Lo que vivieron sus abuelas durante el asedio de Hama quedó grabado no solo en la memoria familiar, sino en el propio ADN de sus nietos.
Berlín, 17 de marzo (DW).- Un estudio publicado en la revista Scientific Reports, sobre descendientes de mujeres que sobrevivieron a una masacre en Siria en 1982, muestra la transmisión genética del "estrés" a través de generaciones, un fenómeno hasta ahora sólo documentado en animales.
Los investigadores descubrieron 14 áreas en el genoma de los nietos de sobrevivientes de la masacre de Hama (ciudad en el centro de Siria), que fueron modificadas en respuesta a la violencia vivida por sus abuelas, según un texto publicado por la Universidad de Florida, en Estados Unidos.
Estas 14 modificaciones indican que los cambios epigenéticos, es decir, modificaciones en las características de un organismo que no resultan de alteraciones en la secuencia de ADN, inducidos por el "estrés", pueden manifestarse en generaciones futuras, añade el documento de la universidad.
En febrero de 1982, una masacre ordenada por el entonces presidente sirio Hafez al-Assad para reprimir una revuelta en Hama causó entre 10 mil y 25 mil muertos, la mayoría civiles, según Amnistía Internacional. La ciudad estuvo sitiada cerca de un mes, mientras era bombardeada y sus habitantes eran objeto de torturas y ejecuciones sumarias. Este ataque dejó efectos duraderos en los genes de familias sirias.
Marcadores epigenéticos: huellas del trauma en el ADN
Los nietos de mujeres que estaban embarazadas durante el asedio –nietos que nunca vivieron esa violencia– presentan marcas de este trauma en sus genomas.
#Epigenetic changes linked to #Violence may pass through generations, as seen in Syrian families. This genetic imprint suggests trauma's lasting impact, echoing findings in animal studies. @SciReports https://t.co/YUMh1WNOIJ
— Medical Xpress (@medical_xpress) February 27, 2025
La autora principal del estudio, Connie Mulligan, profesora de Antropología e investigadora del Instituto de Genética de la Universidad de Florida, señala que el trauma y la violencia pueden tener repercusiones en generaciones futuras. Esta comprensión podría fomentar la empatía y motivar a los responsables de políticas públicas a prestar mayor atención a los problemas relacionados con la violencia.
"Puede incluso ayudar a explicar algunos de los ciclos intergeneracionales de abuso, pobreza y trauma, aparentemente inquebrantables, que existen en todo el mundo, incluyendo en Estados Unidos", añade, citada en el comunicado.
Mulligan también sugiere que esto podría ayudar a explicar ciclos intergeneracionales de abuso, pobreza y trauma aparentemente inquebrantables que persisten en distintas partes del mundo, incluido Estados Unidos.
Aunque los genes humanos no pueden alterarse por experiencias de vida, las células pueden añadir marcadores químicos en respuesta al "estrés". Estos marcadores, que pueden modificar el comportamiento de los genes, fueron el foco de Mulligan y su equipo, quienes los buscaron en los genomas de familias sirias.
Metodología y población del estudio transgeneracional
La investigación fue realizada en colaboración con la bióloga molecular Rana Dajani, de la Universidad Hachemita de Jordania, y la antropóloga Catherine Panter-Brick, de la Universidad de Yale, en Estados Unidos. El estudio involucró a tres generaciones de inmigrantes sirios en Jordania.
Algunas familias vivieron el ataque de 1982 contra Hama antes de huir a Jordania; otras experimentaron la reciente guerra civil en Siria contra el régimen de Bashar al-Assad, hijo del responsable de aquella masacre.
Even indirect exposure to trauma can leave lasting, measurable genetic impacts, perhaps even influencing their descendants’ metabolism and behavior, according to an analysis of three generations of women from war-torn Syria. https://t.co/JjyPhT9HmS
— News from Science (@NewsfromScience) March 4, 2025
Las investigadoras recolectaron muestras de ADN de 138 personas de 48 familias, incluidas mujeres embarazadas durante ambos conflictos y sus descendientes. El grupo de control estaba compuesto por familias que emigraron a Jordania antes de 1980, evitando décadas de violencia en Siria.
Implicaciones para la salud y otras formas de violencia
El estudio identificó 21 sitios epigenéticos en los genomas de personas que experimentaron directamente la violencia en Siria.
Aquellos expuestos a la violencia mientras estaban en el útero mostraron signos de envejecimiento epigenético acelerado, un tipo de envejecimiento biológico asociado con mayor susceptibilidad a enfermedades relacionadas con la edad.
Las investigadoras destacan que estos hallazgos son relevantes no solo para la violencia sufrida por refugiados, sino también para otras formas de violencia, como la doméstica, sexual y armada. Mulligan subraya que esta problemática debe ser estudiada y tomada en serio para comprender mejor su impacto.