Enrique Vila-Matas y el fin de la literatura en el siglo XXI

29/11/2015 - 12:05 am
El flamante Premio FIL en Lenguas Romances puso el dedo en la llaga y denunció la banalidad de nuestros tiempos. Foto: FIL
El flamante Premio FIL en Lenguas Romances puso el dedo en la llaga y denunció la banalidad de nuestros tiempos. Foto: FIL

La literatura no llegó al futuro y no cambiará la historia, como lo hizo la primera canción de rock en 1948, el año en que nació en Barcelona el autor de Bartleby y El mal de Montano. Pesimista, tal vez derrotado, el escritor catalán ve hundirse el sueño de las letras en medio de un mercado editorial indiferente y, por qué no decirlo, ignorante

Guadalajara, Jalisco, 28 de noviembre (SinEmbargo).- “El futuro llegó hace rato…todo un palo (una desgracia) ya lo ves”, dice una canción de la banda sudamericana de culto Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

El futuro como una ausencia, como la desilusión en el concepto nietzscheano que establece la canción del Indio Solari, fue la esencia del discurso con el que el escritor barcelonés Enrique Vila Matas decretó el fin de la literatura en el siglo XXI y recibió el Premio FIL en Lenguas Romances (en secreto llamado Juan Rulfo, como bien destacó el crítico literario Christopher Domínguez Michael).

Una paradoja tal vez difícil de digerir para los no pocos detractores que tiene el autor de una obra fragmentada, a-genérica, especie de anti-literatura que se nutre desde los márgenes sin vocación clásica ni virtud canónica y que, por lo mismo, ha generado su propia tradición, que va de Bolaño a Piglia, de Bolaño a Di Benedetto, antes, por supuesto, de Robert Walser (“Mi Sandokán moral”, dijo el catalán) a Sebald y siempre, en el centro, Jorge Luis Borges.

Precisamente, del escritor argentino se acordó Vila-Matas en el discurso donde supo decretar no sólo el fin de la literatura al menos como testimonio de una nueva era capaz de transformar los usos y costumbres de las comunidades, sino que también acusó directamente al mercado editorial por un estado de las cosas donde “entre sombras de Grey, triunfa la corriente de aire, siempre tan limitada, de los novelistas con tendencia obtusa al desfile cinematográfico de las cosas, por no hablar de la corriente de los libros que nos jactamos groseramente de haber leído de un tirón”.

“Me gustaría escribir alzándome sobre la pesada vida terrestre. Pero en caso de lograrlo, ¿coincidirían mis itinerarios con los trayectos nocturnos que sospecho que seguirá la novela en el futuro? A principios de este siglo, aún habría dicho que sí, que algunos recorridos coincidirían. Quizás entonces aún era optimista, porque me sentía aliado con estas líneas de Borges: “¿Qué soñará el indescifrable futuro? Soñará que Alonso Quijano puede ser don Quijote sin dejar su aldea y sus libros”, explicó el autor de Bartleby, El mal de Montano y Doctor Pasavento, entre otros.

“Pensaba que en las novelas por venir no sería necesario dejar la aldea y salir al campo abierto porque la acción se difuminaría en favor del pensamiento. Con una confianza ingenua en la evolución de la exigencia de los lectores del nuevo siglo, creía que en el indescifrable futuro la novela de formato decimonónico –que se había cobrado ya sus mejores piezas– iría cediendo su lugar a los ensayos narrativos o a las narraciones ensayísticas, y quizás incluso cedería el paso a una prosa brumosa y compacta, estilo Sebald (es decir, muy en el modo en que Nietzsche hacía de la vida, literatura), o estilo Sergio Pitol, el de El mago de Viena, con ese tipo de prosa compacta en la que el autor disolvía las fronteras entre los géneros, haciendo que desaparecieran los índices y los textos consistieran en fragmentos unidos por una estructura de unidad perfecta; una prosa a cuerpo descubierto, la prosa del nuevo siglo”, afirmó el autor en un discurso temible y lúcidamente doloroso.

SOY TODO YO, EL HOMBRE POLÍTICO QUE NO CONOCÉIS

“Sí, es verdad, he sido valiente siempre en mi trabajo, en mi escritura, no lo he sido hoy particularmente, aunque reconozco que el discurso es valiente y fue escrito antes de los acontecimientos de París, en referencia a la matanza de Charlie Hebdo”, dijo Vila-Matas en la conferencia de prensa posterior a la ceremonia inaugural de la Feria Internacional del Libro que transcurre en Guadalajara hasta el próximo 6 de diciembre.

Valentía o desesperación para caer en la cuenta, como ya lo había hecho Theodor Adorno al decir aquello de que “escribir poesía después de Auschwitz es un acto de barbarie”, de que Siria, Charlie Hebdo, los atentados de París obligan a manifestarse como “el hombre político que también existe, aunque no sea tan conocido”.

En la mira de Enrique Vila-Matas, no sólo la industria editorial, “sino también los medios de prensa, están cada vez más banalizados”.

“En Barcelona, los acontecimientos de París permitieron durante cuatro días un cambio muy interesante en los programas de televisión y apareció gente que daba testimonios sobre la situación real en lugares como Siria, gente que nunca había aparecido antes frente a la pantalla y que era experta en los temas que se trataban”, explicó el escritor.

“Al cabo de cuatro de días volvieron a aparecer los contertulios de siempre, los que saben de todo pero no saben nada y reinó otra vez la falta de información” a la que estamos habituados, dijo Vila-Matas.

“Está el ejemplo del futbol, un tema que me interesa mucho y sobre el cual cada vez se habla menos del tema en sí, sino de todo lo demás que rodea al futbol o a la literatura y que no es importante”, precisó.

Aun cuando la situación mundial es preocupante, descree el autor de lo que se conoce como “literatura comprometida”, al tiempo que admite que el mexicano Sergio Pitol ha sido una de sus mayores influencias literarias.

“He aprendido de él los géneros híbridos, pues fue el primero que lo hizo y gozo su genial sentido del humor. En Varsovia, por ejemplo, me presentaba como su hijo y me hizo conocer a un hombre que era idéntico a Lenin y del que también decía que era su hijo…el de Lenin”, concluyó Vila-Matas, el barcelonés más mexicano por estos días.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video