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Hugo no puede cerrar su panadería pese al COVID-19; “lo hago por mis trabajadores y sus familias”, dice

01/05/2020 - 11:57 am

Él todos los días se levanta a trabajar por sus “muchachos”, sus trabajadores, ellos son su motivación, ya que no le gustaría que ellos se quedaran sin trabajar o que les tuviera que decir ¨Saben qué, váyanse les voy a pagar medio sueldo¨, o ¨no puedo pagarles, váyanse¨, porque eso significaría una situación mala en el aspecto económico.

Por Mitzi Pulido Tzompa

Puebla, 1 de mayo (Periódico Central).- Hugo Hernández Águila es panadero desde hace 22 años, su trabajo por tratarse de producción de alimentos es considerado dentro de las actividades esenciales. Es dueño de su propio negocio, tiene 60 años y dice que no puede parar. Mantiene su panadería abierta no solo para proveer a sus clientes sino también para que sus trabajadores no pierdan sus ingresos.

Desde muy chico quiso ser panadero, pero fue hasta después de cumplir los treinta años que logró abrir la Panadería Monarca, en la colonia Héroes de Nacozari, en Puebla.

Hoy es un panadero visionario, responsable, fuerte y positivo ante el coronavirus, su experiencia lo respalda para poder superar este trago amargo del cual ha adquirido mucha fortaleza.

Él todos los días se levanta a trabajar por sus “muchachos”, sus trabajadores, ellos son su motivación, ya que no le gustaría que ellos se quedaran sin trabajar o que les tuviera que decir ¨Saben qué, váyanse les voy a pagar medio sueldo¨, o ¨no puedo pagarles, váyanse¨, porque eso significaría una situación mala en el aspecto económico.

La motivación que tengo es ver que los muchachos se den cuenta que hay sinceridad en cuanto a que estamos trabajando, para que ellos me respondan el día de mañana, que no hay mala voluntad, estamos firmes trabajando mientras se pueda y lo permita la autoridad y dios, también él es el más importante”.

Al inicio de la pandemia, sus empleados estaban con cierta incertidumbre, incluso él también, ya que pensó que las autoridades podrían ir a cerrar su negocio, pero cuando se dieron cuenta que estaba bien, decidieron continuar con su labor de llevar el pan a las casas de todos aquellos poblanos que los prefieren.

En la panadería él se encontraba junto a su hermano y esposa, conversando, su nieto estaba en la caja registradora, una señorita acomodaba las piezas de pan en los aparadores, y otros cuatro jóvenes sobre las mesas amasando.

Dice que su familia y su equipo se mantienen unidos para trabajar ante esta a adversidad, ellos saben que hay riesgo, pero menciona que se ha minimizado con su actitud optimista, positiva y cuidándose, eso es lo que les da la certeza, cuidarse y recordar siempre la frase emblema “Firmes y adelante”.

Cuando la autoridad dé el aviso de que esto ya pasó, sabemos que va a venir una época muy difícil, porque va a haber poco dinero, ya que la gente está gastando mucho, las empresas están cerrando, y pues a ver qué pasa”.

Don Hugo dijo que, al principio de la contingencia por coronavirus, dudó mucho sobre el tema, pero después de reflexionar, dijo que la duda no importa, lo que importa es que cada uno se asegure de hacer lo correcto, y lo correcto es obedecer a la autoridad sanitaria.

Desde muy chico quiso ser panadero, pero fue hasta después de cumplir los treinta años que logró abrir la Panadería Monarca, en la colonia Héroes de Nacozari, en Puebla. Foto: Periódico Central.

Ahora respeta mucho la pandemia, así como respeta lo que dice la autoridad, y en su negocio le ha dicho a todo el personal que acate las medidas que se han implementado en el estado, ya que no se arriesgará a que les afecte.

A mis 60 años nunca había visto algo parecido, que se moviera todo el planeta, porque esto es a nivel mundial. Si nos dicen que nos cuidemos hay que cuidarse y cuando digan que no salgamos no vamos a salir”.

Aunque la panadería permanece abierta por ser considerado un producto esencial, la venta ha bajado, pero a pesar de la situación, él ha cuidado y respetado las medidas de la sana distancia, todos los días limpia constantemente la superficie de todas las áreas de la panadería, a todo su equipo de trabajo les solicitó el uso de cubrebocas, gel antibacterial, el lavarse de manera constante las manos.

El gusto por el pan, y ver que sus clientes regresan, es lo que los mantiene en pie ante esta adversidad.

Hay muchas panaderías en Puebla y nosotros vemos que todos los días nuestro producto se vende, entonces eso nos anima y nos da fuerza, además, está uno contento porque es lo que nos ha gustado, el oficio, comer el pan, venderlo y que la gente nos prefiera, eso le da a uno mucho ánimo para seguir trabajando diario”.

Él sabe que mucha gente no puede dejar de trabajar y resguardarse en su casa, ya que su oficio es esencial, pero piensa que esas personas deben estar bajo un esquema de cuidado, de protección.

Al preguntarle si abren con miedo ante el riesgo de contagiarse, él dijo que se cuida y cuida su sana distancia con las personas que no portan un cubrebocas.

“Definitivamente yo me cuido de las personas que no llevan cubrebocas, porque puede que estornude y me pueda contagiar, pero ese contagio puede ser desde una gripa o alguna enfermedad de la garganta o el coronavirus, es por eso que siempre las personas que tengan alguna enfermedad se deben de tapar, pero hay mucha gente inconsciente, por eso es conveniente cuidarse”.

Mencionó que ha subido la materia prima, hace unas semanas el huevo, después vino el alza en el bulto de harina y posteriormente el bulto de azúcar.

Siempre hay dificultad, adversidad, y la inseguridad siempre ha sido recurrente”.

Don Hugo dijo que le da más miedo la inseguridad, ya que es el peor de los flagelos que tienen, así como toda la ciudadanía en Puebla, por lo que mencionó que se volvió cotidiano y la autoridad no hace nada, por lo que eso sí le alarma.

A nosotros nos obligan a pagar, y en arbitraje y conciliación nos multan, y son muy fuertes, y es gasto también, pero la autoridad no cumple con cuidar a la ciudadanía eso es lo que más me da tristeza, uno tiene que trabajar y redoblar esfuerzos, pero la autoridad no hace nada”.

Desde muy chico, Don Hugo se ha esforzado para trabajar en lo que siempre le ha gustado: el pan. Ahora diariamente lucha para mantener en pie el negocio familiar, él llamó a su panadería, “Monarca”, que proviene de la palabra monarquía, y es porque fue hecha para heredar, ya que piensa dejársela a sus hijos y ellos a su vez a los suyos. Don Hugo espera superar este tramo amargo de la pandemia, de cual adquirido mucha fortaleza.

Finalmente, hizo un llamado a las y los poblanos para que se cuiden mucho ante esta situación.

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