Ciudad de México, 26 de noviembre (SinEmbargo/dpa).– El bloqueo que mantenían cientos de personas sobre la Autopista del Sol fue levantado en su totalidad tras permanecer más de siete horas exigiendo la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, reportó el diario Novedades Acapulco.
Al menos 500 personas, entre profesores de la CETEG, padres de los estudiantes desaparecidos y normalistas, bloquearon la Autopista del Sol a la altura del Parador Marqués como protesta por los 43 normalistas de Ayotzinapa secuestrados y desaparecidos desde hace dos meses en Iguala.
Los manifestantes se colocaron en el entronque de la carretera federal México-Acapulco y la Autopista del Sol donde atravesaron dos autobuses, uno de ellos de la Secretaría de Desarrollo Social, para impedir el paso.
El paso de la autopista fue cerrado por completo en los dos sentidos a la altura de la ciudad de Chilpancingo, unos 280 kilómetros al sur de Ciudad de México, pero después se dejó pasar a vehículos.
Se informa que entre las personas que protestan hay gente con el rostro cubierto y portando palos y piedras. Sin embargo, hasta el momento no se ha reportado algún conflicto.
En tanto, la Policía Federal envió unos 800 efectivos a Chilpancingo a reforzar la seguridad, así como dos tanquetas antimotines. La prensa reporta que los agentes federales resguardan el Aeropuerto de Chilpancingo.
Un portavoz de la Comisión Nacional de Seguridad dijo a dpa que se trata de “despliegues normales, seguramente por un recambio de personal”.
Esta tarde se tienen previstas protestas y movilizaciones en la capital de Guerrero a dos meses de que los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” donde fueran desaparecidos por policías de Iguala y miembros del crimen organizado. Los padres y madres advierten que llegarán hasta las últimas consecuencias hasta hallarlos vivos.
“Tenemos un dolor intenso por la desaparición de nuestros hijos, pero eso nos da más fuerza para seguirlos buscando”, dijo en la escuela a dpa la madre de Felipe Arnulfo Rosas, uno de los desaparecidos.
Los padres responsabilizan a los gobiernos del estado de Guerrero y federal de la situación de inseguridad y “represión” que vive el país y exigen el regreso de sus hijos, con la advertencia de que no descansarán hasta encontrarlos.
