Islamabad, 28 Ago (Notimex).- Miles de manifestantes se preparan hoy para reunirse en la capital paquistaní, Islamabad, en el llamado “día decisivo” para forzar la renuncia del primer ministro Nawaz Sharif, tras fracasar las pláticas entre la oposición y el gobierno.
El clérigo Tahir ul-Qadri, quien tiene un gran número de seguidores, señaló a sus partidarios que había que “cerrar la puerta” a nuevas negociaciones y los instó a prepararse para un día decisivo en su campaña contra Sharif.
“El jueves será el día de la revolución”, dijo el clérigo, quien vivía en el exilio en Estados Unidos y ahora organizar una de las dos protestas masivas en Islamabad para obligar a Sharif a renunciar.
Miles de partidarios de los manifestantes están acampados frente al parlamento desde la semana pasado y mantienen paralizada la capital paquistaní.
El primer ministro canceló un viaje a Turquía y anunció una reunión de alto nivel para discutir la actual crisis política, reportó el canal paquistaní de noticias Geo News.
El político de la oposición Imran Khan, quien por separado también lidera una manifestación en la capital, comentó que no se irán de la capital paquistaní hasta que renuncie el primer ministro, acusado de un fraude masivo en las pasadas elecciones generales.
El Partido de la Justicia (PTI), la tercera fuerza política más votada en las elecciones del año pasado, acusa a Sharif de fraude en los comicios, tras ganar 190 de los 342 escaños de la Asamblea Nacional.
En un intento por resolver la disputa, los representantes gubernamentales sostuvieron conversaciones con los líderes de la protesta, pero la última ronda de negociaciones terminó sin resultados.
Tanto Qadri como Khan han hecho reiteradas declaraciones desde el 15 de agosto para que Sharif abandonde el poder, mientras el primer ministro ha rechazado renunciar.
Qadri y su partido Movimiento del Pueblo de Pakistán (PAT, por sus siglas en urdú) piden que Sharif se haga a un lado del poder debido a la enorme corrupción de su gobierno.
Sharif y su partido Liga Musulmana de Pakistán han desestimado las acusaciones y acusó a los manifestantes de socavar la frágil democracia del país.
