Opinión en video
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07-05-2024 - 12:05 am
"Las mujeres de las regiones rurales han sido históricamente defensoras del territorio, ya sea desde la actividad agropecuaria o la forestal".
Por: Charlie Punzo Villafuerte*
Mi papá manejaba el tractor, pero mi mamá me enseñó a hablarle a las plantas, a darle gracias a la lluvia, y a amar la tierra.
No es posible concebir el territorio sin la presencia de las mujeres, sin su arraigo a la tierra a la que han entregado sus pasos al caminar, sus manos al labrar, sus entrañas al parir, y su sangre al defender, aceptándolo como único destino, a la par de saberse invisibles para la sociedad y sus instituciones.
Las mujeres de las regiones rurales han sido históricamente defensoras del territorio, ya sea desde la actividad agropecuaria o la forestal, no sólo por su trabajo en las faenas o como jornaleras en las zonas de cultivo, sino también como guardianas de la identidad, la lengua, la fe, y el anhelo por un mundo libre y sano para sus hijas e hijos. Es en el amor a ellas y ellos, y a su tierra que encuentran inevitablemente su rol multifacético, multidisciplinario y multitarea. Aquí recopilamos algunos testimonios, fragmentos de entrevistas, donde algunas de estas mujeres nos cuentan sobre su rol, su trabajo y sus creencias, a los que anclan su identidad y compromiso con su comunidad.
“Las mujeres aquí en la comunidad cumplimos varios roles, y a veces al mismo tiempo: trabajamos en el despacho de los asuntos, luego participamos de las faenas, cuidamos de los hijos, de los abuelos, de los enfermos; somos las que le saben a la herbolaria, entonces también sanamos. Cuando los niños están chiquitos, somos las mamás las que les empezamos a hablar en purépecha, les enseñamos de la gastronomía de nuestra cultura, de la costura; organizamos a la comunidad para las fiestas religiosas, asistimos a los comités de las escuelas, y en momentos decisivos para la comunidad en la defensa de la autonomía y de los bosques, ahí hemos participado, aunque en la representación para la toma de decisión, había sido poco el reconocimiento”[1], comparte Jennifer Martínez de 34 años, primera Presidenta mujer del Concejo de Administración Comunitaria, de Santa Cruz Tanaco, comunidad perteneciente al Municipio de Cherán, Michoacán, una de las primeras comunidades en alcanzar el reconocimiento de su autogobierno y la autonomía presupuestaria en la región conocida como la Meseta Purépecha, y que actualmente cumple 13 años del inicio de la lucha por preservar sus bosques ante la amenaza de la tala clandestina y el crimen organizado.
En el cuidado de los bosques, según el último censo agropecuario del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 1 de cada 5 personas productoras forestales, es mujer[2], no obstante, datos del Sistema Nacional de Información Forestal (SNIF) reportan que de los 173 millones 379 mil 870 pesos que destinó la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en apoyos durante el 2021 para impulsar proyectos productivos en las regiones forestales, las mujeres únicamente accedieron entre el 20% y 39% de estos apoyos[3]. La principal razón de ello, es que, pese a que legalmente las mujeres ya cuentan con derecho a la propiedad social, en algunas comunidades o ejidos, sólo pueden acceder a ella por la vía sucesoria si no cuentan con hermanos varones, y en muchas más, aún no se les permite participar con voz y voto en los comités de representación.
La participación de la mujer como titular de la autorización de aprovechamiento maderable es baja, sin embargo, a pesar de no ser consideradas en la repartición de los beneficios económicos de ello, en los últimos años se ha incrementado la participación de las mujeres en las diversas actividades del sector forestal, como la protección, reforestación y vigilancia. Tal es el caso de Karina C. ingeniera forestal de 23 años. Ella es hija de un ejidatario y no tiene acceso a la propiedad ejidal por sucesión, no obstante, es integrante de la Brigada contra incendios 031, conformada por mujeres, del ejido El Potrero, perteneciente al Municipio de Amanalco, Estado de México. “He participado en proyectos como restauración forestal, obras de conservación, como canales de infiltración, presas de piedra acomodada para evitar la erosión. He trabajado saneamiento y control de plagas y combate a incendios forestales y brechas cortafuegos. A nosotras como mujeres le hemos sufrido bastante, ha sido un camino nada fácil, mas sin en cambio estamos muy orgullosas por lo que hemos logrado, pese a los tropiezos, hemos conocido a muchas dependencias, muchas personas. Hemos aprendido a buscar organizaciones y a personas que nos cierran la puerta cuando pedimos apoyo, pero pues aquí estamos de pie y no nos damos por vencidas.”[4]
De igual manera, las mujeres en las regiones agropecuarias que carecen de seguridad jurídica y derecho a la propiedad, pertenecen a uno de los sectores laborales más precarios y con mayor violencia en México. De acuerdo con cifras de ONU Mujeres, en el país existen más de dos millones de personas que trabajan por el jornal en el sector agrícola, de las cuales 12.7% son mujeres y, con sus familias, suman 8.5 millones de personas, de las cuales el 91% no cuenta con ninguna prestación[5]. Mientras que aquellas que cuentan con un título de propiedad, se han logrado abrir paso a fuerza de voluntad y con grandes barreras por razones de género en los puestos de representación, por lo que aún prevalece una deuda institucional considerable en el reconocimiento y garantía de sus derechos.
“Cuerauáperi, diosa purépecha, es nuestra abuela o Madre Tierra, creadora del hombre y la mujer, ella controla las nubes para que haya lluvia y maíz. Le hacemos su ofrenda de flores y comida para pedirle lluvia y buen temporal para la cosecha de maíz. Antier tuve mi primera junta, y vi con satisfacción cómo mi nombre apareció en el acta”[6], comparte Mónica Toledo de 35 años, primera mujer en tener reconocimiento como ejidataria en el ejido Cerritos Blancos, vecino de la comunidad de Numarán, Michoacán, quien el pasado sábado 04 de mayo tuvo su primera reunión con los ejidatarios de su comunidad para tratar la problemática del agua en la región. Y es que son precisamente las mujeres dedicadas a la actividad agrícola quienes encabezan esfuerzos para hacer frente a los efectos del cambio climático y sus efectos devastadores en la población. Su dimensión de la problemática va más allá de lo teórico, pues en su saber logran palpar las alteraciones considerables en los ciclos hidrológicos, y la amenaza de los megaproyectos a la sostenibilidad de los recursos naturales.
La presencia de las mujeres en el campo es fundamental, tanto en el trabajo en las faenas y jornales, como en la mejora de los medios de vida rurales y el trabajo de cuidados no remunerado. Su labor se vincula a la tierra y de ésta su cuerpo como objeto e instrumento de resistencia. Es así, a través de ellas, como la defensa del territorio se extiende a las nuevas generaciones como raíz que inspira y abraza el suelo, y permite que en ellos germine la semilla del cambio de paradigma. Es por ello que la introducción de la perspectiva de género en la Ley Agraria y las acciones afirmativas constituyen un paso significativo en el reconocimiento de las mujeres como defensoras del territorio, no obstante, la estadística muestra que sigue persistiendo una deuda presupuestaria, institucional y de política pública considerable.
* Charlie es investigador en el programa de Territorio, Derechos y Desarrollo de @FundarMexico.
[1] Entrevista hecha por Cecilia Navarro, Diagnóstico Forestal 2024. Amanalco, Estado de México, 2024.
[2] Censo Agropecuario 2022 (INEGI) https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/ca/2022/doc/inf_pro_fo_ca2022.pdf
[3] Montos asignados a través de apoyos CONAFOR por género https://snif.cnf.gob.mx/personas_y_los_ecosistemas_forestales/
[4] Entrevista hecha por Charlie Punzo, Mujeres en el territorio. Santa Cruz Tanaco, Michoacán, 2024.
[5] Jornaleras agrícolas mexicanas luchan por sus derechos y la protección del medio ambiente, ONU Mujeres. https://lac.unwomen.org/es/stories/noticia/2022/03/jornaleras-agricolas-mexicanas-luchan-por-sus-derechos-y-la-proteccion-del-medio-ambiente
[6] Entrevista hecha por Charlie Punzo, Mujeres en el territorio. Numarán, Michoacán, 2024.
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07-05-2024 - 12:05 am
"Ya se verá si la investigación en curso concluye con la orden de devolver lo que, conforme a las pruebas, indebidamente obtuvo hace dos décadas".
Si con Vicente Fox la esposa del director general de Pemex pagó con dinero público cirugías de belleza al especialista que terminó casándose con la hija del líder sindical Carlos Romero Deschamps, ¿por qué la alta funcionaria María Amparo Casar Pérez, entonces mano derecha de Santiago Creel y ahora de Claudio X. González, no habría de aprovechar el suicidio de su esposo para embolsarse millones del presupuesto gracias a sus amigos de la empresa y del gobierno?
En ambos casos se trata de corrupción y de abuso de poder en el gobierno de Fox, aunque la divulgación del caso de Casar Pérez por parte de Andrés Manuel López Obrador genere también un debate que confronta dos principios: El interés público y la protección de datos personales.
¿Es también abuso de poder y/o venganza que el presidente López Obrador divulgue, como lo hizo en su libro Gracias y ahora con el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, un caso de influyentismo? ¿Por qué hasta ahora, al final del gobierno, y no desde antes si conocía a detalle el expediente?
De entrada hay que subrayar un asunto para que no se use como coartada política, legal y hasta periodística: Los datos personales de los beneficiarios de dinero público son, por definición, abiertos. Y si se trata de actos de corrupción, con mayor razón.
Se ha olvidado ya el caso de la señora Hilda Ledezma Mayoral, esposa del director de Pemex con Fox, Raúl Muñoz Leos, pero en 2004 ella se sometió a tratamiento para recudir su volumen corporal con una liposucción que sacó la grasa de su cuerpo, se quitó las bolsas de los ojos y los párpados caídos con una bilefaroplastía, pero también eliminó las arrugas de su rostro.
Sí: Toda mujer tiene derecho a lucir más joven y bella, pero es un abuso de poder que los honorarios de más de 150 mil pesos pagados al cirujano plástico Juan Carlos Rentería Covarrubias hayan sido con dinero público de Pemex, exactamente como en el caso de Casar Pérez, presidenta del grupo de presión Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
El escándalo por la divulgación del caso por parte de Marcela Gómez Zalce, en Milenio, derivó en la renuncia de Muñoz Leos al cargo y luego en su exoneración definitiva por parte de Germán Martínez Cázares como secretario de la Función Pública de Felipe Calderón, en 2007, tras devolver los 151 mil 534 pesos que le pagó a Rentería Covarrubias, yerno de Romero Dechamps, el fallecido líder sindical de Pemex.
El mismo mes y año del escándalo de la esposa de Muñoz Leos, octubre de 2004, se suicidó Carlos Fernando Márquez Padilla García, esposo de María Amparo Casar Pérez, quien era la coordinadora de asesores del secretario de Gobernación, Santiago Creel.
El esposo de Casar Pérez tenía el mismo cargo que ella: Coordinador de asesores, pero del director corporativo de Administración de Pemex, Octavio Aguilar Valenzuela, hermano del vocero de Fox, Rubén Aguilar Valenzuela.
La muerte fue extraña desde el principio: El comunicado de Pemex informó que el funcionario, quien apenas tenía cuatro meses en el cargo, “cayó desde el doceavo piso del edificio ‘A’ del Centro Administrativo de Pemex” y, según fuentes de la familia contadas por el semanario Proceso, “atravesaba por una depresión personal, misma que lo habría orillado a tomar la decisión de suicidarse”.
De hecho, el dictamen pericial de la entonces Procuraduría de Justicia local concluyó que “el occiso realizó maniobra de tipo suicida para privarse de la vida”, un dictamen que, según López Obrador, Casar Pérez —apoyada por el escritor Héctor Aguilar Camín— pretendía cambiar con la petición directa que hizo al procurador Bernardo Bátiz, con el fin de cobrar el seguro, la pensión vitalicia, la ayuda para la educación de sus dos hijos hasta los 25 años de edad y otras prestaciones, como el pago del consumo de luz y gas.
Escribe López Obrador en Gracias: “Bernardo me contó sobre esta petición y coincidimos en que eso era incorrecto. Sin embargo, el influyentismo se impuso porque, aun cuando no tenía derecho ni al seguro ni a otras prestaciones, en virtud de que en caso de suicidio sólo se aplicaban las recompensas cuando el trabajador o el servidor público llevaba laborando más de dos años y el finado apenas tenía una antigüedad de cuatro meses en la institución, tanto el banco como Pemex pagaron absolutamente todo”.
Es decir, Pemex encabezada por Muñoz Leos y el director corporativo de Administración de Pemex, Octavio Aguilar Valenzuela, contradijeron el dictamen oficial de la Procuraduría de Justicia y concluyeron que la muerte de Márquez Padilla García fue un “accidente” para entregarle a Casar Pérez alrededor de 31 millones de pesos, incluyendo los seguros de vida y la pensión de 125 mil pesos al mes de que disfrutaba hasta febrero, cuando Pemex la denunció.
En el caso de Muñoz Leos y su esposa, la investigación que hizo el actual senador Germán Martínez concluyó que era inocente a condición de reembolsar los más de 150 mil pesos al cirujano Rentería Covarrubias, a cuya boda con la hija de de Romero Deschamps asistieron en 2017 entre otros Diego Fernández de Cevallos, Jesús Murillo Karam y Miguel Ángel Mancera.
Pero en el caso de Casar Pérez, mano derecha del magnate Claudio X. González, el jefe de la oposición del PRIAN, ya se verá si la investigación en curso concluye con la orden de devolver lo que, conforme a las pruebas, indebidamente obtuvo hace dos décadas, o el Poder Judicial la protege, tanto como lo hace en tantos casos de alta corrupción en México.
Como se ha expuesto, el asunto huele muy mal…
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07-05-2024 - 12:04 am
"Quizás ahora que los ánimos están muy caldeados es cuando puede surgir la voluntad de las partes para acabar con el conflicto. Eso es lo que esperamos muchos".
Los campus universitarios en varias capitales y ciudades del mundo han sido testigos de una serie de manifestaciones por parte, sobre todo, de estudiantes, aunque también han convergido profesores y gente común.
Lo que parece causar su indignación es la ofensiva realizada por el gobierno israelí en Gaza como represalia a los ataques por parte de Hamas el 7 de octubre pasado que resultaron en la muerte de incontables civiles inocentes y el secuestro de otros tantos.
Lo primero que hay que decir es que los manifestantes tienen todo el derecho a hacer sentir su descontento públicamente. Este derecho está protegido, en Estados Unidos, por la primera enmienda de la Constitución, referente a la libertad de expresión. Lo mismo es el caso en muchos otros países con legislaciones similares.
La cuestión se complica desde luego, si los manifestantes obstruyen las actividades académicas normales en los campus. De ser este el caso la autoridades universitarias tendrían que tomar las manos en el asunto, ya que se estaría violando el derecho de otros a recibir los servicios educativos que estas instituciones proveen.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los directivos de las universidades deben privilegiar siempre el diálogo como la forma de resolver las controversias.
Muchos simpatizantes de buena fe de estas manifestaciones han señalado también la importancia de que esto no termine en un conflicto que divida a las sociedades. Afortunadamente parece haber un consenso – salvo algunas excepciones – de que expresiones de odio a ciertos grupos religiosos o étnicos no dominen el ámbito público. Por ahora este no ha sido el caso, de manera generalizada.
En cuanto al conflicto que ha dado origen a estas protestas, la único solución viable es que las partes – el gobierno palestino en Gaza y el régimen israelí – inicien pronto conversaciones rumbo a establecer las bases para el fin del conflicto y la puesta en marcha de un mecanismo político que de lugar a una solución donde ambos pueblos puedan convivir en condiciones de paz, justicia y prosperidad.
Debemos reconocer que el conflicto palestino-israelí es ancestral y no va a solucionarse de la noche a la mañana. Pero, como dice un famoso adagio atribuido a la sabiduría china: donde hay crisis, se abre una oportunidad. Quizás ahora que los ánimos están muy caldeados es cuando puede surgir la voluntad de las partes para acabar con el conflicto. Eso es lo que esperamos muchos.
Una luz parece avistarse a lo lejos: al parecer ya hay una propuesta sólida, con la mediación de Egipto y Qatar, para llevar a las partes a la mesa de negociación. Esperemos que esto se realice pronto.
Quizás hay que hacer nuestras las palabras de John Lennon, que en una de sus canciones nos conminó a darle una oportunidad a la paz. Que así sea.
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07-05-2024 - 12:03 am
"Ebrard contuvo el homicidio doloso capitalino, el cual registró solo un aumento de 9 por ciento entre 2007 y 2012. El deterioro ocurrió con Mancera, con un incremento de 82 por ciento de 2013 a 2018".
Marcelo Ebrard, como lo hicieron antes Andrés Manuel López Obrador y, posteriormente, Claudia Sheinbaum, entregó buenas cuentas en seguridad.
Si algo interrumpió el proceso de recuperación de la capital en esa materia fue el desorden de impunidad, subregistro, complicidades y generalizada negligencia dejado por Miguel Ángel Mancera.
Con Mancera se vivió el peor momento de la percepción: hasta 95 por ciento de la población se sentía insegura durante el primer trimestre del 2018. Ahora ese porcentaje se halla alrededor del 57 por ciento.
Cuando Marcelo compara el desempeño del gobierno de Guanajuato, panista desde los noventa sin interrupción, con el de la CDMX, demuestra, en un video de amplia difusión, tres cosas al menos: la interrupción nacional de la tendencia ascendente en seguridad hasta el 2018; el decremento, por ejemplo en homicidio doloso, de alrededor de 44 por ciento en la capital nacional entre 2019 y 2023; y las tendencias contrapuestas entre el modelo de seguridad de la oposición y el del partido gobernante.
El debate de este domingo entre la y los candidatos a gobernar la Ciudad de México, al cual Clara Brugada, de Morena-PT-Verde, llega con las mayores probabilidades de suceder a Martí Batres, tiene como temas seguridad y desarrollo inmobiliario.
De acuerdo con las encuestas del INEGI, el primero dejó de ser considerado la principal problemática en la capital nacional. Ahora son “baches y abasto de agua”, según esa institución. El segundo, el “cártel inmobiliario”, conecta inevitablemente con sectores amplios de una población para quienes la ilegalidad y la arbitrariedad en el uso de suelo atentan contra su identidad y su familia.
La censura opositora contra la mención a ese modus operandi, con orígenes en la alcaldía Benito Juárez, la plataforma desde la cual se proyecta Santiago Taboada, obvio como es, no progresó.
Exsecretario de Seguridad Pública y exjefe de Gobierno, Ebrard reconoció los avances en Ciudad de México. Ubicó a Brugada como la candidata más adecuada para dar continuidad al modelo de construcción de condiciones de paz y reducción en los delitos.
Ebrard contuvo el homicidio doloso capitalino, el cual registró solo un aumento de 9 por ciento entre 2007 y 2012. El deterioro ocurrió con Mancera, con un incremento de 82 por ciento de 2013 a 2018. Nueve veces aumentó.
El modelo de seguridad de Sheinbaum Pardo ha conquistado una tendencia a la baja en todas las alcaldías, desde las predominantes de clase media hasta aquellas en los extremos.
En contraste, con incrementos en homicidios dolosos superiores al mil por ciento, está Guanajuato, con 27 años de gobiernos panistas.
Ebrard, uno de los representantes del obradorismo con amplia conexión con clases medias, afirma en un video en sus redes: “Nadie dice que ya terminamos”. Además de datos duros veremos votos el 2 de junio en y con seguridad respecto de la que llamó “ruta correcta” representada por Brugada.
Ahora blindarse contra la demagogia.
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06-05-2024 - 12:08 am
¿No se da cuenta de que cuando llama flaca o momia o fría a su contrincante repite los estereotipos que utilizan los hombres para tratar de caricaturizar a una mujer y humillarla? ¿No se da cuenta de que cuando habla de sus “ovarios del tamaño de una toronja” repite ese enorme malentendido machista de que entre más violento es un hombre más grande tiene los testículos? ¿No se da cuenta de que cada vez que pega chicles en la mano de sus asistentes confirma a su entorno de mexicanos-blancos-de-derecha que es una vulgar a la que sólo soportan porque defiende sus intereses?
1. Sobre la elección en la capital
¿Está cerrada la elección en la Ciudad de México? Sí. Pero nadie crea que se trata de algo extraordinario.
Chequen números y verán. El PRIAN intenta venderlo como su “gran oportunidad” para retomar el control político de una capital que pasó de ser botín del Presidente en turno a convertirse en un santuario de izquierda. No, no es la gran oportunidad del PRIAN, como se dice y claro que la izquierda no debe descuidarse y claro que debe apretar y apretar y apretar, más y más, y asegurarse de que sus simpatizantes salgan a votar porque los de derecha votan en masa, como vimos en 2021.
Claro que hay que tomarse muy en serio los números, pero también es necesario saber que la elección está cerrada, pero no tan cerrada. Me explico.
Se nos olvida que Andrés Manuel López Obrador ganó en 2000 con muy pocos puntos porcentuales: sacó 37.70 por ciento contra 33.40 de Santiago Creel Miranda y 22.80 de Jesús Silva-Herzog. Es decir, si el PRIAN hubiera ido como una sola fórmula, habría obtenido 56.20 por ciento.
Marcelo Ebrard ganó en 2006 con 46.37 por ciento de los votos, 13 puntos porcentuales más que López Obrador, con 27.26 por ciento de Demetrio Sodi de la Tijera y 21.59 por ciento de Beatriz Paredes Rangel. Si el PRIAN hubiera ido junto, habría sacado 48.88 por ciento, o sea, poco mas de siete puntos porcentuales menos que en 2000.
Miguel Ángel Mancera fue un caso atípico, beneficiario de varios factores: del bono que dejó Ebrard con un Gobierno bien calificado; de la horrorosa candidatura de la “señora Wallace” –como se le conoce– y del pésimo desempeño de Felipe Calderón en la Presidencia. Ganó con paliza: 63.58 por ciento de los votos, contra 19.73 de Beatriz Paredes y 13.61 de Isabel Miranda.
Ahora, Claudia Sheinbaum fue la primera candidata de oposición en ganar la Ciudad de México desde 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas se convirtió en el primer Gobernador de esta entidad federal siempre en poder del Presidente. Ganó con 47.08 por ciento, es decir, con más votos que Marcelo y que el mismo Andrés Manuel. Y era oposición, insisto, porque la capital estaba en manos de “Los Chuchos”-Mancera, una mezcla rara de priismo y perredismo. Alejandra Barrales sacó en ese proceso 31.01 por ciento y Mikel Arriola 12.83. O sea, juntos sacaron 43.84 por ciento, es decir, ¡tres puntos y 24 décimas menos que Claudia!
Otra vez: no se emocionen en el PRIAN y no se confíen en la izquierda. La capital siempre ha sido muy disputada, punto. Santiago Taboada está más cerca de la cárcel que de convertirse en Jefe de Gobierno. La izquierda no debe aflojar porque ya vimos que la derecha aprovecha cualquier coyuntura.
Para fortuna de Clara Brugada, Ricardo Monreal está muy ubicable, muy localizable y sus mañas se le conocen muy, muy bien. A diferencia de hace tres años, esta vez tiene empeñada a su propia hija en Morena, por la Cuauhtémoc. Es decir: no operará en contra de la izquierda, parece. Está cerrada la elección en la Ciudad de México, pero posibilidades para números serios hay. La tiene difícil el PRIAN; es cosa que el votante de izquierda llegue a la urna y Clara ya quedó.
2. Sobre las encuestas
Hay un escándalo con Massive Caller, la firma que da el triunfo a Xóchitl Gálvez cuando falta un mes para la elección (aunque, nadie lo dude, “corregirá” su pronóstico al final del proceso para salir lo más cerca de los números reales). Lo más impresionante es que nadie le exige explicar su participación en esta contienda. Obvio, ni el Instituto Nacional Electoral. No reporta a nadie, nadie le pide cuentas.
Los clientes de Massive Caller contratan sus servicios no por lo que le dice a ellos, sino por lo que le vende a otros. Es decir: es propaganda. La empresa desarrolla entre 20 y 30 supuestas encuestas ¡diarias! Imagínese el tamaño de su negocio, el negocio de la manipulación. Y aunque casi todos sabemos que participa en el proceso electoral y que se lleva dinero público, el INE no le pide explicación.
Las encuestas son todo un tema. No conozco a nadie que utilice la basura electoral que produce GEA-ISA, pero allí está y alguien le paga. ¿Quién, con qué, de dónde? Dudo que su chatarra sirva a los cuartos de guerra y dudo más que se utilice realmente para leer tendencias. ¿De dónde sale el dinero y quién la mantiene? Y si nadie le cree ya a sus datos, ¿por qué sigue saliendo la encuesta de GEA-ISA?
Con Massive Caller, por la información que ha venido saliendo, hay un poco más de transparencia. Se trata de la tienda de un circo donde una señora con una bola de cristal le lee la palma de la mano a sus clientes. Imaginen a Marko Cortés, de inteligencia limitada, preguntándole a la adivinadora qué pasará en las elecciones de 2024. Marko ha pagado durante años la universidad de la hija de la adivinadora: ¿ustedes creen que ella se atrevería a defraudarlo? Le dice lo que quiere escuchar, y listo. “Xóchitl ya ganó”, expresa la adivinadora. Y Marko aplaude, emocionado.
Lo que es un escándalo es que esas encuestas fraudulentas viven de dinero público; de las prerrogativas que se entregan a los partidos, que vienen de nuestros impuestos. Y lo más impresionante es que nadie exija –obvio, ni el INE– una mínima explicación, cuando esas casas han sido parte de fraudes electorales como el de 2006.
3. Sobre ovarios y testículos
Hace unos días, durante una entrevista, Xóchitl Gálvez se refirió a Claudia Sheinbaum como “la momia”. No sentí extrañeza. Debe ser terrible estar rodeada de machos del tipo “Alito”, acusado de relaciones perversas con mujeres colaboradoras; o de Marko Cortés, líder de una pandilla de señores cuya única “virtud” es haberse apropiado del padrón del PAN para controlar elecciones y obtener rentas ilegales de los espacios que gobierna.
La de Xóchitl es una violencia que transparenta la violencia a la que está sometida en su entorno; violencia a la que es expuesta incluso sin darse cuenta o que ella, por decisión propia, normaliza. Pero también es una manera grotesca de abrirse los intestinos frente a millones y mostrar de qué están rellenos. Es violencia que refleja su desesperación, su frustración y su fracaso. Es violencia de la malcriada que le quema el cabello a su compañera de pupitre sólo porque lo tiene más largo que ella.
Al final, la candidata del PRIAN es al mismo tiempo receptáculo que un muestrario de odios profundos como los de Vicente Fox y Javier Lozano, Felipe Calderón y Carlos Alazraki, Roberto Madrazo y Rosario Robles. Y cuando digo lo anterior no son sólo ideas al vuelo: he visto a los ojos el coraje y la frustración de los que este verano perderán la elección presidencial y no resisten ver agonizante a su partido, el que adoran en secreto, al que le prenden diez veladoras diarias en casa (imaginen un altar de magia negra) y del que se avergüenzan en público, sea PRI o sea PAN; he visto ese odio en los ojos de quienes quisieran que todos los periodistas fuéramos Javier Alatorre: mediocres, indignos, lectores de teleprompter, de rodillas frente al poder económico y espumando babas que antes estaban en la boca de su patrón.
El odio en Xóchitl es lo que la autoriza a llamar “narcocandidata” a Claudia sin tener un sólo dato con qué sustentarlo. El odio en ella es lo que le aconseja mostrar a Sheinbaum como un gusano frente a universitarios. Y yo me pregunto: ¿Por qué critica el físico de su adversaria alguien que padece obesidad mórbida y una patológica adicción a las mentiras? ¿Qué le hace sentirse superior, físicamente? ¿Se ha comprado su propia “historia de éxito”? Porque narcisista es: suele citarse a sí misma como ejemplo y jamás ha mencionado un solo libro, un solo ensayo, a un solo autor.
¿No se da cuenta de que cuando llama flaca o momia o fría a su contrincante repite los estereotipos que utilizan los hombres para tratar de caricaturizar a una mujer y humillarla? ¿No se da cuenta de que cuando habla de sus “ovarios del tamaño de una toronja” repite ese enorme malentendido machista de que entre más violento es un hombre más grande tiene los testículos? ¿No se da cuenta de que cada vez que pega chicles en la mano de sus asistentes confirma a su entorno de mexicanos-blancos-de-derecha que es una vulgar a la que sólo soportan porque defiende sus intereses?
¿No se entera, Xóchitl, o no quiere enterarse, de que esa mayoría que votará por ella la detesta tanto como ella misma detesta a Claudia? ¿No se da cuenta de que cada vez que Max Cortázar le pide atacar a Claudia por su físico –muchísimo más sano que el suyo– también la agrede a ella en secreto, porque alguien que detesta a un mujer delgada odiará dos o diez veces más a una mujer obesa como ella?
¿Qué quedará de Xóchitl dentro de un mes, cuando terminen de usarla los que la usan? Porque aparte de la derrota política y cultural tendrá que lidiar con una derrota muy, muy personal. Ella lo ha hecho todo muy personal. Incluso el haber involucrado a sus hijos en su equipo lo hace más personal. Es la derrota de una mujer que ha mentido para llegar a donde está; que se ha pasado de lista abultando su patrimonio mientras es servidora pública. ¿Qué quedará de ella cuando todo esto termine? Yo digo que como Ricardo Anaya o Felipe Calderón, deberá buscar el exilio en el extranjero; refugiarse donde no la vean llorar, porque tanto odio acumulado en los intestinos suele conducir al llanto.
¿Qué será de Xóchitl cuando le quiten los reflectores los mismos que se los pusieron?
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06-05-2024 - 12:04 am
"Llamar «mentira» a una opinión con la que no se concuerda es abaratar la acusación, y, con ello, degradar el valor de los enunciados verdaderos".
Aunque ya no sea el tema central de la siempre vertiginosa discusión pública, todavía tenemos fresco en la memoria el debate presidencial de hace una semana, en el que la candidata de la alianza opositora, Xóchitl Gálvez, iba con una y sólo una consigna: posicionar la imagen de que Claudia Sheinbaum, la abanderada de Morena, es una mentirosa.
Violando las reglas acordadas, Gálvez mostraba carteles cuando no era su turno de hablar, en los que se leía: “Amig@ date cuenta: Claudia miente”. Luego mostraba otro con una silueta que mezclaba rasgos del perfil de Sheinabum y la nariz de Pinocho, el ícono infantil del mentiroso. Repetidas veces la acusó de mentir sin mostrar una sola prueba y acuñó una frase, muy probablemente diseñada en alguno de esos despachos publicitarios que contratan para llevar campañas electorales, con la que se dirigió a Sheinbaum en múltiples ocasiones: “Candidata de las mentiras”. Para sorpresa de nadie, la frase se convirtió rápidamente en el hashtag favorito de los votantes de la oposición.
Los días que siguieron al debate, es decir, toda la primera mitad de la semana pasada, el credo de que Claudia Sheinbaum dijo mentiras durante el debate fue quizá la idea más difundida en la mayoría de las mesas de análisis y columnas de opinión de los grandes medios corporativos. Desmentir a quienes pretenden engañar a los electores es una empresa loable, si no fuera porque en este caso, pasaron tres cosas, que enlisto a continuación, y que hacen pensar que los supuestos “desmentidos” no son tales, sino piezas en una muy evidente campaña de descrédito.
En primer lugar, las acusaciones se centraron exclusivamente (o al menos muy mayoritariamente) en Claudia Sheinbaum, a pesar de que Xóchitl Gálvez hizo una gran cantidad de afirmaciones falsas, como ya bien ha reportado Fabrizio Mejía en su columna de este mismo sitio el 1 de mayo. Si quienes acusan a Sheinbaum de mentir realmente defendieran de manera desinteresada la verdad por su propio y absoluto valor, se habrían enfocado con igual vehemencia en los dichos de los tres candidatos y no solamente en las presuntas falsedades dichas por una de ellos.
En segundo lugar, las acusaciones contra Sheinbaum, en su gran mayoría, carecían de evidencia. Aquí hay un concepto a menudo olvidado, pero que nos debería ser muy útil en el análisis del discurso público y las responsabilidades de sus actores: quien acusa a alguien de algo siempre tiene la carga de la prueba, es decir, tiene la obligación ética y epistémica de mostrar la evidencia en la que basa su acusación. En muchas de las mesas más influyentes de análisis y columnas opinión de las últimas semanas, simplemente se acusa a Sheinbaum de “mentir” sin decir exactamente en qué se basa la acusación: si dicen que la candidata dice algo falso, tienen la obligación de mostrar lo que ellos afirman que es verdadero. Algunas veces, las acusaciones de “mentira” son simples divergencias de opinión: “Ella dice que el de AMLO ha sido un gran Gobierno y eso es mentira”, suelen decir. Llamar «mentira» a una opinión con la que no se concuerda es abaratar la acusación, y, con ello, degradar el valor de los enunciados verdaderos.
En tercer lugar, muchas de las acusaciones contra Sheinbaum se basan, no en que ésta haya dicho una “flagrante mentira” -como suelen acusar sus opositores-, sino en que sus dichos, interpretados de cierta manera, se pueden considerar falsos. Los defensores de Sheinbaum pueden decir, entonces, tranquilamente, que interpretados de otra manera, son verdaderos. Voy a poner un ejemplo que tengo a mano: un comentarista de televisión escribió en X: “Dice Sheinbaum que no ha habido inflación y hay crecimiento económico. Flagrantes mentiras ambas”. Habría que recordarle a este comentarista el significado de «flagrante»: evidente, manifiesto, incuestionable. Bueno, pues el dicho de Sheinbaum, tomado literalmente, no es falso: según datos del Banco Mundial, en 2022 y 2023, el PIB de México creció por arriba del tres por ciento. Pero si se le interpreta como a posteriori matizó el autor del tuit, es decir, que no hubo crecimiento acumulado a lo largo de este sexenio, entonces se puede decir que lo que dijo Sheibaum, bajo esta interpretación específica, es falso, por la razón muy simple de que la administración de AMLO tuvo que enfrentar una pandemia durante la cual la economía mexicana cayó varios puntos, y durante la que prácticamente ningún país del mundo, ni siquiera de los más ricos, creció económicamente. Es decir: las palabras de la candidata son falsas sólo si se interpretan de una de las maneras en que pueden interpretarse. Saltar de ahí a la conclusión de que la candidata dice “flagrantes mentiras” es, pienso, un acto de mala fe y en última instancia de deshonestidad de parte de quien la acusa.
En suma, tenemos buenas razones para pensar que la insistencia en difundir la idea de que Sheinbaum miente, en asociar su nombre al concepto de “mentira” y socavar con ello la credibilidad de sus dichos, no es una cruzada por la verdad, sino una campaña de descrédito y manipulación, basada -vaya paradoja- en mentiras y engaños ella misma. La pregunta es cuál es su propósito, pues toda campaña tiene alguno.
Podemos ubicar los orígenes de esta andanada en el discurso de enero de Gálvez, en el que se declaró paladina de los conceptos de “vida, verdad y libertad”, o en sus conferencias de intercampaña, a las que llamó, también en esta línea, “Conferencia de la Verdad” -aunque en ese momento su blanco eran los dichos del Presidente y no los de su rival-. Después, claramente, los esfuerzos se volcaron sobre la candidata de Morena, aunque ya a un trecho muy corto antes de las elecciones y cuando ésta cuenta con una ventaja imposible de remontar. ¿Qué gana, entonces, la oposición, instigando esta creencia en este momento?
La explicación que encuentro es esta: la oposición no está buscando remontar puntos en las preferencias electorales, ni hacer a Sheinbaum perder algunos. Están al tanto de la inminencia con la que Sheinbaum se erigirá en Presidenta de México el 1 de octubre. Y aquí es donde viene lo útil de su campaña: a quien llaman ahora “Candidata de las Mentiras” la llamarán en unos meses “Presidenta de las mentiras”, un mote con el que buscarán minar la legitimidad de su palabra y, con ello, poner en duda su capacidad de gobernar. La oposición sueña con una figura a la que pueda debilitar desde temprano para, más adelante, someterla a una guerra mediática de calumnias y más descrédito. Es su única manera de acariciar, al menos en la fantasía, su regreso al poder.
Y, antes de que se acuse a este texto de hacer una “apología de la mentira” siempre y cuando quien la enuncie esté de nuestro lado, hay que dejarlo claro: nadie, por mucha simpatía que nos despierte, merece una carta blanca para decir lo que sea sin cubrir el requisito de que sus dichos correspondan con los hechos. Y eso se aplica tanto a la candidata del partido oficial como a sus opositores. Pero el aprecio por la verdad no nos debe nublar la vista cuando este alto valor es usado como artimaña política en contra de una y sólo una persona en específico.
El antídoto contra esa campaña, cuyos ensayos ya vimos en el país vecino del norte, en donde Trump y sus seguidores emprendieron una serie de libelos contra la candidata demócrata desde 2016, será el arrasador respaldo popular con el que Claudia Sheinbaum gane la elección el 2 de junio. Finalmente, las campañas sucias pueden hacer mucho daño contra una Presidenta de izquierda, pero difícilmente tendrán efecto cuando esa Presidenta venga respaldada, como es muy probable, con el mayor número de votos que haya obtenido algún Presidente en la historia reciente de México.
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06-05-2024 - 12:04 am
"Es fundamental que los proyectos de infraestructura consideren criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica para asegurar que los beneficios sean duraderos y no comprometan los recursos para las futuras generaciones".
El progreso de una nación no se mide por la riqueza de sus más afortunados, sino por cómo trata a sus más vulnerables. Para lograr este progreso es imprescindible la inversión en infraestructura.
México enfrenta una situación compleja en términos de desarrollo económico y social, marcada por contrastes significativos y desafíos persistentes, aunque también por oportunidades de crecimiento y desarrollo social. La falta de una planificación estratégica efectiva puede llevar a que los proyectos de infraestructura, que son necesarios para el crecimiento del país, no se desarrollen de manera óptima.
El desarrollo de un país no se da de forma automática, con el paso del tiempo hace falta una visión a largo plazo, un plan maestro de desarrollo que contemple una infraestructura que genere competitividad al país, fortaleciendo las tecnologías y con reacomodos de las cadenas productivas y de valor.
Un entorno político estable y el respeto al Estado de Derecho, son factores cruciales para la confianza económica y la inversión. La planificación y ejecución de proyectos de infraestructura deben ser transparentes y estar basadas en criterios técnicos, no políticos, para garantizar que las obras respondan a las necesidades reales de la población y no a intereses partidistas.
Es fundamental que los proyectos de infraestructura consideren criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica para asegurar que los beneficios sean duraderos y no comprometan los recursos para las futuras generaciones.
COPARMEX aboga por un Modelo de Desarrollo Inclusivo que promueva la participación de todos los sectores de la sociedad en el diálogo social. Esto es clave para la creación de políticas de infraestructura que beneficien a todos los segmentos de la población, “con inclusión fortalecemos a la población más débil” – MDI.
No podemos dejar de mencionar la necesidad de crecer y fortalecer la infraestructura de salud y educación, que son las más sensibles para las clases más vulnerables, pero que también son un factor que influye directamente en la productividad y competitividad de un país.
Por tanto es indispensable que el modelo de país y de vocaciones regionales sean tomadas en cuenta para la planificación de un programa de desarrollo de infraestructura que contemple en que invertir, cómo sufragar esta inversión y de qué manera hacer rendir la inversión para que genere progreso en el país.
El futuro de México está siendo escrito hoy, y cada uno de nosotros tiene un papel crucial en la redacción de sus líneas. Participar en la construcción del futuro de México es una responsabilidad compartida que nos llama a todos.
Hoy te invito a participar, a cuestionar, a aprender y a actuar. México no cambiará de la noche a la mañana, pero cada paso que damos hacia una infraestructura más inclusiva y sostenible es un paso hacia el México que todos merecemos.
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06-05-2024 - 12:03 am
"El libre albedrío es, además, la idea que dota a la vida humana de sentido, ya que si hubiera para nosotros un sentido predeterminado, nuestra existencia carecería de sentido".
Hay un pensamiento que ha acompañado siempre a los seres humanos: la idea de que puede haber un destino. No me importa si aparece como karma o como los regalos que otorgan las hadas madrinas de los cuentos infantiles o en su vertiente clásica, con dramaturgos de la talla inmortal de Sófocles. Por un lado o por otro, en las palmas de las manos o en el asiento del café o en la capacidad predictiva de los modelos matemáticos hay algo que supone que el futuro está escrito y podemos anticiparlo, saber con precisión su desenlace. Entiendo que estos procedimientos son muy diferentes en confiabilidad; pero todos, en el fondo, pretenden descorrer el velo que oculta el porvenir; lo que hoy me interesa es resaltar la universalidad que subyace a todos los métodos adivinatorios: la certeza de que en alguna medida el futuro es previsible.
Esta idea choca con otra no menos extendida: con la del libre albedrío: bases y sustento de la vida humana civilizada. Sin la creencia en que somos libres no podríamos ser imputados por la comisión de ninguno de nuestros actos, ya que nosotros no seriamos los responsables, sino una fuerza que nos sobrepasa y que nos impele a actuar como actuamos. ¿Qué responsabilidad tendríamos si, como en el caso del pobre Edipo, queriendo huir del destino no hacemos sino ir a cumplirlo fatalmente?
El libre albedrío es, además, la idea que dota a la vida humana de sentido, ya que si hubiera para nosotros un sentido predeterminado, nuestra existencia carecería de sentido: seriamos meros títeres en una absurda pantomima: paradójicamente la vida tiene sentido porque no tiene UN sentido, o dicho de manera más clara: tiene el sentido porque nosotros decidimos darle alguno.
La contradicción entre estas dos ideas universales: la previsibilidad y el libre albedrío ha generado incontables especulaciones: Intentaré resumirlas: 1. El universo dualista: la materia se rige determinísticamente; pero el ser humano es más que materia, posee un alma, o como se le quiera llamar, y esta se rige por el libre albedrío. 2. El universo monista: la materia es cuanto existe y es regulada determinísticamente, aquí el alma es una mera función cerebral reducible a la materia. En esta concepción no existe el libre albedrío; y 3. El universo monista probabilístico clásico: solo existe la materia pero no todo esta regido por la necesidad sino que también se admite el azar, un azar resultado de la complejidad, o dicho de otro modo, un azar fruto de no poder prever el encuentro de dos líneas causales. Aquí la libertad humana entra en la zona de lo impredecible pero no por ello existe el libre albedrío, simplemente no se puede anticipar cual vaya a ser la conducta precisa que habremos de realizar, aunque esta esté determinada, y 4. El universo monista intrínsecamente probabilístico o cuántico, en esta concepción también todo cuanto existe es la materia solo que vista en su nivel de partículas: los seres humanos son como todo compuestos de partículas que esencialmente son probabilísticas: cada reacción dependerá del colapso de la función de onda. En esta concepción se da, pese a la naturaleza intrínsecamente probabilística, un altísimo grado de previsión. No me queda claro si en esta concepción puede o no hablarse de libre albedrío, aunque me inclino a pensar que no.
Para terminar este apretado panorama, hay un filósofo en cuya metafísica —hoy muy poco recordada— encontramos una solución para rescatar la idea del libre albedrío del determinismo que actualmente priva de manera mayoritaria: me refiero a Leibniz, quien en su Monadología, y sobre todo en la correspondencia que sostuvo con un teólogo de su época, La correspondencia con Arnauld, puede leerse dicha conciliación: Leibniz admite que, ciertamente, todo está determinado por lo que denomina en latín VIS: Fuerza de Desenvolvimiento propia de cada cosa y, sin embargo, esto no se riñe con la idea de libertad; solo hay que redefinir el concepto de libertad, no como la posibilidad de elegir esto o aquello, sino como un elegir de acuerdo estrictamente con uno mismo y con nadie ni nada más. La libertad como autonomía, la libertad de seguir, cada quien, su propia ley, que es lo que etimológicamente significa autonomía.
Para Leibniz el universo entero está regulado por leyes, regido por la necesidad, pero cada cosa actúa siguiendo su propio mandato y por ello es libre. Esto supone una armonía preestablecida y supone también que al estar todo concatenado, ya todo ocurrió. No para nosotros que, por poseer una conciencia finita, vamos brincando del ahora al después en le devenir, sino para dios que, por poseer una conciencia infinita, es capaz de captar la totalidad del tiempo, pasado, presente y futuro de forma simultánea desde la eternidad.
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@oscardelaborbol
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05-05-2024 - 12:05 am
"Durante este cierre de campaña hay una variable que comienza a moverse de cara a la enorme batalla que está en marcha por el control del Congreso el próximo sexenio: el peso de Movimiento Ciudadano".
La candidatura de Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, el tercero en la discordia en la lucha por la silla presidencial, afecta las posibilidades de Xóchitl Gálvez, quien persigue a la puntera Claudia Sheinbaum, candidata del partido en el poder. Pero no es ese el punto que verdaderamente importa. Pese al ruido mediático y el artificioso suspenso que intenta instalarse, seamos honestos, esa competencia está decidida desde hace rato. Los más de veinte puntos promedio que Morena y sus aliados sacan de ventaja, según las encuestadoras más establecidas, se han sostenido a lo largo de meses, escándalos, dimes y diretes, y a estas alturas no van a modificarse en las cuatro semanas que restan.
Pero durante este cierre de campaña hay una variable que comienza a moverse de cara a la enorme batalla que está en marcha por el control del Congreso el próximo sexenio: el peso de Movimiento Ciudadano. Como es sabido, el famoso Plan C anunciado por López Obrador consiste en ganar dos tercios de las curules y los escaños en el poder legislativo este 2 de junio, y obtener así la mayoría calificada que le permita hacer cambios constitucionales. Esto le daría al actual presidente todo un mes, entre la instalación de la nueva legislatura (1 de septiembre) y su salida de Palacio (30 de septiembre) para hacer las reformas de fondo que hasta ahora las cámaras le han negado.
Una estrategia fácil de explicar, pero difícil de realizar. En las últimas elecciones, 2021, Morena y sus aliados triunfaron en 180 de los 300 distritos y se quedaron cortos por más de medio centenar de diputados tras el reparto de plurinominales. En el Senado el objetivo es aún más difícil de lograr porque, de entrada, se otorgan 32 escaños a la primera minoría (es decir al que no ganó) y eso equivale al 25%. En este momento al presidente le falta una decena de senadores para alcanzar el objetivo.
En los últimos años el grupo mayoritario intentó negociar con el PRI y sus 70 diputados la anuencia para sacar adelante iniciativas presidenciales, como la reforma eléctrica o la adscripción de la Guardia Nacional al ejército, pero las conversaciones resultaron infructuosas. La oposición mantuvo con éxito el veto a los cambios constitucionales que deseaba Palacio Nacional.
Este impasse se prolongaría al próximo sexenio a menos que el obradorismo consiga la hazaña de barrer a la oposición en las urnas este 2 de junio y quedarse con más de 333 diputados y 85 senadores. Pero comienza a abrirse una nueva posibilidad por otra vía y aquí es donde entra MC.
Actualmente este partido cuenta con 28 diputados y 10 senadores, gracias al 7% de la votación obtenido hace tres años. ¿Cuántos más necesitaría crecer para convertirse en el fiel de la balanza que incline la mayoría constitucional para un lado u otro? Esa es la pregunta que habría que hacerse. Desde luego dependerá de lo que obtenga Morena y sus aliados y por cuánto se quede corto esta vez. Pero si ambas fuerzas mejoran “sus prestaciones” respecto a los comicios intermedios, su crecimiento podría repartir el medio centenar de diputados que le faltaron a López Obrador estos últimos años.
Con esto no quiero decir que MC sea un partido incondicional como PT o comprado como PVEM. Y, sin embargo, tampoco es la oposición frontal que representan PAN y PRI. MC no querrá ser visto como un partido satélite del gobierno, pero seguramente adoptaría la estrategia de ceder en algunos puntos y rechazar algunos otros. En todo caso, un interlocutor mucho más dispuesto a negociar agendas pendientes a partir de la conveniencia de cada una, sin la beligerancia de la oposición que representan los partidos de la Alianza.
Lo cual nos regresa a Máynez. ¿Es capaz de encabezar un repunte de esta naturaleza? Desde luego la votación que genera un candidato presidencial no necesariamente equivale a la que cruza a favor de sus diputados, pero tampoco anda lejos. Y en ese sentido, Máynez ha despabilado al partido del pasmo en el que había caído luego de las frustradas candidaturas de Marcelo Ebrard y de Samuel García a la presidencia.
Y no es que Máynez haya resultado un candidato deslumbrante ni mucho menos. Pero es joven, articulado, de imagen relativamente fresca, que podría atraer el voto de algunos ciudadanos cansados de los políticos tradicionales, de otros que, aunque no lo confiesen, asuman que México no está listo para una presidenta, o simplemente que estén cansados de la eterna polémica entre las dos primeras fuerzas.
Podría beneficiarlo el hecho de conducir una estrategia puntualmente dirigida a los jóvenes. Se supone que las nuevas generaciones son más abstencionistas. Pero MC no va por las mayorías; simplemente intenta convertirse en la opción más atractiva para un grupo numeroso que los otros no atienden. MC tiene como meta ganar un 15% de la votación, veremos si con eso le alcanza.
Por lo demás las circunstancias lo han favorecido. El saldo acumulado de tres debates, que representan un tercio del tiempo total, le darán una exposición nacional que no tenían ni él ni MC.
También ha salido favorecido de la sorpresiva estrategia de Claudia Sheinbaum en los debates, en los que eligió entrar al pleito verbal con su oponente. En el segundo debate, tras el intercambio de epítetos, candidata de la corrupción versus candidata de la mentira, hubo un momento en el que Máynez presumió ser el adulto en la mesa, el único candidato supuestamente dedicado a exponer ideas y programas. Fue menos un mérito del candidato, que un demérito de sus colegas.
Lo cierto es que MC está creciendo, entre otras razones porque viene desde abajo y, a diferencia de las otras dos candidatas, apenas se le está conociendo. Por lo mismo, es el que tiene mayor probabilidad de crecer en esta recta final. Obvio, estamos hablando de cuatro o cinco puntos, en el mejor de los casos. Nada que vaya a modificar el resultado final de la elección presidencial. Pero, en una de esas, le alcanza al partido para convertirse en la pieza clave de la madre de todas las batallas: el control del Congreso. La llave de entrada para los cambios constitucionales que se le han negado al gobierno de la 4T. ¿O usted cree que es casual el coqueteo de López Obrador con Samuel García y el MC?
¿Lo conseguirá Máynez? Ese es el punto.
@jorgezepedap
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05-05-2024 - 12:04 am
"La eliminación de los informes al año nos van a permitir en un ámbito de fiscalización asegurar a todos los ciudadanos que podamos tener la inmediatez necesaria de ser prudente y esto requiere una reforma legal a la altura de lo que el país requiere".
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