La pena para cada uno por la muerte fue de 25 años de prisión, a los que se han sumado otros diez por los delitos de robo agravado y violación.
San José, 29 mar (EFE).- Los asesinos del ecologista costarricense Jairo Mora fueron condenados hoy a 35 años de prisión cada uno, según dio a conocer el Tribunal Penal de Limón (Caribe de Costa Rica).
De los siete implicados fueron condenados cuatro, Donald Salmon, Ernesto Rivas, Héctor Cash y José Bryan Quesada Cubillo, como culpables por el delito de homicidio de Jairo Mora, mientras que fueron absueltos Felipe Arauz, Darwin Salmón y William Delgado.
La pena para cada uno por la muerte de Mora fue de 25 años de prisión, a los que se han sumado otros diez por los delitos de robo agravado y violación.
El juicio se inició el pasado 25 de enero contra los siete hombres a los que se les relacionó con la muerte del joven ambientalista, ocurrida el 31 de mayo del 2013 en Playa Moín (Limón), cuando la víctima se encontraba en compañía de varias personas.
El juicio por el crimen de Mora, asesinado mientras protegía nidos de tortugas, contó con el testimonio de 26 personas y es el segundo que se produjo, ya que hace un año la jueza absolvió a los siete sospechosos por fallos en la investigación de la Fiscalía, pero una apelación logró la apertura de esta segunda vista.
El asesinato de Mora se produjo por una venganza de una banda de delincuentes a la que él denunció ante la Policía y que se dedicaba a saquear nidos de tortugas y asaltar personas.
Mora fue asesinado por un grupo de encapuchados quienes emboscaron el vehículo en el que patrullaba la playa de Moín junto a cuatro mujeres ambientalistas, que fueron secuestradas y atadas en una cabaña y que, cuando lograron escapar, dieron aviso a la Policía.
El ecologista fue encontrado muerto en la playa, al parecer por un golpe en la cabeza que le provocó la muerte por asfixia con arena, al ser atado a un vehículo y arrastrado por la playa, según la sentencia.
La muerte de Mora ha sido uno de los crímenes más sonados en los últimos años en Costa Rica, un país reconocido internacionalmente por sus políticas de protección al medioambiente y a los derechos humanos.
