Partidos: lejos de la sociedad y cerca del dinero ilegal

20/11/2015 - 12:00 am

La falta de mecanismos de vigilancia por parte de la sociedad y de las propias instituciones del Estado sobre el financiamiento y el manejo del presupuesto público de los partidos políticos ha repercutido en el aumento de la desconfianza ciudadana hacia los institutos políticos. Especialistas en transparencia y rendición de cuentas dicen que están cada vez más lejos de la gente y más cerca del dinero de dudosa procedencia.

Foto: Cuartoscuro
Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del INE. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).— En México los partidos políticos son premiados cada año con grandes presupuestos de los que no rinden cuentas ni a los ciudadanos ni a la Federación, que les otorga esos montos millonarios. Un análisis del Centro de Investigación para el Desarrollo AC (CIDAC) sostiene que, sin contar las votaciones, los mexicanos no tienen formas de castigar la mala gestión de los partidos.

El CIDAC cuestiona la manera en la que los voto nulos están incluidos en el financiamiento de los partidos. “En la actualidad, el voto nulo no tiene un efecto jurídico en las prerrogativas de los partidos; es decir, más allá de sus implicaciones simbólicas, anular el voto no castiga en términos financieros”, cita un análisis del centro de investigación.

Al momento, la Constitución Política establece el financiamiento mediante una fórmula en la que se multiplica el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el 65 por ciento del salario mínimo vigente.

El resultado es repartido: el 30 por ciento a todos los partidos de forma igualitaria y el 70 por ciento restante conforme el número de votos que se hayan obtenido en la elección inmediata anterior.

El CIDAC sostiene que el voto nulo debe de servir como una herramienta ciudadana que castigue dicho financiamiento. En este sentido, los votos nulos deberían de dejar de ser considerados para financiar partidos políticos.

Asimismo, Cidac refirió que retirar el aporte económico de los votos nulos en este proceso no hará, como sostienen algunos grupos que los partidos busquen mayaro financiamiento privados, o ilegal, del que ya incurren.

“Los ejemplos son varios: en 2010, el ex Gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, fue extraditado a Estados Unidos por nexos con el Cártel de Juárez; ese mismo año, la Procuraduría General de la República (PGR) libró una orden de aprehensión contra el ex Diputado federal Julio Cesar Godoy por los delitos de operación de recursos de procedencia ilícita y de delincuencia organizada, y el caso reciente de José Luis Abarca Velázquez, Alcalde de Iguala, Guerrero, quien actualmente se encuentra acusado de secuestro de los 43 normalistas”, cita el análisis de CIDAC.

El académico Fullbright de la Universidad de Baltimore, José Fernández Santillán, agrega que México está lejos de poder tener un financiamiento privado de los partidos políticos como lo hace Estados Unidos, porque no hay un estado de derecho sólido, que al mismo tiempo restrinja la incursión de dinero por parte del crimen en las gestiones de la política nacional.

Además, explica, los votos nulos en México no son lo suficientemente representativos como para generar un castigo a los partidos políticos. De acuerdo con el propio CIDAC, en los últimos años, el voto nulo ha oscilado entre el 2 y 3 por ciento de la votación.

Por su parte, Nicolás Loza considera que si bien restar los votos nulos podría parecer atractivo, sí haría que los partidos aumentarán su búsqueda de financiamiento ilegal.

“Creo que no debe perderse de vista la finalidad del financiamiento público, para que los grupos económicos no decidan quién va gobernar y quién no”, afirma.

FALTA DE CREDIBILIDAD

Diversas encuestas muestran la pérdida de credibilidad en los políticos de parte de la población. Foto: Cuartoscuro
Diversas encuestas muestran la pérdida de credibilidad de la población en los políticos. Foto: Cuartoscuro

De acuerdo con el CIDAC, hay una “seria crisis de credibilidad” que se ha reflejado en las elecciones a través de las candidaturas independientes, aparición de nuevos actores como el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y llamamientos al voto nulo.

Datos oficiales expuestos en el análisis revelan que menos del 20 por ciento de los mexicanos confía en los partidos políticos. Por su parte, el Latinobarómetro 2015 expone que el 71 por ciento de los ciudadanos evalúa mal el trabajo de los partidos políticos, y 67 por ciento no se siente identificado con ninguno.

Nicolás Loza insiste en que las propuestas recientes de restar el voto nulo del financiamiento obedecen a la pérdida de credibilidad que tiene los políticos ante la población.

“Yo entiendo que a la gente no le gusta financiar a los partidos. Pero partidos políticos sin recursos públicos a la larga, lo que van a hacer es depender de fuentes privadas para que decidan la política”, dice.

SIN AUSTERIDAD

Huchim expuso que las asignaciones presupuestarios al INE son muy altas. Foto: Cuartoscuro
Eduardo Huchim expone que las asignaciones presupuestarios al INE por parte de la Secretaría de Hacienda son muy altas. Foto: Cuartoscuro

Eduardo Huchim May, analista y ex consejero electoral del Distrito Federal, expone que el problema del financiamiento que se asigna a los partidos va más allá, ya que está incrustado en la estructura presupuestal que se hace al INE y a los procesos electorales.

“Habría que revisar el enorme costo de las elecciones en General en este país que es verdaderamente descomunal, estaríamos hablando de 35 mil millones de pesos que costó el proceso electoral 2014-2015. No puede o debería este país gastar esa cantidad en sus elecciones; estamos hablando también de los presupuestos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y de los institutos y tribunales electorales de los estados”, dice.

Esa cantidad representa casi el doble del presupuesto de la Procuraduría General de la República, que en la propuesta del Presupuesto de Egresos de la Federación estuvo en alrededor de 16 mil 500 millones de pesos.

Asimismo, Huchim plante que el análisis del CIDAC contempla el financiamiento que reciben los partidos por concepto de financiamiento público, 5 mil millones de pesos este año y 4 mil millones de pesos para el siguiente, a nivel federal, pero faltaría agregar lo que reciben a nivel local.

“En la reforma electoral del 2014 se homologó el calculo del financiamiento a nivel local de las versiones nacionales de los partidos políticos. El resultado fue que aumentó el financiamiento en los estados. Los partidos políticos recibieron 4 mil 168 millones de pesos a nivel local [para alcanzar en 2015 un financiamiento de casi 10 mil mdp]”, afirma.

Los mismos políticos han querido sacar ventaja con estas propuestas de reducción al sistema electoral. El 27 de octubre, el otrora Diputado federa y ahora Presidente del Partido de la Revolución Democrática, Agustín Basave, propuso que se dejen de contabilizar los votos de la fórmula para financiar partidos.

Y ese mismo día desde la Cámara Alta, el Senador panista Francisco Búrquez Valenzuela presentó una iniciativa para que el financiamiento de los partidos se redujera en 50 por ciento. Ambas propuestas no prosperaron.

MECANISMOS DE GESTIÓN

Los programas sociales son fuente de sesgos partidarios, expuso Loza. Foto: Cuartoscuro
Los programas sociales son fuente de sesgos partidarios, exponen analistas. Foto: Cuartoscuro

El CIDAC refiere que los ciudadanos han quedado limitados al voto como mecanismo de evaluación de lo que hacen los políticos. Pero el investigador Fernández asegura que dichos mecanismos deben ser vistos desde una perspectiva más amplia.

“La democracia para controlar a sus gobernantes y representantes populares no solamente tiene el voto, sino la opinión pública, las organizaciones civiles, es decir, que estén vigilando permanentemente el ejercicio del poder, la división de poderes, que es de los fenómenos que menos les hemos puesto atención”, dice Fernández Santillán.

Por su parte, Nicolás Loza plantea que la mayor parte de la corrupción que impera en México no viene precisamente de los partidos, sino de los gobiernos federales, estatales y locales.

“Son los gobiernos, los que distribuyen programas y recursos con sesgos partidarios para favorecer a sus candidatos y perjudicar a sus rivales. Yo creo que es mucho más útil para tener un sistema electoral limpio, que los programas cuenten con padrones único, que se diseñen con mayor calidad, que esta asociación entre voto nulo y presupuesto”, opina.

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