El BAII firma mañana su estatuto y un reparto accionarial dominado por China

28/06/2015 - 5:25 am

Pekín, 28 jun (EFE).- Los 57 países miembros fundadores del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) firmarán mañana, lunes, en Pekín el estatuto de la institución financiera multilateral, que contempla un reparto accionarial dominado por China.

La segunda economía mundial, que ideó la creación de la entidad y lidera su puesta en marcha, será la principal accionista y contará con un poder de voto “un poco por encima del 25 %”, que le permitirá bloquear decisiones que requieran tres cuartas partes de los votos, aseguraron a Efe fuentes conocedoras de la negociación.

“Tal como está el estatuto, hay decisiones que se toman por mayoría simple, decisiones que se toman por mayoría especial y decisiones que se toman por supermayoría. La supermayoría supone, entre otras cosas, que tiene que estar aprobada al menos por tres cuartas partes del poder total de voto”, señalaron las fuentes.

En todo caso, ese derecho a veto de China sobre las decisiones que requieran “supermayoría” podría tener fecha de caducidad, porque la asignación de los votos podría modificarse posteriormente, al estar el BAII abierto a la entrada de nuevos miembros.

Así, el ingreso de nuevos países en el accionariado de la entidad implicaría una mayor distribución de las cuotas, que a su vez rebajaría el peso de los miembros actuales y le podría quitar a China toda opción de bloqueo.

De momento, los países asiáticos dispondrán de tres cuartas partes de los votos, mientras que la cuarta parte restante se dividirá entre los no regionales, como España, Brasil, Alemania, Francia, el Reino Unido o Egipto, según la prensa china.

El reparto inicial del capital y del poder de voto del BAII centrará la atención de la ceremonia de la firma del estatuto, que se celebrará en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, sede del Legislativo, encabezada por el presidente chino, Xi Jinping.

El contenido de ese documento tendrá que ser ratificado después por cada uno de los 57 países miembros de acuerdo con su legislación doméstica.

El acuerdo fundacional del banco fue pactado el mes pasado en una reunión en Singapur y es el resultado de las negociaciones que empezaron el pasado octubre, en la puesta de largo de la institución, y que se prolongarán hasta final de año, cuando se espera la puesta en marcha de la institución, que tendrá sede en Pekín.

Faltan por concretar multitud de aspectos del funcionamiento interno de la entidad, desde el procedimiento para la elección de un presidente -que será asiático, según contemplan los estatutos- hasta el marco social y ambiental en el que operará.

Aunque estas regulaciones todavía no se han decidido, el BAII ha sido criticado por los grandes ausentes en su accionariado, Estados Unidos y Japón, que ponen en duda la transparencia, los estándares de gobierno de la entidad o la sostenibilidad de los proyectos que financie.

“Algunos ven al BAII como una réplica china del Banco Mundial, por eso no sorprendió que inicialmente no fuera bien recibido por Estados Unidos”, explica a Efe Pedro Nueno, presidente de la Escuela Internacional de Negocios China-Europa (CEIBS) de Shanghái.

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