Censura china impide que películas aborden violación a derechos humano

27/11/2014 - 6:53 am

Gijón, 27 Nov (Notimex).- La industria cinematográfica china se ha convertido en una de las más grandes del mundo en los últimos diez años, pero muy pocas producciones analizan o tocan temas sobre la violación a los derechos humanos en ese país, afirmó la productora Vivian Qu.

Qu presentó hoy en Gijón su ópera prima “Trap street”, una crítica a las actividades oscuras que impunemente lleva al cabo el gobierno de China para vigilar a la población.

Con “Trap street”, la exitosa productora compite en la Sección Oficial de la 52 edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, norte de España.

Qu precisó que en China se producen cerca de 600 películas al año, pero la gran mayoría son comerciales y no exploran problemas como la violación a los derechos humanos o a actividades oscuras del gobierno.

“Son muy pocas películas, las de cine independiente y en su mayoría documentales las que pueden tocarlos”, expuso a pregunta de Notimex en la presentación del filme.

En China indicó- se ejerce todavía mucha censura y solo aquellas películas que no requieren de mucho apoyo, por su bajo financiamiento, como documentales, pueden abordar estos problemas.

En “Trap street”, la productora de la exitosa “Black Coal Thin Ice” logra un equilibrio entre el género negro y el drama romántico.

El filme cuenta la historia de un joven topógrafo que se enamora accidentalmente de una chica que trabaja para una extraña empresa del Estado, ubicada en una calle que por alguna razón no figura en los mapas oficiales.

La historia, que va volviéndose más oscura y opresiva a medida que avanza el metraje, no deja de ser una crítica a las oscuras actividades que impunemente lleva a cabo el gobierno chino, de espaldas a la población del país, protegido por barreras oficiales.

Para la cineasta, no se trata de una crítica simple. “Mi intención era hacer que la gente pensase acerca de este problema, pues en China el fenómeno de la vigilancia ha llegado a tal magnitud que la gente se ha acostumbrado a ello.

“Hay una línea muy fina entre la protección y el intrusismo, se trata de encontrar un equilibrio”, dijo.

Qu nació en China y en los últimos diez años ha desarrollado su carrera como productora independiente realizando proyectos que han alcanzado los más prestigiosos festivales como “Night Train” proyectada en Un Certain Regard en Cannes 2007.

También “Knitting” (Quincena de los realizadores 2008), “Longing for the Rain” (Rotterdam 2013) o “Black Coal Thin Ice” que recibió el Oso de Oro en Berlín en 2014.

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