertenecen a la comunidad, sino a todos los que desean divertirse.

“En un principio, pensé que tendría que explicar ciertas palabras a los bugas [heterosexuales], pero no. De hecho es más fácil hacerlos reír de lo que pensaba. El chiste de la comedia es que sea entretenida para todos. Aunque sí me ha pasado que en provincia la gente se impresiona más de que uno sea abiertamente gay”, comenta Martín León y remata: “al activismo le hace falta comedia”.

Desde su frontera, él es conductor del podcast “Todo rosa”, junto a Lorea Arrizabalaga, que se transmite por Ivoox.com.

El caso de Ophelia Pastrana, nacida en Colombia pero radicada en México, es destacable. Se trata de la primera mujer transgénero, física y economista de profesión, pero que hace más de un año se dedica a hacer stand up comedy.

En entrevista, señala: “Nadie te respetará sólo porque te subirás al escenario, por eso es necesario compartir algo. Si tú sabes que tienes sobrepeso, eso puede ser. Resulta liberador y además, hace ver lo absurdo que son los argumentos de discriminación porque la sociedad es bien pinche cruel”.

Ophelia –en su aparición en Comedy Central– recuerda que sus padres lo bautizaron como Mauricio Francisco. Inmediatamente después asesta un “pero soy transgénero”. Y añade: “cuando digo estas cosas vienen sus miradas aquí (a la entrepierna) y se preguntan, ¿tendrá verga? ¡Pues no, lo que yo tengo es transverga”.

Y es que, como dice: “el humor tiene cero tolerancia al bullshit. No se puede mentir. Traes encendido el sarcasmómetro todo el día”.

UN VASO DE VIDRIO

Discriminación. Homofobia. Violencia de género. No todo es color de rosa, literalmente. Algunos de los comediantes con los que platiqué reconocen haber sido blanco de ataques. Unos apenas perceptibles, otros mucho más graves, a causa de su discurso.

A Martín León lo quisieron agredir en una ocasión pero por fortuna la seguridad del bar intervino. A Manu NNa le aventaron un vaso de vidrio. Ana Julia tuvo que lidiar con el “cállate, pinche lencha”, porque comenzó su actuación justo cuando el lugar iba a transmitir un partido de futbol.

Así como el 17 de mayo del 2016 el Presidente Enrique Peña Nieto, presentó una propuesta de “matrimonio sin discriminación”, Alfredo Del Mazo, virtual ganador de la elección en el Estado de México, posición que además suele perfilar a un futuro candidato presidencial, se manifestó en una entrevista en contra del matrimonio y el derecho a adoptar entre personas del mismo sexo.

Ophelia considera que el stand up representa un arma bien afilada que puede servir para combatir los prejuicios: “lo que más se cuentan son chistes de cuestiones de género, cuando no de pobreza. A veces subo a escenarios en los que el comediante anterior se avienta una retahíla de chistes misóginos. Lo que le digo a la gente es: como mujer con verga, creo que lo que dijo no me aplica. Y pum, me gano a la audiencia. También entiendo que un comediante que hace chistes misóginos no necesariamente lo es. A veces cuenta esos chistes porque dan risa y se vuelve, en ese sentido, esclavo de quien lo consume”.

SERES DE OTRA GALAXIA

Además, tocar temas de respeto a las preferencias sexuales de los demás en tiempos donde en Rusia la homosexualidad es proscrita, representa un lujo al que los mexicanos tienen acceso, dice Ana Julia.

“Una vez en Aguascalientes, al final de un show, una chica se acercó para decirme que gracias a mi comedia, su mamá por fin había entendido que los gays no venimos de otra dimensión”.

Manu NNa añade: “La sociedad mexicana está muy acostumbrada a un patriarcado machista, no sólo en el humor sino en cualquier parte. Pero, actualmente sentimos menos de miedo de decir lo que pensamos”.

A Ophelia le ha sucedido que la misma comunidad gay le reclama “que esté trivializando un tema y volviéndolo objeto de risas”.

La comedia de Manu NNa, Martín León, Ana Julia, Ophelia y otros comediantes afines, como Nancy Villaló, que aborda en su rutina su condición de madre y bisexual, está llena de apelativos que serían censurados desde lo políticamente correcto, como “puto”, “lencha” “trailera” o “maricón”.

Sin embargo, coinciden, lo políticamente correcto coarta la naturaleza de la comedia.

“Sé que en algún momento se grabaron besos entre hombres para la televisión y no salieron al aire, eso es más grave que las palabras que utilicemos”, cuenta León. A partir de la discusión del matrimonio igualitario en varios estados de la República, en su perspectiva se percibe en la sociedad mexicana una voluntad por superar sus atavíos morales. “Estamos más cerca de poder ser sobre el escenario como somos abajo. De que normalizar que arriba y abajo pueda decir que tengo una cita, como la tienen todas las personas, sin que aclaremos que es con un hombre o una mujer”.

Manu NNa apuesta mucho más por el respeto que la tolerancia: “Existe una línea muy delgada entre la burla y la broma, para generar risa. Pero siempre con su debido respeto”.

Ophelia Pastrana interviene: “Si respetas lo políticamente correcto a la cabalidad, ya no puedes hacer comedia. Ser políticamente correcto es una forma de censura y eso no ayuda a un desarrollo de ideas. Por otro lado, hay que saber aguantar vara. He sido víctima de mucha violencia verbal fuera de la comedia, tipo ‘pinche joto, eres una vestida’. Pero ojo, si esas palabras me ofendieran, entonces le daría valor a esas palabras. Pero no lo hago. Pero tampoco sería sano que nos prohibieran decir puto. La comedia es el último espacio donde se pueden comunicar las cosas”.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video