Científicos construyen un “biobot” autónomo; con él se podrían hacer viajes al interior del organismo

27/08/2013 - 12:00 am
Foto: EFE
Foto: EFE

Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).– Mientras que los bioingenieros contemplan las incursión de las impresiones en 3D en los laboratorios para crear tejidos u órganos, hay otros que intentan construir máquinas biológicas, tal es el caso de de Rashid Bashir, jefe del departamento de Bioingeniería de la Universidad de Illinois.

Bashir, junto con un equipo de investigadores lograron construir un pequeño “biobot” híbrido, hecho parcialmente de gel y de células musculares, que puede moverse por sí mismo.

Esta investigación podría encabezar en el futuro el desarrollo de minúsculos dispositivos que estarían capacitados para viajar adentro del cuerpo, detectando dónde se encuentran las toxinas y liberando la medicación correspondiente, publicó el diario español ABC.

“Nuestro objetivo cuando comenzamos a hacerlo era el ‘santo grial’ de la impresión de órganos”, dice Vicent Chan, el autor principal de este trabajo, quien reveló además que comenzó a estudiar el comportamiento de las impresoras 3D hace unos cinco años.

Sin embargo, a pesar de haberse adelantado a otros especialistas, entonces descubrió que este proceso se trata de algo muy complejo y dificultoso, por lo que que junto con un grupo de investigadores del laboratorio comenzó a investigar otras vías de explotación de las nuevas tecnologías.

Para el proceso de construcción de los “biobots”, la impresora imprime el gel, no las células. Sin embargo, al realizar esto lo hace de una forma parecida a la un pequeño trampolín, de una longitud de un cuarto de pulgada, que se eleva sobre una base muy pequeña. De esta manera, las células del músculo cardíaco de una rata se colocan en una de las puntas de su superficie.

lol

“Las células comienzan en ese momento a extenderse y a formar conexiones”, explicó el doctor. “En ese momento, al tratarse de células cardíacas, comienzan a latir al unísono.”

Así, las contracciones provocan que la superficie se curve y alise, moviendo toda la estructura hacia adelante. De esta forma, con la impresora 3D, los investigadores fueron capaces de construir trampolines de diferentes grosores para alterar el grado de las curvas y optimizando el movimiento.

Por su parte, los investigadores de Illinois trabajan en la regulación de las contracciones musculares, lo que podría tener un efecto inmediato en la aceleración o freno de los “biobots”, o incluso incluir en ellos funciones de encendido o apagado.

De esta manera, una de las vías más obvias para la consecución de este tipo de funcionamientos es el empleo de elementos químicos. En este caso, añadir cafeína en las células cardíacas incrementaría la frecuencia de las contracciones, por ejemplo.

Sin embargo, Chan destaca que los investigadores también buscan técnicas en la ingeniería genética que podría permitirles usar la luz para encender o apagar estas contracciones. “Esta es la parte divertida de este trabajo (..) Nuestro esfuerzo ahora va en la dirección de intentar conseguir el control sobre este tipo de movimientos”.

Este trabajo es parte de un proyecto de investigación llevado a cabo entre varias universidades, con fondos de la National Science Foundation, destinado a desarrollar dispositivos multicelulares con aplicación al cuidado de la salud, la seguridad y otros campos del conocimiento.

No obstante, Chan apunta que uno de los objetivos es tomar algunos de los componentes del organismo, como las células musculares, las células cerebrales y otras de este tipo, para combinarlas de diferentes modos y así crear un tipo diferente de máquina biológica.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video