Guadalajara, 30 Ago. (Notimex).- La polifarmacia o ingesta excesiva de uno o varios fármacos a la vez se considera una condición frecuente en muchos adultos mayores, por lo tanto es un síndrome geriátrico que, de no controlarse, puede desencadenar eventos adversos.
El automedicarse es otro problemas grave, señaló el especialista en Toxicología adscrito a la Unidad de Medicina Familiar con Atención Médica Ambulatoria (UMMA) No. 52 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Iram Villa Manzano.
Indicó que debido a que en muchos casos los ancianos padecen enfermedades crónicas y progresivas, las dosis de los medicamentos que constituyen los tratamientos son muy elevadas, o bien el adulto mayor puede optar por automedicarse.
Los adultos mayores al presentar un deterioro orgánico y en muchos casos alteraciones renales o hepáticas, tienen más posibilidades de desarrollar una reacción adversa tras ingerir fármacos a diferencia de otras personas de edad menor.
La polifarmacia, precisó, es la utilización de múltiples medicamentos, ya sean prescritos o no.
Entre los efectos adversos a fármacos más comunes que experimentan los adultos mayores figura la hipotensión ortostática, esto es, la sensación de mareo cuando se cambia de una posición recostada a ponerse de pie, la cual puede derivar en caídas o síncopes (desmayos).
Algunos otros efectos secundarios de la polifarmacia, indicó, incluyen constipación nasal, sequedad de boca, arritmias, problemas urinarios, delirium y deterioro cognitivo e, incluso, alteraciones en la vista (glaucoma).
Explicó que al ser una situación frecuente, el hecho de sufrir efectos adversos por la ingesta de fármacos, es también un motivo importante de atención médica sobre todo en los servicios de primer nivel.
Indicó que entre los criterios que pueden establecer una prescripción inadecuada de medicamentos figuran el hecho de que la posibilidad de sufrir efectos adversos sea mayor al beneficio en cuanto al tratamiento se refiere, o que el uso del medicamento se suministre con mayor frecuencia o duración de la establecida.
Añadió que en la actualidad, el hecho de prescribir al paciente medidas higiénico dietéticas en las que se incluye el cambio de alimentación y la incorporación de la actividad física ha permitido que en ciertos casos los pacientes reduzcan la ingesta de fármacos.
