Ford pierde 200 millones de dólares por la cancelación de planta en México

26/01/2017 - 12:25 pm

El 25 por ciento de las pérdidas que tuvo la empresa Ford en su último cuatrimestre del 2016 fueron por gastos derivados de la cancelación de la armadora en México. La empresa reportó que en el 2016 tuvo beneficios inferiores en 38 por ciento con respecto al 2015.

El Secretario de Trabajo de SLP, informó el pasado 24 de enero, que la empresa ya había liquidado a empleados tras cancelación. Foto: EFE

Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo/EFE).- La empresa Ford tuvo pérdidas en su último trimestre del 2016 hasta por 783 millones de dólares, de los cuales, al menos el 25.54 por ciento fueron por la cancelación de la construcción de la planta en San Luis Potosí, México, en la que invertiría hasta mil 600 millones de dólares, informó la compañía hoy.

Los beneficios netos en 2016 fueron 38 por ciento inferiores a los de 2015 y se situaron en 4 mil 600 millones de dólares, señala el informe de la compañía. Una reducción que adjudicaron a un cargo extraordinario de 3 mil millones de dólares relacionados con sus planes de pensiones.

En su reporte trimestral, en el cuarto periodo del año, la compañía informa sobre la pérdida de los 783 millones de dólares, adjudicables a pensiones, pero de los cuales, reportan cargos por 200 millones de pesos en pagos por la anulación de la construcción de la planta en México para llevarla a Michagan.

En 2016, Ford tuvo uno beneficios antes de impuestos de 10 mil 400 millones de dólares, su segundo mejor resultado desde el año 2000, y unos ingresos de 151.800 millones de dólares, unos 2 mil 200 millones de dólares más que el año anterior.

La compañía también señaló que sus ventas alcanzaron 6.651.000 vehículos en todo el mundo, 16.000 más que el año anterior.

El pasado 20 de enero, Ford indicó a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) que en el cuarto trimestre de 2016 incurriría en un cargo de 3 mil 000 millones de dólares “relacionados con nuestros planes de pensión” y otros planes de empleados jubilados.

El cargo es consecuencia del cambio en la contabilidad de pensiones que la compañía efectuó en enero de 2016 para reconocer pérdidas o ganancias en el mismo año en que se producen, en vez de incorporarlas gradualmente en los resultados como hacía hasta entonces.

El presidente de Ford, Mark Fields, declaró hoy en un comunicado que los resultados “subrayan el sustancial progreso que estamos haciendo en ampliar nuestro negocio para ser una compañía de automóviles y movilidad”.

“Este año estamos concentrados en edificar sobre nuestras fortalezas, transformar las partes que no están rindiendo e invertir en las oportunidades emergentes que proporcionarán incluso un crecimiento más rentable en el futuro”, añadió

 

El pasado 24 de enero, el Secretario de Trabajo y Previsión Social (STPS) de Gobierno del estado de San Luis Potosí, Manuel Lozano Nieto, informó que 58 trabajadores que laboraban para la trasnacional Ford ya fueron liquidados por la armadora estadounidense.
Según indicó el funcionario, desde hace dos semanas estuvo en territorio potosino el director general de Recursos Humanos de Ford, quien cubrió las liquidaciones de todos los empleados que tenía en capacitación.

“Les dieron lo que por ley les correspondía, incluso entiendo que hasta les dieron un poco más. Son trabajadores que traen una capacidad muy importante, que fueron electos en un proceso de selección de personal muy estricto”, señaló el funcionario, según consigno ese mismo día el diario Pulso.,

Según el motor de búsqueda Indeed, con datos al 20 de diciembre de 2016, Ford Motor Company paga en México una media de salarios mensuales que van de los 4 mil 558 para recepcionistas hasta 25 mil 558 para ingenieros de calidad.

 

LA CANCELACIÓN

Ford Motor anunció a principios de año que trasladaría la producción del vehículo Focus de Michigan a una nueva planta. Trump criticó reiteradamente ese plan, y Ford fue una de las compañías a las que amenazó con imponer un arancel de 35% a los productos que fabriquen en México y los exporten a Estados Unidos.

Trump incluyó el martes a General Motors en esa lista al afirmar en un tuit que los vehículos pequeños Cruze que GM fabrica en México y envía a concesionarias en Estados Unidos podrían ser objeto de “un gran impuesto fronterizo”.

El director general de Ford, Mark Fields, dijo el martes que las fuerzas del mercado determinaron la decisión de la empresa de no construir la planta en San Luis Potosí.

Los bajos precios de la gasolina y las bajas tasas de interés han afectado las ventas de vehículos pequeños en Estados Unidos. Las ventas del Focus en Estados Unidos bajaron 17 por ciento hasta noviembre. En contraste, la comercialización de la camioneta deportiva más grande de Ford, la Expedition, subió 46 por ciento.

Ford continuará con sus planes de enviar la producción de los Focus a México, pero lo hará a una planta existente en Hermosillo. Ford contratará a unos 200 trabajadores en Hermosillo para ampliar la producción en esa ciudad. La planta en Wayne, Michigan, que fabrica actualmente el Focus, producirá dos nuevos modelos el año entrante y preservará los empleos en la instalación.

Fields dijo que Ford invertirá 700 millones en la planta de Flat Rock para fabricar vehículos híbridos, eléctricos y autónomos. También contratará unos 700 trabajadores a partir de 2018. Al anunciar la expansión en Michigan, Fields señaló la promesa de Trump de hacer el país más competitivo bajando los impuestos y reduciendo las regulaciones.

“Este es un voto de confianza para el presidente electo Trump y en algunas de las políticas que él podría estar tratando de implementar”, dijo Fields el martes en la planta de Flat Rock.

Los empleados reunidos en el interior de la planta aclamaron la noticia. El vicepresidente del sindicato United Auto Workers, Jimmy Settles, dijo a los trabajadores que lloró cuando escuchó lo de la inversión.

La planta en Flat Rock, que emplea a unas 3.200 personas, corría el riesgo de cerrar durante la recesión. Más recientemente tuvo despidos temporales debido a una desaceleración de las ventas de uno de sus modelos, el Ford Mustang. La planta también fabrica el Lincoln Continental.

Fields dijo que el presidente ejecutivo de Ford, Bill Ford, llamó el martes por la mañana a Trump para anunciarle la noticia. Fields llamó al vicepresidente electo Mike Pence. La compañía también se comunicó con el gobierno mexicano, que emitió un comunicado en el que lamentó la decisión de Ford.

“Los empleos generados en México han contribuido a mantener empleos manufactureros en Estados Unidos, que de otra forma hubieran desaparecido ante la competencia asiática”, dijo la Secretaría de Economía.

Según Fields, Ford se ahorrará en general unos 500 millones de dólares con la cancelación del plan para construir la planta en San Luis Potosí.

 

Rebecca Lindland, analista sénior de la firma Kelley Blue Book, dijo que la decisión de Ford se debió a una convergencia de políticas y realidades de mercado. Al mismo tiempo que Trump arremetía contra Ford por trasladar la producción de vehículos pequeños al sur de la frontera, bajaba dramáticamente la demanda de vehículos pequeños en Estados Unidos.

Ford quizá no habría cambiado sus planes si Hillary Clinton hubiera ganado la presidencia, dijo Lindland. A diferencia de Trump, Clinton jamás habría amenazado con imponer aranceles a las importaciones procedentes de México.

Ford todavía necesita avanzar a mayor velocidad en cuanto a vehículos eléctricos e híbridos porque tiene que ajustarse a los requerimientos de emisiones cero de California y a las normas de emisiones en el mundo, afirmó Lindland.

Rebecca Lindland, analista sénior de la firma Kelley Blue Book, dijo que la decisión de Ford se debió a una convergencia de políticas y realidades de mercado. Al mismo tiempo que Trump arremetía contra Ford por trasladar la producción de vehículos pequeños al sur de la frontera, bajaba dramáticamente la demanda de vehículos pequeños en Estados Unidos.

Rebecca Lindland, analista sénior de la firma Kelley Blue Book, dijo que la decisión de Ford se debió a una convergencia de políticas y realidades de mercado. Al mismo tiempo que Trump arremetía contra Ford por trasladar la producción de vehículos pequeños al sur de la frontera, bajaba dramáticamente la demanda de vehículos pequeños en Estados Unidos.

El pasado 3 de enero 2017, Ford Motors anunció la cancelación de sus planes para construir una planta de mil 600 millones de dólares en San Luis Potosí, México, y en su lugar invertirá 700 millones de dólares en otra planta en Michigan, lo que generará la creación de 700 nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos, dijo hoy Mark Fields, CEO de la compañía,

El director general de Ford, Mark Fields, declaró ese día que las fuerzas del mercado determinaron la decisión de la empresa de no construir la planta en San Luis Potosí.

Los bajos precios de la gasolina y las bajas tasas de interés han afectado las ventas de vehículos pequeños en Estados Unidos. Las ventas del Focus en Estados Unidos bajaron 17 por ciento hasta noviembre. En contraste, la comercialización de la camioneta deportiva más grande de Ford, la Expedition, subió 46 por ciento

Ford continuará con sus planes de enviar la producción de los Focus a México, pero lo hará a una planta existente en Hermosillo. Ford contratará a unos 200 trabajadores en Hermosillo para ampliar la producción en esa ciudad. La planta en Wayne, Michigan, que fabrica actualmente el Focus, producirá dos nuevos modelos el año entrante y preservará los empleos en la instalación.

En ese momento Fields dijo que Ford invertirá 700 millones en la planta de Flat Rock para fabricar vehículos híbridos, eléctricos y autónomos. También contratará unos 700 trabajadores a partir de 2018. Al anunciar la expansión en Michigan, Fields señaló la promesa de Trump de hacer el país más competitivo bajando los impuestos y reduciendo las regulaciones.

“Este es un voto de confianza para el presidente electo Trump y en algunas de las políticas que él podría estar tratando de implementar”, dijo Fields el martes en la planta de Flat Rock.

Los empleados reunidos en el interior de la planta aclamaron la noticia. El vicepresidente del sindicato United Auto Workers, Jimmy Settles, dijo a los trabajadores que lloró cuando escuchó lo de la inversión.

La planta en Flat Rock, que emplea a unas 3.200 personas, corría el riesgo de cerrar durante la recesión. Más recientemente tuvo despidos temporales debido a una desaceleración de las ventas de uno de sus modelos, el Ford Mustang. La planta también fabrica el Lincoln Continental.

Fields dijo que el presidente ejecutivo de Ford, Bill Ford, llamó el martes por la mañana a Trump para anunciarle la noticia. Fields llamó al vicepresidente electo Mike Pence. La compañía también se comunicó con el gobierno mexicano, que emitió un comunicado en el que lamentó la decisión de Ford.

“Los empleos generados en México han contribuido a mantener empleos manufactureros en Estados Unidos, que de otra forma hubieran desaparecido ante la competencia asiática”, dijo la Secretaría de Economía.

Según Fields, Ford se ahorrará en general unos 500 millones de dólares con la cancelación del plan para construir la planta en San Luis Potosí.

Rebecca Lindland, analista sénior de la firma Kelley Blue Book, dijo que la decisión de Ford se debió a una convergencia de políticas y realidades de mercado. Al mismo tiempo que Trump arremetía contra Ford por trasladar la producción de vehículos pequeños al sur de la frontera, bajaba dramáticamente la demanda de vehículos pequeños en Estados Unidos.

Ford quizá no habría cambiado sus planes si Hillary Clinton hubiera ganado la presidencia, dijo Lindland. A diferencia de Trump, Clinton jamás habría amenazado con imponer aranceles a las importaciones procedentes de México.

Ford todavía necesita avanzar a mayor velocidad en cuanto a vehículos eléctricos e híbridos porque tiene que ajustarse a los requerimientos de emisiones cero de California y a las normas de emisiones en el mundo, afirmó Lindland.

Rebecca Lindland, analista sénior de la firma Kelley Blue Book, dijo que la decisión de Ford se debió a una convergencia de políticas y realidades de mercado. Al mismo tiempo que Trump arremetía contra Ford por trasladar la producción de vehículos pequeños al sur de la frontera, bajaba dramáticamente la demanda de vehículos pequeños en Estados Unidos.

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