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Seis consejos de cómo beber alcohol y no pasar de la talla L a la XL

19/11/2016 - 9:03 pm

Es un hecho: las bebidas alcohólicas nos hacen ganar peso. Sin embargo, estos sencillos trucos pueden ayudarnos a rebajar su efecto en la báscula.

Foto: Especial / Shutterstock
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Ciudad de México, 19 de noviembre (SinEmbargo/AsMéxico).- Pocas formas hay más fáciles y efectivas de meterle calorías al cuerpo que tomar una copa. Cada gramo de alcohol contiene 7.1 Kcal vacías (sin nutrientes como proteínas, minerales o vitaminas), lo que traducido a lenguaje de barra de bar significa que un simple chupito de whisky tiene casi 100 Kcal; el doble que una manzana. Somos conscientes de que las bebidas alcohólicas engordan, pero ¿quién es el guapo que renuncia a una agitada vida social? Es probable que en quedadas con colegas, cenas familiares y celebraciones de todo tipo te sorprendas a ti mismo con una copa en la mano (y puede que hasta con dos). Partiendo de lo inevitable de la situación, ¿cómo podemos atenuar sus efectos en la báscula? 6 consejos que te ayudarán a conseguirlo.

1.- DOS MEJOR QUE CUATRO
¿Te suena eso de empezar a beber y pensar “de perdidos al río”? “Mucha gente sale y se bebe una copa casi de un trago, de modo exagerado. Al final, en vez de tomar una o quizás dos, termina bebiéndose cuatro”, nos cuenta el nutricionista de Álvaro Sánchez, de Medicadiet (Madrid). Y, claro, cuatro copas tienen exactamente el doble de calorías que dos. Así que, en vez de lanzarte, pisa el freno.

2.- VINO O CERVEZA, MEJOR QUE DESTILADO
Tienen menos graduación alcohólica y, por tanto, calorías. La cerveza (5º de media) y el vino (13º) engordan menos que el whisky (40º). No digamos ya si al destilado le añadimos un refresco o tónica para convertirlo en un combinado. Como indica el experto de Medicadiet, “si lo bebemos con un refresco, estamos agregando azúcar”. Por ejemplo, en un gin tonic se suman las calorías de 50 ml de ginebra y de 200 ml de tónica (que contiene 20 gr de azúcar), alcanzando un total de 190 calorías. Por ello, añade el nutricionista, si te vas a decantar por un destilado mejor vigila la cantidad y, puestos a hacer un mix, aderézalo con soda o agua.

3.- DARLE A LA LENGUA, MEJOR QUE APOYAR EL CODO

¿La fiesta está que arde y has decidido quedarte acodado en la barra? No todo está perdido. Lo mejor en ese caso, señala el nutricionista Álvaro Sánchez, es “intentar que la copa nos dure un poco más de lo habitual, y para ello un truco es volcarse en la conversación”. Mientras estemos hablando no estaremos dándole a la priva. También sugiere beber a pequeños sorbos y alternar vasos de agua entre copa y copa, lo que nos mantendrá hidratados y reducirá los síntomas de una previsible resaca. “Uno de los principales efectos del alcohol es la capacidad de deshidratación”, señala la profesora de Nutrición de la Universidad Europea de Madrid, Sara Martínez López.

4.- RACIÓN DE JAMÓN, MEJOR QUE DE BRAVAS 
Si no te dio tiempo a cenar correctamente y has quedado con los amigos en el bar de siempre, los nutricionistas y dietistas advierten de que decantarse por las típicas raciones de patatas fritas o croquetas no es la mejor opción: estarás sumando calorías a la dieta. “Lo ideal es elegir las alternativas menos grasientas. Es decir, evitar fritos y rebozados. Es preferible que te tomes una tapa de jamón, de marisco o de atún, por ejemplo. En definitiva, evitar las grasas, ya que son las que más calorías aportan”, sugiere el experto de Medicadiet.

5.- AL SIGUIENTE DÍA, UNA ENSALADA MEJOR QUE UN FILETE
Un estudio, publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, señala que una de las causas del aumento de peso debido al consumo de alcohol es que el cuerpo prioriza la metabolización del alcohol (por cierto, a un paso muy lento) sobre el resto, lo que reduce su capacidad para procesar las grasas o los hidratos de carbono, que quedan finalmente almacenados en nuestro cuerpo. Por ello, Álvaro Sánchez señala que “es importante comer, antes y después de ingerir alcohol, verduras y alimentos magros (pescado blanco, pollo o pavo) e hidratos. Al día siguiente es aconsejable, también, comer hidratos (pastas o arroz) y frutas”. Además, señala el especialista, las frutas son importantes, ya que “aportan agua y son antioxidantes”.

6.- DESCANSAR EL HÍGADO DOS DÍAS Y NO SOLO UNO
Existe otra posibilidad para reducir la relación entre el alcohol y la subida peso. En caso de una irrenunciable agenda cargada de visitas a bares, se recomienda “dejar al menos dos días a la semana sin tomar nada de alcohol. Con esto conseguimos dar tiempo al hígado para metabolizar todo el alcohol circulante”, señala Mar Navarro, presidenta del Colegio Oficial de Diestistas-Nutricionistas de Castilla la Mancha (CODINCAM). Todas estas técnicas funcionan, aunque ya sabes: la copa que no engorda es la que no te tomas.

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