Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo).- En 1994, la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN) agarró desprevenidos a distintos sectores en México. Uno de ellos es el automotriz, que durante años estuvo contra las cuerdas. Pero 20 años después logró colocarse como uno de los principales jugadores de la industria.

México es actualmente el octavo fabricante de autos a nivel mundial y el cuarto exportador y se habla al tú por tú en Estados Unidos con Japón. La balanza comercial del sector registró en 2013 un récord histórico al tener un superávit de 38 mil 774 millones de dólares, según datos de la Secretaría de Economía. Los ingresos por las exportaciones automotrices casi duplican en valor de las petroleras.

En 2013 las exportaciones del sector automotriz representaron 1.7 veces las exportaciones de petróleo crudo, debido principalmente al crecimiento del 20.2 por ciento de la rama automotriz frente al descenso de las exportaciones de petróleo crudo en 8.5 por ciento en 2013 comparado con el año previo.

Pero no todo son buenas noticias.

El 27 de febrero, el Presidente Enrique Peña Nieto inauguró en Salamanca una nueva planta armadora de Mazda cuya inversión es de 700 millones de dólares con una creación de 4 mil 600 empleos directos según una ficha informativa del Ejecutivo, sin embargo, representantes de sindicatos pertenecientes a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) se quejaron por la condiciones precarias de los empleos que ofrece la empresa, la mayoría vía outsourcing.

En un desplegado publicado el 27 de febrero, los representantes del gremio aseguraron que en la empresa se explota a jóvenes profesionistas, quienes perciben salarios de entre 4 mil y 5 mil pesos mensuales.

“Los trabajadores que dejaron General Motors (en Silao) y se incorporaron a Mazda están arrepentidos. Los salarios que perciben en la planta que usted [Peña Nieto] inaugura, están en la cuarta parte de lo que se gana en la industria local”, señalaba el desplegado dirigido al Presidente y al secretario general de la CTM Joaquín Gamboa Pascoe.

Datos del gobierno federal a 2010 señalaban que un obrero del sector gana por hora 2.91 dólares, mientras que su similar estadounidense percibe 10.20 dólares, es decir, casi cinco veces más.

A finales del año pasado, Alfredo González González, secretario general de la Federación de Trabajadores de Aguascalientes (FTA) señaló que en la entidad el salario promedio es de 150 pesos diarios, mientras que en Guanajuato y Querétaro es de 235 y 240, respectivamente, es decir que entre una entidad y oytra existe una diferencia de hasta 100 por ciento.

Mientras que a nivel directivo, el automotriz es uno de los sectores mejor pagados con sueldos que van de los 122 mil a los 185 pesos mensuales, de acuerdo con Michael Page México, firma especializada en reclutamiento de ejecutivos en gerencia media a alta dirección.

INDUSTRIA EN AUGE

Datos de la industria apuntan que antes de la apertura comercial el país fabricaba poco más de un millón de unidades, en 2013 llegó a los 2 millones 933 mil 462 unidades, es decir, casi el triple.

La crisis por la que pasó la industria estadounidense de Detroit en 2009 como consecuencia de la recesión en ese país fue uno de los factores que en los últimos años supo aprovechar el sector en México.

“El 2009 fue como un bache, nosotros hemos crecido a partir de entonces, hemos estado creciendo una base de 10 a 12% anualmente en seis a ocho años, principalmente por las exportaciones que han estado también muy por encima del Producto Interno Bruto (PIB)”, aseguró Alejandro Sauter Bindel, director general de Continental Automotive Guadalajara, uno de los principales fabricantes de componentes para la industria.

“Hay tres ventajas que la industria supo aprovechar: que tenemos buenos armadores, una excelente ubicación geográfica y mano de obra calificada y a precios competitivos”, señaló el investigador del Departamento de Ingeniería de la Universidad Iberoamericana, Enrique Healy Wehlen.

Pronósticos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) señalan que dentro de cuatro años el número de automóviles fabricados en el país llegará a los cuatro millones, gracias a nuevas plantas que se están estableciendo en el país como las de Mazda y Honda, ambas de origen nipón.

Datos de la industria destacan que el 83% de las unidades fabricadas aquí se exportan a 100 países, gracias a acuerdos comerciales con 40 países que permiten a los automóviles mexicanos llegar a Asia y Europa, entre otros, siendo Estados Unidos su principal mercado: seis de cada 10 vehículos que se fabrican en México tienen como destino EU.

“Proveedores de la industria han observado que uno de los grandes atractivos que se ha visto en México es e que se puedan establecer las plantas automotrices en un ambiente más cordial que en Estados Unidos, principalmente por el sindicalismo que allá es muy fuerte y muy arraigado mientras que aquí se ha llegado a negociaciones”, consideró Sauter Bindel.

A pesar de que México se ha consolidado como uno de los grandes jugadores de la industria, el país está desaprovechando la oportunidad de fabricar piezas terminadas de manufactura 100 por ciento nacional, ya que la una gran parte de los componentes que se ensamblan en las plantas aztecas provienen de Alemania o Japón, consideró el académico de la Ibero.

“Falta gran desarrollo y capacitación e ingeniería automotriz. No estamos fabricando piezas terminadas el diseño de la pieza no nació en México, pero la ingeniería no es mexicana, el plano, las medidas, las características vienen de fuera y aquí nos dedicamos a copiarlas”, señaló.

Una planta en el país arma en promedio 400 autos por día, mismos que tendrían mayor valor agregado si tuvieran un mayor número de componentes nacionales, a pesar de que los estándares de calidad internacionales se cumplen al 95 por ciento, argumenta Healy.

“ A Brasil le ganamos en calidad de mano de obra también a la industria china, que a diferencia de la mexicana pone en el mercado productos buenos y malos para horrar costos, en cambio, en México un producto malo no es reparado y vendido sino desechado totalmente, se desecha y se tira para no asumir los costos”, agregó.

“Somos un jugador muy importante dentro de lo que es la industria, hemos tenido un crecimiento vertiginoso”, dijo por su parte Sauter Bindel.

LUCES AMARILLAS

A pesar de la fama de la industria a  nivel internacional, representantes del sector encendieron las “luces amarillas” por el escaso crecimiento en las ventas internas de vehículos en el primer bimestre de 2014 que colocó a la industria doméstica en niveles de hace 14 años, por lo que a nivel local previeron una crisis sectorial similar a la de 2009.

Este lunes, las asociaciones mexicanas de la Industria Automotriz (AMIA), de Distribuidores de Automotores (AMDA), Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) y de la Industria Nacional de Autopartes (INA) se reunirán para pedir a las autoridades federales apoyo para reactivar el mercado interno.

El presidente de la AMIA, Eduardo Solís Sánchez, expuso que el mayor reto es la recuperación de la confianza del consumidor, que ha pospuesto sus compras de bienes durables, entre ellas los vehículos, para otro momento, en función de los recientes cambios fiscales.

Ante una caída de 25 por ciento en enero y de 23.9 por ciento en febrero de las colocación interna de vehículos respecto a 2013, el directivo consideró que la confianza del consumidor se encuentra hoy en niveles similares a los de 2009.

Aseguró que el mercado interno de vehículos ligeros es deficiente, a pesar de que a finales del año pasado se tuvo un crecimiento en ventas de 7.7 por ciento y un millón de unidades colocadas.

“Terminamos el año en niveles similares a los que tuvimos hace 10 años. Traemos una década perdida en el mercado interno, pero la pregunta es 2014, porque al primer bimestre de 2014 termina con niveles de hace 14 años, con un crecimiento bimestral contra el primer bimestre de 2013 de 0.6 por ciento”, planteó.

Señaló que aunque en marzo se prevé una mejoría, las cifras serán “ficticias” respecto a igual mes del año anterior, cuando la Semana Santa cayó en ese mes y en 2014 es en abril y por lo tanto “no es comparable”.

Ante ello, afirmó Solís Sánchez, industria y gobierno tienen que hacer algo para evitar que 2014 se convierta en un año similar al 2009 y desincentive a la industria en cuanto al mercado interno.

El presidente de la AMDA, Guillermo Prieto Treviño, señaló a su vez que aunque siempre en el inicio del año es importante, el arranque es lento y “tememos que así continúe la tendencia”.

Mencionó que enero de 2014 comparado con el año pasado, la venta de vehículos ligeros registró una pérdida 1.5 por ciento y en febrero fue de 0.3 por ciento, donde el principal tema a resolver es la baja confianza del consumidor.

Un factor que afecta de manera importante es la Reforma Fiscal porque influye en el poder adquisitivo del consumidor, sobre todo a los principales compradores de autos que son la clase media, expresó.

-Con información de Notimex