Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo).- Cuando Oribe Peralta le anotó a Brasil al primer minuto de juego por la medalla de Oro en Londres 2012, Luis Fernando Tena apenas levantó los brazos y sonrió tímidamente, como siempre. “Es el mejor entrenador que he tenido”, decía un jugador en el lobby del hotel luego del decepcionante debut frente a Corea del Sur en aquella Olimpiada que sería histórica. “El Flaco” Tena no cambia el semblante, parece un hombre triste, de ojos hundidos. Criticado tras el fracaso de la Copa América en 2011, se convirtió en el entrenador nacional en el logro más importante en la historia del futbol mexicano. Hoy tiene tres días para resucitar a un equipo desahuciado que ve amenazada su presencia en Brasil 2014.
En 2001, un gol del costarricense Hernán Medford le propinó la primer derrota oficial para México en el Estadio Azteca. Costa Rica festejó la victoria 2-1 luego de empezar perdiendo en los primeros minutos del partido. En el país centroamericano celebraron como nunca “El aztecazo”. Pasaron 12 años y tres mundiales para que la pesadilla se volviera a repetir. Cambió el día por la noche y el rival. Honduras vino de atrás y no solo le ganó a un equipo sin alma que vestía de negro, sino que dejó latente la posibilidad de no calificar al próximo Mundial. Tras el partido, mientras la prensa deportiva hondureña ponía a consideración de sus lectores si el titular “aztecazo” debería ir con “H”, los federativos mexicanos esperaban la calma de la madrugada para destituir al “Chepo” de la Torre quien horas antes se negó a renunciar.
“Fracasar es dejar de luchar”, declaró José Manuel de la Torre luego del partido. Un discurso motivacional salía de su boca en medio de un caos. Tres minutos antes de las tres de la mañana, un comunicado de la Federación Mexicana de Futbol (FEMEXFUT) oficializaba el deseo general de la afición mexicana y entregaba toda la responsabilidad, como en una encomienda religiosa, a Luis Fernando Tena. Miembro del mismo cuerpo técnico, sentado a un lado del “Chepo”, el “Flaco” ahora tomará el asiento principal con miras a un partido complicado en el frío de Columbus, ante una buena selección de Estados Unidos. México nunca ha ganado en Ohio. La derrota estaba presupuestada al principio de la eliminatoria pensando que, con tres partidos para finalizar, se estaría cómodamente clasificado. La obligación de Tena es trabajar en lo anímico apenas en tres días.
De los últimos cuatro procesos mundialistas, solo Ricardo La Volpe pudo completar cuatro años de trabajo para llegar a Alemania 2006. La apuesta por el sueco Sven-Göran Eriksson para Sudáfrica 2010 fracasó entre el español trastabillado del estratega. Javier Aguirre ha construido una buena carrera como entrenador. El actual técnico del Espanyol de Barcelona rescató al Tri para llevarlo al primer mundial del continente negro, pero sobre todo se recuerda aquella proeza de principios de siglo. Tras el primer “aztecazo”, México fue humillado en el siguiente partido frente a Honduras. El Vasco relevó a Enrique Meza refrescando con su ímpetu y carácter a una triste selección. En un panorama similar, el sereno Flaco Tena tiene tres partidos por delante para intentar emular lo que hizo Aguirre.
Tras los fracasos de la Copa Confederaciones y la Copa Oro, Justino Compeán ratificó a José Manuel de la Torre ante la incredulidad de la prensa y aficionados decepcionando en su estilo de juego. Hoy, a tres días de un partido decisivo, la decisión de la federación mexicana llega tarde dándole un cargo complicado a Luis Fernando Tena. A diferencia del 2001, el cambio de timonel no parece será el mismo. “Chepo” se fue, pero su cuerpo técnico se queda. No habrá nueva convocatoria como sí tuvo oportunidad Javier Aguirre. El calmado “Flaco” no tiene el carácter explosivo de Aguirre, pero el mayor logro del futbol nacional le da la credibilidad para tomar el cargo. Con Costa Rica y Honduras enfrentando a los más débiles del hexagonal, una derrota en Estados Unidos puede dejar al Tri sin la posibilidad de una clasificación directa.
La última vez que México no fue a un mundial fue en 1990. Cinco mundiales han pasado, en todos la selección ha clasificado a octavos de final. La obsesión del quinto partido se apoderó de la ideología nacional. El viernes por la noche, un empate entre Panamá y Jamaica dejó al Tri en zona de repechaje. El vuelo directo hacia Brasil parece que tendrá una escala en Nueva Zelanda, campeón oceánico. Luis Fernando Tena se colgó una medalla dorada el año pasado, Coca Cola hizo un documental sobre la aventura olímpica que ilusionó a la afición.
Ayer, en la conferencia de prensa oficial, Justino Compeán comenzó hablando sobre “el negocio” del futbol como su costumbre. A su lado, Luis Fernando Tena, con su semblante de siempre, lamentó las circunstancias de su llegada. México tiene que ganar en Estados Unidos. La misión complicada tiene enfrente a un tipo que hizo jugar bien a un representativo nacional el verano pasado. Capaz de escuchar, mucho menos rígido que “Chepo” y cercano al futbolista. Del Vasco al Flaco, con 12 años de distancia, el deporte más popular de país se tambalea.
