Santiago, 1 Abr (Notimex).- El ministro chileno del Interior, Rodrigo Peñailillo, informó que al menos 300 mujeres se fugaron esta noche de una cárcel en la norteña ciudad de Iquique, tras el terremoto de 8.2 grados Richter que sacudió el norte del país.
Autoridades locales dijeron que la prisión se encuentra en una zona susceptible de inundación en caso de tsunami, por lo que la situación se salió de control.
Desde las instalaciones de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Peñailillo dijo que se autorizó que 300 integrantes de las Fuerzas Armadas apoyen a la policía local en la vigilancia tras la fuga masiva.
Enfatizó que la salida de los militares sólo fue autorizada en Iquique, distante mil 840 kilómetros al norte de Santiago, con motivo de la fuga de las internas.
Las autoridades de Iquique indicaron que la mayoría de las personas internadas en las cárceles de esa ciudad cumplen penas por tráfico de drogas.
El funcionario agregó que el miércoles despegará desde Santiago un avión con un centenar de miembros de las Fuerzas Especiales de la militarizada policía de Carabineros para colaborar en el resguardo del orden público.
CINCO MUERTOS
Por otra parte, el Ministro del Interior de Chile, Rodrigo Peñailillo, confirmó esta madrugada que al menos cinco personas murieron tras el terremoto de 8.2 grados Richter registrado en el norte del país.
En declaraciones a la prensa, el funcionario informó sobre “la lamentable información de cinco ciudadanos, cuatro hombres y una mujer, en Iquique y Alto Hospicio, tanto por infartos como por aplastamientos”.
El titular del Interior señaló además que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada chilena (SHOA) “ha decidido cancelar la alarma de tsunami entre Puerto Chacabuco y la Antártica chilena”.
“Esta es la información que mantenemos hasta el momento. El resto de país debe permanecer atento a las autoridades”, agregó el ministro Peñailillo.
Precisó, además, que alrededor del 40 por ciento de la población de Arica y Parinacota, en el extremo norte del país, ya tiene normalizado el suministro eléctrico, que se interrumpió por efecto del fuerte movimiento telúrico.
