San Salvador, 30 jul (EFE).- El Gobierno salvadoreño aseguró hoy que “lo peor” de la crisis generada por el “boicot” de las pandillas al servicio del transporte público “ha pasado ya”, gracias a las medidas de seguridad que ha implementado el Estado.
Los transportistas suspendieron el servicio el pasado lunes bajo la amenaza de los pandilleros, que asesinaron a 7 chóferes desde el domingo, ante lo que el Gobierno desplegó un plan de contingencia que ha incluido el despliegue de militares y tanquetas en apoyo a la Policía.
“Lo peor ha pasado ya, (…) se está desmontando (el paro), está disminuyendo el fenómeno sensiblemente”, aseveró este jueves el portavoz del Gobierno, Eugenio Chicas.
En una entrevista con la televisión local, Chicas indicó que en el noroeste de la capital el servicio de transporte colectivo, que “ayer estaba a cero” hoy “está al 50 por ciento”.
Agregó que los transportistas “deben de cumplir” y retomar sus labores, de lo contrario “van a ser sancionados” por el Viceministerio de Transporte, porque está “montado el dispositivo de seguridad”.
El Gobierno salvadoreño dijo el miércoles que ofrecieron a los transportistas el “acompañamiento en las unidades de transporte” de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ejército.
“Indudablemente esto iba a mejorar (…) ayer el viceministro de Transporte convocó a los transportistas, se les explicó las reglas, y ellos establecieron sus requerimientos de seguridad” para reiniciar labores hoy, aseguró el funcionario.
Aseguró que durante los primeros tres días del paro fueron entre 142 y 122 la rutas, de 1.131 que posee el país, que detuvieron sus labores.
Según pudo constatar Efe el servicio de transporte tiende a normalizarse principalmente en la capital salvadoreña, luego del caos vivido en los días previos debido a la falta de autobuses colectivos.
El Gobierno acusó a la pandilla Barrio 18 facción Revolucionarios de ser los “principales responsables” del “sabotaje” al servicio de transporte para presionar al Ejecutivo para alcanzar “algún tipo de pacto”.
El Ejecutivo ha sostenido que “no cederá” frente a las pandillas, a las que se responsabiliza de la mayoría de los homicidios, que se dispararon un 55,7 %en el primer semestre de este año y sumaron 2 mil 865.
El miércoles el ministro de Defensa, David Munguía Payes, dijo que unos 600 militares en reserva solo esperan la orden del presidente Salvador Sánchez Cerén para ser desplegados para enfrentar el “boicot” pandillero.
Ello reforzarían el contingente de 100 efectivos especiales ya desplegados como parte de un plan de contingencia, y a los que habitualmente apoyan a la Policía en las labores de vigilancia y seguridad.
La “regularización” de transporte en El Salvador se da luego que el presidente salvadoreño viajó ayer a Cuba para un “chequeo” médico de “rutina” y atender “otros asuntos”. EFE
